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Un rapidín en los aseos de un Supermercado

en Sexo con maduras

Un rapidín en los aseos de un Supermercado

Siempre he dicho y he pensado que los mañaneros son los mejores, pero para morbo los mejores son los rapiditos, donde no importa el lugar donde se elija hacerlo… mmm. Los hechos que a continuación os voy a relatar, me ocurrieron el pasado viernes (12.01.2018), día que me entretuve en mis quehaceres más de lo habitual, acercándome finalmente a comprar al Mercadona a eso de las tres del mediodía, normalmente suelo ir a otras horas, pero como dicen la mayoría de las mujeres… “Es la mejor hora de comprar”. No siendo otro motivo que por encontrarte con el comercio prácticamente vacío, pues esas horas son para estar almorzando o descansando después de almorzar, incluso antes de volver al trabajo.

Estacione mi coche a un lado en el aparcamiento, fijándome como el que no quiere la cosa como un coche llega y aparca también. Me salgo de mi vehículo al tiempo que el otro conductor, fijándome en este pues es una conductora, mujer hermosa. Alta entre el metro setenta y cinco y el metro ochenta, rubia con mechas castañas, delgada a la cual le eche los cuarenta y picos, muy bien llevados.

Ambos nos dirigimos hacia el interior del supermercado, dejando que sea ella la que vaya delante, pues me fijo en su vestuario y forma de andar. Mujer que va vestida de pantalón negro vaquero, chaquetilla de cremallera del mismo color, debajo una camisa blanca y botas de caña hasta las rodillas.

Noto que ella también ha reparado en mí, pues hasta dos veces se ha girado, quizás para cerciorarse que iba detrás. Entramos en el Mercadona, bajamos por una rampa que accedes al interior, tras pasar por el arco de seguridad, se inclina para coger una cestilla, clavando mis ojos en su trasero… mmm, menudo culo tiene. Comienza ella a ir cogiendo productos al igual que yo. Tomo yo la calle de la izquierda a ver la carne al tiempo que ella toma la de la derecha que va al pescado, me da la sensación de ser observado. Llegando a mirar hacia atrás, descubriéndola al verla mirándome por los cristales que envuelven las columnas (espejos), viéndose descubierta finge y elude mi mirada, apartándola finalmente avergonzada… o al menos eso creo yo.

Comienzo a mirarla con descaro, fijándome sobre todo en sus nalgas. Acabando por irme y acercarme hacia los congelados, viendo como ella se me acerca, finge mirar lo mismo que yo. Descubriendo que tiene bajado el cierre de su chaquetilla y desabotonado algunos botones de su camisa, dejando ver por ese escote perfectamente no solo su sujetador, sino sus firmes pechos. Percibo la fragancia de su perfume, me quedo mirándola fijamente, mirada que me devuelve, devolviéndomela ahora con una sonrisa. Gesto que aprovechó para hablarle, recomendándole algunos productos. Escucho el tono de su voz, cuando me agradece la recomendación, fijándose en los productos que llevo en mi cesta. Soltando...

  • "Almuerzo o cena solo para uno, no está bien comer solo".

Comentario que me da por pensar que cree que soy separado o divorciado a pesar de llevar anillo, aunque es verdad que hoy en día eso no significa nada, ya que yo a día de hoy aún llevo dos anillos… el de novio y el de casado. Cosa que pregunta...

  • "Me tienes intrigada y perdona mi indiscreción, pero estas separado, divorciado o quizás viudo".

Respondo y aprovecho para preguntarle...

  • “Que va, ninguna de esas opciones, yo estoy casado… te he decepcionado”.

Respondiéndome…

  • “Que va, todo lo contrario, me gustan más los hombres casados, pues creo que son los más apropiados para entablar una amistad. Los casados son los tipos de hombres que entiendes las necesidades de una mujer… al menos algunos, quizás porque son más detallista y discretos, cosa que una mujer casada busca”.

Esta no se queda quieta, no deja de escoger productos que meter en la cesta, mientras habla, quizás estuviera fingiendo o simulando, mientras me explica las virtudes de los casados. Acabando por colocarse entre el congelador y yo, no dándome cuenta pues embobado la escucho, no retrocedo ni un api, menos aun cuando esta se inclina hacia delante a modo de coger la bolsa de “coles de Bruselas”. Echando su trasero hacia atrás, sintiéndolo chocar contra mi ingle, notando sus duras nalgas y claro esta ella, mi erecto miembro… mmm, aunque en verdad pienso que quizás de torpeza es poca, pues quizás se cerciora de cómo estoy. Pero mi erección, lógicamente no es solo por el físico de esta mujer, sino por haber clavado mi vista en su escote, fijándome en el canalillo que un cuarto de hora antes no tenía... mmm.

Ella como un resorte se pone derecha, disculpándome rápidamente, no deseando yo que pusiera el grito en el cielo, pues hoy día un pensamiento equivocado nos puede llevar a la discriminación por acoso e incluso la cárcel. Rápidamente pido disculpa e intento justificarme, cosa que ella me calma al tiempo, atribuyéndose a ella misma la culpa por su torpeza. Notando como me repasa con la mirada, clavando sus ojos en mí entrepierna, elevando con rapidez la mirada torpemente. Esperando yo esos ojos malévolos sonriente, ojos que se clavan en los míos, mirada fija que entiendo que es deseo y aun mas, cuando desliza su lengua por el mentón superior de sus labios. No se me ocurre otra cosa que soltarle una bordería, diciéndole...

  • "Me debes de perdonar, mira, normalmente soy más caballeroso, educado y galán. Pero la verdad estas para cogerte y comerte entera, eres una diosa echa mujer".

Ríe y responde...

  • "Mira, normalmente no soy así, pero si me coges en otro momento y otras circunstancias, quizás te hubiera cruzado la cara de una bofetada e incluso hubiera llamado a seguridad”.
  • “Pero no sé qué me ocurre hoy, quizás porque me has caído bien y lo que propones, suena bien… mmm".

Claro está no me corto, aproveche el momento, atreviéndole incluso a sugerirle que me acompañara a mi casa, haciéndole saber dónde vivo. Pero noto que mí propuesta no le sorprende, cosa que me da a entender que lo desea tanto como yo. Me mira y sus ojos brillantes… quizás más de deseo que otra cosa, aunque con un tono tembloroso y dudoso, me responde...

  • "No, en tu casa... no. Tiene que ser en otro lugar más cercano, no dispongo de mucho tiempo”.

Respuesta más que evidente que lo desea, teniendo que pensar rápido e improvisar, respondiendo...

  • "Mira... a ver qué te parece, podemos ir al aseo del Mercadona. Está situado en la entreplanta, entre el supermercado y los aparcamientos subterráneos”.

Rápidamente sin dejarla contestar, digo justificándome...

  • “Quizás no sea el sitio ideal para estar con una mujer como tú, pero puede ser lo más rápido y discreto que haya, ahora mismo".

Contestación de ella...

  • "Vale, por mí me parece bien. Pero qué hacemos con la compra.

Sugiriéndole...

  • "Dejémosla aquí y ya cuando acabemos la recogemos”.

Pues eso hicimos, dejamos las cestas aun lado, sugiriéndole que vaya ella delante para no levantar sospechas. Caminando yo detrás, deteniéndome en la sección de perfumería/droguería para coger una caja de preservativo… por di las moscas. Pague los tres euros y medio que cuestan y me encamine hacia las escaleras, donde accedes a los aseos de la entreplanta. Llame a la puerta y me abrió, nada más entrar y cerrar… eche el pestillo, comenzamos comernos la boca, soltándome...

  • "Dios mío que locura vamos a hacer".

Callo y dirijo mi mano izquierda a su cuello con la cual rodeo al tiempo que con la derecha acaricio su espalda, mientras nos besamos… mmm. Ella no pierde el tiempo, sin dejar de besarme comienza por bajar la cremallera de mi suéter, continuando con desabotonar los botones de mi camisa. Dejando mi pecho velludo a la vista, primero acaricia y tras dejar de besarme, desciende sus labios hasta mi pecho… mmm, besa unos minutos y me mordisquea con fuerza, produciéndome tanto daño que deja sus dientes marcados. Aliviándome el dolor mediante lamidas, ascendiendo nuevamente hasta mis labios… mmm.

Volviéndonos a comer la boca al tiempo que me rodea por el cuello con una de sus manos, mientras con la otra me vuelve a demostrar que no desea perder el tiempo, pues la posa sobre mi bulto… uuummm!!!. Vuelve otra vez a la carga, se nota que ella lleva la voz cantante, más aun cuando sin dejar de besarme a suelta la hebilla de mi cinturón, desabotonando el botón del pantalón y baja la cremallera de la bragueta, introduciendo su mano en el interior de mi short… uuuffff!!!.

Nos besamos con deseo… con pasión, no ha habido presentaciones, menos aún hemos cruzado apenas palabra, claro está no nos interesa,  pues cuanto menos sepamos del otro mejor… mmm. Dejo de comerla la boca para buscar su cuello… mmm, mientras ella gime y no deja de masturbarme, mi mano derecha hace unos minutos ha dejado de acariciar su espalda sobre sus prendas, continuando ahora bajo estas… mmm. Deslizándola hasta toparme con su sujetador, cuyo corchete suelto hábilmente, deslizando mi mano por su espalda hasta sus nalgas… mmm. Sintiendo la dureza de sus nalgas… mmm, deslizo mi mano entre sus glúteos… mmm, deslizando mis dedos hasta su orificio anal, presiono y es ella quien me hace entender que la aparte, mediante movimientos de caderas.

Aparto mi mano izquierda de su cuello, dirigiéndola hacia la cremallera de su chaqueta, comenzándosela a bajarle y abrírsela, tirando finalmente de ella hacia atrás a modo de quitársela, cosa que logro con ayuda suya, dirigiendo ella nuevamente su mano derecha a mi miembro… uuummm!!!. Magrea con una mano al tiempo que con ayuda de la otra lo descapulla, deslizando la yema de sus dedos por mi glande, disfrutando viéndome estremecer. Continuando yo ahora por desabotonar los botones de su camisa, tras quitar el ultimo, abro su camisa, separando los pliegues y dejar su blanco sujetador de encajes a la vista… mmm. Sonriente me suelta, mientras presiona mi tronco…

  • “Noto que te gusta lo que vez… eeehhh!!!”.

Bajo las copas del sujetador al tiempo que conduzco ambas manos a sus senos… mmm, ella gime en mi oído a modo de hacerme entender que le gusta, devolviéndole el gesto con un comentario…

  • “Dios estas buenísima… mmm”.
  • “Estas para locuras aquí… uuummm!!!”.

Respondiéndome ella…

  • “Pues a que esperas, no te cortes… aaahhh!!!”.

Beso sus labios, busco su lengua, nos comemos la boca literalmente, dejo de besarla al tiempo que desciende mi boca hasta su cuello. Ella gime y suspira, no muy fuerte, pero lo suficiente para notar que disfruta. Mis labios llegan a sus senos, besando uno y luego el otro… mmm, lamiendo y mordisqueando… alternándolos, ayudándome con una de mis manos. Pues la otra hace unos minutos la tengo frotando su pubis sobre su pantalón… uuummm!!!. Ella gime y me suelta…

  • “No me seas malo cabrón, que una está muy caliente… ooohhh!!!”.

No dejo de comerme sus senos… mmm, ahora sin ayuda de mi mano, pues entre ambas comienzo a repetir lo que ella antes hizo, suelto el botón de su pantalón, bajo la cremallera e introduzco mi mano, dentro de sus braguitas… uuummm!!!. Sintiendo lo empapada que están esta, tanto sus braguitas como su orificio vaginal... aaahhh!!!, tanto que doy por hecho que no hay que dilatar… aaahhh!!!. Volviendo ella a soltarme…

  • “Uuummm!!!, eres malvado… aaahhh!!!.”
  • ”Ooohhh!!!... ni se te ocurra dejarme asín… cabrón”.

Claro esta no es mi intención, menuda jaca es esta mujer, tiene todo en su sitio, no solo lo digo por el pedazo de cuerpo o ese culo tan duro y respingón, sino por la belleza de su rostro y esos pedazos de ojos, sin olvidar esa boquita con esos labios tan perfectos… mmm. Coge ella y se aparta, agachándose hasta sentarse sobre la taza del W.C., comenzando a masturbarme con su mano izquierda al tiempo que con la derecha magrea mis testículos… ooohhh!!!. Menuda vista tengo de sus firmes pechos, por no mentar de sus duros y erectos pezones, nadie diría que son de una mujer de su edad o que han amamantado a un crío… uuuffff!!!. Adivine lo que pretendía, no hace falta mucho describir lo que iba a hacer… uuummm!!!. Eleva la vista y sonríe, sonrisa malévola que me hace entender que voy a sufrir… mmm, no dejando de mirarme sin dejar de acariciar mi miembro, mientras con su otra mano magrea mis genitales... ooohhh!!!. Soltándome…

  • “Tú sí que sabes hacer que una mujer se sienta deseada… mmm, hacía mucho tiempo que no lo notaba… aaahhh!!!”.

Se vuelve a inclinar hasta que sus labios topan mi glande… mmm, besa mi glande, saca su lengua y comienza a lamer este… mmm, continuando por lamer mi tronco… uuuffff!!!. Separando sus labios al tiempo que va introduciendo mi glande… ooohhh!!!, gimo y suspiro… pero no muy fuerte, lógicamente no deseamos ser descubierto y cargarnos este momento de placer… ooohhh!!!. Suspiro y pienso…

  • “Qué manera de comerse la polla… uuuffff!!!”.

Esta no es de esas a la cual hay que advertirle de los dientes, pero que cabrona como la come, no deja de disfrutar de ella, no deja de engullirla hasta tener la mitad dentro de su boca… mmm. Siento la calidez de su boca… uuummm!!!, como esa lengua recorrer mi tronco y mis marcadas venas… aaahhh!!!, saca y la vuelve a introducir… ooohhh!!!. Deseando que se la tragara en su totalidad, poso mi mano en su nuca y la presiono, cosa que ella con su mano me la aparta, no dejando de chupar mi miembro… aaahhh!!!. Sacándosela para dedicarse a mis testículos… mmm, sintiendo sus labios rozar mis testículos… aaahhh!!!. Eleva la vista una vez más, me mira al tiempo que se introduce primero uno y luego el otro… uuuffff!!!, no lleva más de cinco minutos. Cuando me mira y pregunta…

  • “¿Cómo voy?.

Contestándole…

  • “Muy bien... uuummm!!!. Pero no pares... mmm… puta”.

Caigo en mí error, pienso que quizás el insultarle ha estado fuera de lugar, pero no lo he podido evitar, no era mi intención, me he dejado llevar por la situación y la satisfacción… uuuffff!!!. Cosa que ella me suelta y me sorprende, eso sí… una vez que se saca mi miembro de la boca...

  • "Uuummm!!!, me gusta que me insultes y que digas guarradas... aaahhh!!!, no pares cabrón".

Volviéndosela a introducir en su boca, aprovechando para agacharse hasta quedarse en cuclillas, no dejando de masturbarme con una mano mientras con la otra acaricia mi pierna… mmm. Dirigiendo mi glande a su boca, echando su cálida respiración, pasando su lengua y deslizándola alrededor… aaahhh!!!, sufriendo ante tal castigo mientras me estremezco de placer… ooohhh!!!. Comenzando otra vez a comerme mi glande con dedicación, seguido por mí tronco y finalmente mis testículos… aaahhh!!!, dejando de acariciar mi pierna y dedicarse ahora con mis nalgas… mmm.

Haciéndola levantar para besarla, saboreando el sabor de mi polla en su boca, mientras acarició su espalda y cuello, alternando las caricias con sus senos y nalgas, pues no dejo de ascender y descender mis manos por su cuerpo… mmm. Aprovechando para tirar de sus prendas inferiores hacia abajo, cuando incline mi rostro hacía sus senos, encorvando mi cuerpo hacia delante para facilitarme la maniobra… aaahhh!!!. No pudiendo bajar mucho más de sus rodillas sus prendas al evitarlo sus botas, botas que eran de esas de cañas hasta las rodillas, calzado que aun siendo morboso es de lo más molesto en otras ocasiones, ocasiones como esa. Llegándole a sugerir…

  • “Porque no te quitas la botas, seguro que estarás más cómoda”.

Cosa que se negó, viendo que es reacia a quitarse más prenda por no decir sus molestas botas, no quedándome otra que ingeniármela. Comenzando entre besos y caricias hasta hacerla sentar sobre la tapa del W.C., agachándome hasta colocarme entre sus muslos… mmm. Deslizando mis dedos de ambas manos por sus muslos, inclinándome hasta posar mi boca sobre sus labios vaginales… mmm, comenzando a lamer y chupar mientras dedeo su vulva, ella gime y se retuerce de placer, llegándole a sisear a modo de que baje la voz. Llegándome a ayudar con mi dedo corazón y hacerla conseguir su primer orgasmo, orgasmo que saboreo y cuyos fluidos me ayuda a lubricar mi polla… mmm. Preparándome ahora para introducírsela y cuando lo pretendo, coge ella y me suelta…

  • “Quiero que me la introduzca primero sin nada, quiero sentirla dentro y sentir como vibra, vale…”.
  • “Sacándola al momento, pero me tienes que prometer que te pondrás un preservativo, no quiero problemas”.
  • “Ahora que caigo, tienes preservativo… No!”.

Respondiéndole primero con un vale y haciéndole saber que sí tengo preservativos, pero que en verdad no me haría falta por estar operado, dejando caer que por las infecciones, mejor usarlo. Por su forma de actuar, no me da la sensación que no es su primera vez, pues no deja de hacerse un dedo mientras me acerco a ella… mmm. Tiro de sus caderas hacia mí, colocándola al borde del W.C., quedándose de manera que queda a la altura de mí miembro… mmm. Comenzando a introducírsela poco a poco… aaahhh!!!, me detengo unos segundos y comienzo a penetrarla… uuufff!!!, embistiéndola hasta encontrar el ritmo a pesar de la postura… ooohhh!!!. A pesar de todo, ella no deja de gemir de placer… aaahhh!!!, sollozando mientras me besa o clava sus uñas en mi espalda… uuuffff!!!, jadea y entre exclamaciones me pide…

  • “Uuuffff!!!... despacio, uuummm!!!... despacio… ooohhh!!!”.

Cuando en verdad yo iba despacio, pues era ella quien comenzó a moverse sobre la misma tapa del W.C.,… uuummm!!!, comenzando yo a acelerar e introduciéndosela cada vez más rápido… aaahhh!!!, embistiéndola a pesar de la incómoda postura… mmm!!!. No dejando de exclamar…

  • “Si… si… aaahhh!!!, uuuffff!!!... así… sí… aaahhh!!!, no pares… sí… sí… uuummm!!!”.

Pero viéndome en verdad que debía de parar, no porque me vaya a correr, sino por colocarme el preservativo como ella deseaba… mmm. Mirándome con cara de pocos amigos cuando se la sacado, mirándome incrédula y con rostro de sorpresa, sacándola de dudas cuando me vio sacar el preservativo. Aprovechando esta por coger mi miembro, tirando de este hasta introducírselo nuevamente dentro de su boca, mientras yo rasgaba el envoltorio y lo sacaba de su interior. Elevando ella la mirada, mirándome sonriente mientras lamia mi glande, degustando de los fluidos vaginales suyos… ooohhh!!!.

Lo que mejor recuerdo de ella, era esa cara de zorra que ponía, estaba disfrutando la muy guarra, sonriendo mientras no dejaba de gemir. Llegue a cogerla por su cuello con mi mano izquierda, tirando hacia mí… mmm, comenzando nuevamente por comerle la boca, correspondiéndome ella al besarme con pasión. Continuando por su cuello, hombro y finalmente senos, cuyos pezones chupe y lamí, mordisqueándoselos con ganas… aaahhh!!!, pero eso sí no le deje ninguna marca en ningún momento… uuuffff!!!.

La hice levantar y girar, colocándola de espalda a mí, obligándola a inclinarse al tiempo que con una mano separaba sus nalgas… mmm. Acerque mi glande a sus nalgas, abofetee primero sus glúteos con mi miembro, mientras ella gemía y me soltaba…

  • “Castígame por ser una nena mala… aaahhh!!!”.

Dada las condiciones, era la mejor de la postura posible, aunque otras tenían en mente y solo era posible del tiempo que nos quedara… mmm. Cogí mi polla por la base, busque su orificio vaginal, siendo ella misma quien tras tomar mi miembro, fue introduciéndosela… aaahhh!!!. Llegando a intentarlo en un par de ocasiones hasta introducírsela… uuuffff!!!, comenzando a penetrarla despacio al tiempo que la tenía sujeta por sus caderas, acelerando el ritmo a medida que sus jadeos me indicaba. Acelerando mis embestidas, mientras me hice de sus senos primero… aaahhh!!!... aaahhh!!!, sacándola una vez para volvérsela a introducir… uuummm!!!, escuchando sus gemidos y jadeos acelerarse…

  • “Oooohhh!!!... mmm… aaahhh!!!... mmm”.

Soltando tanto su cadera como su seno de mis manos, colocando ambas manos en sus hombros… aaahhh!!!, acelerando mis movimientos, tirando de sus hombros hacia a mí… ooohhh!!!, mientras solo se escuchaba el chapoteo de sus fluidos… uuufff!!!, hasta que ella misma me hizo saber que se venía…

  • “Sí… sí… aaahhh!!!, sí… no pares… no pares… sí… aaahhh!!!”.
  • “No pares… aaahhh!!!, sí… uuuffff!!!, sí… uuummm!!!”.
  • “Ya… ya… aaahhh!!!, yaaaaaaaaaa… aaahhh!!!”.

Pero para nada me detuve, no sentí cuando se vino, pues no es lo mismo hacerlo al natural que con condón, lógicamente me gusta sentir cuando una mujer se viene, pues esa es mi verdadera recompensa, sentir sus fluidos envolver mi miembro… mmm. No me detuve, no acelere mis embestidas, iba despacio… mmm, marcando la penetración… ooohhh!!!, llegando a acariciar su rostro con mi mano derecha… mmm, siendo ella misma quien acabo por introducirse mi dedo gordo en la boca… mmm, chupándomelo como si se tratara de mi polla… aaahhh!!!. Llegando ella a preguntarme…

  • “Te has venido ya”.

Contestándole, preguntándole después…

  • “No aun no”.
  • “¿Qué te parece si vamos por el segundo?”.

Me mira, sonríe y me suelta…

  • “Pero te tienes que correr tú también, vale…”.

Cojo y le hago levantar, sentándome yo ahora sobre la tapa del W.C., mientras me mira un poco asustada sin saber qué hacer, le hago girar hacia la puerta y de manera que quede de espalda a mí, tirando de ella hacía mí. Sumisa acepta hasta topar sus pies contra los míos, tiro de sus brazos hacía abajo, haciéndole entender que se siente… cosa que hace. Despacio lo hace ante la incertidumbre por mi juego, sumisa lo hace hasta sentir mi glande chocar contra sus labios vaginales… mmm. Ahora es ella quien deja caer su cuerpo, sintiendo como mi miembro se introduce dentro ella… ooohhh!!!. Dándose cuenta que en esta posición es ella quien marca el ritmo de la penetración… uuummm!!!, ritmo que ella marca al ritmo por sus pies apoyados al suelo… uuuffff!!!. Mientras yo, aprovecho para acariciarla tanto sus senos como el resto de su cuerpo, estimulando ya sea sus senos como su coñito… aaahhh!!!.

Acabado por correrme, pero no porque realmente lo deseara, sino porque no teníamos tiempo para más. Descansamos un rato, ella aun sentada sobre mí, sentada aun con mi polla dentro de su coño. Terminamos y como comenzamos así hicimos, nos vestimos sin decirnos apenas palabra, ella sonriente y con las pupilas más brillante que antes me besa, se asea con toallitas húmedas que saca del interior del bolso, se echa colonia y se maquilla. Mientras yo, ya estoy vestido, esperándola como todo un caballero, no dejando de mirar su culo… mmm, pensando que quizás la próxima vez será mío… mmm, incluso llego a acariciárselo mientras ella pinta los labios, cosa que ella me mira a través del espejo y sonríe, no me dice palabra alguna, gesto que me envalentona nuevamente. Me arrodillo al tiempo que poso ambas manos en sus caderas, me acerco hasta posar mi boca en sus nalgas y comienzo a comérmelas por encima de su pantalón, soltándome ella…

  • “Estate quieto golfo… mmm, no me seas malo que no tengo más tiempo”.

Me da por reírme, pero no me despego, animándome por desabotonar su pantalón nuevamente, bajo la cremallera y tiro finalmente de su pantalón y braguitas hasta medio muslo… mmm. Ella culea para apartarme, cosa que en vez de retirarme, clavo mi rostro en sus nalgas, ella gime pero no hace nada, comenzando yo a lamer sus orificios… ooohhh!!!, escucho como suspira y se estremece… aaahhh!!!. Me suplica que la suelte y que la deje marchar… uuuffff!!!, lamo su orificio anal al tiempo que dedeo con la yema de uno de mis dedos su vulva… uuummm!!!. Volviéndola a escuchar suplicar…

  • “Estate quieto por favor, no tengo tiempo… ooohhh!!!”.
  • ”No me seas malo, te lo suplico… uuummm!!!”.

Habla pero no hace nada, no hace ningún gesto por apartarme, me vuelvo a envalentonar, me levanto y me pego detrás de ella, sacando mi miembro del interior de mi pantalón. Pegándome nuevamente a ella, sintiendo ella mi polla nuevamente dura, transmitiéndole mi calor corporal, mientras acaricio sus brazos, caderas, senos, muslos… ooohhh!!!. Besando su cuello, hombros y oreja… mmm, mientras ella me suelta…

  • “Estate quieto por favor, no me queda más tiempo… mmm”.

Colocando finalmente mi miembro entre sus muslos y comenzara moverme, ella apoya ambas manos sobre la encimera del lavabo al tiempo que echa su cuerpo hacia delante, posición que me hace entender que me da su consentimiento… mmm. Tomo mi miembro y flexiono mis piernas, buscando con mi glande su orificio… mmm. Ella ha dejado de protestar, ha dejado de poner impedimento y ahora jadea y disfruta…

  • “Ooohhh!!!... ooohhh!!!... uuummm!!!... aaahhh!!!... ooohhh!!!”.

No me detiene, todo al revés, ahora es ella quien tira de uno de mis brazos a modo de que no la saque… aaahhh!!!. Dejando de apoyarse sobre el lavabo para apoyarse sobre el cristal… uuuffff!!!... aaahhh!!!, mirándome con morbo y deseo… uuuffff!!!. Acabando por decirme…

  • “No te corras dentro por favor… ooohhh!!!”.

Notando yo que voy a explotar, sacándola de su interior con violencia y tras levantar la tapa del W.C., descargo en su interior mientras esta hermosa mujer me mira, sonriente mientras se coloca sus pantalones. Acabando por dejarla marchar, dejando que sea ella la que primero salga, pues así me lo ha pedido. Minutos más tarde salgo yo, subiendo por las escaleras hasta la tienda, accediendo y tras coger un nuevo cesto, comienzo a coger los productos. Ya después de haber pagado, me encamino hacia mi coche que se encuentra fuera, donde la veo como ella está guardando las cosas dentro de su coche, coche que es un Audi A3 blanco.

Fijándome como se inclina mientras guarda las cosas en el interior del maletero… uuuffff!!!, menudo culo tiene… me da por pensar. Mientras en ese preciso momento, llega un Mercedes 520 gris marengo y estaciona junto a ella, saliendo de su interior un hombre mayor, hombre canoso con escasos cabellos blancos rizados, cuerpo corpulento y gordo. Hombre que la coge por detrás, dándole un tremendo susto, quizás más porque creyera que era yo. Observo como entre risas, este le pregunta algo y ella por su expresión le explica, escucho al acercarme a ellos, como ella le dice…

  • “Cielo, hoy estoy muy malita”.
  • “¿Qué opinas si nos vamos a casa y haces algo?”.

Escuchándole, responder…

  • “Me coges fatal hoy, me duele mucho la espalda y la ciática, porque no lo dejamos para otra ocasión, vale cariño”.

Dándole un beso tierno, alejándose de ella, Montándose en su lujoso coche Mercedes, alejándose del coche de ella. Momento en que aprovecho yo por pasar, soltándole como no viene la cosa…

  • “Venga hasta otra”.

Respondiéndome ella…

  • “Sabes que no nos hemos presentado, si quieres podemos intercambiar móviles, quizás te interese otro día tomar un café y visitar el baño”.

A pesar de todo es un rapidín, pues cuando miras el reloj y vez sorprendido que solo llevas veinte o como mucho veinticinco minutos, te das cuenta cuanto como has aprovechado en tan poco tiempo, aunque en verdad creía que llevaba al menos una hora. Cuanta verdad hay en eso que se dice que cuando uno disfruta el tiempo se le hace corto… mmm.

Bueno hasta aquí os lo dejo, debo de marcharme que se me hace tarde irme a hacer algún recado, os adelantare que tengo algunas amigas que no dejan de llamar, no soy un adonis… no me considero atractivo, aunque dicen que soy interesante. Tampoco me considero un semental, pero la habilidad de los dedos, lengua y juegos previos, ayudan mucho. Pero bueno, no me enrollo más, aquí dejo una experiencia más, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email es… Jhosua 1974 @ Gmail . com

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Mi última vez a la sauna Nordik

Un sorprendentemente trió

Ultimando las compras de reyes

Haciendo tiempo

Cuando vas de sorpresa en sorpresa