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Detallando a mi mujer por un polvo

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Detallando a mi mujer por un polvo

Antes de nada, os debo agradecer a todos aquellos que me han mandado vuestros emails, ya sea para agradecer mis experiencias como conocerme mejor. Os debo de confesar que siempre me he esforzado en mejorar, claro está sexualmente como bien sabéis, no os voy a descubrir mis preferencias a esta altura, pero sí es cierto que no me importa comenzar con uno y finalizar con tres, eso sí… estos tres deben de ser muy maduros.

Desde este medio os quiero hacer llegar mis experiencias, me gusta contárosla e intentare no enrollarme demasiado con los detalles, os lo contare de manera que no os sea muy difícil imaginar lo sucedido, deseando que vosotros mismos pudierais recrearlo en vuestras mentes. Os dejare un pensamiento, pensamiento que creo que todos hemos llegado a pensar, pues yo soy de esos de los que pensaban que el casarme no iba a cambiar mi vida, no me refiero a mi rutina sino a mí otra vida, cosa que lógicamente estaba muy equivocado, pues la verdad es que sí cambio mi rutina, llegando a olvidar mi doble vida y con ella mi pasado. Pero eso fue solo momentáneo, pues la ajetreada vida laboral, me fue permitiendo aprovechar las horas para ir haciendo realidad mis incursiones, cuyas experiencias las fui aumentando día por día, pasando a ser conocidos por los habituales, siendo su desahogos… mmm!!!.

Bueno comenzare, creo recordar que era viernes, lo digo por la hora en la cual salí de la oficina, hora en la cual debes de entretenerte un poco más por evitar los atascos. Cosa que sabe muy bien mi mujer, siendo ella misma quien me lo aconseja. Bueno prosigo, como he dicho salí a eso de las 15:00 horas, no teniendo ganas de regresar a casa, no precisamente por el atasco sino por lo ocurrido esta mañana, pues hoy es nuestro aniversario…

Nada más despertarla con su habitual café con galletas, le felicite por nuestro aniversario de boca, pues en verdad no ay mejor regalo de aniversario que el amor, aunque este cueste mantenerlo. Me soltó la muy cabrona...

  • "¿Qué me vas a regalar?".

Contestándole...

  • "Aaahhh!, eso es una sorpresa".

Contesto y seguidamente pregunto...

  • "Y tú, que me vas a regalar".

Contesta mi mujer...

  • "Yo te voy a regalar mi amor, pues con eso tienes más que bastante".

Esa contestación me dejo con cara de tonto e incrédulo, aunque más tarde quiso matizarlo, ya era tarde. Llevamos ya muchos años (13), para que me soltara eso, aunque a otros parezca mentira. Ella quiso arreglarlo más tarde, proponiéndome un almuerzo y una tarde de sexo desenfrenado, cosa que me calle pues tras su orgasmo hay que esperar, según ella diez minutos para comenzar de nuevo.

Bueno, mejor será que continúe. Entonces cuando salí, no se me ocurrió mejor idea de que tirar hacia la zona del Estadio Olímpico. Estaba cansado pero aun así deseaba pasar un buen rato, sigo, tras salir como he dicho he tomado dirección al menos Estadio Olímpico, continúe las sucesivas rotondas hasta acceder a la rotonda que da al Parque del Alamillo y a RTVA. Rotonda que tomó la tercera salida que das al acceso a los aparcamientos del estadio olímpico.

Tras acceder por esta carretera hasta acceder a una explanada de albero, frente hada por un murete de arena y detrás. Deambule un rato hasta quedarme a un lado, oculto por la maleza del solazo, acercándose un tremendo hombre en mi dirección, no necesariamente tiene que detenerse donde yo estoy, pero pensé que podría tomar otra dirección.

Cuando he dicho tremendo, me refiero a sus cerca de un metro ochenta y cinco centímetros de altura, desde mi distancia puedo apreciar que es un hombre maduro (cuyos 52 años, más tarde me hace saber). Cuerpo atlético… cuya marcada camiseta blanca se hace percibir, cabellos rubios aunque muy cortos y ojos claros, doy por sentado que este de español tiene poco (rumano me hace saber más tarde). Pasa mí caminando mí coche, siguiéndole con la mirada por el retrovisor interior, observando cómo se detiene y se gira, clavando su mirada en mi automóvil, acabando por dirigirse hacia este, apareciendo en el lado del conductor. Posa su brazo derecho sobre el techo de mi coche al tiempo que con los nudillos de su mano izquierda, golpea el cristal de mi ventanilla a modo de llamar mi atención. Le miro y muevo mi cabeza a modo de no querer nada, cosa que este vuelve a golpear mi ventanilla, acabando por bajarla y desear no arrepentirme. Cuando este coge y me pregunta…

  • “¿Me podrías decir que hora es, por favor?”.

Respondo…

  • “Son las 15:21 horas”.

Sonríe y vuelve a preguntarme…

  • “Menudo calor hace hoy, verdad”.

Respondo nuevamente de forma seca…

  • “Si”.

Comienza a darme conversación, no dejando de preguntarme, alternando preguntas e indagando…

  • “Sabes, yo no soy de aquí…”.

Respondo rápidamente cortante…

  • “Pues la verdad, no lo había notado”.

Me mira sarcásticamente, volviendo a decirme…

  • “Vale”.
  • “Mira, no deseo molestar, te he visto aquí parado y me he dicho, voy a hablar un poco con este chico, no pensaba que te ibas a incomodar”.
  • “Lógicamente se aprecia que no soy de España, soy de Rumania y por suerte me he adaptado rápidamente, no solo por el idioma sino por la climatología. Pues no te imaginas el frio y la humedad que hace allí”.

No contesto, sigo dentro de mi coche, mirándole de vez en cuando. Mientras este sigue con su conversación…

  • “Yo soy Aries, digo que mí signo zodiacal es Aries y el tuyo, no me lo digas… seguro que eres Géminis”.

Le miro sorprendido, gesto que da el cómo afirmación acierto. Continuando este por soltarme…

  • “Sabes, yo no soy ningún ignorante, tengo estudios que desgraciadamente no son reconocidos aquí en España y hablo hasta tres idiomas, aparte del español y el rumano… el Inglés, Francés e Italiano”.

Me mira y me invita a salir al tiempo que dice…

  • “Sabes que es de mala educación no mirar mientras te hablan, como es mucho mejor que te salgas y hablamos fuera”.

Le miro y tras disculparme, salgo de mi coche. Contándome este…

  • “Mira estoy por esta zona, porque me han contado que por aquí podría encontrar chochitos que poder comerme, sabes tú de lo que estoy hablando… verdad”.

Contesto…

  • “Solían ponerse dos chicas, pero era por el otro lado… por el acceso de la torre de Triana, dos chicas que no estaban nada mal, aunque bastante joven para mí”.

Este me mira ante mi respuesta, soltándome…

  • “No me dirás que no te gustan las chicas, no serás tu uno de esos que le van las pollas”.

Respondo rápidamente, viendo que se me va a liar la cosa…

  • “Que va, claro que me gustan las tías, además yo estoy casado con una hermosa y ardiente mujer. Sino que esas chicas parecen menores de edad, a pesar del espectacular cuerpo que tienen”.

Contestándome este…

  • “Ya… seguro, por eso estas aquí por esta zona”.
  • “Además, me has dado unos detalles de esas chicas, para alguien que no le ha echado cuenta. No me extrañaría que te hayas beneficiado de alguna de ellas… mmm!!!”.

Le cuento…

  • “Fue un día… solo fue un día. Venia sofocado y deseaba echar un casquete, vine buscando compañía y estas dos chicas me abordaron”.
  • “Me aseguraron que tenían dieciocho años, cosa que dude pero aun así continúe, una delgada, rubia, pechos pequeños y muy mona. La otra… rellenita, morena, grandes pechos y aunque no era muy guapa, sí que tenía una cara de viciosa que no podía con ella. Decayendo finalmente por la rubia, viendo más tarde la rellenita con tres chicos… mmm!!!”.

Preguntando…

  • “Por cuanto al final”.

Respondo…

  • “Me salió la chica muy barata, me cobro un completo por treinta euros, entrando… mamada, follada vaginal y finalmente anal, haciéndole de todo… mmm!!!”.

Soltando un comentario y preguntando después…

  • “Joder, si al final eres todo un semental y te gustan hasta los coñitos. Vaya cabrón que suerte tienes”.

Su comentario me sonó un poco sarcástico, medio en serio y medio en cachondeo, continuo…

  • “Vamos a ver si tú me puede ayudar… vale”.
  • “Mira, me podrías decir donde un tío como yo, atlético, activo y con 52 años, podría encontrar un culito que pueda follarme. Además de todo eso, tengo una buena herramienta de veintidós centímetros”.

Pregunta al tiempo que tras bajarse la cremallera de su pantalón, saca del interior un pedazo de pollón hinchado y con sus venas marcadas, cuyo glande de forma de champiñón estaba enrojecido… mmm!!!. Pollón al cual no puedo alejar la vista de él, prosiguiendo este al veme…

  • “Mira chico, te voy a repetir la pregunta… vale”.
  • “Donde un tío como yo, mayor de 52 años aunque bien cuidado, alto de un metro ochenta y pico, cachas, activo, podría encontrar un chico pasivo para tener sexo”.
  • “Mira, yo busco un buen culo que follar, no busco una maricona, ni un afeminado y mucho menos un transexual. Me gustaría follarme tu culo… no es broma, podría jurar que lo tienes duro y estrecho… como a mí me gustan”.
  • “Normalmente cuando busco un chico pasivo, no importa la edad o cómo es, siempre que me guste… y sabes una cosa, tú me has gustado y quiero follarte ese culito”.

Suelta al tiempo que se coge su grueso miembro con su mano izquierda, al tiempo que posa su enorme mano derecha sobre mis nalgas, deslizándola por mis glúteos y magreándomelos… mmm!!!.

Yo pienso y la experiencia me lo ha demostrado, que cuando decimos a alguien…”Me gustas”, esta típica palabra es porque queremos algo. Y en lugares como el que estaba… “Me gustas”, significa llevarte al huerto, pues raro es quien te lo dice que no aprovecha para darte un pikito. Cosa que hace este, pues coge y coloca su mano izquierda en mi mejilla, tiempo que se me acerca hasta pegar sus labios al os míos, acabado por darme un suave piquito... mmm!!!. Separándose, no dejando de mirar, me suelta...

  • "Si.... me gustas".

Repite al tiempo que su mano derecha rodea mi cabeza, posando sobre mi nuca al tiempo que vuelve a unir sus labios a los míos, acompañando en esta ocasión su lengua. Soltándome tras darme un muerdo…

  • “Si, tienes los labios como me gustan… suaves y pequeños como los coños de una chica, me gusta el interior de tu boca… caliente y profunda, no habiendo mejor que esa lengua viperina… mmm!!!”.

Intento apartarme, cosa que este de una forma magistral, me coge de mi muñeca izquierda y me la retuerce a la espalda… aaayyy!!!. Comenzando a comerme literalmente la boca, mientras siento su pollón presionar mi vientre… uuummm!!!. Soltándome otra vez…

  • “Sientes como me tienes, pues veras cuando la tengas dentro de ti… mmm!!!”.

Noto su mano derecha desciende desde mi nuca hasta mi cuello... mmm!!! (a pesar del dolor que proviene de mi muñeca, me gusta), continuando deslizándola por mi espalda hasta mi cintura y terminar finalmente en mi culo... mmm!!!. Sintiendo como magrea a su antojo mis glúteos, catando a sus caprichos, notando sus dedos incluso recorrer el canalillo de mis glúteos a pesar de llevar aun los pantalones... ooohhh!!!. Separándose de mí, sonreír y soltarme, mientras me mira a los ojos...

  • "Uuummm, menudo culito que tienes tan durito, me tienes que dejar comértelo antes".
  • “Venga, no me lo hagas más difícil, sé que te gusta… tu polla de delata, mira como la tienes”.

Acabo cediendo, pues lógicamente tiene razón para que mentir. No aparenta tener los cincuenta y dos años, pero para que me va a mentir… sino. Miro a nuestro alrededor, divisando ya algunos moscones, momento en que este nuevamente se me acerca, sugiriéndole irnos a un lugar más oculto y discreto, este no solo me ignora. Sino que nuevamente acerca sus labios a los míos... mmm, mientras sus dos manos comienzan a desabotonar cada botón de mi camisa. Separa sus labios de los míos y comienza a descender por mi cuello, besando cada centímetro descendiendo hasta llegar a mi pecho… mmm!!!, deteniéndose en mis pezones los cuales chupa, lame, succiona y finalmente mordisquea... aaahhh!!!.

Mientras no se está quieto, pues para esos momentos, está entreteniendo en soltar mi cinturón, continuando por desabotonar el botón de mi pantalón y bajar finalmente la cremallera... mmm. Cayendo solo mis pantalones al suelo, debido al peso de mis bolsillos, descalzándome, Pidiéndole una vez más irnos a un lugar más íntimo y discreto, lugar que se niega a irse.

Me dejo quitarle su blanca camiseta, cuya prenda marcaba su atlético cuerpo, dejándome también no solo chuparle sus pezones sino mordisqueárselos... mmm!!!, mientras intentaba sacar su polla fuera, logro que conseguí... eso sí con su ayuda. Tras el intercambio de muestras de cariño, como desde besos y caricias hasta el oportuno magreo y muerdos… ooohhh!!!.

Llego el momento de hincarme de rodillas y comenzar a comérsela... aaahhh, cosa que hice no sin antes haber cogido del interior de mi coche un periódico, donde poder posar mis rodillas sin lastimarme…

  • “Comencé a lamer su glande… mmm!!!, chupándolo mientras me ayudaba con mi mano derecha sujetándola… ooohhh!!!”.

Cosa que este me soltó…

  • “No utilices tus manos, chúpamela sin ayudarte”.

Obedecí y comencé nuevamente…

Comencé nuevamente a lamer su glande, deslizándolo por mis labios, siendo yo mismo quien movía mi rostro por este, separando mis labios e introduciéndome su glande dentro de mi boca… aaahhh!!!. Este viendo mi impotencia para podérmela introducir, acabando por presionar mi nuca hacia él, sintiendo como su pollón iba entrando en mi boca, dos lagrimones cayeron de mis ojos ante la impotencia de no poderme ayudar.

Pero incluso con la ayuda de mis manos, solo pude tragarme algo más que la mitad, aprovechando para saborear sus genitales, dándole una comida de polla que no olvidaría, aunque en verdad también buscaba que se corriera, pudiendo evitar que me rompiera el culo… ooohhh!!!.

Comenzaron a aparecer mirones, ahuyentándolos, pero no todos se fueron. Le estuve comiendo la polla ante la atenta mirada de un señor mayor, un barrigón con canas, mirándonos con cara de vicioso… mmm, escuchando como me decía este…

  • “Sabes niño, aunque la chupas de muerte, estoy como loco de poderte follar, pues no hay nada que desee que follarte.

Luego me hizo inclinarme, comenzando a darme bocaditos en mis nalgas, acercándose cada vez más a mi orificio anal, pasando su lengua alrededor de mi orificio. Deslizando su lengua entre mis glúteos… ooohhh!!!, para después de escupir un par de veces… mmm!!!, comenzar a lamer mi orificio y follarme con su lengua… uuuffff!!!.

Cosa que el mirón ese acabo por acercarse, viéndole de reojo mientras el rumano me come el culo, sintiendo en minutos sus ásperas manos acariciar mi espalda, deslizándolas una hacia mis nalgas al tiempo que la otra hasta mi rostro. Sintiendo como el rumano permite como este, me clava uno de sus gordos dedos de su mano izquierda en mi orificio anal al tiempo, que me introduce dos de sus dedos de su mano derecha dentro de mi boca, emulando ambas penetrarme… ooohhh!!!. Siendo el rumano quien le suelta…

  • “Quieres que te la coman, pues si es así, siéntate en el asiento del conductor y prepárate”.

Tuve que dejar que ese viejo barrigón canoso, acabara por sentar en mi sitio del conductor, viendo cómo se giraba al tiempo que se sacaba su miembro del interior del pantalón… mmm!!!. Sintiendo como el rumano colocaba su glande entre mis glúteos, sintiéndola palpitar al tiempo que comenzaba a presionar, soltando…

  • “Uuuffff!!!... aaahhh!!!”.

Mientras yo mismo separaba mis glúteos a modo de que pudiera entrar mejor, introdujo solo su glande y se detuvo, dejándome adaptarme al grosor, minutos después presionó un poco más y quizás cuatro centímetros más me metió… aaahhh!!!... aaahhh!!!. Deteniéndose nuevamente dejando su miembro dentro de mí… mmm!!!, dejando que me adaptara al grosor… aaahhh!!!.

Acabando ese viejo canoso barrigón por sujetarme mi cabeza, tirando de mí hasta su entrepierna, obligándome a tragarme su polla… aaahhh!!!. No siendo tan difícil, no después de haberme tragado la mitad del rumano… uuummm!!!. Me vi a mí mismo siendo follado por la boca al tiempo que penetrado por el rumano, siendo embestido como un perrito… uuuffff!!!. Fue entonces llevado por el placer y la satisfacción, cuando el rumano comenzó a preguntarme…

  • “¿Cómo es tu mujer?”.

Contestando…

  • “Aaahhhh!!!, morena… mmm!!!, no muy alta… ooohhh!!!”.

No dejándome acabar con una nueva pregunta…

  • “Como de alta es… dime puta”.

Respondo…

  • “Ooohhh!!!, pues no se… un metro setenta y cinco”.

Volviéndome a soltar…

  • “Uuummm!!!, cuéntame más como es ella, como son sus pechos, su boca, su coñito y su culo… uuuffff!!!”.

Sacándome la polla del viejo canoso de la boca para poder contestar, cosa que al viejo no le gustaba y así, se lo hizo saber al rumano. Rumano que me obligo a hacerle acabar al viejo, mediante el compás de sus embestidas… aaahhh!!!, acabando este a los pocos minutos y obligándome a tragar su agrio semen. Siendo el rumano quien le hizo marcharse ante amenazas, Volviéndome a repetir su pregunta, quedándose a la espera de mi contestación…

  • “Ooohhh!!!, no está mal mí mujer… mmm!!!”.
  • “Uuuffff!!!, tiene pechos medianos… una noventa y cinco… aaahhhh!!!.”Mmm!!!, boca tragona… mmm!!!, no veas… uuuffff!!!”.
  • “Ooohhh!!!, coñito depiladito y culo estrecho… ooohhh!!!”.

Soltándome…

  • “Cómo el tuyo de estrecho… eeehhh!!!”, bueno ahora no tanto… ja ja ja”.
  • “Ella sabe lo tuyo... uuuffff!!!. Ella sabe lo liberal que eres y lo abierto… eeehhh!!!, sabes de tus aficiones”.

Contesto…

  • “No… ooohhh!!!, no sabe nada… aaahhh!!!. Ni se lo imagina y eso espero que haga… aaahhh!!!”.

Entre gemidos, no perdiendo el tiempo en lindezas, menos aún en detenerse, no aminorando ni las embestidas, cuando vuelve a preguntar…

  • “Cuéntame más sobre la zorra de tu mujer… aaahhh!!!”.

Muy a duras penas, puedo contestar, ya que no solo es por el grosor de su miembro, sino por la velocidad por el cual me penetra, teniendo que hacerme callar a la fuerza, pues el dolor no es para menos… uuuffff!!!. Sintiendo como este aminora la penetración, momento en que le respondo…

  • “Si... si… aaahhh!!!, gracias… mmm!!!”.
  • “Uuuffff!!!, mi mujer de día es toda una señora a sus cuarenta y dos años… mmm!!!. Amante esposa, madre y trabajadora, cambiando totalmente en la intimidad… convirtiéndose en toda una zorra… aaahhh!!”.
  • “Ooohhh!!!, caliente como pocas, apasionada y sensual… uuuffff!!!. Le encanta el morbo, provocar y ver porno… mmm!!!, llegándolo a hacerlo realidad a veces… ooohhh!!!”.

Contesto nuevamente entre embestida y embestida, disfrutando como nunca… mmm!!!, llevado por el morbo y el acosamiento verbal…

  • “Uuummm!!!, le encanta comerla hasta el final y follar en todas las posturas… mmm!!!, tanto por su coño como por el culo. Le gusta hacerlo en todos los sitios, cosas que ya hemos hecho… uuuffff!!!”.

Soltándome…

  • “Cuando estáis follando, no le dices cosas guarras o le preguntas que te las diga… mmm!!!”.
  • “Cuéntame puta… ooohhh!!!, donde coño habéis follado… eeehhh!!!”.

Contesto…

  • “Si… siiii!!!, le digo cosas guarras… aaahhh!!!, proponiéndole un trio o ser follada por un desconocido… uuuffff!!!”.
  • “Soltándome ella entre gemidos las ganas que tiene de ser follada o de hacer un trio”.
  • “Contándome ella guarradas… aaahhh!!!. Detallando mamadas que supuestamente ha hecho a desconocidos… aaahhh!!!”.
  • “Situaciones donde ha provocado a otros hombres… uuuffff!!!, acabando por asegurarme como se ha dejado tanto meter mano, como restregones… uuummm!!!”.

Entre brutales embestidas, embestidas que me hace morder la bola del cambio de marcha, bocado que doy por el dolor que siento por las embestidas, aguantando el dolor de su glande golpear mi próstata, incluso mis intestinos… uuuffff!!!. Volviendo este a preguntarme…

  • “Podríamos quedar los tres y follar… aaahhhh!!!”.
  • “Te follaría a ti primero delante de ella… uuummm!!!, después la follaría a ella por cada uno de sus agujeros, dejándote un regalito y demostrándole lo hombre que eres y lo que se pierde al estar contigo… eeehhh!!!”.

Acabando este entre espasmos al compás de golpes contra mis caderas y nalgas, gritando tan fuerte que casi me deja sordo, descargando dentro de mí, tal cantidad que cuando la saco emanaba un hilo de semen mezclado con sangre de mi interior… mmm!!!.

Antes de marcharse me pidió mi móvil, cosa que no le di y que este cogió a la fuerza, obligándome a decirle mi número… mediante las amenazas de dejarme desnudo y a merced de cualquiera. Claro está se lo acabe dando, no solo por las amenazas sino porque aún seguía un poco aturdido, acabe por dárselo y en vez de copiar los números, cogió y acabo por darme un toque al móvil, quedándose su número grabado. Soltándome…

  • “Cuando quieras hacerlo realidad lo del trio, me llamas y quedamos”.
  • “Sino, ya te llamo yo y quedamos los dos para volverlo a repetir, pues mira como tengo aun la polla de solo pensarlo”.

Mientras me fijo como su polla aún sigue dura, polla que aun erecta pide guerra… mmm!!!. Pero no era todo mal en el, bien recuerdo como cuando fue a marcharse, le da por mirar la explanada, fijándose la cantidad de mirones que había. Quedándose conmigo hasta que me hubiera vestido, me ofrece pañuelos papel para poderme limpiar, luego acerco mi ropa para que me vistiera.

Al darme mi móvil, pude ver la hora que era, no pasando mucho más de una hora, aunque para mi creí que habían pasado horas, pudiendo fijarme también en las numerosas llamadas de mi mujer, la cual mediante un WhatsApp me hacía saber…

  • “Cielo, voy a salir, almuerza y descansa, voy a comprar algo para esta noche. Voy a adelantarte parte de mis compras… medias de liga a juego con mi corpiño y pañuelos de seda”.
  • “Tú, cuando puedas ve buscando… esposas,  la mordaza de bola, vaselina y el plug anal que me regalaste… mmm!!!”.

No pensé en lo que había leído, solo pensaba en lo sucedido. Regrese a mi casa desecho, no mejor dicho, pensando en cómo coño le he contado a ese extraño las confidencias sobre mi esposa. Aunque de ella podría contar como infinidad de cosas, como ella perdió la virginidad conmigo y no con su anterior novio, novio que solo consiguió que ella se la chupara, cosas de ese estilo.

Pensar que llevo con mi querida esposa la friolera de 13 años, nueve de ellos de casado. Debo de confesaros que tenemos una relación sexual muy buena, pero como toda pareja tenemos nuestras peleas. Pero mi mayor confidencia sería la fantasía de verla con otro hombre, no me refiero a que estén juntos, sino a verla follar con otro hombre en la cama. Idea que le encantaría a mi mujer, no dejándolo de decir sobre todo cuando estamos follando

Nuestra relación de vez en cuando es monótona, intentando tanto ella como yo avivarla, tanto ella con conjuntos chulos como alguna locura, como yo llevándole vibradores o juguetes. Avivándola más de una ocasión al proponerle alguna locura, locura que al principio se negaba pero luego tras realizarla, como se alegra de haberla hecho. Como la de ir a los aseos y follar, hacerlo en probadores, en la playa, en los comercios, escaleras de acceso a nuestra casa, en la azotea, etc.

Recuerdo que en una ocasión le propuse el hacer un trio junto a otra chica, pues aún me viene a la cabeza ese fin de año en casa de unos amigos, donde una borrachera hizo locuras. Locuras como la de besarse con otra chica, acabando los tres en la cama y poniéndola tan ciega que no se dio cuenta que acabo enrollándose con ella, claro está… ella niega todo, cosa que tanto mi amiga como yo sabemos que ocurrió.

Aunque de vez en cuando mientras hacemos el amor, ella saca el tema, proponiendo enrollarse un día con otra chica, cosa que como ella sabe me excita… mmm!!!. Siempre hemos hablado de nuestras anteriores relaciones, no gustándole que yo hable de las mías, por los numerosas que son. Quizás alguna vez, me anime a contar nuestras aventuras antes de casarnos, como cedió a mis fantasías dejándose meter mano, tanto en un cine u otros lugares, o como aquellas veces que lo hicimos en la playa mientras nos miraban… mmm!!!.

Bueno os dejo, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email de contacto es, lógicamente va todo junto… Jhosua 1974 @ Gmail . com

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