Las habilidades manuales de mi madre me alivian el dolor que sentía en mis genitales tras haber recibido un balonazo en esa zona.
Varios mirones son testigos y partícipes del juego entre papá y yo el último día de vacaciones en una playa nudista.
Varios desconocidos hicieron realidad mi fantasía durante un trayecto en bus.
En aquel autobús repleto de gente, pensé que era el mango de un paraguas lo que se deslizaba sobre mi culo, pero resultó ser otra cosa.