Cenamos y nos fuimos. En el taxi, no pudimos resistirnos a las caricias, a los toqueteos y al juego previo. No nos importaba el taxista, solo queríamos gozar. Metió su mano en mi entrepierna, separó mi tanguita y empezó a notar mis jugos…estaba ya empapada. Tuve que contener mis gemidos
Al principio no estaba convencida de jugar ese juego peligroso que se llama sexteo, o de enviar fotos desnuda a un completo extraño…pero con el tiempo uno se acostumbra, se siente bien sentirse deseado.
Continuación del Relato Ocurrió en Venecia escrito por QUIQUE. Donde me gustaría que sucedieran las cosas que imagino con el hombre que ha escrito y descrito sobre nuestras fantasías. De darme gran placer, a yo darle placer, convirtiéndome en su deseo, en su sueño, en su utopía.
De musa a escritora de mi primer relato. Lo que acá escribo sale de mis fantasías y de las estimulantes charlas que tengo con un hombre con el cual he tenido charlas…digamos…subidas de tono.