miprimita.com

Carolina y su familia (IV)

en Lésbicos

"Te estoy mal acostumbrando", dijo Cristina a su hija menor mientras se bajaba las bragas, "no debería dejarte hacer nada mientras no terminas los deberes" Laura no contestó, estaba enfrascada en lamer el coño de su madre, que estaba tumbada encima del escritorio, habían pasado 2 meses desde su primer contacto con Carolina y desde entonces no había pasado ni un día sin que follara con ninguna mujer, ya que a los chicos no los quería ni ver, no le interesaban. Su madre invitó entonces a Laura a que se fueran a su cama, y allí la tomó en sus brazos y cogió su pequeño chocho y se lo empezó a comer despacio, mientras su hija se lamía las tetas y se corría en su cara, después se dio la vuelta ofreciendo su culito a su madre y encontrándose con un consolador chiquitito que la estaba penetrando por detrás. Laura se empezó a mover como una loca y se corrió de nuevo. Entonces su mamá se puso encima de su hija tumbada y se dejó lamer, así, Cristina tuvo su orgasmo y se tumbó en la cama agotada.

Laura se tumbó encima suyo y comenzaron a charlar.

Esa tarde Carolina y Cristina estaban en la biblioteca del pueblo "estudiando" con unas amigas, había una en especial de la clase de Cristina que las estaba volviendo locas a las dos. Era alta, morena, no muy guapa de cara pero con un sujetador un talla mas grande que los de la exuberante Carolina, tenía un cuerpo con muchas curvas y un trasero que no podían estarse de tocar siempre que la ocasión se lo permitía.

Las hermanas se fueron al lavabo y comenzaron a hablar de esa chica, Raquel, Cristina decía que no se podía controlar, que la quería para ella, intentaron echar un polvo para ver si relajaban sus sexos pidiendo guerra, pero allí no se podía hacer nada, así que se concentraron en planear como podían hacerse con esa chica que las traía locas. Al final trazaron un plan, cuando iban a salir la cogieron e invitaron a Raquel a dormir a casa de las hermanas con el pretexto de seguir estudiando para el examen de matemáticas con la ayuda de Carolina, así se lo platearon a la madre de la chica y dio permiso.

Laura y Cristina estaban acostadas y Laura estaba explicando a su madre entre polvo y polvo todas sus aventuras sexuales, que estaban siendo muchas. Seis amigas suyas ya habían caído en las redes de la pequeña, y convino con su madre que quedarían algún día todas juntas. Pero más sorprendió a Cristina la historia sobre dos de sus profesoras:

Laura se estaba enrollando en el baño de chicas con una niña un curso más pequeña, la pequeña se había desnudado y estaba con su culito respingón al aire, mientras pugnaba por desnudar a la niña. Entonces entraron dos chicas mayores, estaban haciendo prácticas de magisterio en el colegio, estaban de risas, y una de ellas comenzó a besar y a meter mano a la otra, que no ponía inconvenientes, estaban ya medio desnudas mostrando unos jóvenes cuerpos semidesnudos cuando se metieron en el lavabo y se encontraron con que las dos niñas ya se habían metido antes. Las mayores se quedaron paradas, la niña más pequeña estaba siendo masturbada con habilidad por la mayor y no se enteraba de nada, mientras que Laura se giró despacio y las miró. Entonces, la chica que había tomado la iniciativa antes se agachó y empezó a lamer las tetas de Laura, mientras que la otra comenzaba a chupar el coño a la niña, que no notó el cambió. Las chicas propusieron irse al aula de Francés, que estaba desocupada, y cuando llegaron allí cerraron con llave, se desnudaron completamente, tumbaron a las niñas en las mesas y se las follaron sin piedad, las lamían con fuerza, completas, turnándose, después cuando ambas se habían corrido, la chica mas joven comenzó a meterle los dedos a la niña pequeña, y aunque en principio gritó y lloró un poco, finalmente se volvió a correr, así que dio la vuelta a la niña y le metió los dedos por su más virgen aún culo, metía dedos y lengua alternativamente. Laura y la mayor en cambio lo hacían al revés, esta se había apoyado en una mesa y la niña estaba con la cara sumergida en su culo, mientras la masturbaba con las manos, se corrieron a mares. La otra chica, entonces cogió a la pequeña y le puso el culo delante, mientras le pedía que lo chupase, la niña lo hizo temerosa, pero eso hacía que se excitara más aún y pidiera más, así que las otras dos se metieron y entre las 3 hicieron que la chica tuviera un orgasmo de casi 15 segundos y gritara como una loba, después las dos parejas comenzaron a hacer un 69 y terminó todo con una especie de cadena lésbica, grande-pequeña-grande-pequeña.

"oooooooohh" Laura terminó su historia con un gemido mientras su madre sacaba la cabeza de la entrepierna de la niña.

Eran las 12 y pico de la noche y las chicas entraron silenciosas a casa, tras comprobar que su madre y su hermana dormían en la cama de matrimonio, llevaron a su invitada a la habitación de las hermanas. Allí prepararon la cama de Raquel enseguida y las hermanas comenzaron el show, se desnudaron lentamente y acercándose mucho hasta quedarse en ropa interior, y diciendo a Raquel que hiciera lo mismo, que no pasaba nada, entre las dos la desvistieron y vieron que llevaba un sujetador muy provocativo y un tanga precioso y muy invitador. Raquel estaba nerviosa, pero las hermanas mostraron naturalidad pese a su excitación y comenzaron a charlar, estuvieron hablando de banalidades durante unas dos horas, hasta que Carolina consiguió desviar el tema a su campo, el sexo. Raquel constató que era virgen, y al preguntar a las hermanas respondieron que sí. Un rato después comenzaron a acostarse, Raquel se quedó perpleja cuando veía que Carolina y Cristina se desnudaban sin ningún pudor, ellas le dijeron que se desnudara ella también, que no pasaba nada, tras un rato de insistir, las hermanas consiguieron sacar el sujetador a Raquel, se lo quitaron ellas, dejando que sus manos acariciaran sus enormes y rosados pezones, fue una insinuación muy clara, pero que se podía ignorar, lo mismo ocurrió con el tanga, se lo sacaron entreteniéndose en acariciarle el culo. Al final apagaron las luces, pero entonces Raquel se encontró con dos lenguas recorriendo sus tetas en la oscuridad, la chica dio un respingo, entonces se encendió la luz y se las encontró mordisqueando sus pezones con ganas. La chica se asustó y se quiso separar, pero las hermanas no se lo permitieron, comenzaron a besarla mientras la sujetaban, Carolina entonces puso sus pechos encima de la cara de Raquel y ordenó que se los chupara, esta comenzó a lamerlos despacio, cuando se encontró con una lengua recorriendo su chocho, "¿Qué haces?" preguntó muy asustada Raquel, las hermanas no contestaron y siguieron a lo suyo, mientras la chica dejaba de protestar a causa de los gemidos y se sumergía en las tetas de Carolina. Cristina mamaba con habilidad, pero tardo un rato en conseguir excitar a su "invitada" y otro rato en hacer que se corriera, pero finalmente lo consiguió, un orgasmo muy pequeño pero prometedor. Entonces Cristina se puso encima de Raquel y comenzaron un 69 mientras Carolina comenzaba a lamer a el culo a Cristina, así llegaron más orgasmos y gritos, ya no hacia falta sujetar a Raquel, que se estaba dejando violar por las chicas. Dieron la vuelta a Raquel y la apoyaron contra la pared, acto seguido metieron sus lenguas en su culo, Raquel se estaba moviendo como una loca mientras se masturbaba, quiso darse la vuelta pero no se lo permitieron.

Raquel ya estaba agotada, había sido penetrada con dos enormes consoladores, mamada, succionada, acariciada, y las chicas no paraban, estaban fuera de si, ella quería parar ya pero no se lo permitían. Se encontraba lamiendo a Carolina mientras volvía a ser penetrada por detrás por Cristina cuando Laura entró por la puerta, y sin parase a pensar nada, se puso a trabajarle el culo a Raquel. Ésta ya no se creía nada, estaba muy cansada, follada por todas partes, sudada y encima no podía parar, las tres chicas estaban poseídas, Laura se había encaramado a sus tetas y se masturbaba con sus pezones, Cristina estaba sentada encima de su cara y Carolina hacía con ella una tijeras con su dolorido sexo.

Finalmente amaneció y las 3 hermanas satisfechas se durmieron, no sin antes atar a la cama a Raquel.