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Orphen al verlo por primera vez (II)

en Parodias

AL PRIMER VISTAZO (II).

No podia dejar de pensar en el

HOLA Yo soy Orphen nuevamente soy un hechicero de 20 años, cabello negro, ojos ma-rrones, delgado, antes conocido como Crislancelot pero desde que paso esa dramatica desaparicion o mejor dicho transformacion en un dragon horrible llamado desde estonces Agosto Sangriento de Azali otra hechicera amiga a la cual queria como hermana... bueno eso no va con la conti-nuacion de mi relato.

No le había visto en 3 días, desde aquella tarde que lo hice mío en el sofá de mi apartamento, y que desde ese dia me comenzo a llamarme "Maestro" ya que el era desde ese momento mi discipulo. No conseguía pensar en otra cosa mas que en sus rubios cabellos rondando en mi entrepierna al igual que hace una cría en su intento por ser amamantado, o en sus firmes muslos que rodeaban mi cuerpo y me encadenaban a el en un intento desesperado por no separarnos jamás... Recordaba cada rincón recondito de su cuer-po, todas sus cavidades, sus mús-culos, absolutamente todo... No soportaba la soledad abrumadora que me aquejaba, necesitaba ver-lo nuevamente, tocarlo, poseer-lo... Tomé el teléfono y marqué su número, sólo tuve que esperar unos segundos hasta que una voz femenina preguntó -¿Diga?-y yo dije - ¿este si, se encuentra Ma-gic? - - permitame un segundo -. En ese instante los segundos pa-recían minutos y los minutos ho-ras, hasta que escuché su crista-lina y masculina voz decir - ¿hola?- yo le respondí - Hola Magic habla Orphen, quería saber si existía la posibilidad de que nos volvieramos a ver -.

El silen-cio del otro lado de la bocina me pareció funesto, mas sin embar-go, un momento después me dijo - Iba a llamarte, solo que mis pa-dres están apunto de salir de viaje, y todo está muy agitado en casa, pero en al fin y al cabo saldran como en una hora- . Yo recobrando mis esperanzas, an-sioso pregunté - ¿y tienes planes? - y el me dijo - si bueno, pensaba que si tu tal vez pudieras venir esta tarde, y si quieres puedes pasar aquí la noche conmigo -. Esas palabras sonaron melódica-mente en mis oídos y acepté al instante y Magic continuó - Maestro trae un traje de baño, para refrescarnos en la alberca un rato. ¿te parece?-. yo volví a aceptar la sugerencia, y final-mente nos despedimos. Me di bastante prisa para estar listo y como a las 5 pm. salí de mi de-partamento para dirigirme a la dirección que Magic me había dado en nuestro encuentro ante-rior. Al llegar, no podía creer el tamaño de la casa donde vivía, pues por fuera se veía enorme. Toqué el timbre e inmediata-mente la hermosa voz de Magic se escuchó en el interfon. Ël sabía que era yo, por lo tanto solo me dijo - pase maestro -. Al entrar vi un enorme jardín y una gran pis-cina, él salió inmediatamente a recibirme con un traje de baño, tipo short y sin playera. Imme-diatamente me dijo - está listo maestro?- y yo me quité la pla-yera y los pantalones para quedar con tan solo mi traje de baño.

Nos dirigimos hacia la alberca y de un clavado nos dimos un chapuzón. Nadamos unos mo-mentos cuando de repente el se acercó a mi tomando mis manos. Este gesto yo lo entendí como una señal de afecto y lo entendí correctamente, tomé suavemente su cabeza y lo besé. En esos momentos sólo estabamos aca-riciándonos afectuosamente, sin pretender copular en ese mo-mento, esto me pareció fantás-tico, como una indudable seña de deseo, pero deseo de una relación que durara en nosotros mismos cuanto más fuera posible. Yo continué ese intento sabiendo que eso sería real, no sería una aven-tura romántica sino una oportu-nidad para experimentar una se-xualidad plena y libre de culpas y engaños. Estuvimos nadando du-rante unas horas, pero el tiempo parecía haberse detenido, no im-portaba, pues gozaría de su com-pañía durante toda esa noche. Cuando terminamos en la piscina, nos dirigimos hacia las regaderas para bañarnos, ahí tuve la opor-tunidad de ver con cierta distan-cia, el cuerpo desnudo de Magic, que una vez más me parecía el de un hombre varonil y elegante, al que no se como logré poseer dias antes.

Contemplar el cuerpo des-nudo de mi compañero resultaba un deleite, no podía dejar de mi-rarlo, por lo tanto el se dió cuen-ta, pero creo que esto le resultó agradable. Minutos despues ter-minamos de bañarnos, y nos diri-gimos a su recámara. Comen-zamos a vestirnos, pero yo ya no podía resistir el deseo que sentía, No quería que Magic se pusiera la ropa nuevamente, despues de contemplar su cuerpo desnudo, era una tortura esperar a desnu-darlo nuevamente. No pude con-trolarme me acerqué de repente a él y lo abracé por sus espaldas, tomando con mis manos su cin-tura y besando suavemente su cuello y espalda. Magic se dejó llevar y dijo suspirando - Esperé ansioso estos tres días - y yo le dije al oído - No tendrás que esperar más - mientras acariciaba su pecho, su abdomen y lo besaba cariñosamente. En un momento sentí como sus manos se desliza-ban detras mío para tocar apenas mi trasero, esto me encendió, ba-je lentamente mi mano por su pe-cho, luego su abdomen, para al fin llegar al elástico de sus cal-zoncillos, me abrí paso con los dedos para al fin acariciar un gran pene en proceso de erección, aca-riciaba su polla mientras la ro-zaba la mía contra su trasero co-mo pidiendo entrar en ese calu-roso refugio. Magic emitía exci-tantes gemidos mientras se deja-ba llevar por sus deseos. En esa posición comenzamos a caminar hacia la cama con un ritmico pa-so, mientras yo bajaba lentamente sus calzoncillos hasta que él se deshizo de ellos utilizando sus pies. El llegar al borde de la ca-ma, él se subió a ella de rodillas y se inclinó lentamente hasta que-dar a gatas sobre la cama. Mi cuerpo inclinado sobre él comen-zó a bajar con calurosos besos desde su cuello, yendo lenta-mente sobre su espalda y llegan-do cada vez más cerca de su tra-sero.

Tuve al fin enfrente mío, esos carnosos gluteos, ligeramen-te abiertos que me permitían ver su deliciosa entrada, y de enme-dio de sus piernas colgaba su ya completamente erecto miembro. Comencé a besar sus gluteos sua-vemente, dirigiendome hacia su esfinter mientras con mi mano derecha acariciaba sus genitales totalmente carentres de vello, y con la izquierda sus muslos mus-culosos. Mi lengua jugeteaba al-rededor de su esfinter hasta que comencé a entrar con ella en su zona anal. Magic gritó mostrando plenamente el placer que le pro-vocaba mi estimulación. Enton-ces me detuve, estaba decidido a penetrarlo, Magic como sospe-chando mis intenciones abrió lentamente las piernas, dejando a mi merced lo que hacía poco me había pertenecido.

Lo tomé por la cintura con una mano, y con la otra me ayudé para dirigir la ca-beza de mi polla hacia su entrada; cuando la tuve en su esfinter me detuve un poco y me pidió entre sus gemidos - hazmelo, hazme el amor!!! - Empecé a entrar suave-mente, mientras Magic gritaba de placer. Mis estocadas tomaron un ritmo suave mientas yo acariciaba sus gluteos, y su cintura y le daba pequeñas nalgaditas, así estuvi-mos unos minutos y de pronto Magic se separó de mi, ponien-dose en medio de la cama, pero de rodillas. Yo me quedé algo confundido, pero el me pidió con señas que lo siguiera, y yo lo hi-ce. De rodillas me coloqué detrás de él. Ël abrió aun más sus pier-nas y yo me le acerqué lo más que pude por detras. Pasó su ma-no por detrás y tomo mi pene y se lo acercó al ano, de un solo golpe se dejo caer sobre mí, realizando movimientos como si estuviera montando un caballo, yo no po-día pronunciar palabra de lo exci-tado que me encontraba. Así que lo abracé nuevamente y con una mano tome su pene masturban-dolo suavemente.

Lo masturbaba al mismo tiempo que lo pene-traba, esto debió volverlo loco pues sus movimientos se tornaron frenéticos pidiendo Más y más. yo lo masturbaba cada vez más rapidamente y sentí repentina-mente los espasmos que anun-ciaban que Magic se corría, Y él al sentir esto hizo sobre mi pene unos movimientos circulares, que precipitaron mi líquido dentro de él y el mismo tiempo el suyo so-bre mis manos. Estuvimos así por unos minutos, como si deseara-mos que ninguna gota de semen quedara aún dentro de nuestro amante. Cuando terminamos am-bos estabamos exhaustos y llenos de semen, entonces volvimos a dirigirnos hacia la regadera para bañarnos nuevamente. pero ahora elegimos hacerlo en la tina, los dos juntos, bañandonos uno al otro especialmente nuestros organos sexuales, para así relajarnos y descansar del acto apasionado que habíamos realizado...