(Esta carta es totalmente real, ha sido modificada minimamente para otorgarle un cierto sentido literario y preservar la identidad de la sumisa).
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Dedicado a Persephone con todo el cariño que soy capaz de ofrecerle
Hola esclava. Se que comenzar con la palabra "esclava" te parecerá extraño pero deberás comenzar a acostumbrarte, tanto a la palabra como a las reacciones que esa palabra te suponen, pero sobretodo tendrás que comenzar a acostumbrarte a las connotaciones de la palabra. Ahora mismo te preguntarás ¿me he convertido en una esclava? Reflexionemos sobre ello. Tú viniste a mí porque te gustaban mis relatos y yo acudí a ti porque veía un destello de inteligencia al que no suelo estar acostumbrado. Estaba en un momento en que necesitaba una musa una esclava. Y tu apareciste, de repente, sin avisar ni pretenderlo.
Eso no te convierte en esclava, claro que no. Lo que auténticamente te convertirá (hablo en futuro) en una esclava es tu voluntad de servirme, de abandonarte a mi, de ser humillada y disfrutar ambos con ello. Si ahora yo saliese a la calle y le preguntase a la primera persona si disfrutaría siendo humillado, seguramente me diría que estoy loco. Pero no estoy loco. El diccionario de la real academia define la locura como la privación del juicio o el uso de la razón. Tu quieres que someta tu voluntad pero no tu juicio ni tu razón. Y eso es precisamente lo que mas te asusta. Te crees alguien razonable que esta cometiendo un acto irracional. Crees que estas cometiendo una locura porque eres esa persona que camina por la calle ajena a un mundo interior.
Das más valor a lo que los demás piensen de ti que a lo que tú piensas de ti misma. A pesar de tu aparente seguridad. Mi querida esclava. Te voy a dar una buena noticia: no estás loca. El proceso por el que estas pasando lo sufrieron antes que tu miles y miles de personas. Te lo dije antes: NECESIDADES. Necesitas algo pero te da MIEDO conseguirlo. Miedo a descubrirte a ti misma. Miedo a pensar que te has equivocado al escogerme como amo. Miedo a no estar a la altura. Miedo a las consecuencias. Miedo a que pueda gustarte demasiado NECESIDAD Y MIEDO.
¿Cuál de los dos ganará? Yo quiero que sea la necesidad. Ahora descúbrelo tu. Esta tarde no estaré en casa, volveré por la noche pero si te conectas y lees este correo quiero que hagas una tarea. Contéstame a este correo y explícame como te sientes hoy exactamente. Explícame como la NECESIDAD esta atacando al MIEDO y está ganando la batalla. Explícame el proceso mental que estas sufriendo. Necesito saberlo. Ese es mi motor. Mi necesidad. Pero además quiero que imagines una situación.
Estas completamente desnuda, tumbada en una cama y atada. Inmovilizada y con una mordaza en la boca. Las ataduras no aprietan pero apenas te dejan margen al mas mínimo movimiento. Yo te estoy mirando, completamente vestido. Estamos en un hotel. Son las ocho de la mañana.
Entonces cierro las luces y escuchas como me voy. La puerta de entrada se ha cerrado. Te quedas a oscuras, inmovilizada, ciega y muda. Comienzan a pasar los minutos y yo no llego. Calculas que ha pasado casi una hora. Tus brazos sufren calambres y tienes rampas en las piernas. Tienes miedo que pueda venir alguien a limpiar la habitación y descubrirte en esa situación... ¿que podría pasarte? Ahora mi querida esclava imagina esa situación y dime que pasaría por tu cabeza
TU AMO
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