miprimita.com

La inexistente mujer nevera

en MicroRelatos

La inexistente mujer nevera

Tu estómago sabe tortilla de patatas y tus pelo rizado tiene el olor de las hojas húmedas caídas en el bosque. Nunca podría enamorarme de ti sin antes pedirte permiso y aunque te lo pidiese nunca podría follarte sin antes enamorarme de ti. Tu cuerpo es mi templo, me convertiré en el mas fiel de los feligreses y te adoraré mañana, tarde y noche sin atender a razones. Tus pechos tienen el color de las natillas que comía de pequeño, quizás por eso me gusten tanto y tanto y tanto. Toda tu eres como una nevera abierta para mi disfrute. Mandarinas, peras, eres un yogur de fresa, carne roja y sangrienta, huevos de granja grandes y hermoso, eres queso parmesano, eres todo cuanto adoro. Y además de todo eso tu sexo huele a sexo. Como debe ser. Y también sabe a sexo. Como debe ser. Todavía no te conozco, todavía no se quien eres. Pero estoy seguro que el día que te encuentre dejaré de caminar arrastrando los pies. Mi madre te lo agradecerá.

--

amo_ricard@hotmail.com

Mas de Amo Ricard

Nunca he visto antes a esa mujer

Hagámoslo, si

La bailarina

El primer momento

El depredador aficionado

El robo de la sumisa

Cualquier viernes

La violación de Sandra (1)

La imaginación está en la punta de los dedos

Cualquier día a cualquier hora

Primer encuentro con M

La violación

50 bocadillos de Ruth

La exploradora

El primer momento

Sonia en una noche de invierno

Vacio. No Sacrificio. Jamás. Aun no. No importa

La colegiala virtual

Masajista de mi hijo David

Lo que sucede cuando sucede

Viernes de dudas y deseos

Ella no me creía capaz

Urgencias

Uno mas uno

¿Amor o sexo?

Automedicación

Jugando a medicos (version siglo xxi)

Ahora no lo recuerdo

Masada

La historia de Paquita

El erratico camino de la mosca

Una noche con Carlota

De ranas y príncipes

Una mujer frente al mercado

La cuidada penumbra

El aire acondicionado

Imagen reflejada

Invitación a un castillo

Sus muslos, tus muslos

Las limitaciones

Ambos

Cinco días de gloria

La derrota

La solución

Hazlo

Simplemente J.

Autobús nocturno

Una conversación sin palabras

DIEZ (una nueva carta de amor)

Historia de una esclavitud (6 -final-)

El zapatero mirón

Historia de una esclavitud (5)

Pecado venial… casi mortal (carta de amor)

Historia de una esclavitud (4)

Historia de una esclavitud (3)

Historia de una esclavitud (2)

Historia de una esclavitud (1)

Simplemente ella (simplemente tu)

La picadura del escorpión

El caso de la mujer aparentemente infiel

Cuando te conocí pensé que eras un grandísimo...

La mujer arrodillada

En la oscuridad

Peligrosa

Ella vivía en Madrid y yo no

Una situación casi real

El depredador aficionado

Fornicando en la tormenta

Nunca pensé que sucedería

Sucedió simplemente

Breve guia para leer mis relatos

Esas mujeres de pelo corto

La pequeña La

La ecuación perfecta

Acción y reacción

Campaña de Navidad: consigue una sumisa por 0€ (3)

Campaña de Navidad: consigue una sumisa por 0€ (2)

No tengas miedo (los desnudos y los orgullosos)

Una lección escrita y oral

Campaña de Navidad: consigue una sumisa por cero €

Hola esclava

La nieve sobre los cedros

Una nueva sumisa, una sumisa mas (3 - Final)

Una nueva sumisa, una sumisa mas (2)

Juegos

Acerca de las falsas sumisas

De amos y sumisas

Una nueva sumisa, una sumisa mas (1)

Dos mujeres: dos bocas

La estancia es de color azul

La manzana mecánica

Soy tu dolor

Me enamoré de su estómago

Emputecida (2)

Marta mirando al mar

Nunca me pidas un favor

Emputecida (1)

Mírame a los ojos

Sodomía a oscuras

Ella acababa de cumplir 39 años

Fragmentos de sumisas

Carta de una sumisa

Tú me perteneces

Sometiendo a mi compañera de trabajo (3 - Final)

Sometiendo a mi compañera de trabajo (2)

Sometiendo a mi compañera de trabajo