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Basado en un hecho real (IV - ¿El final?)

en Amor filial

Basado en un hecho real 4

Bueno, han pasado muchas cosas desde la última vez que envié relatos a esta web, y como me interesa terminar lo que comienzo, pues continúo hacia el final de la historia.

Pues bien, nos quedamos en la noche en que con mis deditos de niño de 11 años 11 meses –mi edad – había logrado hacer llegar al orgasmo a Tita, mi primita de 10, cosa que me dejó caliente y que milagrosamente, mi primo Raulito me hizo el favor de sacarme la leche, cosa que hasta el día de hoy recuerdo con agradecimiento, ¿qué tal si me acalambraba de un huevo?

Bueno, lo que siguió en ese verano, pues lo recuerdo bien, fue una serie de juegos en frente de toda la familia: bromas, chistosadas, gracias que teníamos en esa edad preciosa de la preadolescencia. Y continuamos jugando de manera más furiosa el juego de "los novios", Tita y yo no teníamos ningún problema para estar solos, en la casita, en los cuartos, en donde fuera, pero los pobres Lalito y Raulito se la pasaban empujándose entre ellos para estar junto a Anita...

Con cada día que pasaba, más me entraba la ansiedad de poder encontrar un lugar donde no me pudieran descubrir mis parientes y pudiera llevarme a Tita para romperle el himen de la pucha de una buena vez. Si, estaba decidido y solo esperaba mi momento.

Quiero hacer algunas explicaciones:

Primero, en un año se aprenden muchas cosas, si bien aprendí a masturbarme en 1979, para ser más exactos en agosto, lo que fue de septiembre a julio del siguiente año, me la pasé practicando con mis vecinitos y vecinitas, como estábamos en unos apartamentos, casi todos los edificios tenían niños y niñas por las tardes, y uno de mis compañeros de escuela, Tewy (por Artemio), tenía una madre enfermera, la cual siempre estaba fuera de casa, y un hermano mayor (estaba en secundaria) que estaba peor de obsesionado que nosotros con el sexo y sus misterios. Y como su mamá era muy ruidosa para eso de hacer el amor con su papá y en el departamento donde vivían también estaba una sirvienta que dormía en la sala... Pues ya se imaginarán las cosas que sucedían en ese departamento.

Segundo, mas de la mitad de los niños que vivíamos en vecindario, estudiábamos en la misma escuela, cosa que nos hacía más confianzudos entre nosotros, y así que platicábamos de todo, compartiendo experiencias y juegos sexuales infantiles: competencias de masturbadas, quien echaba la leche más lejos, quién tardaba menos, quién tardaba más, quién tenía la verga más grande, quién la mas gruesa, quién el culo más chiquito, a quién le gustaba meterse cosas en el culito, quien había escuchado cosas del cuarto de sus padres, quién sabía las anatomías de ambos sexos, quienes se bañaban juntos (hermanitos y hermanitas), quiénes habían visto a sus papás desnudos, quiénes habían visto a alguien de otra familia desnudo, quienes tenían experiencia de algún tipo, que niñas ya tenían la regla, qué niños ya tenían leche, qué niños ya habían metido o recibido verga por alguno de sus agujeros... Y algunas otras experiencias que se me escapan en estos momentos de la memoria...

Tercero, que el pervertido del Chino estaba siempre acechando a la sirvienta, ya se había llevado más de 4 rodillazos en la ingle por andar de caliente agarrándole las nalgas o las tetas... Y como estaba muy frustrado por todo eso, supe, que un día su mamá lo vio masturbándose en el baño de su departamento, pero no cerró bien la puerta y lo descubre. Entonces se metió ella al baño y cerró la puerta y... Lo agarró a bofetones por cerdo y degenerado. Lo hizo llorar por mas de media hora y Tewy estuvo escuchando todo el relajo desde el otro lado de la puerta. Cuando la mama termino de pegarle, lo saco del baño desnudo de la cintura para abajo y lo pateo en el trasero hasta aventarlo a la sala del departamento. Con semejante humillación, le terminó el regaño gritándole: "¡A esta muchacha me la respetas! Ya vas a ver lo que te va a pegar tu papá por andar de puerco, y desde ahorita en adelante si te quieres andar tocando... ya sabes lo que te va a pasar..."

Cuarto, Tewy y yo quedamos que siempre nos juntaríamos en el patio de delante de los departamentos a jugar y que luego nos iríamos a otro lado, por si las dudas... para hacer los juegos que teníamos acostumbrados, junto con otros niños y niñas del vecindario. Pero un día se nos unió el Chino, nos fuimos a una construcción cercana, sin adultos cercanos, y allí el Chino nos dio la primer mamada de verga a Tewy y a mi. Creo que siempre le afectó el hecho de la humillación en su casa y que la sirvienta siempre lo amenazara con acusarlo con su mama si la tocaba, lo que lo orilló a convertirse en el mamador de vergas del vecindario, fue el que nos mamaba más rico, con su tremenda bocota, y cuando estaba muy caliente, se volteaba para que le diéramos la leche en el culo. Y eso era de todos los días, una vez que terminábamos un partidito de fútbol o de jugar escondidas, terminábamos en casa de algún compañerito, recibiendo mamadas del Chino –un grandote de secundaria-. Con el tiempo consiguió películas porno, con las cuales aprendimos algo de la técnica para coger con las niñas, y un día hasta nos trajo una muchacha de secundaria para las mamadas y entonces hasta cola hicimos para meterle la verga Tewy, yo, el Chino y Danielito (mi vecino de enfrente), el apodo de la muchacha era La Ballena Azul... era gorda, alta, con ojos verdes y pelo rubio, y con pecas en la cara... era una muchacha fea y mantecosa, pero ya tenía una maraña de pelos en la pucha, y tenía 14 años –estaba en 2do de secundaria-.

Y terminan las explicaciones y regresamos a la historia:

Pues mis tíos tenían un taller para cambio de aceite y afinaciones, con tal de que sacaran un poco de dinero, ellos hacían talachas para los vecinos en los carros y para esos menesteres, tenían un cobertizo y una zanja como instalación del taller.

Y se acercó a nosotros mi tío Jimy que nos prometió un dólar para cada quién si limpiábamos el taller... Nos pusimos de acuerdo los 5 y nos fuimos al taller... Raulito se puso a buscar frenéticamente en todos los rincones del taller, no sabíamos por qué pero en el momento que comenzó a pegar de brincos, y a gritar "¡Lo encontré lo encontré!" nos reunimos alrededor de él y vimos: Las revistas porno de mis tíos, eran solo 13 revistas, pero abarcaban todos los géneros: niñitos con adultos (antes no estaban proscritas), animalitos con adultos, homosexuales, lesbianas, orgías, parejas y una desvirgada... Esa fue la que más les interesó a Tita y Anita, se veía claramente que la muchachita era virgen, porque al final de la revista había dos fotos: antes y después, y la sangre, y la vergononona del viejo que se reventó a la virgencita, y las sonrisas finales de la protagonista con la leche en la cara...

El efecto no se hizo esperar, los tres hombrecitos estábamos con nuestras vergas paradas y fuera, con una masturbadita lenta y rica, y las niñas mirándonos como marcianos, no entendían qué era lo que nos excitaba, pero entonces era muy claro lo que iba a suceder...

Yo le tomé la mano a Tita y la saqué del cobertizo, nos fuimos a la zanja y bajamos las escaleras, me arrodillé para bajarle la pantaletita –una de corazoncitos- y comencé a lamerle con toda el alma su clítoris... (Bendita Ballena Azul que me enseñaste a mamar puchas.) y Tita comenzó a gemir y gemir y gemir...

Cuando había más humedad que saliva en su pucha y yo no aguantaba mas mi erección que comenzaba a dolerme... me paré, me acomodé una piernita de Tita en mi cadera... Y PA’DENTRO!!!!

Una sola estocada, un solo envión, una sola metida hasta el fondo... dos lágrimas le salieron a Tita de los ojitos fruncidos... un quejido profundamente gutural, un beso profundo de lengüita y muchas caricias a sus nalguitas...

Después, mete saca mete saca mete saca mete saca mete saca... Hasta que las lágrimas de Tita cesaron y comenzaron sus gemidos placenteros, sus contracciones orgázmicas y sus besos entregados....

Un minuto después: mi leche dentro de su vagina, mi placer y gusto de llegar al cielo en la panocha de mi primita...

Y la mirada enojada de Anita desde arriba de la zanja... y mis primitos Lalito y Raulito felices echándome porras... felices por el logro obtenido.

Mi hermana se fue corriendo a la cocina de la Abuela y nos acusó.

Fui condenado como el perverso de la familia.... Hasta el día de hoy.

Pero a mi prima Tita me la cogí en total: 12 veces, en siguientes ocasiones...

FIN