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Juventud o inocencia

en Erotismo y Amor

Juventud o inocencia.

No se que es mas radiante, si tu juventud o tu inocente sensualidad. El gesto alegre y enigmático de tus carnosos labios, tu mirada esquiva y distraída que... atrae mi curiosidad por indagar, saber qué te propones. Jugueteas apoyando tus talones, abriendo y cerrando las piernas, mostrando -descuidadamente- tu pubis. Luego bajas tu mano y cubres -púdica- el centro de mis deseos. Sonríes, mirando hacia el cielo raso, cruzas una pierna sobre otra y pones tu brazo en tu regazo. Brotan desde tu pecho tus magnificas tetas, coronadas por ese bonete pequeño a manera de pezón; firmes, esféricas y modestamente bellas.

Tu cuello no solo cumple la función de pedestal a tu cabeza, sino también –si lo sabré yo- de la puerta a tu gozo; cuando mis besos le rinden tributo y colorean toda su piel sonrojada del brillo dulce de la saliva, ardor líquido... Tu cuello es todo, completo, muy bello y muy deseable, y muy cachondo...

No se qué es más radiante: si tu juventud o tu inocente sensualidad. Si tus olores o tus aromas. Si cuando suspiro tu aroma de mujer bonita, receptiva, vestida y arreglada, mostrándole al mundo lo que es una mujer orgullosa de serlo: preparada y acentuando su belleza... Aromas, compartir y compartirse –pública-, aromas, quizá compatibles y armónicos con tu juventud y sensualidad, aromas naturales y artificio de aroma, tú.

O más aún: cuando transpiro tu olor de mujer pasión, extractiva, desnuda y sudorosa, mostrándome lo que es una hembra obteniendo lo que busca del placer en su hombre, de su macho, cuando tu espalda se perlea de gotas de sudor y corren éstas a través del canal de tu columna hasta la grieta de tus carnosas sentaderas y mi dedo –receptivo y solícito- recoge la viajera humedad justo antes de que los sacudones de tu cuerpo cabalgándome, las metan en la fruncida bordadura de tu ano... ¡Oh! ¡Gloria de glorias! –momento mágico y lleno de aromas-, almizcle y sudor, humor vaginal y saliva, sal y leche, picante y miel, besos y abrazos, cabellos mojados. Olores y más olores.

No se que es mas radiante: si tu juventud o tu inocente sensualidad. Mi humedad salpicada en tu pubis, atestigua mi visita, y –ahora- tu respiración y sueño acompasados dan fe de tu satisfacción.. Te... Te beso quedito...