miprimita.com

Cerca de ti

en Dominación

En medio de la tenue luz de la habitación me preguntas si confió plenamente en ti. Y desnuda ante ti tal y como me has ordenado, te respondo que sí.

Te acercas lentamente a mí y con una suave caricia de tus yemas mi piel se eriza, siento miedo, pero confió en ti, siento como miles de mariposas revolotean sin cesar en mi estomago y eso me hace estar más sensible ante ti, pero sé que quiero seguir, no te temo, sé que no me harías nunca daño.

Entre tus manos veo una larga tela de seda, la cual a cercas a mi cuello y lo envuelves en forma de pañuelo, cada uno de los extremos quedan sobre mi espalda desnuda, siento como todavía los llevas en las manos y quedan suspendidos en el aire mediante algo que no veo, oigo como tus pasos vuelven a mí llevando aún en tus manos los extremos de la tela de seda, me ordenas que me siente de rodillas en el suelo y dejas a cada lado de mis muslos los extremos de tela.

Te desnudas lentamente, mirándome fijamente a los ojos, mientras yo permanezco callada y miró con deseo cada trozo de tu piel que la luz acaricia, una vez estás totalmente desnudo te acercas a mí y te arrodillas frente de mí, siento tu respiración mezclada con la mía, mi pulso se acelera solamente con tenerte cerca, es tanto lo que te deseo, que me doy miedo a mi misma, nunca pense perder el control de mis sentimientos de tal forma, pero contigo es imposible controlar nada,

Soy totalmente tuya.

Tu mano acaricia mi rostro y cierro mis ojos para deleitarme en ella, cojo aire, mis pechos se elevan al inspirar y notas mi nerviosismo, tu voz grave rompe el silencio de mi deseo.

Tranquila, confía en mi.

No respondo, permanezco callada mientras te miró y asiento la cabeza, tus labios se aproximan a los míos y siento tu aliento cálido, me muero de ganas por sentir tus labios, tan sólo a unos milímetros te detienes y simplemente rozas tus labios con los míos para pasar a besar la comisura de mis labios, me excita de tal modo que siento como me humedezco, me desespera el no poder besarte pero no debo moverme, tus manos bajan lentamente desprendiendo su calor por mi piel, mis pezones de tan sólo sentirte cerca se endurecen, no sé como consigues excitarme de tal manera sin tan sólo tocarme, es algo que nunca entenderé.

Sigues bajando tus manos por mi vientre, hasta mis muslos, tus manos se alejan de estos para coger los extremos de la tema, y veo tu mirada fija en mi, nunca sabré lo que piensas, tu mirada es demasiado profunda como para poder descubrir parte de ti, noto como se tensa la tela y tira de mi cuello, al mismo momento que siento tu lengua subir por mi canalillo, me estremezco de placer, noto tu pecho rozarse con el mío y el cambio de frío a calor al sentirte cerca de mí, me coges por la cintura y me sientas sobre ti, rodeo tu cintura con mis piernas y siento tu sexo duro y palpitante rozar con el mío, mi humedad es cada vez más notoria y el olor a sexo obvio por toda la habitación, tus manos tensan más la tela, en la intención de no asfixiarme echo mi cabeza hacía atrás mientras mis manos se cojeen a la suave tela.

Tus besos por mi cuerpo son como quemaduras, siento mi respiración desbocada y otro suave tirón me hace gemir, es entonces cuando noto como entras en mi de un solo golpe, y grito de placer, no sé en que momento tu serenidad se ha vuelto una locura pero siento tus caderas moverse a un ritmo vertiginoso, y tus besos arañar mi piel, tus dientes morder mis pezones y tus respiración ahogar mi sed.

Me muero por besar tus labios y beber de tu boca pero tu pasión todavía no se apacigua y otro nuevo tirón.

Me falta la respiración, notas como mis gemidos son cada vez más altos, pero mis movimientos cada vez más limitados por la tela, aprietas mi cuerpo contra ti sin dejar de embestirme y clavar tu sexo en mi y darme un placer infinito, es tanto el placer que llevo a sentir que en cierto momento siento perder el conocimiento, me falta el aire, pero no deseo parar, siento como me llega el orgasmo, y no quiero dejar de amarte, no me viene una imagen más dulce para morir que esta misma que estoy viviendo, dejaría de respirar por tal de no dejar de sentirte y ser tuya.

Ves como mis manos se desploman en tu cuello, y sin pensarlo dos veces sueltas los extremos de la tela y me besas con pasión, noto tu respiración y eso me ayuda a recuperar la mía, la sensación de ahogo acompañada con el orgasmo me crea una sensación de éxtasis.

Me coges en volandas y me tumbas en la cama, me sonríes con dulzura, mientras besas mi rostro, y no hace falta palabras para saber que tu también me amas. Me abrazas en un instinto protector y en un susurro oigo como me dices:

Si estás conmigo, es para siempre.