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Requiem por un sueño.

en Erotismo y Amor

Se habian conocido por internet un dia de casualidad. Ella era Americana, vivia en Buffalo, NY, y el en Madrid, en España.

Despues de escribirse emails durante unos meses, comenzaron a enamorarse,y no es que decidieran ser fieles el uno al otro de mutuo acuerdo, como si fueran pareja, es que ninguno de los dos era capaz de hacercarse a otra persona, eran incapaces de pensar en alguien mas, incapaces de escuchar lo que las mentes sobrias les decian sobre su fantastica relacion… ellos simplemente se querian.

El solo vivia para llegar a casa pronto y pegarse al ordenador para descubrir lo que ella le decia, solo vivia pensando en ella, en que estaria haciendo en ese momento, en si estaria pensando en el… Era una alegria leer sus emails, leer sus te quieros en la distancia, dormirse contemplando su foto, era feliz.

Pero todo tiene un fin, se suele decir, y este llego de improviso, un buen dia, como cada noche, el chico se sento junto a su ordenador para leer lo que el tanto necesitaba, y en su lugar encontro un monton de letras sin sentido, era imposible, no podia ser, leia y releia lo que esas estupidas palabras querian decirle, pero no entendia….

La mañana siguiente intento de nuevo leerlas y comprender, estupido cerebro piensa!!!! Descifra que pone ahi, ella esta con otro….si, te deja por otro. Te deja por alguien de verdad, de carne y hueso, lo prefiere antes que amar a una estupida pantalla de ordenador, que es incapaz de tocar, de besar…pero lo que ella no sabia es que si era capaz de amar.

Los meses pasaron y el decidio ir a ver a su chica tal y como lo habian planeado antes de que la carne se interpusiera entre ellos. Hablo con ella para ir a verla en semana santa, despues de todo el ya tenia el billete comprador desde hace tiempo, y ambos habian soñado como seria su encuentro en el aeropuerto, sin el mar entre medias.

Y fue.

Se encontraron en el aeropuerto con un fuerte abrazo que unio algo mas que dos cuerpos. Ella, dandose cuenta del error que habia cometido ahora que veia a su verdadero amor en frente, solo repetia : lo siento, lo siento, lo siento…

Esa noche, fueron a cenar al lugar mas hermoso y romantico que el chico habia conocido, un restaurante en frente de las cataratas del Niagara. Todo era genial, y quitando que sus labios no podian unirse aunque quisiesen, todo era tal y como lo habian soñado.

Fue la mejor noche del muchacho, parecia como si un director de cine la hubiese planeado por entero: cena romantica con vino, postre compartido, paseo por la ciudad de Niagara, miedo y abrazos en la casa del terror, partida de billar entre risas…. Y el mejor momento, fue alli, en aquella torre-mirador frente a las cataratas del Niagara, donde justo antes de subir ella le pregunto si la queria, su respuesta fue afirmativa con palabras al pie de la torre, y afirmativa con un profundo beso en lo alto de la torre, suspendidos en el aire, solo ella, el… y las cataratas iluminadas con multiples colores.

Ya esta, la noche acababa de empezar, a partir de ahi fue todo una locura, fueron risas en la calle, fueron abrazos en las esquinas, fueron bailes de salon en medio de la gente en los miradores de las cataratas, fueron peleas en el cesped, y besos, muchos besos, todos los besos que habian guardado hasta aquel dia, se los fueron entregando el uno al otro, el le canto la cancion que le habia compuesto aquel dia:

I cant touch you know, I cant kiss you now

But I can feel your smile, I can breath your life

And I can feel you inside.

And I love you, my girl

And I love you my love,

You are the girl of my life.

(No puedo tocarte ahora, no puedo besarte ahora

pero puedo sentir tu sonrisa, puedo respirar tu vida

puedo sentirte dentro de mi.

Y te quiero mi chica

Y te quiero mi amor,

Eres la chica de mi vida).

Juntos observaban las cataratas iluminadas de colores, y el cielo, y las estrellas, y el le dijo una frase que despues seria el estribillo de una nueva cancion: we are far, but we can see the same sun, see the same sky, see the same moon. (Estamos lejos, pero podemos ver el mismo sol, el mismo cielo, la misma luna).

 

Y la noche llego a su fin, un ultimo beso de despedida y el lo sabia.

Lo sabia.

Lo sospecho en el ultimo momento de la noche, en el coche. Estaba en el aeropuerto y sabia que ella no apareceria para decirle adios, para decirle hasta luego. Fue colandose por la linea de personas que embarcaban sin separar sus ojos de la puerta de entrada, intentando vencer sus propios pensamientos, pero no fue asi. El lo sabia, ella no aparecio.

Ese viaje de vuelta nunca lo olvidara, todos sus sentimientos, toda su tristeza, se hicieron agua y se le escaparon por los ojos mostrando al mundo su dolor. Las 10 horas de vuelo, se transformaron en diez horas de llanto inconsolable.

Ahora el cuenta su historia, su requiem por un sueño, desde Buffalo NY, a la espera de que la carne deje paso al verdadero amor, y de que sus labios vuelvan a juntarse en un eterno beso.