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Probando machos de otro nivel

en Dominación

Soy una mujer amante del sexo, lo he hecho de todas las formas que mi imaginación me ha impuesto y tanto con hombres, como con mujeres. Tiempo atrás conocí en la playa a un individuo, con quién he mantenido una relación sexual bastante excitante, inclusive me hizo tener relación con su sirviente, otra historia que espero publicar. Esa vez el sexo me volvió loca, nunca antes lo había hecho con un hombre de poca educación y realmente puedo certificar que son bravos y sin reparos.

Me gusta el trato que te dan, a ese nivel social las mujeres son para cuidar chiquillos y dar placer a sus hombres. Con este individuo que siempre he llamado el huaso he tenido relación una vez en casa de su patrón (mi amigo Carlos), y frente a él terminando la sesión durante el fin de semana en mi casa. El otro día este huasito me llamo por teléfono y me comunico que su patrón con su señora se iban por el fin de semana al sur, y el caradura me pregunto si quería ir a disfrutar la piscina con él. Yo recordando su enorme berga y dureza en el actuar, ambos muy excitantes, le conteste que encantada iría. Pedí fecha y hora, parten el jueves en la mañana así que de ahí en adelante era cosa mía. Como Yo trabajo y el viernes era feriado le conteste que el viernes iría al mediodía. Quedando en eso cortamos.

Por mi forma de ser, sensual, me gusta siempre andar arreglada y provocativa, mayor razón en estas ocasiones. Me levante y como de costumbre me di un baño de sales y jabones perfumados, llene mi cuerpo con aceite que le da un look de humedad muy excitante. Arregle mi cabello rizado dorado con gel para seguir el tono de recién salida de la ducha y comencé a buscar algún vestido sexy. Tengo un vestido rojo de lycra mini, mini, mini que como me queda muy ajustado debo ponérmelo sin nada debajo, con el consecuente problema que no debo doblarme para recoger algo del suelo porque mi cola queda totalmente al descubierto, el maldito vestido apenas llega al nacimiento de mis nalgas.

El vestido no tiene espalda y el rebaje llega un par de centímetros más debajo del comienzo de la ranura de mi cola, por no tener espalda y agarrado solamente de mi cuello con unas tiritas a los lados deja totalmente al descubierto mis senos grandes, firmes y duros. Adelante son dos tiras medianamente gruesas que me permiten cubrir mis pezones y un poco más. Con este vestido no puedo andar en micro o en el metro. Prepare mis cremas y par de minúsculas tangas en un bolso, me coloque unas sandalias de taco alto, porque no soy muy alta y lista para partir a donde el sirviente de mi amigo, quién me haría la mujer más feliz en lo referente a sexo.

Llegue a la casa de mi amigo, toque el timbre y el huaso abrió el portón para que Yo entrara con mi auto. Baje del auto y como de costumbre en este huaso me comió con su mirada lujuriosa y me dice; "putas que estay rica", te tengo una sorpresa. Caminamos hasta la parte posterior del jardín donde estaba la terraza y ahí estaba la sorpresa, dos amigos. Uno de ellos gordo, maestro de la construcción que como carta de presentación me dice;" Yo nunca he tenido a una mina perfumada, solo la María a quien hago bramar".

El otro un sujeto para reírse, flaco raquítico, engominado de jopo altísimo, con dos dientes faltantes y uno de oro, vestido como un payaso, quién me dice;"Raúl su servidor". Yo realmente casi me voy de culo, pero al mismo tiempo recordé la berga de mi amigo el huaso y suponiendo que sus amigos eran igual que él de aperados me deleite pensando que tendría tres fieras sobre mi. El huaso que hacía de anfitrión nos sirvió tragos del bar del dueño de casa. Yo me senté pierna arriba dejando bien al descubierto mis muslos, en un sofá de tres cuerpos al medio, dejando lugar para un príncipe a cada lado mío. El flaco se me sentó a la izquierda y el gordo a mi derecha, el huasito pidió permiso diciendo que iba a preparar algo para comer. Ahí sentados estábamos los tres sin pronunciar palabra, cuando el flaco más audaz dejando posar su mano sobre mi muslo descubierto me dice;"no se como empezar con una mina como Ud.". Yo le conteste es Ud. Casado?, Si me respondió con la Carmelina y como lo hace le dije Yo.

Bueno me dice, a la Gorda generalmente comienzo abriéndole la blusa y chapándole un seno. No termine de decirle, a mí no me tiene que abrir la blusa, cuando lo tenía como un ternerito mamon colgando de una de ellas. Debo de reconocer que el Flaco sabía chupar, el pezón me lo apretaba entre sus dientes faltantes y me daba mucho placer. Su mano sobre mi muslo ya había tomado confianza y subía buscando mi otro pecho. El Gordo mientras tanto a mi lado derecho miraba y buscaba desabrocharse el pantalón. Lo consiguió y pude apreciar su berga porque llevo mi mano a ella. Quién dijo que los gordos no eran aperados, ésta tenia sobre los 25 cms y todavía no estaba totalmente erguida. Pensé para mis adentro que cuando el Gordo me la enchufe me iba a doler, pero también a gozar. A todo esto el flaco seguía mamando de mis pecho y jugando con ellos, a mi las caricias a mis pechos me excitan mucho, y más todavía que estoy tomando un médicamento que me hace producir leche, y sentir como chupan a ella más me excita. El Gordo a esta altura ya estaba totalmente desnudo y si no fuese por esa berga maravillosa que tiene me hubiese muerte de la risa. La berga ya había superado los 25 cms.

El Gordo se arrodilla sobre el sillón a mi lado y con sus manotas me agarra de mis pelos y con fuerza y decisión comienza a llevar mi cara a su berga. Yo al verla me excito más y deseo lamerla y lo hago. La lamo por ambos lados primero, después por arriba y después por abajo y bajo un poco más para comenzar a chupar sus testículos mientras que con mis dedos juego con su ano. El Gordo comienza a gemir, sus gemidos excitan más al flaco que con una de sus manos lleva a la mía a su berga. Sobre el pantalón puedo apreciar, que ésta estaba erguida y también cuenta con un buen tamaño, desesperada busco como sacarla afuera, ya que deseaba tener las dos bregar cerca de mí. El Flaco entendió mis deseos, se paro y comenzó a desnudarse, completamente desnudo me alza y comienza a sacarme el vestido mientras el Gordo detrás de mí busca con su enorme berga abrirse camino entre mis nalgas. Yo desnuda, el Flaco y Gordo también caminamos al pasto para estar más cómodos, en el trayecto tanto el Gordo como el Flaco juegan con mis nalgas.

Paramos y el Gordo se hecha en el pasto sobre su espalda. Yo parada frente a el miró deseosa su enorme y preciosa berga y aumenta mis deseos de continuar chapándola, me pongo en cuatro patas y me arrastro sobre la enorme guata buscando su enorme berga con mi boca, la encuentro y comienzo a chuparla. Que placer estaba teniendo, la tomaba entre mis manos y la chupaba, la besaba y acariciaba. Así estaba Yo cuando frente a mí apareció mi amigo el huaso completamente desnudo y por la rigidez de su berga listo a actuar. No sentía al flaco detrás de mí, estaba desnudo al lado del huaso mirando con lujuria como Yo trabajaba la berga de su amigo. El Gordo me tomo de mis axilas y comenzó a llevarme sobre Él, mientras me arrastraba sobre su cuerpo su berga iba rozando mis pechos, mi guatita produciéndome mucho placer el contacto. Me llevo lo suficientemente arriba que comencé a sentir su berga cerca de mi vajina, toco mi clítoris y mi temperatura comenzó a subir y a subir, desesperadamente la deseaba dentro de mi. El Gordo comenzó a acomodarse e igual cosa hacia conmigo.

Yo estaba muy lubricada y comenzó a ingresar, sentía dolor, pero también un placer indescriptible. Seguía entrando, quería más pero también sentía miedo por lo enorme que era. Arriba del Gordo estaba sintiendo mucho placer, cuando comencé a sentir que me agarraban de la cintura y otras manos abrían mis nalgas con el propósito de abrir camino para otra berga. Era el Flaco que iniciaba su proceso de fornicarme por la cola.

Me gusto su berga, porque era larga pero no tan gorga como las del huaso y Gordo. Sus manos me mantenían firmemente tomada de la cintura y con fuerza empujaba su berga dentro de mi. Mientras esto sucedía el huaso me daba unas palmadas que lagrimas brotaban de mis ojos, pero las deseaba, estaba siendo penetrada por ambos orificios y eso me gustaba mucho, me gustaba ser poseída y ser poseída con fuerza y dureza.

Me sujeta desesperadamente para que el Gordo no siguiera introduciendo su enorme miembro dentro de mi, tenía miedo, pero el Flaco me empujaba desde atrás para cumplir totalmente su objetivo que mi resistencia de poco servía y alo mejor tampoco quería. Aflojé mi resistencia y con mis manos libres comencé a buscar el huaso para que me metiera su berga en mi boca, ya que sabía como desparramaba semen y quería tenerla dentro de mi cuando los otros dos me hicieran llegar. El huaso entendió y se paro detrás del Gordo con su preciosa berga lista para que Yo me la comiera y lo hice y justo en ese momento el Gordo aprovecha y me mete enteramente su berga. Sí las palmadas me sacaba lagrimas esta vez fue esa enormidad que me hizo borbotear lagrimas. El Flaco había aprovechado mi tranquilidad para ir avanzando y ya no quedaba nada fuera de mi, comenzaba a sentir sus testículos apretados contra mis nalgas, los testículos del Gordo pegados a mi pelvis, solo faltaba que el huaso me agarrara de mis pelos con fuerza y me llevara con su acostumbrada rudeza a mamar todo su enorme miembro.

Ya estaba cumpliendo uno de mis deseos, ser taponada por mis tres posibles orificios. Sintiendo enorme placer comencé a sentir que mis tres machos estaban tomando mayor ritmo, sus movimientos eran más animal y más rudos. Yo también estaba acercándome, comencé a sentir gemidos, después especies de aullidos y en ese momento Yo comencé a desear gritar de placer, pero no podía, tenía mi boca llena con la berga del huaso. Dos o tres veces me hicieron llegar y llegando la última vez casi me ahogo con el chorro de semen espeso y caliente que el huaso lanzo dentro de mi boca. No la saco, así que tuve que tragármela toda.

Quedamos tendidos en el pasto por un par de horas, de repente el Gordo se para y me lleva al agua. En el agua, pone mis manos sobre el borde y me susurra al oído,;"te voy a partir como una sandía ese rico culito duro que tienes", y si esperar más comenzó a arrinconarme contra la pared de piscina y sus manos a abrir mis nalgas. Estaba excitada, me gustaba la rudeza de esta gente, no pedían por favor tomaban lo que querían, el Gordo quería mi culo y lo iba a tener, y honestamente Yo quería que el Gordo se tomara mi culo. Me apretaba con rudeza contra el borde de la piscina y con sus manos me tomaba un poco más debajo de mis caderas y empujaba asía adelante, comenzaba a sentir ese montón de centímetros dentro de mí.

Yo ahora empujaba con mi culo asía afuera para que al Gordo le cundiera más y susurraba entrecortadamente que me lo diera más, por favor más, lo quiero todo adentro, Gordo divino por favor toda dentro de mi. Estas palabras parece que excitaron más al Gordo, porque de un envión sentí sus nalgas pegadas a mi y su berga totalmente dentro de mi culo. Con una mano cruzada me agarraba por mis pechos y con la otra puesta entre mis piernas me apretaba con fuerza asía Él. Sentía su fuerza y deseos y esto me excitaba cada vez más. Me hizo tener climax dos veces y cuando estaba llegando por tercera vez el Gordo cómenos a llegar. Ahí sentí su fuerza, mientras más se acercaba más me apretaba, antes de pegar el grito mayor me dio una ensartada que me voltio loca y grite como sí me estuvieran matando.

Que placer. Salimos del agua y tuve que arrancar y encerrarme en una pieza, porque lo otros dos querían lo mismo y Yo en ese momento no. Como a las tres horas y después de una buena siesta salí y me encontré con el huaso, me tomo la cara con una de sus manos y con la otra me asestó una cachetada diciéndome;"tú eres mi puta, y sí te vas a pegar más de una cacha alguien, ese voy hacer Yo." Y otra cachetada, esta vez más fuerte. A la arrastra me llevo a un cuarto y me tiro sobre la cama, la bata que tenía me la arranco a tirones y más de otra cacheta me asestó. Se desvistió y sin ni un preámbulo ensarto su berga en mi vajina, me dio dos cachetadas bien fuerte mientras me hacia acabar. Acabamos juntos, se paro se vistió y sin dejarme vestir me saco volando de la pieza, me llevo a la terraza donde estaban sus dos amigos. Mirando al flaco le dice;"quieres pegarte otra cacha con esta mina", y me tira a Él.

El Flaco sin saber que hacer me miro, se me acerco y cruzo su brazo por mi espalda y con suavidad me tomo uno de mis senos a la vez que me susurraba que eran preciosos y tu leche es muy dulce. Su otra mano mantenía un vaso con un trago que lo acerco a mi vajina y lo helado del vaso hizo correr una cosquilla de deseo por mi espalda. Pensé para mi, a este huaso lo cago, al Flaco me lo voy a fornicar delante de Él. Dejando que el Flaco me mantuviera abrazada y una de su mano jugara con mis pechos, comencé a buscar con mi boca su boca y dejar que el introdujera su lengua en la mía. Mis manos comenzaron a desabrochar su cinturón derecha y bajar sus pantalones, cuando llegue a soltarlos completamente y dejar su berga al descubierto, ésta ya estaba erguida, solté los botones de su camisa y lo deje desnudo. Comencé a refregar mi cuerpo contra su cuerpo, mis manos agarraban su cabeza y mi boca besaba su boca con fuerza y furor. Me agache y comencé a chupar su berga. Después de un rato le pedí que me ensartara por mi cola y todo esto delante del huaso.

Quería demostrarle que Yo era dueña de mi cuerpo. De repente como un energúmeno se abalanza sobre mi me toma de un brazo y me asesta dos cachetadas con fuerza, sin soltarme me agarra de mis pelos y de un tirón me lleva mi cara a su berga, que estaba debajo de su pantalón y me dice;"el único pico que chuparas puta de mierda es el mío" y dos cachetadas más y más fuertes. Tenía miedo y pensé para mi ándate con cuidado. Al poco rato y ya suelta de su mano pedí permiso para ir al baño, fui me vestí y sigilosamente raje para mi casa. No lo he vuelto a ver más, me ha llamado dos veces, a mi amigo Carlos su patrón no le he dicho nada y tampoco lo he visto. Me gusto el sexo pero los golpes no.