miprimita.com

Trio HMH

en Sexo con maduros

Soy una mujer sensual, me gusta verme y sentirme sensual. Me gusta el sexo, tengo 32 años profesional, con un excelente empleo, he tenido oportunidades de casarme, pero no quiero compromisos, por que me gusta tener sexo. Soy liberal y no tengo trancas, y como no soy nada de mal parecida (92, 59, 89), talvez un poco baja, pincho o engancho con facilidad.

El otro día una mujer mayor que conocí en un curso de capacitación auspiciado por la empresa, me convido a que fuera a su casa el sábado siguiente a bañarme en su piscina. Le conteste que encanta iría y que incluso le llevaría un par de botellas de vino que había recibido recientemente de regalo. Quede de llamarla el viernes para confirmar.

El viernes llame como habíamos acordado y extrañamente me costo que me contestarán. Como no me gusta quedar de informal llame ese viernes tipo 22:00 y me conteste un hombre que me dijo que era su marido. Le explique la razón de mi llamada y me dijo que no había ningún problema, que Teresa, que así se llama mi conocida, le había informado que Yo llamaría.

Me levante temprano ya que tenía que hacer algunos deberes en la casa, tipo 11:00 me entre arreglar para ir a mi día de piscina. Me prepare un baño de tina, con sales y aceites perfumados. Me sumergí y estuve regaloneándome hasta que el agua se enfrío. Salí con un poco de frió aunque era verano, perfume mi cuerpo con un aceite de coco y aromas afrodisíacas, arregle mi pelo lo mejor posible, en verano me ha dado por llevarlo cortísimo parezco un muchachito, e inicie mi rutina del maquillaje. No puedo andar con la cara lavada, me gusta maquillarme y bien. Después viene la peor parte, la ropa soy tan indecisa. No se que paso pero esta vez opte a la primera por un vestido delgadísimo tipo enagua antigua, color aguamarina. El vestido en si es cortisimo y bastante transparente, como zapatos me coloque una chalas altas transparentes. Prepare mi bolso colocando mis dos bikinis estrellas cual de los dos más minúsculos, total éramos dos mujeres. Agregue mi loción para antes del baño, para durante el baño, para después del baño y para después de no se que, toalla, chalas, salida, etc., etc., y las dos botellas de vino.

Baje al estacionamiento, me subí a mi auto y partí raudamente a la casa de mi amiga. No tuve problemas con el trafico, Santiago esta distinto con las nuevas carreteras, así que llegue en minutos. Me baje y toco el timbre. El primer ruido fueron unos ladridos rabiosos y una vos que los mandaba al diablo. Se acerco al portón y abrió.

Al frente me encontré con un tipo de entre 45 y 50 años, bastante bien armado, rápidamente pensé este va al gimnasio, de cabeza rapada, moreno y de buena estatura, que llevaba un traje de baño de lycra tipo zunga negro. Buenos días dije y pregunte esta Teresa, a lo que la persona me dijo; no ha llegado todavía, Yo soy Carlos su marido y Uds, debe ser Carmen, pase por favor la esperábamos. Antes de dar un pie adentro de la casa, pregunte y los perros. Riéndose Carlos contesto, no se preocupe los encerre.

Entramos a una casa estilo campo, rustica pero muy bien puesta y decorada. Una terraza maravillosa y un jardín acorde al igual que la piscina. Lo que primero hice fue entregar mi obsequio de las dos botellas de vino, las que fueron altamente agradecidas. Me ofreció asiento y sí deseaba, ya que la hora lo ameritaba, un aperitivo. Le dije que si y si tenía me gustaría un campari con naranja. Enseguida me respondió y a los pocos minutos apareció con mi trago. Tomo el del y me ofreció un brindis por la bellas mujeres que a veces no eran muy puntuales, me pareció en ese momento que eran palos para su mujer que no llegaba.

Como esta el campari, a decir verdad le respondí un poco cabezón (en Chile quiere decir fuerte) pero esta bien. Bueno me dice, sí desea puede pasar por el pasillo, y me lo indica, y en la primera pieza puede cambiarse. A lo que le respondo, no prefiere que espere a Teresa. No me dice, le parecería mal y me echaría la culpa a mi por no atenderla como se corresponde. Bueno partí a la pieza para cambiarme.

Estaba un poco arrepentida de los bikinis que había traído al no estar Teresa, pero que mala suerte y me puse a elegir. Estando bien tostada todos los trajes de baño a uno le quedan bien, elegí uno blanco metálico elasticado que tengo, que se amarra por medio de unas delgadas tiritas a los lados. Por delante un triangulo minúsculo que apenas me llega bajo el ombligo y me obliga a a mantener un dibujo de vello vertical y estrecho que continua el trazado de mi propio sexo en dirección ascendente, el resto rasurado totalmente mostrando solo unos labios ligeramente oscuros en parte exterior y rozados y brillantes en su interior. Por detrás desde la tira que abraza mi cintura que es realmente de avispa, sale un delgado hilo que baja metido entre mis nalgas sin cubrir nada, dejando totalmente a la vista mi culo respingón, pequeño y redondo. La parte de arriba son dos minúsculos triangulitos que solo cubren mi aureolas oscuras de apenas un cm de diámetro coronadas con unos pezones oscuros que pasan constantemente duros y erectos. Mis tetas se ven majestuosas, por su tamaño y firmeza. Para cubrir mi desnudez me puse una camisa blanca de gasa, mis chalas de corcho y taco alto, agarre mi bolso y salí en viaje a la piscina.

La piscina era preciosa toda de azulejo negro, que al lado tenía un pequeño jacuzzi para quién quisiera disfrutar y rodeada de plantas tropicales. Daba la impresión de estar en otro país. Carlos me daba la espalda, aproveche de mirarlo detenidamente y encontré que estaba bastante bien armado sin llegar a ser un fisioculturista. Sin querer pensé; "espero que Teresa no llegue".

Hey dije, esperando que girara y lo hizo, aproveche de mirar su bien armado bulto, que por su buen tamaño, lo que cubría, en su máxima erección debería de estar sobre los 23 cms y su ancho sobre los 5 cms. Se veía un tipo bien aperado.

Bueno dijo mirándome detenidamente, valía la pena la demora, pero con esa camisa no podrás aprovechar el lindo sol que tenemos. Vamos sácatela, Teresa no llegara hasta un buen rato, paso por la oficina y se quedo atrapada, llamara antes de venir. Ven Yo te ayudo y se acerco a sacármela. Para mi adentro pensé, bueno el tipo no esta tan mal y sí mi amiga avisa antes de llegar hay tiempo. Me deje regalonear, parado atrás mío me saco la camisa, suspiro. Me pidió que me diera vuelta, lo hice, nuevamente me miro detenidamente y suspiro. Tendré que poner toda mi fuerza para comportarme esta tarde. Yo la pájara le creí.

A los minutos me pregunta que clase de música te gusta escuchar y bailar. Bueno le dije depende de la ocasión, en un caso como este que estamos conversando al lado de la piscina lo mejor creo Yo que es una música media suave, baladas de Elvys, de Beattles, Neil Diamond, Marco Antonio Solis, Los Nocheros, etc., etc. Excelente selección y demás te puedo complacer, me dice y como primera selección coloca a Marco Antonio Solis.

Bailemos me dijo, y Yo sin pensar conteste nerviosamente bueno. Se acerco y me tomo firmemente de la cintura. Mi mano derecha la puso sobre su hombro y su mano izquierda fue a mi cintura. A los minutos comenzó a besarme, primero en la cara, cuello y después busco mi boca su lengua empezó a enredarse en un apasionada abrazo con la mía, pasando por mis labios y dientes, succionaba mi lengua con pasión, su saliva se entremezclaba con la mía. Todo era pasión. Sus manos jugaban con mis cabellos, hombros y descendían hacía mi cintura hasta llegar a mis nalgas que agarraba con fuerza y pasión empujándome sobre él hasta sentir sus muslos entre mis desnudas piernas provocando una corriente por todo mi cuerpo. Sentía su paquete erguido pegado a mi muslo buscando mi pelvis para refregarse contra ella. Ya me había excitado y esperaba y rogaba que Teresa no llegara. Deseaba seguir hasta el final.

Su mano derecha comenzó a jugar entre mis piernas, me acariciaba de arriba abajo hasta llegar a mi cola y siendo mi bikini tan pequeño las caricias eran directa a mi piel. Yo entretanto seguía besándolo y acariciando con mis manos y buscando su miembro, una de mis manos entro debajo de su zunga y tomo contacto con su pene estaba duro y firme. Por la sensación en mi mano éste era más grande de lo que me lo había imaginado. Envidie a Teresa, pero no importa ahora era mío.

Suavemente me comenzó a girar hasta el quedar detrás de mí y empezó a quitarme la parte de arriba de mi traje de baño, finalizada esta tarea sus manos fueron directa a sobar y amas ijar mis tetas, lo hacia con fuerza y pasión parando de vez en cuando a pellizcar mis pezones, lo que hacia con fuerza y pasión, provocándome un placer excepcional. Debo decir que en estos momentos me encuentro bajo un médicamento para la ansiedad, lo que me hace producir leche como si estuviera amamantando un bebe. Cuando Carlos se dio cuenta de este hecho, me hizo girar y se abalanzo sobre mis tetas a lamerlas y chupar de ellas. Lo hacia con fuerza para extraer lecha de ellas y Yo solo gozaba con mi bebe agarrada de ellas. Con fuerza sujetaba su cabeza rapada. Mientras el mamaba mis manos buscaban su zunga para retirárselas y poder contemplar su miembro a cabalidad. Con esfuerzo conseguí retirarlo, sentarlo en un sillón y calmarlo para retirarle su zunga. Lo hice y ahí lo tenia al frente mío, fácilmente sobre los 23 cms, segura cerca de los 25 o talvez 1 o ½ más, y ancho fácilmente 6 a 7 cms., era espectacular nunca había tenido uno igual. Se dio cuenta que lo miraba fascinada pero asustada a la vez. Lo espectacular era que estaba completamente depilado, no había un pelo, ni alrededor, ni en sus testículos. Lo podía lamer completamente e incluso chupar sus testículos. Es tuyo las veces que quieras y cuando quieras, eres muy rica para negártelo. Lo tenía en mis manos y acerque mi cara a él, en un principio acariciaba mis mejillas con él, lo pasaba por mis ojos, nariz y labios. Suavemente le besaba su cabeza y mi lengua jugaba con ella. Siempre sonriendo y mirándole a sus ojos con cara de gozo y placer. Esto lo repetía una y otra vez Quería hacerlo sentir como un rey.

Después de un rato y con su pene entre mis dos manos, comencé por chuparle suavemente la cabeza, después comencé a pasarle la lengua de la punta de su cabeza hasta el final de sus testículos y a veces hasta su ano. Después de un rato comencé a mamarsela mientras seguía sonriéndole y mirándole a sus ojos con cara de gozo. Con mis dientes comencé a moderle la gran cabeza lo que al parecer aumentó su exitación. Sentía como se quejaba de placer,y se retorcia como una vibora. Suavemente llevo sus manos a mi cara y la sujeto y comenzó a empujarla hacia abajo para que su pene entrara totalmente en mi boca. Hacia un gran esfuerzo para mantenerla completamente en mi boca pero era imposible. No paraba y Yo me estaba empezando a ahogar, su pene estaba llegando al fondo de mi garganta y de repente me soltó y se puso rígido, su pene inicio unos movimientos como saltitos y a como recogerse. Se estiraba y recogía hasta que de repente no dio más e inicio un desborde de su leche caliente y cremosa. Que forma de acabar, rebalzo mi boca, chorreo mi cara y gran parte de mis pechos. Carlos jadeaba, me abrazaba y besaba. Me decía que se iba a desquitar, Yo le decía te hice mío antes que tú me hicieras tuya. Acabaste en sobre mi chancho, me debes una. Me beso llenándose su cara y boca con su propio semen. Eres maravillosa mujer me dijo, tomemos no un trago y nos vamos a bañar. Me pare agarre mi bolso y corrí al baño que lo había visto cuando me fui a cambiar. Me lave la cara, la boca y parte de mis pechos. Ocupe gel que había en el baño para peinarme, saque del bolso mis maquillajes para efectuar un buen retoque ya que estaba todo corrido y nuevamente me eche sobre mi cuerpo el perfume afrodisíaco que andaba trayendo y como andaba desnuda de la cintura arriba me cubrí entera.

Volví a la terraza y ahí estaba sentado esperándome con su enorme pene medio erguido. Este es tan grande que no lo llamare más pene, sino que BERGA. Ya me quiero ver con él dentro de mi cola.

Me ofreció un nuevo campari el que Yo acepte. Me lo trajo y me pregunto si quería escuchar música. Le dije que si y coloco a Neil Diamond. Bailemos me dijo, Yo le dije que bueno y nos lanzamos.

Teniéndome en sus brazos me dijo que no era justo, el estaba desnudo y Yo con mi parte de abajo del traje de baño. Me aparte y me solté las tiritas que lo sujetaban. Cayo al suelo.

Me tomo en sus brazo y comenzó acariciarme la espalda y la cabeza. Metía sus dedos por entre mis cabellos haciéndome sentir el cielo. No decía una sola palabra. Sus manos se posaron en mis tetas y las apretaba de tal manera que me producían un placentero dolor.

Metí mano a su trasero y acaricié esas duras nalgas. Él hizo lo mismo conmigo. Sus fuertes manos me envolvían toda. Desnuda por completo comenzó a besarme y morderme los pezones. Mi excitación iba en rápido aumento. Comencé a besarle ese pecho que tanto me había gustado, Fui bajando lentamente sin atreverme a mirar lo que persistentemente rozaba mi vientre. Sus tetillas parecían unas pequeñas nueces y Yo las mordía dichosa. Su pecho no tenia un solo vello y mi lengua disfrutaba con ese sabor salado de su sudor. Al llegar a su pubis pudo ver nuevamente un hermoso animal, una de las cosas más bella que había visto en mi vida.

Pidió mi vagina, lo complací inmediatamente colocándola en su cara en un perfecto 69. Su lengua se comportaba maravillosamente. Me llevaba a los extremos más insospechados del placer. Entraba con una facilidad pasmosa y sus dedos jugueteaban en mi vagina. Me tomo el clítoris con los labios y lo chupo diestramente por unos buenos minutos lo que hizo que esta vez Yo soltara en su cara mi primer orgasmo del día. Le agarraba su BERGA como si no quisiera que se me fuera a ir nunca. La lamí enterita y en uno de esos lengüetazos le toque el hoyo del culo. Dío un respingo de placer.

Estábamos tirados en el pasto. De repente me volteo colocándose sobre mí. De un golpe recibí su BERGA entre mis piernas, el que se deslizó suavemente debido a mi grado de excitación. Parecía un salvaje. Que tipo más apasionado, respiraba profundamente y emitía un ruido excitante cada vez que me embestía. Colocó una de mis piernas en su hombro, para que lo sintiera mejor, como si no fuese suficiente con esos más de 25 cms taladrándome de la forma en que lo estaba haciendo. Agradecí que no hubiese nadie en la casa, porque mis gritos de placer iban en aumento en cada arremetida. Recibí una ración de BERGA como nunca en mi vida, me sorprendía la capacidad de aguante, pues llevaba dentro de mí más de treinta minutos en los cuales Yo ya llevaba por lo menos tres orgasmos interminables.

Me decía obscenidades en mi oído, que tenia la concha más rica que hubiese probado, que era estrecha y le daba mucho placer, que sintiera como su enorme BERGA me taladraba, que mirara como mi conchita se tragaba su enorme BERGA, que desde que me vio con Teresa había soñado con clavarme su BERGA, y eso me calentaba muchísimo. Cada embestida era como un fuerte fogonazo que me quemaba las entrañas. Le pedí que me echara su leche en mis tetas, que quería sentir ese calor en la zona de sus deseos. Eso al parecer lo excito tanto que anuncio su venida con unos gritos impresionantes. Alcanzo a sacarla para descargar su torrente de leche caliente y cremosa sobre mis tetas y caer pesadamente sobre mí. Su caliente y cremosa leche quedo entre nuestros pecho y comenzó a desparramarse sobre el pasto. Le bese como muestra de agradecimiento por esa gran cacha.

A pesar de la llegada, su BERGA no perdía tamaño. La bese y comencé a limpiarla de nuestros jugos. El sabor era indescriptible. Sus jugos tenían un sabor penetrante. Estando en esa nos quedamos dormidos con mi cabeza en fuerte pecho. Al despertar media hora más tarde, Carlos me acariciaba y besaba tiernamente mi cabeza. Tenía una fuerte erección. Me dijo que estaba esperando que descansara un poco pues la faena iba a continuar, Teresa no llegaría hasta mañana. Esa noticia me alegro mucho por que Yo estaba muy caliente y no deseaba dejarlo aun. Tomo su gran miembro y comenzó a introducirlo lentamente en mi conchita.

Lentamente y poco a poco me fui tragando todo ese animal hasta hacerlo desaparecer completamente. Sentía un poco de dolor, pero con la posición que tenia pude adaptarme rápidamente a su BERGA. Comencé a saltar sobre esa palanca que además era mi eje. Me apretaba fuertemente las nalgas y las embestidas fueron aumentando. Esa gran BERGA me estaba llevando nuevamente a un orgasmo, sintiendo que mi excitación iba en aumento, me tomo con sus dientes mis pezones y comenzó a morderlos suavemente. Esto hizo que explotara con más intensidad que en los anteriores orgasmos, dando alaridos de placer.

Me pidió que me pusiera en cuatro patas pues quería cabalgarme, me llamo su yegüita y comenzó un nuevo ataque a mi conchita. Coloco sus pies sobre uno de los sillones y realmente parecía que estuviera siendo penetrada por un potro. Esa posición nunca la había hecho y las sensaciones que me produjeron fueron únicas. Carlos saltaba sobre mí como un poseído y sus jadeos me advirtieron que estaba por llegar. Alcanzo a sacar su BERGA para regar mi espalda con su caliente y cremosa leche. Fue una llagada increíble. La cantidad de leche derramada no tenía igual. Era realmente un animal.

Descansábamos tendidos en el pasto. Yo nuevamente me puse en cuatro patas pero esta vez con el culo ofreciéndoselo a Carlos como una ofrenda. Y le dijo; "Carlos ahora quiero sentirlo por mi culo".

Carlos se incorporo y puso BERGA rozando, jugando y moviéndose sin penetrarme por mi culo. Yo lo veía con deseo y desesperación, él sabia de mi estado de excitación y sin avisar y sin miramientos me ensarto su BERGA entera, sentí chocar sus huevos con mis nalgas, sentí un dolor impresionante, parecía que me habían partido en dos mi grito fue terrible, pero al rato la sensación fue simplemente deliciosa, salía lentamente y volvía a entrar de la misma manera, Yo ya estaba gimiendo y moviéndome como poseída. Me encantaba la forma de hacerme su mujer, de tomar con firmeza mis caderas y hacerla a su antojo. Así fueron aumentando la intensidad de sus embestida, ya no sentía dolor sino que solo placer. Gemía y aullaba de placer no por dolor. Mis piernas empezaron a temblar anunciando un orgasmo descomunal sin parangón, como nunca antes lo había sentido. También sentí que sus brazos que me abrazaban y sujetaban mis caderas empezaban a temblar anunciando también su llegada y en una comunión nunca antes sentida por ninguno de los dos, respirando con dificultad, entrecortadamente llegamos juntos en un orgasmo perfectamente sincronizado, libre y completamente entregado. Esta vez senti el chorro de su leche cremosa dentro mi culo.

Vencidos por el placer caímos en un profundo sueño. Despertamos tarde y muertos de frió. Estábamos desnudos tendidos sobre el pasto. Carlos me dice entremos. Recogí mis cosas y entramos a la casa. Dentro de ella Carlos me pasa un frazada y me pregunta si quiero darme un baño bien caliente mientras él prepara algo de comer. Bueno le dijo y paso por la pieza donde me había cambiado a recoger mis pertenencias y parto al baño. Prepare un baño de tina bien caliente, puse mis aceites y sales que siempre ando trayendo y me sumerjo dentro del agua. Siento un placer y una delicia que invade mi cuerpo. Estoy ahí un buen rato hasta que el agua pierde su efecto. Salgo me seco, cubro mi cuerpo con un aceite coco perfumado, me peino y maquillo y ahora el dilema que me pongo. Bueno no tenía más que mis traje de baño, esta vez elijo el otro que es de un color fucsia fuerte, tan chico y minúsculo que el otro o talvez más chico, sobre el me coloco mi camisa de gasa blanca. Me perfumo las partes claves y salgo.

Carlos estaba en living, bañado y con un short pequeño y bien ajustado. Había preparado un rico picadillo que disfrutábamos con el vino que Yo había llevado mientras conversábamos de trivialidades. De repente Carlos cambia de tema y me dice que había disfrutado enormemente el día y que deseaba que me quedara esa noche. Yo le conteste que me sentía muy a gusto con su compañía, pero me daba miedo que su mujer llegara. Carlos me dijo que no me preocupara, que él y su mujer hacia tiempo que no tenían relación de pareja, que todo era una fachada por razones de dinero las que más adelante él me explicaría, y que quería contarme como Yo había llegado ahí. Durante el curso a el que había asistido su mujer y Yo, ella se había dado cuenta que Yo era muy el tipo de mujer que a Carlos le atraían y por eso me había convidado y contado a Carlos. Por eso él me esperaba. Me acerque a Carlos y le di un apasionado beso junto con las gracias por haberlo conocido.

Carlos puso música, se acerco y me dijo al oído bailemos. Comenzamos a bailar y al poco rato él me tomo por atrás y comenzó a besar mi cuello, no recuerdo haber sentido un beso tan rico en el cuello, estaba excitándome nuevamente, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, suave y lentamente lo que me hizo sentir escalofríos y mis pezones se pusieron duritos, sentí su BERGA rozar mi culo, estaba durísimo y mi vagina a esta altura estaba mojadísima. Bajo sus manos a ella y comenzo a acariciarme por encima de la blusa y bikini. Levanto mi camisa y soltó las tiritas que sujetaban mi bikini y lo dejo caer al piso, dejándome solo con mi top y la camisa. Ahora sus manos calientes acariciaban mis nalgas, no se con exactitud en que momento se saco su short, pero sentí su BERGA rozar mi culo, lentamente me quito la camisa y el top de mi bikini dejando mis pechos al aire. Me dio vuelta y me dio un beso apasionado, me sentía desesperada, quería ser fornicada, pero él me detenía, esta vez llevaba un ritmo lento, me sentía desesperada. Baje la mirada y pude ver nuevamente su BERGA era enorme de larga y de ancho.

Me tomo de la mano y me llevo a su habitación, me acostó en su cama que era enorme con sabanas suaves de color negro.

Ambos estábamos completamente desnudos y por la posición en la que me encontraba pensé que me iba a fornicar nuevamente. Pero se acostó a la par mía y me puso de lado, separo mis piernas y recorrió mi concha con sus dedos granes, paso su mano por mi vagina húmeda y de repente metió dos dedos lo que me causo mucho placer y le dije; "Carlos por favor, quiero que me hagas tuya nuevamente, pero ya". Carlos solo me respondió; "esperare, relájate, ahora haremos las cosas a mi manera", respire hondo y fui como arcilla en sus manos.

Comenzó a acariciar mi culo con su mano izquierda húmeda de mis propios jugos, mientras que con la derecha acariciaba mi clítoris en círculos. El placer que me estaba era inmenso y no tarde en correrme y poco a poco su dedo en mi culo fue entrando con más facilidad. Después intento con dos dedos y me estaba haciendo sentir algo diferente deseaba sentir toda su BERGA dentro de mi culo.

Puso la punta de su BERGA en la entrada de mi ano, suavemente ejerció presión hasta que entro la punta, sentía cierta molestia y el lo noto, se iba apartar de mi para buscar una crema, y Yo le suplique que no. El dolor que me estas causando a la vez me trae un placer indescriptible y saber que darte placer me causa dolor más placer me causas.

Nuevamente puso la punta en culo, empujo lentamente y suavemente y poco a poco su BERGA se abría paso dentro de mi culo hasta entrar toda. Yo no podía creer que esa enorme BERGA estaba íntegramente dentro de mi culo, me sentía llena y una sensación de perversidad me invadia y me hacia sentir salvaje.

Sin sacar su BERGA de mi culo adoptamos la posición del perrito y Carlos comenzó a bombearme y lo que había sido suave y lento se torno fuerte y rápido. Acariciaba mi clítoris, estaba tan excitada, sentía como una fuerte corriente de energía invadía mi cuerpo, mis tetas se tambaleaban para atrás y para adelante.

Carlos comenzó a golpear mis nalgas, y le grite; "ahh, vamos dame duro papi",. Nuestros cuerpos estaban empapados, la cabeza me daba vueltas, sentí que me iba a desmayar no soportaba contacto alguno con mi clítoris porque estaba acabando, nuevamente metió sus dedos en mi vagina mientras que por detrás me estaba dando duro. Carlos comenzó acabar y caímos tendidos sobre la cama, no saco su BERGA de mi culo y así nos quedamos dormidos.

Dormimos a entera satisfacción todo la noche despertando alrededor de las 11:00 de la mañana. Carlos me ofreció desayuno, pero Yo sólo le acepte un café bien cargado y le pedí el baño para tomar una ducha y asearme. Me dijo que no había problemas y que me esperaba en la cocina.

Fui al baño y tome un nuevamente un baño de tina bien caliente y aproveche de lavar ambos bikinis. Nuevamente pase por el ritual de perfumar mi cuerpo, maquillarme como Yo suelo hacerlo, peinarme, perfumarme y vestirme. Esta vez me coloque el vestido tipo enagua con que había llegado y que es color aguamarina. El vestido es completamente transparente, trasluce completamente mi bien contorneado cuerpo. Bastante escotado adelante y atrás, cosa que lo que no trasluce lo muestra descaradamente. En mis pies me coloque las chalas transparentes y bien altas que me hacen verme más alta. Mejor estatura para Carlos. Me retoque mi perfume en las partes claves y partí a la cocina. Al llegar encontré a Carlos hablando por teléfono, para mi adentro pensé que era su esposa, que lastima me dije. Pero gracias a no se que Santo que no era verdad. Es cierto que había hablado con anterioridad con ella donde le había comunicado que aprovechaba que mañana lunes era feriado para extender sus vacaciones, así que no la esperaba hoy. Que alegría para mi, ya que no deseaba irme, querría fornicando con Carlos.

Tomando el café y charlando trivialidades, Carlos de repente me pregunta si alguna vez había participado de un trío HMH. Si le respondí y que había disfrutado muchísimo, y como me gusta hablar me fui de lengua y le conté. Note que Carlos se excitaba como mi historia y al finalizar me cuenta. Cuando entrantes a la cocina me vistes que hablaba por teléfono. Si, le conteste. Bueno me dijo, que hablaba con un muy buen amigo que el pensaba que me podía gustar y que podíamos disfrutar de un trío. Que me dices, me pregunto. Bueno, le dije, ya excitada y con mi clítoris duro, sí tú quieres Yo no tengo problemas. Eso sí, que no te aseguro nada hasta ver tú amigo. Justo me respondió, trato hecho.

Tomo el teléfono y llamo a su amigo, que resulto llamarse Eduardo. Corto y me comunico que llegaba en un hora, así que me sintiera como en casa, ahí hay café y me mostró la cafetera, en la sala de estar hay un video y varias películas pornos. En el video hay una de un trío HMH. Yo voy a tomar una baño.

Me serví un nuevo café y partí a la sala de estar a mirar videos. Compenetrada en el video se me debe haber pasado el tiempo, ya que veo por medio de un espejo una persona que no era Carlos parada tras mío. Por una foto que mosto Carlos deduje que era Eduardo su amigo.

Eduardo resulto ser muy del tipo de Carlos, mayor, bien moreno, pelo no rapado pero cortisimo, tipo marine americano, bien armado y más alto que Carlos. Se me acerco sonriente y me saludo dándome un beso. Tu debes de ser Carmen me dijo, mostrando una picara sonrisa. Si, respondí y que te a contado el malvado de Carlos. Nada que no sea verdad por lo visto respondió. Realmente eres espectacular. A los pocos minutos llego Carlos, miro la hora y dijo es buena hora para tomar un aperitivo y pasemos a la terraza propuso indicando el camino. Eduardo y Yo tomamos la delantera y Carlos se quedo preparando los tragos. Llegamos a la terraza y nos quedamos parados observando el paisaje y hablando trivialidades. Yo miraba el paisaje y Eduardo no sacaba la vista de mi, cosa que me hacia sentir muy bien y me excitaba mucho. Me fascina que los hombres se fijen en mi y pierdan la noción de donde están.

Sin quitar la vista de mi cuerpo, Eduardo me dice que sin saber lo que había pasado ayer y durante la noche envidiaba a Carlos, y acercándose a mi me dice; "te encuentro espectacular, tienes unas tetas maravillosas y enormes pero naturales. Tú culo es para no dejarlo nunca y tú boca parece un lago de azul profundo. Envidio a mi amigo.

Una de sus manos toma una mía y me acerco a él, comencé a sentir su respiración entrecortada, el noto lo mismo en la mía y me dijo; "estas excitada". Yo le conteste con un débil monosílabo; "si".

Carlos apareció con los tragos, los repartió y dijo salud. Eduardo no me soltaba de mi mano. Tomo un sorbo de su trago, lo dejo sobre una mesa se acerco más a mi, pero esta vez por detrás y comenzó a levantar mi vestido sobre mi cabeza con el proposito de dejarme desnuda. Tenia a Carlos delante de mi y a Eduardo detrás de mi ambos vestidos y Yo completamente desnuda y al medio de los dos.

Eduardo me soltó de la mano y paso a pararse al lado de Carlos, justo frente a mi. Así tenía a ambos frente mí contemplando mi desnudes. Ellos se sobaban sus miembro por encima de sus pantalones, Yo me acariciaba mis tetas con una mano y con la otra jugaba con mi vagina. Los miraba excitada, ambos se acercaron a mi hasta sentir mis gemidos de placer.

Comenzaron a desvestirse Yo los miraba extasiada y gimiendo de placer, con mis tetas duras y firmes y mis rozados pezones parados de placer.

Al ver a ambos desnudos parados frente a mi, decidí calentarlos un poco más y comencé retorciendo mis rozados pezones, levantando mis tetas para luego dejarlas caer por su peso natural. Después de acariciármelas un poco frentes a esos cuatro ojos desorbitados por la excitación, me las agarré y poniéndolas juntas se las ofrecí para saciar su apetito. Eduardo se había acercado más a mi y sentí como sus dedos se colaban impunemente en mis agujeros.

Debo hacer un paréntesis y contar que en estos momentos estoy tomando un medicamento para la ansiedad que como contrapartida me hace funcionar mis glándulas mamarias y produzco leche como una mujer parida.

La situación me hizo mojarme cada vez más. Eduardo el más agresivo y hambriento me pasó la lengua entre mis tetas y enseguida me mordía un rozado pezón, mientras que con una mano me apretaba con fuerza y pasión la otra teta. Succionaba con fuerza y al darse cuenta que estaba chupando mi leche le grito a Carlos y empezó a gemir de placer. Carlos le quito mi otra teta a Eduardo e inicio una desaforada carrera de succión. Yo solo gritaba de placer, aullaba, gemia, trataba de agarrar sus BERGA. Estuvimos así por un largo rato.

Eduardo dejo ambas tetas a Carlos para que alternara en su succión. Él arrodillándose medio de costado comenzó a lamerme mi clítoris mientras dos de sus dedos entraban y salían de mi vagina húmeda por mis jugos que afluyan con fuerza producto de mi calentura. Me estaba volviendo loca de placer y relajándome cerré mis ojos para disfrutar entre gemidos.

Carlos seguía mordiendo mis rozados pezones y chupando mi leche, mientras mordía uno con su mano mi teta libre con fuerza hasta sacarle chorros de leches, su amasijo y chupada y sacada de leche me insertaba un fuego interno de enorme placer. A su vez Eduardo me mojaba el ano con mis propios jugos vaginales sin dejarme de lamerla. Parada como estaba, separe mis piernas para facilitarle las cosas y en seguida sentí como clítoris desaparecía completamente dentro de su boca y sis dedos dentro de mi culo.

Entre la boca y mano de Carlos en mis tetas y pezones, la lengua de Eduardo jugueteando con los labios de mi vagina y entrando en ella y los dedos que entraban y salían de mi culo me hicieron arder hasta que me arrodillé entre ellos buscando sus enormes BERGAS duras.

Con las dos enormes y duras BERGAS (prom. Sobre 23 cms y mínimo 6 de cms de ancho) frente a mi cara, (ambas completamente depiladas sin un vello alrededor) mostrando sus enormes cabezas y gruesos troncos, que sostenian uno buenos pares de testículos.

Estaban excitadísimos los dos, Yo los tenia así y eso me llenaba de placer, y sin demora agarré la BERGA de Eduardo para manosearla suave y despacito mientras me iba metiendo la de Carlos en mi boca, y su mano en mi cabeza me llevaba aún más hacia delante, haciéndome comerla centímetro a centímetro hasta llegar a sus testículos. En ese momento Eduardo, a quién Yo estaba masturbando, excitado por la visón tomo mi cabeza y empujo un poco más hasta que sentí la punta de la enorme BERGA de Carlos casi al fondo de mi garganta y mis labios tocaban sus testículos. Ahora Carlos gemía y me sujetaba la cabeza con sus dos manos, mientras Yo con mi cara pegada a su vientre sentía como su BERGA se ponía cada vez más dura en mi garganta. Mientras manoseaba la BERGA de Eduardo, abrí la boca como pude y en poco espacio que me dejaba la BERGA de Carlos me las arregle para lamerle los testículos, poniéndolo como loco de placer, carlos aullaba como un perro en leva. Ya había comenzado a babearme cuando me soltó la cabeza y Yo me la saque de la boca para empezar a chuparla. Le corrí la piel para atrás un poco más para dejar la enrojecida cabeza totalmente al descubierto y me la volví a tragar, pero esta vez solo hasta la mitad, chupandosela despacio sobre mi lengua mientras que con mi mano libre me lleve a la boca la BERGA de Eduardo. Me la metí enseguida, no se como podía estar chupando dos monstruosas BERGA, me dolían los bordes de mi boca. Chupaba y chupaba sin para disfrutaba de esa buena mamada, hasta que senti que ambas se ponían rígidas y más duras. Mi experiencia me dijo ahí vienen, y vino un desborde de leche de ambas BERGAS que rebalsarón mi boca desparramándose por mi cara, cuello y tetas. Las manos de ambos sujetaban mi cara para que no fuera a soltar las BERGAS. Ambos gritaban, aullaban y gemían de placer. Yo continuaba, estaba dispuesta a vaciar hasta la última gota de su leche en mi boca, cara, cuello o teta. Las manos de ambos jugaban apretando cada vez con más fuerza mis tetas y rozados pezones. Ahora los cuatro gritábamos, gemíamos y aullabamos, porque Yo del solo placer que estaba experimentando comenzaba a sentir un orgasmo. Aullamos de placer hasta caer agotados, terminamos los cuatro sentados en el pasto.

Al cabo de un corto rato, Carlos se levanta y camina para sentarse en un sillón en la terraza., lo seguí hasta ahí y tras ponerme en cuatro patas al frente de él quede con la boca a escasos centímetros de su BERGA en camino a endurecer. Volví a chuparla, pero esta vez sin la ayuda de mis manos, sólo levantándola con mis labios, con mi succión iniciaba nuevamente su total erección. Mientras tanto Eduardo separaba mis nalgas buscando mi vagina y/o ano. Mi vagina, húmeda de la excitación, se abrió entera para que sus gruesos dedos la fueran penetrando de uno, de a dos, de a tres y hasta de a cuatro, llevándose sus jugos para untármelos en el ano, que ya iba cediendo nuevamente y esta vez casi sin esfuerzo. Finalmente, también mi culo fue invadido por esos dedos que los llenaba entrando y saliendo de él, haciéndome calentar al máximo.

Esta vez no pude más, y dándome vuelta enfrento a Eduardo que estaba jugando conmigo por atrás y le pido con ruegos que por favor me atreviese el culo con su BERGA.

Enseguida mojo la cabezota de su BERGA fregándola en mi vagina jugosa y la apoyo directamente sobre mi ano, empujando sin para abrirlo por la fuerza y empezar a enterrármela sin importarle mis dolores y un poco de trabajo.

Al sentir las puntadas de dolor y ver que no pararía hasta conseguir tener toda su enorme BERGA dentro de mi, manotie y solté varios aullidos y gritos de dolor, pero Carlos los ahogo con su BERGA en mi garganta, presionando me cabeza hacia abajo. Al ver que no estaba lo suficientemente bien lubricada, saco su BERGA y escupió groseramente sobre mi ano medio colorado, y tras meter uno y después dos dedos volvió apoyar la cabeza justo en mi ano para su segundo intento. Entre aullidos y gemidos de dolor que Carlos intentaba tapar metiendo toda su BERGA en mi boca, Eduardo empezó a atravesarme nuevamente y al ver que mi ano se había aflojado un poco, con un fuerte envión se abrió paso hasta hacerme doler, haciendo entrar esa tremenda BERGA de un solo tirón y hasta el fondo. Sentía sus testículos golpear mis nalgas.

Las exclamaciones de triunfo y de placer lanzadas por Eduardo por haberme metido esa enorme BERGA hasta las entrañas eran de las más variadas, mezcladas con comentarios obscenos a Carlos sobre cuanto disfrutaba abriendo con su BERGA culos apretados y vírgenes de un solo tirón. Esos comentarios sobre su triunfo en vez de molestarme se excitaban más. Me gustaba que se sintiera triunfador y me hubiese abierto como lo hizo. No me gustan los hombres medios señoritos.

Con el ano demasiado dilatado y bastante dolor seguía mamandole, sin parar la BERGA a Carlos, quién se retorcía de gusto sobre el sillón. Eduardo se quedo quieto unos minutos, empalándome con su BERGA clavada en lo más profundo de mi, hasta hacerme sentir sus testículos en mi entrepierna, para luego acomodarse sobre mis caderas y, agarrandose de mi cintura, empezo a montarme como a una yegua.

Con su tremenda BERGA dentro de mi y ya cediendo el dolor de mi culo apoye mejor el cuerpo y las tetas sobre las piernas de Carlos y me abrí de piernas separándome las nalgas con la mano, indicándole a Eduardo que Yo estaba lista para que me montara. Todavía con la la BERGA de Carlos en mi boca y ya babeando de tanto chupar cerre los ojos, hasta que al fin llego lo que YO quería.

Eduardo agarrado de mi cintura y con un fuerte envión me la ensarto aún más, y bien adentro hasta presionarme el mismísimo fondo de mi culo, y tras sentirse satisfecho de haber llegado a lo máximo comenzó a bombearme fuertemente y a ritmo sostenido, sus muslos al golpear mis nalgas sonaban como palmadas. Durante varios minutos Eduardo estuvo dándome así como caja, hasta que Carlos acordándose que me lo había hecho quiso tener mi cola también.

Aprovechando que estaba sentado sobre el sillón y éste era largo y ando, se acostó boca arriba con su BERGA a punto de explotar y los testículos colorados después de la espectacular y larga mamada que le había dado. Yo me senté de espaldas sobre él, agarrando su BERGA con mis manos y guiándola hacia el abierto y coloradísimo agujero que era ahora mi culo. Sentí entrar la cabeza y lo solté, meneando las caderas mientras terminaba de sentarme sobre sus piernas y de hacerlos desaparecer todo dentro de mi culo, hasta quedar sentada con mi entrepierna aplastándole los testículos.

Cuando ya lo tuve bien metido y a mi gusto, me recosté hacía atrás y mirando a la cara a Eduardo me abrí groseramente de piernas, ofreciéndole el espectáculo obsceno de mi culo ensartado y mi vagina totalmente abierta y babosa, que secretaba sus jugos en cantidad desde el agujero rosado que se abría entre sus labios. Ahora mi culo no era de él, y mi vagina tampoco. Ahora era Yo quien se movía en lugar de Carlos el que me cogía. Subía y bajaba aullando y gritando frenéticamente, nadie me tapaba la boca con una BERGA, mientras la BERGA de Carlos se me clavaba una y otra vez, y Carlos me agarraba como podía mis tetas con sus manos, que saltaban con mis movimientos, mientras Yo me metía varios dedos en mi vagina y me fregaba el clítoris gozando como una perra en leva. En ese momento Eduardo se subió al sillón, y parándose a un lado me agarro la cabeza con una mano y con la otra me metía su enorme BERGA en la boca.. Cuando ya la tuve dentro de mi boca, me sujeto la cabeza con ambas manos y empezó un ligero y ritmico bombeo.

Gozaba asquerosamente de mi cuerpo femenino y a la vez me estremecía de placer al ser penetrada por dos miembro increíblemente grandes y anchos a la vez.

Estuvimos un buen tiempo así y hasta que Carlos empezó a gritar y dando un fuerte envión hacia arriba, me agarro fuertemente con ambas manos tirandome a la vez hacia abajo justo cuando Yo bajaba. Dejándome con la boca y ojos abiertos por semejante estocada, mi aullido de dolor se debe de haber sentido en el vecindario. Me la dejó atorada profundamente mientras el acababa. Sentí su BERGA reventar dentro de mi culo y los empujoncitos que daba cada vez que largaba un chorro de semen. Habiéndome penetrado lo más profundo posible, sentía esa lecha caliente y cremosa fluir dentro de mi, cada vez en más cantidad. Pocas veces había sentido una eyaculación tan abundante como para sentirme tan llena. Minutos después de tan copiosa descarga dejó de salir, pero su BERGA y aún habiendo terminado seguía inflamada y dándome empujoncitos sin eyacular.

Así lo disfrutábamos, Yo todavía chupando contenta la BERGA de Eduardo, justo cuando él en un apuro me pidió que abriera la boca.

Enseguida supe lo que venía y obedeci llena de placer. Tras aferrarse de mi pelo y llevar mi cabez cerca de su Berga que había retirado de mi boca, comenzo a masturbarse apasionadamente, la cabezota colorada con toda la tranca a punto de explotarbien enfrente de mi boca abierta, no quería perder ni una gota de su leche. Lo mire a los ojos y tras verlos lanzar un grito un chorro de su caliente y cremosa lecha salío de su BERGA directamente a mi boca, y a medida que seguía masturbándose salieron otro chorros, que a pesar de haberme tragado parte del primer chorro me llenaron la boca. Lo último de tan increíble acabada fueron unos chorros, que el gozo de Eduardo hizo que su BERGA dejara de apuntar a mi boca para caerme en la cara, cuello y tetas, junto con lo que derramaba mi boca rebalsante de su leche caliente y cremosa.

Me miró, y después de mostrarle mi boca llena de su leche, donde casí no se vía mi lengua, me lo trague satisfaciendo mi placer y recibiendo las caricias que me hacia en mis labios con su BERGA lechosa, esparciéndome el resto del semen por mi cara. A todo esto Carlos seguía bajo mio, con su Berga todavía dentro de mi culo, no como antes, pero adentro y la sentía.

Me levante como pude, y al liberarme de la BERGA de Carlos me acomode casi en cuatro patas de frente a su BERGA para chuparla y terminar de lamer la leche que había caído de mi culo. Después de que me hubieran cojido de semejante manera aún seguían más calientes que antes y querían más de mi, Chupe la BERGA todavía sucia de Carlos saboreando ese poco semen que le quedaba esparcido luego de haber salido de mi culo y al sentir mi lengua y mis labios de nuevo empezó a endurecerse rápidamente otra vez. Eduardo volvía a trabajarme el culo con sus dedos. Entraban y salían de a dos, de a tres y talvez de a cuatro y casi no los sentía, ya que las enormes y anchas BERGAS de ambos habían ensanchado mi anode tal manera que el agujero quedo bastante agrandado

Carlos empezaba a excitarse de nuevo, y cuando ya vio que Yo estaba bien calientita de nuevo me dijo excitadísimo que me sentara de nuevo sobre él, que quería culearme de nuevo. Con más ganas que antes me subí de nuevo y volví a penetrarme con su BERGA como antes, pero esta vez de frente a él, dejándole caer mis tetas casi en su cara. Cuando empecé a moverme para darnos placer ardíamos de nuevo, y agarrandome de las caderas me dio una fuerte y sonora palmada en cada nalga, que le correspondí con un gemido de placer y dolor.

Cogíamos sin pausa y a a buen ritmo, pero de repente me agarro con fuerza de las tetas, y llevándome hacía me hizo para. No entendía porque hacia eso, pero cuando estuve sobre su pecho me rodeo con los brazos, sujetándome fuertemente la nuca y la espalda para dejarme inmóvil. En ese momento sentí como Eduardo escupía en mi ano penetrado por Cralos y espacia su saliva alrededor de la BERGA de Carlos, y ahí entendí y me asuste. Eduardo quería ensartarme por el junto con Carlos.

Segundos después lo escuchaba acomodarse encima de mi y temblé por lo que me iba hacer. Aún estando penetrada me estaba trabajando mi ano y ya apoyaba la cabeza de BERGA para meterla también. Yo le hacia señales desesperada con las manos de que no lo hiciera, pero ya era tarde; Eduardo estaba empecinado y empezó a empujar para meterla en el espacio que había entre las paredes de mi ano y la BERGA de Carlos, forzándolo para abrirlo sin importarle el dolor que Yo comenzaba a padecer.

Empecé a sentir las puntadas provocadas por el estiramiento y ante la negativa de parar de Eduardo trate de zafarme pero no pude. Carlos me agarraba con fuerza con los brazos. Quise convencerlos de que si querían cogerme de a dos les, encantada me abriría de piernas para entregarles mi vagina, les rogué, suplique, llore, pero no dio resultado.

No pude hacer nada más que agarrarme de los almohadones del sillón y gritar del dolor, mientras sentía entrar la segunda cabeza en mi culo, y detrás de ella el resto de esa terrible y dura BERGA. Mis gritos de dolor y mis suplicas no sirvieron de nada, más que para excitarlos y que siguieran adelante, abusando de la elasticidad de mi ano en esa doble penetración de la que era objeto.

Termino de clavármela hasta donde tuvo lugar y después empezó a bombear suavemente, disfrutando de esa tirantez que podía terminar en la rotura de mi ano en cualquier momento. Ahora admito que a medida que el dolor iba cediendo hasta sentir sólo una leve molestia, dando paso a una sensación nueva e increíble y que tras calmarme y empezar a disfrutar reconoci en silencio lo puta que soy. Paulatinamente fui cambiando los gritos de dolor por exclamaciones de placer, y al escucharme, Carlos me soltó para poder disfrutar de sus BERGAS juntos.

Uno me mantenía el culo abierto mientras el otro me cogía despacio pero profundo, y se turnaban para dármela de esa manera mientras Yo no hacía otra cosa que gozar cada vez más. Mientras Yo jadeaba y gritaba de placer, Carlos seguía sin parar y al notar mi culo menos tirante bombeaba cada vez más duro. Luego se quedo quieto pero con toda su BERGA adentro de mi, para abrirme el culo y que Eduardo empezara a cogerme. Así fueron cambiando un pco cada uno hasta que Yo no pude y empecé a gritar ,a gemir y aullar de placer como una loca. Aquella sensación de extremo placer me inundaba desde el culo hasta las tetas, poniéndome los pezones parados y duros como piedras. Calientes al máximo empezaron a cogerme los dos con fuerza, aumentando mi placer hasta reventarme el culo en un orgasmo que grite como una perra en leva. En pleno gozo Carlos me apretaba las tetas, entre los dos me seguían dando sin piedad, destrozándome el culo hasta romperlo. Acabe una infinidad de veces con las dos BERGAS dentro y bien duras, y que todavía se movían frenéticamente dentro de mi, entrando y saliendo, hasta que Carlos no pudo aguantar más y también acabo.

Sin darme tiempo a nada sentia su caliente y cremosa leche salir de su dura BERGA, escupiendo espesos chorros que quedaba adentro y que ya no podían salir por el continuo meter y sacar de Eduardo, quién también estaba por terminar.

Apurado Eduardo, me hizo salir de encima de Carlos para terminar de cogerme el solo. Haciendo a un lado a Carlos, me puse de nuevo en cuatro patas para que me montara de nuevo, metiendo enseguida su BERGA a punto de explotar en mi culo tragón y esta vez sin ningún problema. Agarrandome de los pechos fuertemente me bombeó rápido y profundo entre los gritos de placer de ambos, hasta que me hinco hasta el fondo y lleno mi culo con su leche caliente y cremosa.. Chorros densos y calientes salían otra vez, mezclándose dentro de mi con el semen de Carlos y empezando a caer en finos hilitos por las pequeñas heridas de mi esfínter hasta llegar a mi concha.

Eduardo grito y acabo en mi culo a su entera satisfacción, dejándome adentro unos minutos antes de salir encima de mis caderas. Cuando por fin sacó su BERGA , un grueso chorro de semen empezó a caer de mi culo tremendamente abierto, mojándome la concha y bajando por mis piernas temblorosas hasta el sillón. Toda esa leche acumulada que no paraba de brotar de mi culo era juntada por Carlos, al que le pedí que me la diera con los dedos en la boca. Al fin, me desplomé en el sillón, muerta de cansancio y con el ano destrozado, pero enormemente feliz.

Me tomo quince días sanar de mi cola y dos visitas a Eduardo quién resulto ser medico proctólogo (especialistas en culo). A Eduardo lo he vuelto a ver y a Carlos también, pero en forma separadas, nunca más los dos juntos.