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Me compré una esclava sexual en Asia. (pequeñita)

en Dominación

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Gracias.

MI ENCUENTRO CON LAS ESCLAVAS ORIENTALES

Comencé por buscar vuelos a Myanmar. Tras un período de larga investigación, pude saber que en las zonas deprimidas y agrícolas del sur de este país era muy fácil comprar una esclava sexual. Tailandia se había depravado mucho por la sobreexplotación sexual de los últimos años.

El viaje en avión fue muy cansado, casi 20 horas de vuelo. Una vez allí me esperaba un traductor que hablaba un inglés horroroso, pero sin el cual no había conseguido mi propósito. Debía ser una persona de confianza, sin muchos escrúpulos y con los objetivos claros.

Alquilamos un coche y decidí no perder más tiempo y obtener lo que había venido a buscar.

"Tyag" el traductor, insistía en que deberíamos quedarnos una noche en la capital para probar el "producto" nacional, sin embargo le dije que no había venido a eso, sino a por una chica para llevarla conmigo.

Refunfuñando, aceptó y viajamos durante 14 horas en coche hacia un pueblo del interior al que el traductor ya conocía como el mejor para mis fines, y donde hacía ya muchos cientos de kilómetros que la cobertura de mi móvil estaba más que muerta. Si hubiera querido, aquel hijoputa de ojeras negras me hubiese matado y robado y nadie se habría dado cuenta. Era el riesgo de obtener mi esclava en pleno siglo XXI.

Cuando llegamos, era ya bastante tarde, nos fuimos a un hotelucho y cogimos 2 habitaciones.

Al día siguiente una vez recuperados, desayunamos con jetlag pero con mucha ilusión por el proyecto.

Después de una copiosa comida Tyag insistió en que era hora de probar el producto nacional enseñándome una chiquita de ojos grandes y labios gruesos. Perfecta pensé yo. Aunque me apetecía mucho, le dije que quería dormir un rato y me respondió que ella me ayudaría a dormir.

Acepté y subí con ella a la habitación. Entendía un poquito de inglés entonces le dije:

Putita, no me interesa ni tu culito, ni tu coñito está claro?, sólo quiero usar tu boca. Quiero descansar, así que vacíame, vete y déjame dormir la siesta.

Entendió perfectamente, así que me desnudé, se desnudó, y me empezó a besar mientras su mano bajaba hasta mi polla para comenzar a pajearme despacito.

Cuando su mano casi no abarcaba mi polla, se deslizó hasta ella y se la metió a la boca. Chupaba fuerte pero movía despacio mi polla con la mano izquierda.

Después de dos días y medio sin descargar, esta putita me hizo hervir la leche en 3 minutos, así que puse mis manos en su cabeza y metiéndosela más en la boca, se la llené del alimento divino de la vida: mi leche.

Se la fue tragando según salía y siguió mamando despacito hasta dejarme vacío y mi biberón limpio. Le dije que se fuera porque necesitaba descansar un poco, así que me dí media vuelta y ella recogió su ropa y salió cerrando la puerta.

A las 2 horas y tras esa bonita experiencia desperté, me duché y me fui a buscar al guía, que en cuanto me vio me preguntó cómo había ido mi primera myanmarada sexual. Le dije que bien pero que ahora sí que estaba dispuesto a buscar de una vez a mi mujer.

Salimos del pueblo y nos adentramos en una especie de aldea en donde había una cantidad de mujeres preciosas increíbles. Al parecer en ese pueblucho era costumbre vender a las hijas puesto que sólo estaba valorado el varón, y ellas eran una especie de "estorbo" familiar.

Tvag habló con algunos hombres de allí y en seguida me mandaron a pasar para probar sus licores, les dije que no quería nada pero insistieron en que estaban preparando el material, así que bebí una mierda de aguardiente de una hoja rara que sabía a rayos, todo fuera por lo acordado.

Al cabo de una hora de impaciencia e incomunicación por su idioma, me dijeron que podía pasar a la sala de elección. Mi polla se puso dura como el acero. Al pasar a una choza de madera enorme me encontré con unas 50 chicas de todas las edades agolpadas en torno a un alambre. No nos miraban, sólo bajaban la vista.

Mis ojos estaban como platos, pensé que era un sueño, ¿realmente podría COMPRAR a cualquiera de esas bellezas?.

No sabía qué hacer así que le dije a mi guía cómo podría elegir a la que más me gustase siendo tantas, por eso él me dijo que si quería podía quedarme unos días en el pueblo e ir probando una a una pero que eso me costaría 50 dólares. Joder, por ese dinero me quedaría aquí a vivir, pensé, pero a fin de cuentas tenía que volver a mí país para mantenerme con mis comodidades, así que saqué 100 dólares y se los dí, casi se matan por el dinero pero en seguida el Jefe se impuso a los demás y me dio muchas veces las gracias.

Le dije a Tvag que quería que estuviese conmigo para traducir mientras probaba la maraña de mujeres para decirles lo que me apetecía, pero me dijo que le daba vergüenza y que si quería había una mujer en la aldea que hablaba algo de inglés pues había sido vendida desde Bangladesh a un Jefecillo. Al poco rato entró una mujer de unos 30 años y saludó con la mirada en el suelo. Ella ya sabía cuál era su cometido. Así que pasamos a un cuarto aledaño iluminado con la luz preciosa y tenue del sol filtrado por la paja del tejado.

Me asomé a la puerta y le dije a la india que pasara la 1ª, así que me senté en la cama con olor a flores y me desnudé. Al momento apareció una chica perfecta, tostadita, mirando al suelo, y le dije a Sasha (la nueva traductora) que le dijese que se desnudase. Lo hizo y le dije que ahora se arrodillase y comenzase a chuparme el falo, era increíble pensar que tenía a una jovencilla divina mamándome y otro montón afuera esperando.

Me propuse probarlas a todas un par de veces, lo que según mis cálculos me llevaría unos 20 días. Así que me relajé, apoyé mis manos sobre la cabeza de la chica y comencé a sobar y a apretar sus tetas para ir poco a poco quedándome con lo mejor de cada una. Entonces le dije a Sasha que le dijese que quería que me sacase la leche mamando y sin sacársela de la boca, y que cuando me fuese a correr quería que me chupase más fuerte para demostrarme sus ganas por mi leche que por supuesto, tragarían como el más divino manjar agridulce.

Sasha se agachó y le susurró a la chica al oído mis intrucciones, ella me miró a los ojos y siguió con su trabajo como si ya estuviese acostumbrada. Le cogí una manito y se la puse sobre el tronco de mi polla y se la moví al compás de su mamada. Ella entendió y siguió haciéndolo solita, así que me relajé y mientras ella me pajeaba con una mano y me chupaba con fuerza la mitad de la polla, le apreté la cabeza con una mano y una teta con la otra para correrme con fuerza.

Necesitaba concentrarme en cómo chupaba cada una en el momento más importante: justo cuando me empezaba a correr!!! Pero el placer a veces me podía, y la verdad creo que casi le estrujo la teta de tan fuerte que apreté cuando empecé a eyacular. Yo me corría y ella chupaba y tragaba. Un 10 pensé, aunque después me daría cuenta que las habría todavía mejores. A la 1ª se le escapó una gotita de mi lechita bonita de los labios, pero se lamió y me siguió chupando hasta dejarme limpito.

Entonces le dije a Sasha que quería descansar un rato. Al cabo de un tiempillo, cogí a la chica la tiré en la cama con las piernas abiertas y vi esa mata de pelos en su coñito moreno, así que me puse morcillón y se la empecé a meter por el coño unas cuantas veces, después le dije a Sasha que me trajese aceite de mata para probar su culito sin hacerme daño. Ella se lo dijo y la chica pareció aceptarlo como si fuese un café. Yo alucinaba.

Así que me embadurné la polla con aceite natural, y comencé a meterle un dedo por el culito con bastante aceite. Ella se quejaba algo pero aguantaba. Me armé de valor y apunté hacia su culo. Resbalaba mucho, era muy difícil, pero después de unas cuantos aprendí bastante bien a follar culitos.

Le metí poco a poco el capullo y ella empezó a quejarse, así que me dije: ahí te va morena, y se la enterré hasta más de la mitad de golpe. Ahí reconozco que me gustó mucho pero a ella no tanto porque empezó a chillar algo, así que le di la vuelta y le metí dos bofetadas.

Volví a la carga y otra vez se quejaba pero mucho menos, así que se la enterré hasta casi el final y soltó un grito. Le azoté las nalgas fuerte y comencé a sacar y meter mi polla en aquel maravilloso agujerito que casi me hacía daño de apretadito que estaba. Esta chica no se había lavado el culo antes, así que olía a mierdecilla mezclada con almizcle de nuestros jugos, cada vez que se la sacaba del culito. Le dije a Sasha que quería que a partir de ahora, todas las chicas se lavasen un poco el culito antes de entrar.

Bueno, se la seguí metiendo hasta que me dio la gana de correrme, y le solté toda mi densa güasca dentro de su culito.

Le di una palmada en el culo para que se fuera y me desplomé en la cama. Le pregunté a Sasha su nombre y apunté en mi libreta la puntuación.

Descansé otro rato, me alimentaron y apagaron mi sed, y llegó la 2ª, así que comencé de nuevo con la misma operación. Estaba un poco cansado y sin mucho almizcle sagrado en mis güevos, pero tenía que hacer un sacrificio durante algunos días.

Seguí probando bocas, tetas, coños y culitos hasta que al undécimo día viene el Jefe del poblado y me dice que si le doy algún dinero me deja estrenar a su hija de 11 años. Yo pienso: este tío está jodidamente loco!!!, pero NO, resulta que el cabrón tenía como 25 hijas y le daba todo igual, entonces no estaba loco, era un jodido cabrón.

Yo le dije que tenía mucho trabajo (j eje) por terminar, entonces él gritó un nombre y de repente vi aparecer una niña preciosa. Él la tumbó en la cama y me dijo que viera atentamente. Entonces la puso con el culito en pompa, le subió la tuniquilla y le bajó las braguitas. Inmediatamente, separó con dos dedos las pequeñas nalguitas y me hizo gestos de que mirase qué maravilla. Él tocaba un poco el culito y me decía que era vírgen, sin estrenar, y metía su nariz en el ojete y respiraba fuerte, a lo que me ofrecía que yo también lo hiciera, y la verdad me estaba poniendo demasiado duro.

Así que saqué 4 dólares que tenía en el pantalón pero él me dijo que tenía que ser un poco más, Sasha insistía en inglés a su petición que la niña era auténticamente vírgen. Entonces saqué 5 más y se los dí.

No os quiero decir cómo lo pasé dentro de ese culito, dios!!! Era tan apretadito que parecía que la iba a romper. Se la metía por el culo muy duro, y disfrutaba mirando entrar mi polla "descomunal" (parecía de medio metro!!!) a la apariencia de ese diminuto culito. Hasta el fondo y muy fuerte, tocando mi vientre con sus nalgas y mis güevos golpeando su coñito infantil; de vez en cuando se la sacaba y me quedaba observando como le caían sus flujos mezclados con un hilito la sangre por dentro de sus piernecitas, mojando la cama.

Al principio gritaba bastante e incluso daba pataditas contra mis muslos mientras intentaba poner sus manos como tope a la penetración anal, pero después sólo bufaba en cada empellón que le metía por su culito mientras apretaba sus puños contra la almohada. Estuve disfrutando de esa perversa devirgación como un toro bravo y cuando terminé, le llené el rectito con un montón de semen que no se de dónde saqué, puesto que mis depósitos empezaban a pedir derechos sindicales.

Caí rendido en la cama y le dije a Sasha que al día siguiente no habría "cata", que necesitaba descansar y reponerme. Así que me di la vuelta y me quedé dormido unas 15 horas seguidas.

Al despertar allí estaban dos chicas que levantaron la vista y salieron apresuradas a dar aviso de mi hibernación alterada. Así que vinieron varias con unos platitos de paja con un montón de fruta, pescado, y mucha (demasiada) carne. Entonces comencé a comer cual oso hambriento para recuperar fuerzas y "yogurt de vida" que tanta falta me hacía. Terminé de comer como un cura (o como un cerdo), y entonces me duché y salí a dar un paseo. Me di cuenta de que allí las mujeres trabajan todo el día cual esclavas para el patriarcado local, y cuando me veían, bajaban la vista y seguían a lo suyo. Entonces pensé que a lo mejor una oenegé de protección femenina haría más falta aquí que en Europa. Pero entonces reflexioné profundamente y dije: "Que las jodan…".

Durante todo el día estuve tentado de follarme a una de esas chicas que trabajaban por allí, pero al final la sensatez me pudo y a base de pellizcos me contuve para administrar la reserva de mi "yogurt de vida" que tanta falta me seguiría haciendo.

Total, que al día siguiente me levanté y seguí con mi maratoniana "cata" recibiendo mamadas y culitos durante 6 días más. El cuarto día quise hacer realidad el sueño de muchos hombres y mandé pasar a dos chicas a mi cuarto. Como os podéis imaginar, las hice ponerse de rodillas mientras me lamían a la vez la polla, cosa que duró muy poco porque enseguida le dije a Sasha que quería metérsela por el culo. Así que una se tumbó en cuatro y separó las nalguitas esperando mi biberón. Comencé a penetrarla despacio mientras le dije a Sasha que quería besar en la boca a la otra mientras se la metía a su compañera.

Estuve un buen rato follándome ese culito morenito y cuando noté que mis manantiales de leche me pedían liberar vida, cogí a la que le estaba metiendo la lengua hasta la garganta y le bajé la cabeza hasta la espalda de la otra. Entonces le dije a Sasha que le dijera que cuando le sacara del culito la polla a su amiga ella debía abrir la boca para saborear mi leche y hacerme acabar chupando con intensidad.

Dicho y hecho. Me encantó metérsela en la boca directa del culo de su amiga, era más que una perversión, era placer en estado puro. Más tarde, repetí con ellas la operación a la inversa.

Para el último día dejaron a las más mayores pensando que yo me cansaría o que ya tendría elegido antes. Pero se equivocaron. Quería probarlas a todas. El caso es que al acabar me dijeron que había una mujer más pero que era algo mayor y a lo mejor no me gustaba ya. "Balá" tenía 35 años en ese momento aunque parecía que tenía unos 45 por la mala vida que había llevado.

Había sido vendida con apenas 4 años y había pasado por las manos más bestias que os podáis imaginar, y el problema es que cuando una mujer es mayor en estos sitios, va pasando de manos más adineradas (cuando es joven) a manos más pobres, más bestias, y que desprecian hasta su vida.

El tema es que cuando les dije que sí quería probarla, me la tiraron como un perro y ella vino sumisa como si fuese lo peor del mundo. En cuanto estuvo desnuda se mostró complaciente en grado supremo, de echo le dijo a Sasha que le pidiese lo que quisiera, que ella estaba a mi entera disposición.

Balá había pertenecido a muchos varones castales, pero en cuanto se hizo mayor, el último la había vendido y nadie quería hacerse cargo de ella. Con sus ojos suplicantes me pedía que la eligiese, pues de lo contrario, no tendría muchas opciones de mantenerse bien en ese poblado.

Me senté en la cama y ella estaba arrodillada delante de mí, le puse la mano en la cabeza y se la bajé hasta mi polla, con la otra se la metí en la boca y empecé a disfrutar. Mamaba mi biberón como una ternerita lo hace de los pezones de la mamá. Entonces le dije a Sasha que quería sentir, cómo ella deseaba sacarme mi leche para tomársela, en la forma en cómo me hacía esa felación. Quería que tuviese auténtica devoción por mi "yogurt vital".

Ay hermanos/as!!! Fue decirle eso y no os imaginéis cómo empezó a chupar y mamar esa mujercita. No pude aguantar en darle su ración de lechita más de 3 minutos. Una vez descargado, ella seguía chupando e incluso tuve que separarla de mi polla porque pensé que me la engulliría.

Entonces le dije que quería follarle el culo, ella lo entendió y no tardó ni 4 segundos en estar con el culo en pompa separándose las nalgas para facilitarme el propósito.

Se la estuve metiendo y ella sola se movía para que no me cansara, incluso me acostó y se metió mi polla por el culo dando un halaridito, y comenzó a cabalgarme mientras llevaba mis manos a sus tetas. Después metía mis dedos en su peludo coño y se los llevaba a la boca, y ella no paraba de chuparlos mientras cerraba sus ojos por la molestia que da moverte arriba y abajo mientras te entra una polla supererecta por el culo.

Entonces le dije a Sasha que me gustaría correrme otra vez dentro de su boca, así que en cuanto se lo dijo, se sacó de encima y se acurrucó en la cama metiéndose la polla de una vez en la boca y esperando, siguió mamando hasta que le di mi lechota; y otra vez siguió chupando tanto que me hacía daño y pensé que me sacaría el jugo del tuétano de haberla dejado un minuto más.

Sin duda, después de haber probado unas 60 chicas, Balá era la mejor, la más obediente y complaciente conmigo. Cuando se lo dije, pensaron que estaba loco, "estos europeos" decían. Pero yo sabía que con esta mujer en mi poder, jamás iba a tener problemas de ningún tipo puesto que ella se iba a plegar a cualquier antojo u orden mía, por muy idiota o bestial que fuese.

Pagué, nos fuimos y ella entró en mi país como turista. No me interesaba que tuviese visado pues la quería indefensa ante la ley y la justicia. El único problema era el de que algún día necesitase atención médica. Eso no sabría cómo resolverlo.

Lo bueno del asunto era que cuando quería dormirme, apagaba la luz, me ladeaba hacia mi chica y ella solita bajaba hasta mi polla, chupaba y mamaba como un ángel hasta que le daba su leche calentita para que ella también durmiese. Entonces me daba la vuelta y dormía plácidamente hasta la mañana. Balá se despertaba un poco antes que yo y me preparaba el desayuno y una vez terminado, me sentaba encima de la mesa y ella en la silla para tomarse su leche mañanera.

Por la tarde cuando llegaba de trabajar, ella me esperaba en la cocina para que almorzase, y una vez comidito me entraba el sueño y me iba al sofá a acostarme un rato. Ahí ella se arrodillaba a la altura de mi polla, me bajaba la cremallera, sacaba mi polla de los calzoncillos, la movía un poquito mirándome a los ojos para percibir mi excitación y se la metía en la boca hasta que le daba su "yogurt", y me hacía una buena siesta. Lo que más me gustaba era la fuerza con la que me chupaba justo mientras estaba eyaculando en su boca, mostrándome lo mucho que le gustaba tragar mi semen, de echo nunca se le escapó la lechita por las comisuras porque se apresuraba a tragársela toda.

Fueron unos años maravillosos, no tenía que hacerme pajas nunca porque si ella me veía tocándome la polla, acudía rauda en disposición de vaciarme la leche de la manera que más me apeteciese en ese momento. Lástima que un día la llevé a Madrid en la parte de atrás de una furgoneta, y cuando se quedó sola, la vio la policía en la calle, se la llevó por indocumentada y no la volví a ver. Yo me enteré por un amigo, que trabaja en la Policía, que se reía mientras contaba la historia de una prostituta de Myanmar que juraba que era la esclava de un español…

Si te gusta tragar leche calentita, haz tus comentarios más abajos.

Comentario Final:

Si te ha gustado este relato, el autor, A TÍTULO INDIVIDUAL, recomienda que entres en cualquier portal de una ONG que esté trabajando en el sudeste asiático debido a la gran catástrofe que se ha producido esta semana con el maremoto que mató a más de cien mil personas, y hagas una donación económica para que estas poblaciones devastadas puedan recuperarse algún día.

"…, no quita lo valiente".