HOY PROBÉ EL LICOR (mi camino a convertirme en puto real)

Quiero hacerles llegar un breve relato sobre lo que me aconteció anoche, mientras estábamos encamados con mi amigo. Lo había cogido bien y ahora me dedicaba a mamarle esa potente y dura pija que parecía un mástil de carne. Se la lamía desde abajo hacia arriba y mientras gemía del gozo, más dura se le ponía. Supuse que buscaría cogerme como sólo él sabe hacerlo en estas últimas semanas, en que me desvirgó y que en otros relatos algo he contado.

Cada vez que me sentaba, percibía en mi agujero el espesor de esa pija formidable y que tanto me hace gozar cuando está adentro de mi culo, hasta que se deslecha a borbotones.

Pero ahora me la estaba comiendo por la boca y cuando quise acordar estaba largando chorros y chorros de espesa, caliente y riquísima leche. Me sorprendió, por lo que solo atiné a tragarla de a poco, pues era tanta que parecía que nunca iba a terminar de largarla.

Me atoraba con ese licor exquisito, pero me decidí a no desperdiciar nada y conteniendo el aliento me bebí hasta la última gotita. Me quedó un sabor raro en la boca, pero sabía íntimamente que era el sabor de mi macho y hembra a la vez.

Terminé de mamársela mientras se iba achicando, y así se la tragué hasta los pelos, chupándole unas pequeñas gotas que alcanzaron a salir y dieron contra mi paladar.

Ahora se cómo es el sabor de leche de macho, y no estoy arrepentido de haberlo hecho. Me culeó una vez y otra vez hasta que me acostumbré a ser cogido y ahora pude descubrir cuanto goza y cuanto gozo con beberle el semen. ¿Cómo voy a abandonarlo?: NUNCA.

Chichonero