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La socia de negocios

en Trios

LA SOCIA

Esta historia inicia con una asociada. Estábamos en nuestra oficina trabajando, apenas tendría ella una semana en sociedad con nuestra firma. Ella (Silvia) es morena, guapa de cara, 1.65 Metros de estatura, bastante buena de cuerpo y muestra un carácter muy sencillo y agradable.

Bueno, hoy tenemos que desahogar el trabajo de la fecha, Silvia. Necesito que tomes nota de llevar a cabo la entrevista con Vela para que desahoguen el trabajo de su empresa, estas de acuerdo? - Si Señor, pero necesito que me diga como le hago, porque el señor Vela me hace insinuaciones muy fuertes cada vez que me ve, y ya estoy preocupada de cómo manejarlo, no olvide que soy casada.

Pues sabes que tienes que aprender a utilizar tus encantos para que los clientes se presten a seguir con nuestra firma – replique - además que tu sabes bien que en esto no todo es trabajo, y las relaciones sociales son importantes.

Quisiera pedirle un favor, (contesto) hoy me entrevistare con el señor Vela para concertar cita; pero necesito que usted controle la situación de convivencia, por favor, facilíteme su salón de reuniones para entrevistarme con el y si nos acompaña me sentiré mas tranquila.

Como yo acababa de hacer una Reunión no propiamente de negocios (sexual) en dicho salón, no estaba permitiendo el acceso a esa área a mis asociados, pero pensé que al fin de cuentas para eso estaba diseñado, así que asentí. – pero avise en su casa que saldrá por negocios para que no este presionada por su familia en esto.

Está bien – contesto ella.

Así seguimos ventilando las cosas del negocio durante el día y a medio día ella se despidió para ir a comer.

En eso ingresa la llamada de Vela – Hola Rodrigo! Como estas?

Muy bien vela, como van esos negocios?

De maravilla, con tu nueva asociada todo va bien, pero quisiera que nos fuera bien a ella y a mi en la cama también, porque esta re buena!

no supe al momento que contestar, porque a ella solo le contemplaba como una socia de negocios, pero su frase me hizo recordar sus buenísimas caderas y nalgas – si verdad? (contesté)

Si, como ves si me das chance de invitarle unas copas? (requirió)

Pues fíjate que por coincidencia estábamos pensando en dialogar contigo por la noche mañana, que te parece a las 9?

De acuerdo mano! Yo llevo las cervezas (contestó); bueno, hasta mañana.

Bye

Al colgar el teléfono me percate lo que había hecho: había ofrecido a mi socia en sexo! No quise darle vueltas al asunto, pensando que toda mujer sabe controlar a los varones cuando se lo propone; y así seguí trabajando.

Al día siguiente se presentó a las 8 de la noche mi socia para preparar la reunión. Iba vestida con un vestido verde muy re-pegado con gran escote que mostraba su curvilíneo cuerpo, por lo que no pude evitar decirle un halago: Que hermosa te ves, caramba, ahora veo porque Vela quiere comerte.

Gracias señor, un halago de usted me hace sentir especial, sentándose enfrente de mi y cruzando sus piernas y mostrando sus muslos ligeramente; - El comentario por supuesto me abochornó y ella se percató - No se chivee señor, Usted sabe que también es bien parecido y supongo que esta acostumbrado a que las clientas lo halaguen.

la verdad no, (inferí) y menos les he recibido de damas guapas como tu… pero platícame, como te ha ido en tu casa respecto a esta salida?

Mi marido se enfado un poco diciéndome que yo debía de sujetarme a un horario, pero no comprende como es nuestro trabajo, pero al final de cuentas lo tuvo que aceptar.

Que bien, entonces prepárate para este evento; lo mas importante es dejar que la platica fluya, que la confianza se vaya ampliando hasta que sea el momento de lanzar nuestra propuesta, yo tratare de controlar el ambiente, así que relájate y se muy cautivadora, yo veré como manejo la confianza de Vela.

Si señor, le prometo que haré absolutamente todo lo necesario en bien de la firma.

Esta frase me dejo un poco pensativo, puesto que había sido dicha con mucha ponderación en la palabra "todo".

En eso llego nuestro cliente Vela – Hola como están se dirige a Silvia y le da un beso en la mejilla casi en la boca, que guapa estas! –pondera; de haber sabido que era de gala me visto mejor – infiere soltando una carcajada al ver como iba vestida mi Socia. Ella contesta: - Gracias, pero creo que estar en tan buenas compañías conmigo y entre dos hombres guapos no era para menos.

Ella sugiere que pasemos a la sala de juntas, cuando recordé que no había acomodado del evento anterior, así que tuve que inventar un justificante para el tiradero que había cuando entramos: A caray! Ese Rodríguez sigue usando la sala sin avisar, lo voy a regañar! ( a alguien tenia que echarle la culpa, y ¿a quien mas que a mi otro socio no presente?)

Pero respondió Silvia sonriendo: - no se haga señor, yo lo vi entrar con una linda chica el otro día y se oía bastante ruido. (y contesta Vela mientras sirve unas copas) – Ándale, ya te descubrieron Rodrigo!. No me quedo otra opción que reír con ellos, y así empezamos la plática de negocios, no sin antes pensar que si ella conocía el estado en que se encontraba la sala de juntas, entonces ¿porque había propuesto la reunión ahí?.

Cerramos el contrato, pusimos música para alegrar el ambiente y en eso Vela medio ebrio, le invito a Silvia el festejar la firma del contrato, y Silvia asintió bailando con el algunas canciones pegaditas; así las cosas, poco a poco vi como Vela no se media, le empezó a sobar las nalgas y ella ni se inmutaba, hasta un momento que incluso le subió el vestido para meterle mano; ella solo sonreía y se dejaba llevar lo que me empezó a excitar, porque ella se había puesto una prenda de hilo dental que no dejaba mucho a la imaginación; después de un rato me dice ella: Señor vengase a bailar; a lo que conteste: - soy muy penoso, y me contesto: pues si quiere apague la luz para que no se apene.

Se aproximaron hacia mi y me levanto con su mano, y con ello me dirigí a apagar la luz. Con las luces de la calle se podían observar las sombras de como Vela le besaba, le sobaba las nalgas y se la arrejuntaba cada vez mas, y ella bajo su mano hacia el pene de Vela y le sobaba. Me acerque a la pareja y ella (Silvia) se volteo para quedar de frente a mi; y lanzo una mano hacia atrás de ella hacia Vela jalándole hacia su espalda, y la otra le uso para abrazarme; mientras Vela le tomo de la cintura y le rozaba su pene en el portentoso culo. Al abrazarme ella busco mi boca con su boca y nos empezamos a besar, y al abrazarle y empezar a sobar sus senos sentí como Vela estaba maniobrando para sacarse el pene del pantalón mientras le besaba el cuello por la espalda.

Silvia me dice: Hay que pena me da, pero tenía muchas ganas de estar así; a lo que le contesté que solo se vive una vez. En eso Vela hace una leve maniobra y sentí como se tensó Silvia: Vela Le había introducido el pene. No se si por instinto o por que causa le sujeté fuertemente y ella soltó un quejido, expresando Vela ponderativamente: Que rica estas, Silvia, eres de vagina estrecha… así te quería sentir mami.

Ella empezó a moverse al ritmo de las penetraciones de vela, en tanto buscaba con sus manos desabrocharme el pantalón, a lo que le auxilié mientras continuábamos besándonos.

Me saque como pude el pantalón y ella de inmediato acerco su boca para chuparme el pene, por lo que nos tendimos en la alfombra y ella estaba dándonos así placer a los dos. De repente se volteó hacia vela y me apunto su grande y rico trasero diciéndome: ahora te toca a ti dármelo Jefe; yo, ni lento ni perezoso empecé a clavarle por la vaina; pero mi miembro parecía reventar ante la excitación de verla ensartada por dos hombres; vela empezó a mover su cadera vigorosamente pareciendo como que iba a terminar en la boca de ella y en eso ella le dijo: no papi, quiero sentirlos dentro a los dos a la vez.

Nos separamos por un momento para despojarnos de la ropa; y ella se montó en mi exhibiéndole su portentoso culo a Vela, diciéndole: "ándale, ahí quiero sentir tu cosa". Vela se acercó a clavarle por el culo. Le empezó a lubricar con un gel (venia preparado por lo visto) y le introdujo de golpe todo el miembro. Ya conocía la sensación de la doble penetración, que es deliciosa por el hecho de sentir dos penes separados por una pequeña capa de piel y una mujer gozándolos, pero nunca me había sucedido que mi compañero de juego tuviera mas grande el pene que yo (de ancho y largo) y que ingresare por el ano de una sola estocada, lo que sentí cuando penetró a Silvia.

Ella solo alcanzó a levantar la cabeza por el dolor que imagino sintió por la embestida, pero no se pudo sacarse del ensarte a tiempo para evitar el dolor. Le sujete fuertemente, casi obligándola a permanecer en dicha posición. Ella soltó un grito "ahhh", pero de inmediato se relajó y empezó a cabalgar al ritmo de Vela. Yo ya no aguantaba, era tal la excitación, el momento y la forma del sexo que estaba a punto de terminar; pero ella se dio cuenta y me dijo "no papi, no termines aun, déjame gozarlo mas"

Así opte por relajarme, y ella inició un ritmo mas frenético para la penetración que estaba viviendo y sintiendo hasta que ella alcanzó su primer orgasmo, soltando un gemido que pocas veces he escuchado, tipo chirrido de ratón. Vela le daba nalgadas, le golpeaba impetuosamente con su pene, y en eso estábamos hasta que no pude más y vacié mi esperma en ella, al tiempo en que al parecer Vela también terminaba.

Vela y Silvia se recostaron de lado a mí, quedando ella en medio; y ella me dijo: Papi, quiero más, y empezó a masturbarme. En eso se levanto Vela hacia el baño, cuando ella se volteó de espaldas y me dijo: Haber como se siente el tuyo por atrás.

No se como lo haría, pero ella, sin ningún problema, empezó a mover su culo hacia mi pene y se lo introdujo… pero sola!, yo solamente trate de mantenerlo rígido, y ella se fue introduciendo poco a poco mi pene hasta que tope mis muslos con sus nalgas. Ella empezó un movimiento suave y cadencioso que yo hasta ese momento desconocía esa sensación, y masturbándole en su Clítoris empecé a sentir como se mojaba su pierna: había terminado nuevamente.

Y así empecé a realmente a conocer mi asociada, teniendo sexo con ambos frenéticamente y de forma casi insaciable toda la noche, turnándonos para continuar nuestra fiesta privada hasta el amanecer.