"LA DESPEDIDA DE SOLTEROS "

Era la noche de nuestra despedida de solteros. Ni mi novia ni yo estábamos a favor de hacerla por separado. Nuestros amigos son nuestros amigos independientemente del sexo al que pertenezcan. Asi que habíamos ido a un restaurante erótico de esos con espectáculo y luego a una sala de strip-tease, tanto de tios como de tias.

La cuestion era que en la cena nos habian sacado a los dos. La chica me habia cogido a mi y me habia obligado a que le quitase el liguero y el sujetador. Tardé un poco en hacerlo pero lo logré. Luego se sentó en mis rodillas y me pasó las tetas por la cara. Estaba bastante excitado cuando volvi a la mesa medio mareado. Me sente al lado de Natalia y esta me puso la mano en el paquete y me lo estrujo un poco. Al parecer el espectaculo tambien le habia gustado a ella.

Luego vino el chico, cachas y moreno, pero apestando a colonia desde que entró en la sala. Como nuestra mesa era la unica en la que habia despedida de solteros, también le tocó a ella salir al final del numerito. Metio la mano de mi novia en su slip y la tuvo allí unos segundos, luego se giro hacia ella y la dejo que le quitase el slip con los dientes. Pero debajo de ese, habia un mini-tanga que casi restrego por su cara. Mas tarde Natalia me confesó que su mano no habia estado por encima del tanga si no por debajo y lamento que todo aquel bulto no saliese al aire. Pero tampoco la importo mucho.

Después nos fuimos a la sala de stripers. Y allí todos los que ibamos nos portamos como salvajes. Dando gritos y diciendo obscenidades, pero poco más.

Una vez que salimos de la sala fue cuando vino lo mejor de todo el día. Yo hacia tiempo que tenia en la cabeza la idea de darle un regalo muy especial a Natalia. Y pensé que aquel era el mejor dia para hacerlo. Asi que un par de dias antes estuve preparando la sorpresa que iba a darle ahora. Lo hice pese a la verguenza que ello me supuso.

Habia alquilado una suite en un hotel centrico, cerca de la ultima sala de stripers. Tampoco queria que mi novia se enfriase justo esa noche.

Subimos los dos a la habitación y la dije que tenia algo especial para ella, pero que tendria que confiar en mi y dejar que la tapase los ojos y la atara al cabecero de la cama. Por lo menos al principio. Ella no pareció muy a digusto con la idea. Pero primero nos dimos una ducha y luego la desnudé lentamente, dándome tiempo a contemplar su cuerpo. A continuación até sus manos al cabecero y luego vende sus ojos.

Me separe de la cama, tenia que ver aquella maravilla desde un poco más lejos, poder tener una perspectiva total de su cuerpo. Era estupendo, por lo menos para mi. Natalia era una castaña de pelo corto, con redondos y tersos pechos que copaban toda la copa 95 de su sujetador. Luego sus caderas se ensanchaban un poco y casi en el punto céntrico habia una pequeña mata de pelo rizada que ella se negaba a dejarse afeitar, por mucho que yo insistiese. Luego unas piernas suaves se deslizaban hasta el final de la cama para conformar su metro y sesentaisiete. No se para los demás, pero para mi era un sueño sexual hecho realidad.

- ¿Qué haces?. Ven, hazme algo.- su tono de voz dejaba notar su excitación. Realmente estaba cachonda. Bien, eso era bueno y necesario para mi idea.

- No va a ser tan fácil. Ya te he dicho que lo de hoy era un regalo especial, vas a tener que aprender a confiar.

Ella sonrio maliciosamente y apoyo los pies sobre la cama y separó un poco las piernas. Me estaba incitando dejándome ver su humedo coño.

- Eso tampoco te servirá.

Abrí la puerta que daba al saloncito de la suite y dejé que mi sorpresa entrase en el cuarto. Me acerque a un lado de la cama.

- ¿Preparada?.

Ella asintió con la cabeza y saco su lengua en busca de algo que llevarse dentro. Pero no sucumbí. Di unos pasos hacia delante y hacia atrás y me quedé donde estaba.

Asentí con la cabeza y una lengua empezó a juguetear dentro del coño de mi novia. Primero subiendo y bajando lentamente, para luego detenerse en el clítoris y succionarlo un poquito. Luego volvió a subir y bajar un poco más rápido. Para después menearlo con frenesí a un lado y otro. Natalia se estremecia de placer. Sus gemidos eran suaves y profundos, parecia disfrutar de verdad. Y yo obtuve una erección de consideración. Estaba allí desnudo observando como aquella lengua destrozaba de placer el clitoris de mi novia. Estaba excitado realmente.

- Fernando, me gusta que te estes esmerando. Me gusta tu sorpresa.

A punto estuve de soltar una risita, pero me contuve. Ella pensaba que aquel era yo. Me acerqué sigilosamente a la cama y la susurré al oido.

- ¿Hablas conmigo?.

Su cara mostró sorpresa al principio y luego soltó un gemido mayor. Parecía que se habia corrido, pero su cuerpo seguía contorsionándose. Desde luego que parecia contenta con mi sorpresa.

Aquel tipo siguió comiendole el clitoris durante un rato mas antes de que Natalia dijera algo. Parecia estar a punto de llegar al orgasmo, pero a la vez parecia estar conteniéndose.

- Fernando, dejame que te la chupe, por favor. Lo necesito.

Sonreí. Sabía que en algun momento diría eso. También habia pensado en ello. Así que hice una señal y mientras el otro chico seguía trabajando el clítoris de Natalia, una polla aparecio en su boca.

Para tener las manos atadas, se las apañó muy bien. Primero empezó con el capullo, mordisqueándolo y chupando su punta. Después, cuando estuvo lo suficientemente rígida, se la metio como pudo en la boca. Y empezó a chuparla de arriba a abajo. Primero lentamente y luego con más rapidez. De pronto se la sacó.

- Veo que se te pone dura al ver como otro tio me come el coño. ¿Te gusta?.

Yo estaba en el otro lado de la habitación. Observando el panorama, y estaba cachondo. Pero su comentario volvia a no ser el acertado.

- Si. Sobre todo cuando además se la estás chupando a otro.

Natalia no pudo más y se abalanzo sobre la polla que juegueteaba con sus labios. Estaba muy excitada y tardó poco en dejarse llevar al orgasmo. Mientras aceleraba el ritmo de mamada de aquel tipo. Parecia ser que la combinación de factores habia logrado que explotase con el juego de la lengua del otro tio.

Se habia corrido, pero eso no significaba que se hubiese olvidado de la polla que tenia en la boca. Dura, firme y caliente. La siguió chupando hasta que el otro se la sacó y se corrió entre sus pechos. Ella seguía excitada y buscaba ansiosa con la lengua otro miembro que meterse en la boca. Aquel era el momento.

Me acerqué de nuevo a la cama y le pregunté.

- ¿Te ha gustado?.

Ella asintio con la cabeza, parecia contenta pero no satisfecha del todo. Seguramente tenia más cosas en la cabeza que podía hacer. Eso también entraba dentro de los planes.

- Se en lo que estás pensando. Te voy a desatar las manos pero la venda no te la puedes quitar. Si te parece bien de acuerdo si no, te dejo atada.

- ¡Desátame!.

Le liberé la mano que más cercana tenía. Luego me incliné sobre ella un poco para desatar la otra. Ella aprovechó ese momento para meterse mi polla en la boca y empezar a chuparla con avidez. Los otros dos tios se pusieron a ambos lados de la cama y comenzaron a jugar con sus pezones. Natalia volvió a encenderse a tenor del ritmo de la mamada que me estaba haciendo.

Sus manos agarraron las dos pollas de aquellos tios y empezaron a sacudirlas, poniéndolas duras y listas para la acción. Luego se separo de mi miembro y se sentó en el borde de la cama. Me cogió la cabeza y la sumergió en su humedo coño. Estaba mas mojada de lo que la habia visto nunca. Luego situó a los dos tios uno a cada lado y comenzo a chupárselas alternativamente.

Mi lengua trabajaba su clitoris mientras la suya rodeaba las de los otros dos. Era excitante verla tan desaforada, sobre todo cada vez que se engullía los mas de veintipico centrimetros que debia tener aquel negrazo. Noté como su coño se empezaba a estremecer y como los gemidos de ellos comenzaban a aumentar. Mientras que ellos la regaban de esperma la cara y las tetas, ella se corrio en mi boca de la mayor forma que recuerdo hasta ahora.

- No te preocupes cariño que no te he olvidado.

Me tumbó en la cama y comenzó a chupármela de nuevo. Con ganas, con pasión. Pero yo no quería eso. Deseaba tomarla, poseerla como un animal. Se la saque de la boca y la embestí por detrás. Golpeándola con dureza, dándome en cada embite. Luego frené el ritmo y me moví lentamente hasta que noté que estaba a punto de correrme. Me la saque y me mastubé hasta que mi semén descansaba sobre su espalda. Habia sido brutal.

De todas formas Natalia todavia no habia tenido suficiente. Ya que mientras yo la follaba, sus manos habían ido trabajando los miembros de los dos chicos hasta ponerlos de nuevo duros.

Pero esta vez fueron ellos los que se separaron de ella. Impidiéndola moverse de aquella postura.

El negro se sumergió en su coño de nuevo, mientras que el otro jugueteaba con su culo. Primero rodeandolo con la lengua y luego metiéndola dentro levemente. Natalia soltaba gritos de placer y logró agarrarme la polla y metérsela de nuevo en la boca. Parecía dispuesta a que nada quedara libre.

El chico rubio cogió un pequeño bote de vaselina y untó con el a Natalia. Ella en respuesta a lo que iba a pasar, aceleró el ritmo de su mamada. Yo ya la tenia dura de nuevo y estaba seguro que a esas velocidades no tardaria demasiado en correrme otra vez.

El negro metió su enorme polla dentro del palpitante coño de mi novia. Y empezó a martillearla con bruscos movimientos de cadera. Al cabo de pocos minutos el rubio metio su polla dentro del culo de mi novia. Y los dos comenzaron a golpearla primero lentamente y luego rapidamente. Alternando las dos velocidades de tal forma que se corrió dos veces mientras duró aquel espectáculo.

Natalia habia acompasado el ritmo de su frenetica chupada al de los dos desconocidos que la estaban penetrando. Parecia excitada como una loca, se dejaba llevar por el frenesí. Estallando en orgasmos de poco en poco.

Al poco tiempo de su cuarto o quinto orgasmos los dos tios aceleraron su velocidad, estaban a punto de correrse y Natalia hizo lo mismo con su boca.

El rubio estalló el primero y se corrió dentro del apretado agujero de mi novia, luego el negro se la sacó y estalló, pringando el vientre de Natalia y parte del suyo. Ella se llevó una mano al clitoris y se masturbó hasta correrse por enesima vez durante esa noche. Yo tardaba poco más en correrme dentro de su boca.

Creo que ella todavia sueña con aquella despedida de solteros. Y ahora es mas partidaria que nunca de hacerlas en común y no por separado. )Por qué será?.