Todo comenzó un día por la mañana, acababa de levantarme con una de esas "poluciones nocturnas". Mierda!, dije al levantarme. En efecto habia empapado mis slips casi por completo. Me los quite rapidamente y me fui a la ducha, dejándolos en mi cama para posteriormente lavarlos pues soy bastante pudoroso y no deseaba que mi madre viera eso. Termine de ducharme y al ir a mi cuarto a vestirme..., zas, sorpresa, vi a mi madre como cogía los slips y se los llevaba al lavadero diciéndome no seas guarro y deja la ropa sucia en el cesto que es su sitio!

No me gusto mucho pues había eyaculado abundantemente en ellos durante la noche y en mi familia no se habia hablabo NADA de sexo, fue y era un tema tabú.

Al vestirme salí de mi cuarto tranquilamente aunque todavía le daba vueltas a lo de slip, no me había echo nada de gracia que mi madre me lo cogiera pues era algo muy intimo mio.

Cuando me dirigía a desayunar para posteriormente irme a trabajar vi algo increíble que me provocó un vuelco al corazón, mi madre en una actitud que jamás podría imaginar; en una mano los slips y la otra metida dentro de las bragas seguramente tocándose, aunque no lo podía ver. No me lo podía creer, ni que estuviera haciendo eso y menos aun que no se diera cuenta que yo estaba allí contemplando, agazapado tras el banco de la cocina, lo que hacia. La escena era espectacular. Mi madre de espaldas a mi y de cara a la pila lavadero se llevaba mis slips a la nariz los olía profundamente para después lamerlos y chuparlos, como si quisiera extraer la sustancia blanquecina que allí había depositado.

Después de un rato largo de lamerlos, demasiado largo diria yo, unos veinte minutos, y de haber retirado su otra mano de entre sus piernas, escupió en su mano derecha, murmuró algo, aparto con la otra mano las bragas hacia una de sus ingles y con la derecha comenzó a masturbarse sumergiendo la mano en una tremenda pradera negra en la que destacaba su impresionante monte de venus y una protuberancia como una bolita diminuta. Era la leche estaba que me moría, me lleve mi mano hasta mi miembro para comenzar a masturbarme pues ya no podía mas, pero la retire pues lo tenia empapado de liquido preseminal pero tanto que me moje por completo la mano, ya os podeis imaginar como estaba yo.

Al cabo de unos minutos empezó a acelerar notablemente, mientras yo seguia observando unicamente. Tenia una taquicardia a la vez que una sensación de angustia un tanto rara. En un momento dado comenzó con unas convulsiones impresionantes; todo su cuerpo temblaba y no hacia casi ningun ruido excepto las profundas respiraciones... y de repente zas un chorro como de agua salió de entre sus dedos aunque rapidamente observé como ponía la mano delante de su sexo para que este liquido no saliera disparado. Pude notar la presión que llevaba lo que imaginé era una eyaculacion pues oí como salia, parecido a cuando los tios meamos.

Pero eso no fue lo sorprendente, lo sorprendente fue que cuando vi esto de manera increible me corrí sin más; si tal cual, me corrí. No me habia tocado y había eyaculado ¿cómo puede ser esto, si ni tan siquiera me la había tocado? Pensé vaya eyaculador precoz estoy echo; pero reflexionando creo no es así exactamente, porque en ocasiones he llegado a aguantar una hora masturbándome, con el glande algo irritado pero una hora. Lo peor de todo es que para colmo habia dejado el nuevo slip esta vez totalmente empapado de semen.

Me dirigí a mi cuarto a cambiarme de nuevo mientras mi madre echada completamente en el suelo, parecía que dormía, aunque lo que realmente pasaba era, supongo yo, que estaba exhausta.

No sabia si mi madre me había visto detrás de la cocina cuando ella estaba tocándose por lo que cuando me había cambiado intente disimular, mejor dicho intente evitar encontrarme con ella tirada en el suelo y prácticamente en pelotas por lo que desde mi habitación le dije: Mama dame la camisa planchada que tengo justo encima de la mesa que salgo ya! (todo esto dirigiéndome desde mi cuarto hasta la cocina)

A lo que rápidamente contesto: No, no, no pases que estoy desnuda, me estoy cambiando no entres!

Esta era la prueba que confirmaba mis sospechas no me había visto pero yo a ella si.

Genial!!! Pense.

Al dirigirme a desayunar me recree en cada uno de los mejores momentos que había visto pero cuando lo hacia me entraba una especie de angustia, incluso arcadas, no se una sensación muy rara.

Cuando termine de desayunar me dirigí al servicio. Mamá estaba todavía desayunando.

Y al pasar por la pila lavadero allí estaban en el cesto de la ropa sucia mis slips y sus bragas. Tome los dos y comprobé cuan mojados estaban. Mis slips estaban algo empapados, pero sus bragas, de color beige... eso era demasiado, casi totalmente empapadas y con un aroma a sexo... que de nuevo me empalmé supongo que eran las feromonas que allí había dejado. Se podía apreciar la raya de sudor del culo y la parte delantera totalmente mojada, casi chorreaba, de un fluido transparente-blanquecino un tanto viscoso. Y aunque en mis 37 años jamas había sentido ninguna atracción por la ropa interior y menos aun por la de mi madre... adivinad...

En efecto las cogí pero para ello trace un plan bastante inteligente para evitar que echara de menos esas braguitas. Rebusque en el cesto, cogí otras bragas parecidas, bueno eran blancas, las moje un poco con agua para que estuvieran en un estado parecido a las otra y ya esta al cesto de nuevo.

Me dirigí a la cocina, cogí una bolsa hermética de congelados para guardarlas bien y evitar perder nada de líquidos y aroma, y sin que mi madre me viera, me dirigí al cesto tomé las bragas con las manos temblorosas por los nervios, las metí en la bolsa, la llevé a mi habitación y las deje en un lugar muy seguro, que jamás encontraría. Estaba tremendamente nervioso y no sabia porque hacia esto pues hasta ahora, como ya he dicho, no había sentido ninguna atracción por la ropa interior de ninguna mujer y menos por la de mi madre. Salí de mi habitación hacia la cocina me despedí de mi madre y me marché al trabajo.

Ese día pasó bastante rápido pues tenia bastante tarea y además terminaba antes pues era viernes. Al llegar, ya entrada la noche, allí estaba mi madre en el salón viendo la tele. Me pregunto que tal había ido el día y como estaba, lo de siempre y me fui a mi cuarto a dormir pues al día siguiente madrugaba.

Ahora tenia por costumbre dejar mis slipls o boxers en el cesto de la ropa sucia y ya no me daba apuro si estabas mas o menos sucios; no lo hacia a propósito pero si una noche tenia una eyaculacion mientras dormia pues los dejaba sin mas en el cesto. Era como un bien a la comunidad, como un regalito supongo ya que descubrí unas cuantas veces mas a mi madre juguetear con mis slips algo que para ella ya se había convertido en casi una costumbre. Le observe bastantes días masturbándose con ellos puestos, otro día jugando con ellos sobre sus pechos o repitiendo lo del memorable día, en fin tenia lujuria con mi ropa interior.

Al cabo de unos días y ya entrada la noche, me desperté con los auriculares de la radio enrollados a mi cuello, me los quite los deje encima de la mesa y al volver a la cama me di cuenta que había luz en el salón. Me asome por la ranura de la puerta y me percaté de que era evidente que se trataba de la televisión, pero no tenia nada de voz. Esto despertó mi curiosidad imaginando y deseando que era mi madre dándose una alegría con una película porno. Y así era, salí con sigilo de mi habitación, me dirigí al baño y desde allí y través de un espejo que había en la entrada de la casa pude contemplar con un poco de dificultad que se trataba de una escena erótica de una película blanda pero allí estaba mama tocándose con mucho placer, eso me provocó un calentó tremendo. Ya contento tras verla, me fui de inmediato a mi habitación. Le estuve dando vueltas y me dió una idea fabulosa.

Al día siguiente de ver esa escena era sábado y cuando mi madre salió a hacer la compra yo me dirigí a la tele para ejecutar mi plan. Tome el mando eche un vistazo a los canales sintonizados y decidí poner en los canales 10,11 y 12 unos canales en los que ponen películas pornográficas bastante subiditas de tono en la madrugada. Esa misma noche me fui pronto a la cama para ver si tenia suerte y se repetía la escena del día anterior pero nada, no hubo suerte. Esta rutina la repetía metódicamente todos los fines de semana para ver al fin como se masturbaba y poder sorprenderla de repente como quien no quiere la cosa, pero no hubo suerte por lo que al cabo de dos meses desistí.

Sin embargo durante este tiempo de vez en cuando sacaba las impresionantes bragas de mi madre del escondrijo en el que estaban, las ponía sobre la mesa, las contemplaba, las olía, y las lamía para terminar masturbándome fantaseando. Siempre recurría a imágenes en las que ella se estaba tocando con mis slips.

Mi madre había despertado en mi este interés por su ropa interior y ahora cada vez mas, por lo que escondía tras ella.

Al tiempo de desistir finalmente por intentar sorprenderla en la TV viendo alguna película porno mientras se masturbaba, se produjo el milagro. Era miércoles, medianoche casi madrugada y yo ya me encontraba en la cama. Cuando de repente en una de esas vueltas que uno da en la cama para acomodarse me pico la curiosidad por saber que hacia viendo la tele a estas horas pues ya hacia tiempo que no se quedaba hasta tan tarde. Me levante sigilosamente, comprobé que era la tele la que estaba enchufada y que esta vez tampoco tenia voz. Me moví hasta el baño y a través del espejo del recibidor comprobé que estaba en unos de esos canales que yo sintonice en la tele viendo una peli bastante fuertecita. Quien podía ser? Pues evidentemente tan solo podía ella pues vivíamos los dos solos en el piso pues mis hermanos ya se había emancipado. Allí estaba mama viéndola; estaba sentada en el sofá, con las bragas por las rodillas y por supuesto con una mano metida entre las piernas. Permanecí un rato largo observándola. Se toco su vulva, se masajeo los pechos incluso en un momento se puso a masajearse y masturbarse el ano, que por cierto oía el sonido que hacia cuando metía su mojado dedo dentro de él, era como un leve chapoteo. como me ponía ese sonido!!. Si así es, ahora quizás os preguntéis porque no se pajeo por su coño pero ahora lo descubriréis.

Cuando ya había comenzado la segunda de las peli, rondaba ya la una de la madrugada, y yo estaba bastante despejado y caliente decidí salir del baño y dirigirme hacia el salón. Estaban en medio de una escena de la película. Me costó bastante porque estaba casi seguro de que me diría de todo y se marcharía corriendo pero... no fue así.

Salí hacia el salón y le dije:

Entonces en ese momento antes de que se levantase del sillón la tomé por los hombros y la empuje contra el sillón diciéndole – estate quietecita y sigue con lo que estabas haciendo o al menos te esperas que ya me has calentado bastante viéndote mientras te metías la mano en la entrepierna.

Seguramente por la brusquedad se quedo callada y quieta en un primer momento o quizás se sintiera algo abochornada que por otra parte era bastante normal.

En ese momento comencé a ver la peli que había puesta tomando entre mis manos mi herramienta. Comencé a masturbarme ignorando que mi madre estuviese allí y a los diez minutos pude comprobar de reojo que ella también estaba tocándose pero no viendo la película, no, mirándome a mi. En un momento que yo le miraba de reojo saltó del sofá y se abalanzó de rodillas sobre la alfombra justo delante de mi intentando agarrarme el pene pero yo no le deje, me lo protegía y la empujaba hacia atrás .

Bruscamente tomo el pene entre las manos y apenas se lo llevó a la boca, no lo resistí más y la cagué, si en efecto es lo que estáis pensando, eyaculé. Rápidamente, cuando se dio cuenta de que me había ido, se la llevó a la boca y no se despegó de ella, no lo ví pero era casi obvio que se lo había tragado cosa que comprobé pues al retirarse hizo un comentario

Entonces en ese momento la cogí y bruscamente la lleve hasta el sillon para que se sentase de nuevo.

La televisión pasaba un poco desapercibida pero mama si que se fijaba en ella intentando imitar lo que en ella hacían pero yo tenia un mejor plan, con el que seguro, iba a disfrutar mucho mas. La dejé sentada, igual a como la vi al llegar al salón. Seguía teniendo el camisón puesto y las bragas por las rodillas; me senté justo delante de ellas y las disfrute brevemente percibiendo su intenso aroma para poco a poco ir subiendo hasta llegar a las ingles. Sabia que era una zona sensible así que me recree por un tiempo siguiendo a continuación por la zona perianal. Aquí la densa capa de pelos no era tan densa y mama no paraba de moverse y expirar cuando yo jugaba por aquí. Seguidamente me fui a la zona del ano. Tenia bastante reparo por no decir asco en acercarme a esta zona pero cuando lo hice me sorprendió. Lo primero que hice, husmear como si fuera un perro. Me sorprendió el olor, un fuerte olor a hembra en lugar del olor a mierda que allí me esperaba.

Por esto comencé intensamente a lamer el agujero; estuve un largo rato, a estas alturas ya se había desprendido del camisón y yo podía contemplar lo que un día hace muchos muchos años había visto: los dos cantaros que tenia por tetas. Eran impresionantes, una talla 100 con copa D, la areola bastante oscura con sus glándulas sebáceas prominentes y justo en el centro el pezón que a estas alturas aparecían bien empitonados y duros.

Al cabo de un rato le obligue a darse la vuelta y se puso a cuatro patas. Vaya panorama podía contemplar desde ahí. Seguí con el ano por el que ya cabía perfectamente mi lengua y varios de mis dedos pues había estado un buen rato dilatándolo con mi saliva. me dirigí a masajear y chupar sus pechos pues sabia que aun podía salir alguna sustancia escondida entre sus conductos galactoforos. Masajeé y masajeé hasta que mamá un poco aburrida dijo basta pues comenzaba a enfriase. Le hice caso y me dirigí de nuevo al ano para volverla a poner a punto.

Enseguida recobró la excitación. Justo cuando me dirigia a su entrepierna me llamo inmediatamente e intento decirme algo pero no podia pues seguí tocándola. Paso de tumbada a sentada y me dijo con el aliento entrecortado:

yo mire a su entrepierna y vi toda la pelambrera empapada como si hubiera salido de la ducha, pero realmente eran sus fluidos pues los podía oler a esta distancia, cosa que me ponía como una moto. La tumbé de un empujón en el sofá y le dije:

Abrió las piernas generosamente, retire un poco la pelambre y vi como de sus hermosos labios mayores se dejaba ver un pequeño hilito que me desoriento un poco

cogí del hilo estiré poco a poco y jugué con el en una especie de mete saca. Lo olí con deseo pues había salido de esa deseada cueva y me pajeé con el ante la cara de asombro que mama puso; pronto reventé una segunda vez parte en el suelo y parte en la barriga de mama no porque quisiera, pues no me gusto nada hacerle eso, sino porque ella me lo ordenó de un grito y agarrando férreamente la base de mi pene. Ahora ya pude separar sus labios menores y contemplar la entrada de su vagina pues jamás había visto una con tanto detalle. Me recree en cada rincón, incluso pude ver algo que nunca podía ver en las películas porno, las glandulas de skeene por donde las mujeres lubrifican la entrada de la vagina las cuales, por cierto estaban trabajando, pues la entrada a su cueva estaba totalmente resbalosa. Me paré en su clítoris el cual parecía a estas alturas bastante hinchado, nada de un guisante mas bien por seguir con el símil alimenticio una habichuela de lo grande que ya estaba. Lo chupe durante casi media hora hasta que me cansé, seguí con la entrada de la vagina introduciendo mi lengua ante lo cual madre se estremecía. Fue una pasada no quería salir de su entrepierna además los rastros del periodo no se hacían muy visibles en su vestíbulo ni en mi lengua aunque si en mis dedos que eran los que la penetraban por lo que no aparecieron en mi signos de reparo. En medio de todo esto ella no paraba de masajearse sus ricos pechos, hasta que en un momento determinado me llamó de inmediato mostrándome un liquido verde- amarillento que no me atreví a probar pues el color no era muy agradable. Después de todo esto le pedí un deseo: que se corriera en mi; a lo que me contesto que ya lo había echo en tres ocasiones.

Comencé a introducir un dedo en su vagina masajeando el punto clave: las paredes parauretrales. De frente a su coño le introduje mi dedo corazón y la punta la ponía hacia arriba, hacia las 12,al poco tiempo había un problema tenia que introducir 4 dedos pues estaba tan dilatada... había tenido cuatro hijos y eso se notaba. De vez en cuando sacaba los dedos y me los lamía, fluidos y aromas vaginales, restos del periodo, ummm eso le encantaba a mama y a mi... no se si me gustaba pero me ponia a punto de explotar.

En un momento determinado me obligo a parar, estaba orinándose.

Puse una toalla mas debajo de ella y segui con su masturbación ahora si comenzo a moverse de manera bestial, mas bien se agitaba y yo como no queria perder nada de esa corrida puse la boca abierta justo en toda su entrada.

En unos segundos me brindó todos sus fluidos hasta desbordarme incluso la boca, mucho mas abundante que la nuestra, con un sabor algo picante y a la vez un poco dulce; de todas diferente a la orina. Tragué casi todo él y el resto lo tome de la boca para impregnar su ano y así lubrificarlo pues ahora me tocaba disfrutar un poco y mama estaba tan salida que pidió probar por primera vez que se sentía en la penetración anal. Justo al meter la punta de mi glande, que todo sea dicho entró estupendamente para ser su primera vez, de repente cambió de idea y me dijo:

Estaba bastante empalmado y tenia el glande bastante rojo, pero con el prepucio protegiéndolo casi por completo. Lo primero que hizo empujar el prepucio hasta que lo coloco detrás de la corona del glande dejando a este totalmente expuesto y sensible además de presentar ahora una grosor muchísimo mayor tanto que le sorprendió a mama.

Con todo el glande en su boca, movia la lengua y vaya sensación, lo malo es que el frenillo tiraba de una manera que por momentos creí que iba a reventar. Después de un rato así, pensando yo en otra cosa a modo de distraer la mente para no irme a las primeras de cambio, se la sacó de la boca y ahora la tomó con mis testículos que me dolían tremendamente; el dolor era casi desagradable a estas alturas, deseaba terminar ya!. Después de un rato en esa zona volvió al glande pero esta vez a la corona. Esa parte que es mucho mas rosada, incluso a veces morada del pene y en la que se acumulan residuos de las masturbaciones y de cuando meamos. Pues después de casi hora y media de sexo aunque sin penetración alguna, pese a lavarmela todos los dias en la corona habían bastantes restos de todos esos fluido sexuales que llaman esmegma, y que decidió lamer hasta dejarlos limpios. Hasta ahora había disfrutado únicamente con el liquido preseminal que por cierto le llamo mucho la atención ya que pensaba que eran restos de su vagina. Finalmente me pidió directamente que le diera todo y así lo hice aunque de nuevo quedo un poco decepcionada pues como es normal no le pude dar mucho pues ya había descargado los "depósitos" bastantes veces, aunque lo disfrutó. Era tardisimo pero dijo que esto se repetiría a esta misma hora cuando nadie pudiera vernos aquí en casa. Comenzó a hablar y apenas lo hizo me quede totalmente dormido en el sofá pues estaba reventado.

CONTINUARÁ.....

tonivalencia84@hotmail.com

por favor si lee alguna mujer o madre, este, mi primer relato, que me de su sincera opinión pues quizás me sirva como autentica fuente de inspiración.

También recibo opiniones de chicos aunque prefiero la de mujeres.