Después de todo lo acontecido aquella noche, todo volvió, por unos dias, aparentemente a la normalidad; al menos eso intentaba yo aunque mama de vez en cuando sacaba el tema con mucha vergüenza que podía reflejarse en su cara.

Corte rápidamente el tema porque a decir verdad me sentía muy incomodo. Terminé de comer y me marché.

Desde aquello de la noche maravillosa eran mas frecuentes mis deseos sexuales; hasta ahora casi no me masturbaba ni siquiera, pero desde aquello varias veces a la semana, tres o cuatro, y por la noche, tomaba las bragas beige y empapadas de mama que guardaba en mi habitación y me masturbaba.

Una de esas noches, faltarían unos minutos para las 12, estaba yo en la habitación, con la puerta entornada, para evitar que se me viera pero con una ranura abierta para poder controlar si se acercaba mama. Saque las bragas de mamá, las puse sobre la mesa y a la vez puse unas fotos porno en el ordenador. Comencé con el ritual, olía la parte en la que en algún momento se alojaron cada uno de sus agujeros, saboreaba los aromas y por supuesto los fluidos que aun quedaban, pues seguían empapadas gracias a mi idea de la bolsa de congelados. Me tocaba muy poco a poco pero a estas alturas mi pene estaba totalmente empapado de liquido preseminal, tanto que ya casi se me escurría entre las manos.

De vez en cuando me detenía, retiraba la mano de mi miembro y me tranquilizaba un poco para mi calentón durase mucho mas. Después de un largo rato, unos veinticinco minutos, y mientras disfrutaba de las braguitas entre mi nariz y boca salió como proyectado por un tirachinas desde la ranura de la puerta de mi habitación, una prenda de color azul intenso que impactó directamente contra mi cara. Esto me sobresaltó y mi reacción fue guardar de inmediato tanto mi pene dentro del pantalón como la prenda de mamá que metí en el cajón de bajo de la mesa en su bolsa. Las bragas que me tiró azules me las quité y las dejé encima de la mesa, por cierto no estaban tan mojaditas pero el olor era mmm, muchísimo mas excitante, tanto que me empalmó rápidamente de nuevo ya que tras el susto había perdido totalmente la erección. Tras unos segundos de incertidumbre mama abrió la puerta y dijo:

Me pico la curiosidad y le di vueltas y vueltas. A decir verdad era un hombre de ciencias y entendía y sabia todo lo relacionado con el sexo, incluso con el aparato sexual femenino, mas incluso que mi propia madre a la que ahora le enseñaba muchas cosas. pero esto no conseguía averiguarlo. Porqué? me preguntaba. Pensaba y pensaba y mientras yo estaba de pie, bajo estaba mamá con mi miembro; lo tomo con una de sus manos y empezó a lamerlo pero no había manera de levantarlo pues tenia la cabeza en otro sitio totalmente, pensaba y pensaba y no había manera de dar con la solución... de repente mamá cogió sus bragas azules del suelo y mientras cogía con su otra mano mi miembro me las puso y restregó en la cara. Mi reacción no se hizo esperar, incluso ella se sorprendió ya que de repente mi pene salto como un resorte y se puso totalmente erecto.

Y ahora con el pene totalmente erecto comenzó a chupar el miembro con mucha pasión. Yo procuraba controlar mis pensamientos para no eyacular y cuando estaba enfriándome un poco me llevaba a la nariz las bragas y de nuevo recuperaba las sensaciones. Mamá estaba aun totalmente vestida y yo tenia los pantalones y los boxers por los tobillos. Ella seguía y seguía limpiando mi verga, la saboreaba profundamente, lamía todos los recovecos, y se paseaba el glande por todos los rincones de su boca. En un momento determinado comenzó a producir mucha saliva, ésta le desbordaba por la comisura y resbalaba por mi pene hasta que llegaba a los testículos para acabar goteando al suelo. Pero ella seguía y seguía babeando. Mi miembro estaba inundado por su saliva y en una de esas se retiró rápidamente y fue a besarme. Yo me aparté bruscamente y ella tomó mi cara con ambas manos y me propinó un lujurioso beso con lengua que yo terminé por responder.

Después de esto dió unos pasos atrás, se retiró un poco de mi, se sentó en la cama de mi habitación, se quitó la camisola y tan solo le quedaba puesto un precioso brasier del mismo color que las braguitas. Era espectacular, pero mas bien faltaba sitio para esos inmensos pechos que casi lo desbordaban. Sin duda ese sostén se lo había comprado pequeño, pensé yo. Estando aun sentada me abalance en plancha para atacar alguno de sus agujeros. Empecé por el ano y nada mas comenzar ya advertí que había algo diferente; en efecto era el aroma, era diferente al de aquel otro día en el que tuvimos nuestra primera relación. Mamá me arengaba a que lo lamiera y así lo hice. Lo lami profundamente y jugué con él introduciendo un dedo para comenzar a dilatar. A estas alturas ya deseaba examinarlo, acomodando mi pene dentro de aquel hermoso agujero que aparecia rodeado por una coloración en la piel marron intenso, muy diferente a la coloración del resto de su piel mas bien blanquecina.

Realmente estaba tremendamente salida quería sexo ya! Que bien pensé yo.

El tubo que saqué del cajón de la mesita era un tubo de gel KY que había comprado en una farmacia y que yo mismo había probado en mi ano para asegurarme de que el afortunado e improbable día que lo necesitara funcionaria en el culo de mi madre ya que pensé que solo serviria para la vagina, pero en efecto me equivoqué.

Me fue guiando como ponérselo y yo le iba diciendo ¿así?, ¿es así? Y ella entre gemidos me decía sii, siiiiii, asiiii, siiii, sigueeee, oooohhh....

Una vez bien lubricada la zona anal me apartó a un lado para despojarse de su sujetador del que como ya dije rebosaban ambos pechos. Al retirarse el sujetador quedé alucinado:

Cogí una de ellas con mucha excitación pero con cuidado y miramiento y me la lleve rapidamente a la boca succionando y jugando con el pezón de forma endiablada y con muchas ganas. Vaya si se notaba que eran mas grandes, a mi me parecian muchísimo mas grandes que lo que recordaba de la vez anterior aunque me decia que no era para tanto.

en ese momento y mientras succionaba y tocaba con mucha suavidad ambos pechos de mamá pensé de nuevo en aquel enigma del principio y fue encadenando echos y pensé en el aroma embriagador de su sexo y de sus bragas, en el tamaño de sus pechos, y finalmente en lo que ella dijo, que estaba como una perra en celo, y se me encendió la luz.

En ese mismo instante cogió mi polla y se la introdujo de nuevo en la boca. Retiró totalmente el prepucio y dejo al descubierto el glande pareciendo ahora mi útil mucho mas grande. A decir verdad me tiraba un poco, incluso me dolía y ella lo sabia pues continuamente me miraba para ver si todo estaba bien; no se dedicaba solo a disfrutar ella estaba muy atenta de mi, me miraba continuamente mientras realizaba la felación. Por ello en un momento paró y me dijo que ya sabia que me dolía pero que no se podía hacer nada ya que era mi frenillo, que se quedaba corto para la erección que tenia y que la solución era drástica y fácil cortarlo, así que me dijo entre succión y movimiento de mano que me acompañaría a una uróloga amiga suya para que solucionara el problema. Lamió y lamió el pene hasta que decidí que ya era hora de abrir su ano. Así que se lo pedí muy delicadamente:

La puse boca arriba, sabiendo que aunque la penetración anal sería algo mas difícil, podria ver y saborear tanto sus tremendos pechos como su cara de goce lo cual compensaba con creces. La puse pues como digo boca arriba, sumergí la mano entre aquel bosque de pelos que tenia entre las piernas, aparte ágilmente los labios mayores y empapé mi mano de los fluidos lubrificantes que brotaban de su vulva ante lo cual volvió a gemir. Me lleve la mano a mi miembro y lo empape de este lubricante natural; volvi a restregar el gel KY que había puesto en su agujero negro hacia ya un rato y puse la punta de mi pene en la entrada. La entrada fue lo mas difícil pues mi glande estaba demasiado grueso ya que tenia el prepucio totalmente retirado. Mire el glande, que tenia forma de hongo, y por momentos creí que me tocaba desistir pero mama me recomendó que empujase fuerte y luego me estuviese quieto durante unos segundos. Y así lo hice yo. Con un golpe de cintura y ella ayudándome abriéndose el agujero con sus manos entró sin muchos problemas ante lo cual ambos gemimos.

yo comencé el movimiento de mete y saca poco a poco y fui aumentando la velocidad, en un par de minutos ya estaba a punto de estallar y ella me paró. De vez en cuando llevaba mi mano a su clitoris y le masturbaba porque creia que esto quizas no le excitara pero me equivoque ya que me dijo que le estimulaba de manera indirecta la vagina y que en veinte minutos había llegado al orgasmo 2 veces. Ahora me preparo mi orgasmo, comenzo a utilizar su ano de alguna manera que jamas imagine lo movia creo o no sé, lo unico que yo sentia era como si me la estuvieran chupando dentro del ano. Mamá me dijo que me estaba estimulando ayudándose del esfiter anal.

En un momento determinado y mientras yo tenia dos dedos metidos en su vagina de repente me vinieron unas ganas terribles de terminar.

Yo sin mas palabras caí rendido en su espalda y al poco tiempo salió mi polla arrugada de su ano bien calentita y con algun resto de sangre que me preocupo.

Comenzé a lamer sin compasión en primer lugar un poco el perine pero pronto pase sin mas preliminares a la zona de la vulva, retiré los labios mayores que pude ver como tenian en su borde una tonalidad mas oscura, eran preciosos, y lami toda la zona que las mujeres llaman vestíbulo vamos la zona donde estan la entrada de la vagina, el clítoris, el meato urinario apartando con dos dedos los labios menores. Me recreé en su cllitoris el cual llegué incluso a mordisquear. Era delicioso jugaba con su capuchón, lo masajeaba y mientras hacia esto veia su cara de placer. De vez en cuando sumergia un dedo en su agujero y subia con mi boca a lamer sus pezones. Continué introduciendo dos dedos en su vagina y cada vez que podia me los lamiaa para saborear esos fluidos que eran un manjar de dioses, que sabor tenian hoy! Pero todavía quedaba lo mejor. Tras alcanzar dos nuevos orgasmos pase a procar la eyaculacion lo unico que me dijo que la enseñara pues ella no sabia.

Introduje dos dedos en su vagina comencé a estimular la zona de las glandulas parauretrales y muy pronto me avisó de que ya se iba, de que ya sentia ganas de orinar lo seguia llamando ella. Para demostrarle que no era así, tome un baso que había en la mesita de mi habitación para recoger algo.

Cuando se vino ( duro unos 15 segundos la eyaculada con interrupciones en la proyección de liquido) fue brutal comenzó unas convulsiones fortísimas, tenia toda su vulva en mi boca pero no había manera de que se estuviese quieta así que cuando eyaculó un poco salió proyectado como metro y medio hasta mi estantería hasta que controlé su movimiento metiendome en la boca todo este manjar. La parte final, no se la cantidad, supongo que unas cucharaditas, la metí en el baso y se lo di para que comprobará que no era orina.

Al terminar esto nos quedamos reposando, mi madre dijo que se iba a duchar y yo en unos instantes me quede dormido placidamente, dejando para otro día, quizas una penetración, mi debut vaginal, aunque a mi seguía desagradándome esa idea de corromper y traspasar con mi vulgar y peligrosa herramienta ese fantastico orificio; si bien se lo lameria sin cansancio, ummm que rico agujero, como huele y como sabe, mejor todavía.

Asi pues tal vez en la continuación se desvele si finalmente ocurrió; o que pasó, o si ya jamas ocurriría nada. Ahí queda la incertidumbre…