miprimita.com

Tara y su hermana Tía (1)

en Fantasías Eróticas

Tara y su hermana Tía I

Hola soy un chico de mediana edad, con mis 25 años a cuestas decidí que era tiempo de tomarme un tiempo para mi, con esta idea en mi cabeza inicie un viaje, de mochila al hombro, por todo el territorio en donde radico.

Estando caminando a la vera de un camino, cuando apareció ante mi, una chica que manejaba un tractor con sus implementos de arar tierra, a la cual le pregunte si faltaba mucho para llegar al pueblo siguiente, a lo que Tara que supe después que así se llamaba me respondió con una agradable voz, -si fuereño falta bastante- a lo que respondí – ¿conoces un lugar en donde pueda pasar la noche por hoy?- solo que lo quieras pasar en el granero con los demás trabajadores, me respondió.

Llegamos al lugar que no estaba lejos, me dijo donde colocar mis cosas y el lugar donde poder asearme, con su linda vocecita me dijo.

-la cena se sirve a las 7 si gustas acompañarnos a mí y a todos los demás.-

-si gracias respondí- no estaba yo para despreciar una cena gratis. Dándome una arreglada espere las 7 de la noche prometidas. Note que los demás trabajadores de la finca caminaban hacia la casa grande.

Grande fue mi sorpresa, al ver a Tara, no era la misma chica que me ofreció posada, en la tarde de ese mismo día, se le veía bellísima, con un vestido floreado, que dejaba ver un busto como de 98 cm. y un culazo de campeonato, por lo que me acerco a ella a charlar, y me dice

– ¿Si diga, lo conozco?- alo que le contesto, nos conocimos en la tarde, ella soltó una sonora carcajada, al ver mi cara de no comprender, diciéndome –me confundes con mi hermana Tara yo soy Tía.- discúlpame te confundí, yo soy Leonardo pero todos me dicen Leo, -No hay problema Leo, me contesta- en eso entra al salón Tara igualmente bella, ya que en el principio la vi como una simple trabajadora enfundada en su mono de trabajo. Pero sorpresas que se lleva la vida son un cromo de mujer, las dos igual de hermosas como dos gotas de agua.

Terminada la cena, nos fuimos a conversar al frente de la casona, las dos bellezas y yo, comenzamos con cosas sin significancia, para después Tara me preguntara si tenia novia, a lo que le respondí que no, ya que no tenia tiempo de atenderla como es debido, en eso mi vista, se topo con la entre pierna de Tía, la cual mostraba una leve parte de su tanga, fue mi imaginación o Tía me estaba mostrando la lengua cachondamente, por lo que su tanga se notaba algo mojada, lo cual me dificulto el llevar el hilo de la conversación. Se le notaba la excitación a flor de piel, sus gruesos pezones sobresalían del frente de su vestido como dos uvas o eso se me figuro, como al descuido se los toco, lo que hacia mas difícil mantenerme ecuánime en la plática, en eso llego el papa de las muchachas a conversar conmigo, por lo que se bajo la tensión que corría en el aire. A preguntas del señor le conteste que soy un universitario el cual termino sus estudios y anda en viaje de placer por estos territorios. Por lo que al ver que soy gente honrada me ofreció un dormitorio en una casa adjunta a la casona, para que no durmiera con los empleados, agradecí y nos fuimos a dormir.

En la mitad de la noche oí que tocaban la ventana de la casa, grande fue mi sorpresa, al ver a Tía en camisón diciéndome que quería platicar, le abrí la ventana y paso a la recamara donde estaba durmiendo, al entrar mostró una generosa parte de mulo y casi una parte de nalga, a lo que me apure a ayudarla a ingresar, una vez dentro, me dijo que en ese pueblo y casi toda la comarca no hay muchachos de nuestra edad y los que hay están cazados o alistándose para irse a trabajar a otro país. Por lo que deduje que esta tenía una calentura demasiado grande y quería un poco de ayuda para apagarla. Por lo que toque esos pezones que me mostrara, con lo que comprobé que si eran reales, prietos y grandes como una uva, con una aureola del tamaño de un doblón, de su cuerpo emanaba un agradable olor a hembra en celo, caliente, excitante que inmediatamente llenaba y exacerbaba a mis sentidos. Me di a la tarea de besar con delicadeza al principio, después con la rapidez que me dictaban sus quejidos. Fui bajando por el vientre, plano, liso caliente de Tía hasta tener mi boca pegada a esa ensortijada mata de pelos, olorosos a almizcle. Sus clamores subían a medida que crecía la calentura en nosotros.

Me paro para llevarla a la cama y se acerca a mi oído y me dice quedito, -méteme tu pija despacito.- era el paroxismo de mis delirios, tenia en mis brazos una escultural mujer y loca de deseo como siempre lo he soñado. Llegamos a la cama y subí sus piernas hasta la altura de mis hombros, con lo cual quedaba expuesta su concha a todos los ataques que fueran necesarios para dar rienda suelta a mi pasión de este momento, fui poniendo mi amoratada pija en la entrada de su boca desdentada, con lo que ella se quedo quieta asimilando el dolor inicial, ya que a sus 20 años no había tenido relaciones de ningún tipo lo cual pude comprobar al romper su conchita. Después del dolor inicial ella era la que se metía todo el paquete completo, por lo que parecía una licuadora yo estaba estático únicamente, ella era la que tomo el ritmo de las embestidas que se daba, me echo sobre la cama y comenzó a cabalgarme con una rapidez inusitada, al llegar al tope dio un grito salvaje, el cual se debió de escuchar en todo el mundo. Quedamos tendidos en la cama los dos, yo continuaba sin acabar por lo que mi amoratada pinga se veía entera, a lo que me pregunto que pasaba, le dije-no he terminado como tu- que falta me pregunto, le dije que solo faltaba que le diera ella unos besitos en la puntita, para que tuviera paz, a lo que ella se arrodillo ante mi pinga y le dio unos besitos por demás inocentes, a lo que le dije –pon todo lo que quepa dentro de tu boca y mama como lo hace un becerrito de la teta de la madre- así lo hizo y después de dos o tres chapetones me di la gran corrida de mi vida , como nunca había sido, quedando en calidad de muerto a su lado. Después de esto salio tal como entrara, por lo que me dispuse a dormir.

En la mañana al salir del cuarto me encontré con Tara, la cual me llamo donde estaba manejando el tractor, y me dijo –te vi anoche con Tía, en tu cuarto- quede sorprendido pensando le diría a su papa, pero me regreso la calma cuando me comento –te espero en la tarde en el granero-

Pero esa es otra historia.

Espero les guste quiero sus comentarios para mejorar o dedicarme a otra cosa.