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Tara y su hermana Tía (2)

en Fantasías Eróticas

Tara y su hermana Tía parte II.

Uff. En que me quede? Haaa ya recuerdo.

Como les comente, después de la entrega total que tuve, por parte de Tía en la noche anterior, cuando salía en la mañana intentando ordenar mis pensamientos, me encontré casi de frente con Tara, la cual me llamo donde ella estaba

.- Se lo que hiciste con mi hermana anoche.-

A lo que un poco amoscado le conteste

.- ¿Si, dime que fue?-

A lo que lacónicamente respondió.

.- Te la cogiste.-

Yo le conteste, un poco a la defensiva, que ella fue la que entro a mi cuarto por la noche. Grande seria mi sorpresa al escuchar su contestación.

.- Jugamos cartas a ver quien entraba a tu cuarto esta noche pasada, ella gano-

Y ahora, que va a pasar pregunte,

.-contestándome. Te espero en el granero donde guardo el tractor, para que me ayudes a componerlo, me dijo con una picara sonrisa en su linda y expresiva cara.

En el transcurso del día, estuve en toda la finca unos momentos con los trabajadores, y otro momento, este el de mas premura con el papa de las gemelas, el cual como buen padre pregunto las de rigor. Que demonios hacia en esos lugares, que si trabajaba, que si estudiaba, a lo que lo fui sacando de sus dudas con mis respuestas, que por cierto son verídicas. Que soy egresado de la universidad de agronomía en mi estado, que estoy tomando un tiempo sabático, para conocerme y conocer lugares y personas, en todo tipo de circunstancias.

Al parecer que no le caí tan mal, al papa de las gemelas, a lo que me dijo que estaba bien que podía estar unos días mas en su finca, para que conociera como es el trabaja en realidad, no como el que mencionan los libros , todo ese rollo que sueltan los padres.

Al llegar la tarde antes de la cena, fui con Tara al granero a componer el tractor, (que no tenia nada) una vez dentro, lo primero que hizo Tara fue tomarme fuertemente de la verga, lo que me dolió un poco, ya que empezaba a tener una tiesura en mi hermoso aparato, que por cierto, no es muy grande mide 19 cm. de largo y de ancho eso si esta monstruoso, parece un brazo de infante. Ya que mide como 16 cm. de grueso.

-¿Diciéndome ella, esto es lo que se comió mi hermana?-

-respondiendo, un lastimero Si.-

Bajo mi cremallera del pantalón y lo saco, lo que vio hizo que sus ojos los agrandara como de plato, comenzó a masturbarme como una profesional, se arrodillo y le comenzó a dar unos ligeros chupetes, yo no salía de mi asombro al pensar que tendría a las dos hermosas hermanas en un mismo día, todo los sueños de un maniaco estaban siendo cumplidos, el grosor de mi mandarria no le cabía en su manecita, por lo que se ayudo con la otra para tener mas control, estaba por terminar, ella sabia por mis contracciones, y paro, diciéndome prepárate para la noche porque serás mió.

Yo únicamente atine a mover la cabeza en un si esperanzador.

Después de la cena, como es costumbre en esa región, salimos al portal de la casona tomar el fresco de la tarde, Don Eladio que así se llama el papa de las gemelas, me invito un cigarro habano, el cual saboreamos acompañado con un traguito de brandy, Como a las 8 de la noche Don Eladio se despidió y se fue a dormir quedando únicamente su Esposa Doña Martha y las gemelas que me miraban como un gato al pobre pajarito, en un momento mas se despidió la señora Martha y me quede con las gemelas.

Se me aproximo al oído Tara y me dijo. Como para que no oyera nadie.

-¿estas preparado?-

Sentí una sensación rara, de pensar estar con ésta fiera, y le conteste –si-

Nos vemos después. Se fueron y me metí a mi cuarto, en la casa de junto, tome una ducha y me puso un pantalón corto y sin nada encima me acosté, en mi cama, como a las diez de la noche, tocaron a mi ventana nuevamente, eran las dos hermanas, que se les veía que venían en son de guerra. Entraron y la que tomo la iniciativa fue Tara, como en la tarde me tomo de la verga y me la saco del pantalón corto que tenia, y se la empezó a tragar, mí hasta en esos momentos flácida verga, la cual por la condición en que estaba se la comió casi toda. Una vez asimilado de la primera impresión, comencé a atender como es debido a Tía, que estaba únicamente parada, esperando acción. Le comencé besando su cuello, mientras tanto le quitaba el camisón que traía puesto saliendo sus hermosos senos y una conchita digna de ganar un concurso, Tara estaba pegada como un becerrito tierno a mí ya en este momento iniesto miembro, el cual chupaba por partes ya que no le cabía toda en su boquita, acosté a Tía en la cama y le comencé a chupar con gran dilección su conchita, parándome el preciso momento en su amoratado clítoris, que estaba a punto de reventar de la excitación que tenia, Tia se revolvía en la cama presa de ataques de excitación, Tara paro un momento lo cual aproveche para ponerle, la puntita nada mas en la entrada de su rojo e hinchado coño, ella de un culazo se metió como la mitad, y comenzamos un metisaca fenomenal, que contemplaba Tara , con cierta envidia, la atraje hacia mi le comencé a mamar su podada concha, a lo que contesto con unos suspiros que dejaban la piel chinita , nada mas oírla suspirar. Al oír los sonoros quejidos de Tía sabia, yo que estaba por terminar y pare de mamarle la concha a su hermana, ella en el paroxismo de la lujuria se metió todo el resto de un sopetón lo que hizo, le salieran lagrimas de dolor o de gozo no lo se bien. Se desmonto de mi, cambiando ligar con Tara la cual estando en cuclillas encima de mi, se dejo caer en mi, polla, lo que le causo del mismo modo, un rictus de dolor al sentir el primer ataque en su estrecha conchita, ella tomo el ritmo de la contienda yo me deje hacer, sentía la boca de Tia en mis escroto, que me chupaba alternativamente las dos bolas. Le dije a Tara que parara por que estaba por terminar, se descabalgo y junto con su hermana chuparon mí corrida en sus bocas las dos, al mismo tiempo, descansamos un momento, los tres en mi cama, Tía me dijo que como ya no era virgen de su conchita, también quería dejar de serlo de su culito, a lo que me apreste a complacer. Comencé tocándole tiernamente su prieto y oloroso culito, primero con un dedo y mi lengua, después con dos y después con la puntita de mi verga la cual su hermana Tara no había desatendido y permanecía en muy buen estado de rigidez, como ya he comentado tengo una mandarria muy gruesa, lo cual dificultó la primera metida de cabecita de mi verga, una vez dentro la cabeza la deje que se acomodara el esfínter, el cual se distendió de manera colosal, Tara me auxilio escupiéndole saliva a su hermana en el ojete del culito y de vez en cuando dándole unos pequeños chupetes a la verga que nada mas se doblaba a cata arremetida. Después todo fue coger como locos le dejaba ir mis 19 cm todos y únicamente pujaba, pedía que no se la sacara, -papi no me la saques, siento rico en mi culito dale mas fuerte- pedía la muy egoísta. Ya que no quería darle nada a su pobre hermanita que sufría, dándose consuelo con su propia mano, por fin terminamos, ella con un suspiro de miedo, yo terminando en sus entrañas las cuales bañe con mi lechita,

Aunque parezca raro, continuaba con la verga tiesa, lo que aprovecho Tara para darle una buena mamada y montarse de nuevo en mi como buena amazona que es. Termino casi de inmediato, teniéndome acostado me pregunto. –Yo no merezco una culeada como la de Tía- A lo que procedí a darle una buena mamada de culo, el cual se desdoblaba de sentir los arrimones de lengua, con los que la estaba regalando, le fui metiendo dos dedos para continuar, Tía me paro diciéndome -destrózame como lo hacen los machos- a lo que le puce la cabeza de mi verga en la entrada y de dos empujones le metí la mitad de la verga, a lo que ella dio un gritito de gusto –ataca que esta es hembra, carbón mas fuerte- y a quien le dan pan que llore, le deje caer la otra mitad de un solo empujón y esto fue coger ¡Ajua¡ arriba la raza. Como gozaba en ese apretado culito. Fue tanta la pasión que terminamos al unísono, en una venida que sonó como una descorchada de botella de champaña, al momento de sacarle la verga. quedando los dos exhaustos en la cama.

No me di cuenta cuando salieron las dos de mi cuarto, cuando me levante en la mañana estaba mi verga toda morada después de la refriega de la noche pasada.

Me despedí de los señores de la casa y de las gemelas, las cuales me fueron a dejar al poblado próximo. Me preguntaron cuando regresaría porque querían continuar con las clases. Con una gran sonrisa les conteste que en cuanto me recupere del la batalla, regreso. Me despedí con un beso inocente a las dos y me fui.

 

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¡AJUUUUUA¡ ARRIBA LA RAZA.