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Liceo militar

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LICEO MILITAR

Me llamo Marcos y cuando cumplí los 18 años tuve que realizar el Liceo Militar, eso me perturbaba desde el principio, ya que esa situación me iba a enfrentar a un montón de chicos de mi misma edad y para colmo de males, todos del sexo masculino.

Como era de esperar mis padres me llevaron hasta la institución donde iba a comenzar antes mencionada tarea, era un edificio muy nuevo, de gran talla, en las afueras de mi ciudad natal, simultáneamente a mi llegada, estaban como una centena de jóvenes que se hallaban en las mismas que yo, junto a sus padres y tutores, siendo recibidos por las autoridades de turno; éstos eran una serie de militares de rangos disímiles, pero donde la pulcritud y buena presencia reinaba.

El Comandante de la Unidad Militar, junto con tres subordinados anotaban datos y llenaban una serie de formularios de rigor y a su vez, otros subalternos nos guiaban hacia los alojamientos o sea a las barracas donde pernoctaríamos.

Un teniente, Marcelo de nombre, nos guía a mi a mis padres hasta la Barraca "C" donde sería el dormitorio particular y cuando ingresamos, nos mostró todas las instalaciones, desde las cuchetas, los modulares individuales, los baños , duchas, lugar de descanso y otras instalaciones que serían a la postre mis lugares diarios de descanso e higiene, por durante unos dos años. ( Hay Dios!!!!, dos años)

Eran ya casi las 9:00 y se habían retirados todos los parientes y nos habíamos ya quedado solos de afectos y familiares, todos en cada uno de sus respectivos alojamientos, mientras en cada barraca, aproximadamente 10 jóvenes la ocupaban, cada barraca tenía 5 cuchetas separadas por muebles metálicos que oficiaban de roperos, donde se suponía que tendríamos nuestras pertenencias. Yo ya me había ubicado en una de las camas inferiores de una de las cuchetas que se hallaba próxima a los baños, en la cucheta superior estaba Santiago otro de los compañeros, que viene del interior de nuestro departamento, con el cuál me hice super camarada. En las cuchetas vecinas se hallaban, Sebastián y Gino, que también venían del interior.

Ahora les cuento por qué el Liceo Militar.....mis padres pensaban que la doctrina militar me mejoraría desde el punto de vista relacional, ya que yo soy muy tímido, muy hogareño, muy familiero y eso para ellos era una contra, ya que yo necesitaba irme relacionando, ya que pensaba estudiar estudios superiores en la Facultad de Medicina, luego de terminar el liceo; según ellos me haría muy bien estar por algunos días lejos de la familia y a su vez estudiando y cuidando mi cuerpo, ya que en la milicia se trabaja duro en lo que respecta a la Educación Física. Bueno por ahí pasaba la cosa, yo nunca me opuse, aunque la idea no me gustaba mucho, debido a que con este tema perdía mucho mi intimidad, o sea mi dormitorio, mi computadora, mis amigos, mi música y mis libros, pero en fin mis padres me manejan y no me quedaba otra.

Bueno, siendo las 9:30 se acerca el teniente "Marcelo" y nos avisa que después de acomodar nuestras pertenencias, a las 10:30 comienza el Acto de Inicio de Cursos en el patio principal, donde debemos de prestar juramento de fidelidad a nuestro ejército, todos con el uniforme liceal, que consta de pantalón de vestir gris, camisa celeste, corbata bordeau y buzo de lana azul. Sin mucha conversación entre los aspirantes, cada uno en lo suyo, se dispone a arreglar sus pertenencias y a vestirse para el acto.

Todo transita con normalidad, el acto, donde conocemos al resto de los estudiantes de los otros grados, mayores que nosotros, donde nos comentan las asignaturas que vamos a tener, las actividades pertenecientes a la milicia y en fin una serie de cosas que me llevaría mucho enumerarlas y eso no es lo que me importa acá. ( Jajaja están ansiosos por que comience la acción!!!!!)

Llegó el almuerzo, y la primera clase a la tarde, la primer jornada de gimnasia, la cena y finalmente el descanso.

Como a las 22 horas nos dirigíamos a los dormitorios ( jajaja barracas) cada uno de los compañeros se dirigió a su barraca correspondiente, todos con una cara de cansado que no daba mas, era el factor común en los aspirantes, el cansancio, pero siempre hubo tiempo para hacer comentarios y para sonreír, todos nos dirigimos a las duchas, donde después de un baño reparador, la higiene de dientes y otros, nos disponíamos a descansar en nuestras literas.

Normalmente antes de dormir siempre pienso lo que hice durante el día, pero esta vez, no lo hice, sino que me dormí al instante.

Dia tras día la rutina nos fue sometiendo a un aburrimiento, y hacer los días eternos, ya que el sistema del liceo es pupilato ( o sea que te quedas todo el mes y salís 2 días a ver a tu familia); eso te lleva a que tenés que hacer amistades, ya que la soledad te marca muy fuerte, yo personalmente me hice muy compinche de Santiago, mi compañero de cucheta, él era un morocho, de 1 metro 70 mas o menos, delgado, pero de cuerpo muy musculoso, o sea de músculos muy marcados, muy simpático, de una sonrisa espléndida, y además muy cariñoso!!!!!!.

Digo cariñoso, porque permanentemente te abrazaba, te demostraba afecto, sinceramente como algo muy natural en él, ya que con los otros compañeros era igual, o sea con los compañeros que habían venido con él – Sebastián y Gino – a mi al principio no me molestaba sus gestos, pero a medida que fueron pasando los días, sus actos me movían o sea que me ponían un poco nervioso, ya que a veces eran abrazos muy fogosos, que hasta besos tuvieron.

Santiago era un chico muy bueno en las actividades físicas, pero en lo intelectual, le costaba las matemáticas, física y química, y para mi todo lo opuesto, medio vago para lo físico, pero para el estudio siempre me defendía con facilidad, en las actividades recreativas y físicas nos poníamos en dueto, así yo salía fortalecido y en las horas de estudio, yo le ayudaba con las tareas, así fuimos haciendo un dúo de puta madre.

Eso fue lo que en definitiva fue formando una amistad que en algunos casos se tornó hasta simbiótica, evidentemente, por mi parte estaba clarísimo que le tenía mucho afecto y aprecio y de parte de él sentía la misma reciprocidad, los amigos de él también eran los aliados de la barraca y los compañeros de todas las actividades extras que hacíamos en el liceo, los ratos de ocio, los juegos de naipes, los ratos en el "Casino" y ratos de computadora, en fin habíamos formado un cuarteto que nos fortalecía para hacer mas confortable la estadía en la institución.

Todo transitó en la más completa normalidad hasta las primeras vacaciones, que fueron en abril, donde en nuestro país se celebra la "Semana Santa" o "Semana de Turismo", ahí las clases se suspenden y cada uno de los estudiantes va a su casa con sus seres queridos, llegó esa fecha y nos separamos, pero quedamos de comunicarnos por vía Internet (Messenger) y así fue, diariamente chateábamos con Santi, Seba y Gino; aparte los cuatro éramos ciberadictos, mientras nos comunicábamos comenzó a surgir una confianza bárbara con Santiago, el ponía en su display una serie de fotos que eran de él pero siempre en ropa interior, cuestión que me llamaba mucho la atención, siempre había visto a Santiago en ropa interior, pero no me había llamado la atención mucho, va bueno...lo normal, pero las fotos y los comentarios de él me empezaron a hacer sentir una sensación casi extraña, algo como indescifrable .....

Bueno conversación va conversación viene, una noche....los diálogos con Santi, se volvieron raros, o sea me estaba excitando verle en la foto, con un bóxer blanco y sus comentarios me estaban dando a entender que a él le estaban pasando cosas conmigo, ahora yo no me lo había cuestionado hasta ese momento, lo cuál no me desagradaba, pero me picaba un poco la duda. En una de las conversaciones me declara su atracción hacia mi, me lo dice tácitamente, que yo le gustaba, que no pensaba en otra cosa que no fuera yo, y bueno yo sinceramente no estaba como él, pero me inquietaba, yo no estaba claramente definido sexualmente, o sea si había tenido un par de encuentros con chicos y otros tanto con chicas, pero acto sexual, no había consumado aún, solo me había hecho practicar sexo oral por un compañerito de liceo, hace unos años atrás y me había agradado bastante.

Santiago me plantea que quiere tener una relación conmigo y yo le dije que no sabía puntualmente, pero que durante la semana próxima en el Liceo lo charlaríamos.

Todo esto me generó una confusión total, pero no me desagradaba la idea, Santiago era muy simpático y agradable, además me atraía su físico y su manera de ser para conmigo, era re tierno y muy cariñoso conmigo.

Todo transita con normalidad, retornamos a las clases y nos encontramos con mis compañeros, todo casi igual a como estábamos antes, solo que Santiago conmigo estaba medio raro, como cortado, pero como teníamos actividades no pudimos charlar, llegó la noche y nos disponíamos a descansar en nuestros dormitorios, cuando el se disponía a ducharse, aproveché la oportunidad para acompañarlo y hacer lo propio, el resto de los compañeros ya se habían duchado, quedamos sólo los dos en el baño, cada uno en el individual, nos disponíamos a ducharnos, nos pusimos en duchas contiguas, yo sentía el agua de la ducha golpeando sobre mi espalda, me enjabonaba con mucha fuerza y cuando me giro hacia la puerta de mi ducha, lo veo a Santiago parado de frente a mi y me puse tan nervioso que me di vuelta, dándole la espalda, él ingresa en mi ducha y me abraza, yo estoy a mil y me doy vuelta y le digo que salga de ahí, que puede venir alguien y vernos, pero el ni se inmuta, sigue apretándome y siento que cierra la puerta de la ducha y eso me tranquiliza algo, pero mi corazón latía como loco, me encantaba lo que estaba haciendo, sentía el calor de su cuerpo y apoyado detrás su pene muy duro, que se apoyaba sobre mis nalgas, sinceramente era una sensación que se disfrutaba, yo dejé hacer, el me besaba el cuello, con sus manos me apretaba las tetillas, yo estaba a mil, dejaba actuar a Santi, y solo me dedicaba a disfrutar; sentía su pene en mi raya, sentía que quería entrar en mi culo, lo sentía muy grande y dura, pero la excitación era tanto que separé las piernas y dejé que me penetrara, sentí que él se tomaba su pene con la mano y lo dirigió directamente a mi ano, el jabón que corría por mi espalda oficiaba de lubricante y eso permitió que su verga fuera abriendo camino, aiiiiiiiiiiiiiiiii no podía entrar, era tan grande y gruesa que había dificultad ya que mi ano es bastante estrecho, yo me tensaba y eso era peor, santi me decía que me relajara y de a poquito fue el pene suyo venciendo la resistencia de mi esfínter, y se fue metiendo en mi ano, que con mucha delicadeza fue entrando, la cabeza, aiiii y le siguió el cuerpo de su pene, yo estaba a mil, no había sentido esa sensación de placer, pero fue algo increíble, como todo su miembro entraba en mis entrañas y me hacía excitar cada vez más. Comenzó a entrar y salir con una ternura bárbara, sentía su verga dilatar totalmente mi recto, bien lubricado, fue cada vez más rápido, sus movimientos me demostraban que no era su primera vez, estaba frente a un chico de 18 años, con una enorme verga y disfrutaba como nunca, mi verga estaba tan erecta que en cada embate de Santi, mi verga golpeaba contra los azulejos de la ducha, estábamos en un frenético juego sexual, el agua de la ducha caía sobre nuestros cuerpos, y su verga solo me daba places, el dolor ya había desaparecido y yo me contenía de quejarme, para que no se sintiera desde afuera, mis quejidos, en un momento, vi que Santi, sacaba su verga de mi culo, y me tomaba los brazos y me hizo girar para que nos enfrentáramos, y me pidió que se la chupara, yo estaba tan excitado que sin dudar me arrodillé y puse en mi boca el pedazo de carne que me ofrecía, que era algo impecable, perfecto, bien blanco, con la cabeza bien rosada, el prepucio era mas oscuro, cargado de venas hinchadas y un tamaño que oscilaba entre los 22 y 24 cm, un placer de ejemplar. Se lo chupaba, sin saber mucho de ello, pero mientras lo hacía, levantaba mi vista hacia la cara de Santi, que se sostenía sobre la pared y con los ojos cerrados, se veía que disfrutaba de mi accionar, le chupaba su verga y le pasaba la lengua por sus testículos que estaban tan arriba que se pegaban a su pene y y seguía chupando esa verga tan gustosa.

Pasaban los minutos y Santi, me toma de la cabeza, y me levanto, y gira contra la pared, dejándome su trasero para mi, no dudé un instante, mi verga estaba super, así la tomé y me puse un poco de jabón y se la fui acercando hasta su hoyo, que me permitió sin problemas introducirla, se la mandé de una, entró sin dificultad, solo se quejó de placer y se desparrama contra la pared, fue algo increíble, yo no había hecho eso nunca, pero el instinto y las hormonas, fueron dirigiéndome y haciendo disfrutar a Santi y yo a la vez sentía una sensación impresionante de placer, cada vez que le metía mi verga, el apretaba su esfínter, haciendo que el placer fuera aún mayor, el tiempo pasaba y nosotros seguíamos en nuestra historia, sin pensar que los minutos pasaban y que estabamos en las duchas del liceo, que podía entrar alguien , pero nuestros cerebros solo se preocupaban de descargar hormonas de placer y perdíamos la noción del espacio y del tiempo, solo lo penetraba y se la sacaba toda, y después se la metía toda, y veía como Santi disfrutaba y yo sin duda también, mis piernas temblaban, eso indicaba que estaba por terminar, mis movidas eran muy rápidas, de un momento, Santi, gira, sacando mi verga de su culo, yo me sorprendo y el me dice .....vamos a terminar juntos..... y yo en esa locura y descontrol dejo que él guíe, me pone de vuelta de espaldas y me la mete de una, yo pego un grito, y con sus manos me toma mi verga y me la empieza a masturbar, algo que no se como explicar, mientras sentía su verga enorme adentro mío el me pajeaba con frenesí, y me decía ....vamos a terminar juntos amor....... ahhhh, era una locura de placer dentro de esa ducha, ahora siento que los movimientos de Santi eran casi alocados, y mi verga estaba tan colorada e hinchada que parecía que iba a reventar, siento un movimiento de su verga en mi culo, como de temblor y siento como me llena con su semen y en ese momento, mi verga empieza a escupir semen también contra la pared, fueron unos segundos de placer, que parecieron horas, aiiiiii es inexplicable, lo lindo que es tener un orgasmo simultáneo con alguien y eyacular tanto, tannntooooo, fue impresionante, la cantidad de semen que sentía adentro de mi recto y la cantidad de semen que me salía a mi, nos quedamos así los dos apretaditos contra la pared, yo con su verga metida hasta las entrañas y el me besaba mi cuello y no me soltaba mi verga.

Nos abrazamos, nos besamos, de una manera increíble, no se no entendía nada, era como si estuviéramos manejados por un control remoto distante a nosotros, nos apretábamos, nos refregábamos y nos besábamos locamente en un frenesí increíble, cosa que en mi puta vida me había pasado, era todo locura, placer, abrazo, aprete, aiiiiiii mi diossss, lo cuento y lo recuerdo como si lo estuviese viviendo ahora mismo.

A los cinco minutos o mas, Santi, me dice......voy a terminar mi baño.... sale de mi ducha y cada uno hace lo propio, se siente el ruido del agua .......

Yo salgo antes y me retiro hacia los dormitorios........me acuesto y duermo profundamente ...

Esto ( como suponen todos ) sigue......esperen pronta entrega ....