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El comienzo de mi historia

en Lésbicos

Desde hace tiempo me acusaban de lesbiana, solo por jugar futbol y una vez tuve un problema con una amiga; un problema estúpido, pero a partir de ahí fui tachada como lesbiana. Todo eso fue en primaria. Podrán imaginarse el problema emocional y psicológico que me provocó pero ya lo superé, el problema real es mi madre.

En lo que llevo de vida sólo he tenido 6 novios, de los cuales 2 son los que me han dejado marcada.

Carlos fue mi primer novio: alto, ojos verdes, blanco, cabello negro, delgado, jugaba futbol, bueno… un galán; me enamoré total y perdidamente de él, ¿por qué?... no lo sé pero ahí me di cuenta que me costaba mucho trabajo ser linda con él, casi no lo abrazaba, no lo besaba, no salíamos, hasta que un día me terminó por celular, perdón, por mensaje de celular. Eso me devastó y lo peor es que ni siquiera se dignó a decirme el porqué de su decisión. Semanas después, mi amiga Regina se enteró que Carlos me había terminado porque me puso el cuerno. Triste, muy triste; y saben… una mujer despechada es lo peor que puede haber en esta tierra.

Mi siguiente novio fue Luis: alto, cabello chino castaño, ojos color miel, abdomen marcado, blanco, su mamá me adoraba, jugaba futbol. Anduve con él sólo para olvidar a Carlos, y aparte, mi mejor amiga, Caro, quería andar con él. Obviamente, después de esto, ella dejó de ser mi mejor amiga. Con él fue mi primer faje y pues no lo amé, unicamente lo quise. Duramos 1 año 1 mes, pero en este lapso a los seis meses le puse el cuerno con Mario, un chavo que me atraía mucho. Luis nunca se enteró, o más bien, no sé si se enteró. A los 11 meses de andar le puse el cuerno con mi amiga Regina… aquí comienza mi historia.

A Regina la conocí en 2° de primaria, fuimos amigas por 7 largos años; yo conocía todo de ella como ella de mi, era una chava súper buena onda, alta (si digo muchas veces alta o alto es porque yo soy chaparrita), bonitos ojos, jugaba súper bien al futbol, muy bonita la verdad, pero nunca la vi como algo más que una amiga.

Ella y yo jugamos futbol en el mismo equipo por 5 años, hasta que un día la convocaron para que jugara en un equipo, por así decirlo, de mayor cotización. En ese equipo había muchas chavas que eran lesbianas y la empezaban a molestar de que ella también pertenecía al clan. Ella decía que no y no y no, y efectivamente… ella no era, de hecho traía novio en ese entonces; hasta que se cansó y dijo que sí era para que la dejaran de molestar, en ese momento Sarahí (compañera de equipo de ella y mía en el colegio, que también jugaba con Regina en el otro equipo) mencionó que Regina tenía novia y su nombre era… Gaby (yo)

Al mencionarme esto Regina, yo sólo empecé a reír; hasta hacíamos bromas y le decía.

-hola novia mía. ¿Cómo estás?

-muy bien y tú

Ese era nuestro juego, pero a partir de ahí aprendí que: "entre broma y broma… la verdad se asoma"

Un don que tengo es el de saber cuándo a la gente le intriga algo y el de expedir confianza.

Yo sabía que ella tenía curiosidad de lo que era tener novia y yo también, así que me aproveché. Mis quince años los celebré en otra ciudad y por casualidad ella fue la única que pudo asistir.

Todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer, era 14 de septiembre en la noche; las dos estábamos acostadas en la cama platicando de pura babosada hasta que…

-Oye… ¿quieres ser mi novia?- le pregunté.

-Ay si- me contestó en juego

-No estoy bromeando- en tono muy serio

Se quedó pensando unos minutos hasta que…

-Si- me contestó.

-Ahm… y ¿luego?

-Pues no sé

-¿Quieres que te bese?- pregunté en plan de burla

-No lo sé

-¿En serio?- no sabía qué hacer.

Hubo un silencio sepulcral hasta que me volteé para lograr verla en la penumbra y besarla. Confieso que ha sido el peor beso que he dado y todo porque no tenía la suficiente práctica, pero la verdad fue un muy buen beso de parte de ella, se lo reconozco. Acabada esta acción me terminó.

-No puedo verte más que como una amiga y ya.

Admito que me enojé un poco y a partir de ahí decidí mejorar mi técnica de besar. De una vez que llegamos a México me dejó de hablar por un tiempo, pero después de su "tiempo" volvimos a ser amigas y hasta eso MEJORES amigas.

Me empezó a gustar una chava que se llama Elizabeth, y a Regina le gustaba Sarahí. A mi mejor amiga le informé de mi gusto por mensaje y le pedí de favor que lo borrara. Con esto aprendí que: "si vas a decir algo importante, nunca lo digas por mensaje". En fin, le ayudé a que anduviera con Sarahí, y efectivamente, lo logró. Hasta que un día la mamá de Regina empezó a ver los mensajes que guardaba su hija en el celular, varios de su novia, pero el que le llamó la atención fue el mío: "me gusta Elizabeth". La mamá de Regina se alteró y le prohibió hablar conmigo, se armó un relajo total. El problema se engrandeció tanto que tuve que decirles a mis papás todo lo que hice, necesite un valor enorme para decir:

-Papá, besé a Regina.

Y mencionarle otras cosas. Bueno, mis padres hablaron con su mamá porque el padre de ella no se dignó a aparecer, pero para esto, la mamá de Regina fue a hablar con Sarahí y preguntarle sobre el asunto. Para lo que Sarahí respondió:

-Nosotras fingimos andar porque Gaby acosaba a Regina.

Al enterarme de esto me quedé boquiabierta. Me enojé con Regina, porque ya ni en el equipo me veían bien, no me defendió lo suficiente, quedé mal ante todos, mi familia…

Me enojé tanto que un día… la golpeé, nunca había golpeado antes, pero la golpeé, le saqué un poco de sangre y lo más gracioso es que ella me empujó y, con ese ligero movimiento, me provocó una contractura en el cuello. Con esto aprendí que: "golpear a la gente no es bueno, quien eres tú para hacer justicia con propia mano".

Con esto la amistad se quebró total y profundamente. Y digo, con honestidad, la extraño. Vivimos tantas cosas lindas, pude haber mal interpretado el amor con la amistad, pero ahorita que lo pienso bien, amaba nuestra amistad, el simple hecho de ser amigas, y ver en lo que se ha convertido me da pena. Espero que Dios me dé la oportunidad de que volvamos a ser amigas, nada más.