Yo despertaba a veces mojada, en otras, muy mojada. No siempre, los mayores deleites son aquellos que implican el roce de tu piel con otra.
"Nos consumimos en el acto pleno [...] / de penetrarnos, / las almas"
La gente no debería dejar su reflejo en los espejos colgados de los baños de hoteles, porque cuando una gasta el alma, también quiere gastarse el cuerpo.
Alimentó de lluvia sus labios y luego regó mi tierra infértil: me besó
Y ese beso cambió mi vida I