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De tradicional a una fogosa infiel.1.Los comienzos

en Hetero: Infidelidad

Hola, les quiero contar una historia de amor, morbo y infidelidades consentidas con mi ex pareja. La cual estuvimos juntos 5 años. Lo dividiré en varios relatos donde el siguiente será más morboso que el anterior.

El nombre de ella es Laura y mi nombre Marc, cuando nos conocimos yo tenía 19 años y ella tenía 3 más que yo. Ella es morena, 1.70, tiene el pelo largo ondulado de color negro, es delgada, tiene una cara morena preciosa, unos ojos que enamoran marrones verdosos y unos labios carnosos que hacen que te derritas. Yo también soy moreno, 1,81 de estatura, delgado también.

Ella siempre ha sido una mujer tradicional, con su carrera recién acabada, muy familiar y sobre el sexo muy tradicional. Todo lo contrario a mí, yo desde muy pequeñito he sido muy morboso, siempre me ha gustado más el juego que el propio acto del sexual. Me aburre que siempre sea lo mismo.

Siempre que hablábamos de alguna cosa sobre tríos infidelidades etc. ella lo rechazaba por completo. Por esto yo no le decía nada de lo que a mí me gustaba y me reprimía por que la amaba y no quería perderla. Así estuvimos los 2 primeros años.

Todo iba bien (normal) hasta que un día ella, conectada a mi ordenador (yo no estaba en casa), me descubrió unos videos y unas fotos con las que yo a veces me masturbaba, el caso es que esto le puso la mosca en la oreja y empezó a registrar mi ordenador. Se llevó una sorpresa al ver que las páginas web que miraba, los videos, las fotos etc. tenían algo en común, eran de cuernos consentidos, sexo en sitios públicos, tríos, orgias etc. Cuando llegué a casa ella me lo comentó y yo intente quitarle importancia pero insistía sobre que estaba pasando. Entonces yo sin más, le comenté que yo separaba el sexo del amor y le expliqué que desde pequeño yo siempre había sido muy morboso sexualmente hablando, que me gustaba el sexo morboso y que, sobre todo, el tema que más me gustaba era el tema “cornudos consentidos”. Ella se hizo la enfadada y se fue a dormir.

Hasta después de una semana no volvimos a hablar del tema, ella fue la quiso hablar conmigo:

-Mira Marc, sé que te ha costado sincerarte conmigo sobre estos temas. Ahora que lo has hecho, me alegro, no quiero que volvamos a tener ningún secreto entre nosotros. Por este motivo yo también te diré que yo, cuando me masturbo pienso en cosas parecidas a las tuyas, lo que las veo como fantasías y nunca he pensado en llevarlas a cabo. Para mí son simplemente fantasías. Yo, no creo que pueda verte con otra, lo pasaría mal y no disfrutaría nada.

Le dije que no se preocuparse por nada que como le había dicho, lo que más me pone es verla a ella disfrutar con otro y que si quiere iríamos a su ritmo, sin prisa y siempre haciendo lo que nos apetezca a los dos en cada momento. Bueno el caso es que estuvimos hablando un rato y allí se acabó la conversación.

Al cabo de un mes, no habíamos vuelto a hablar del tema, así que un viernes por la mañana, después de un polvo, le comenté que si le apetecía salir de fiesta esa noche a alguna discoteca, ella contestó que sí, entonces yo aproveché para recordarle el tema cuernos y le comenté que si surgía y le apetecía podía ponérmelos esa noche con algún chico que le gustase. Ella me miró, sonrió y me dijo: - Ya veremos qué pasa. Nos levantamos y nos fuimos los dos a trabajar.

Cuando llegó la noche, yo llegué de trabajar, ella estaba preciosa, con un vestido negro un poco ajustado, que le hacia un escote bastante apetecible… iba muy elegante pero a la vez provocativa, por este motivo a mí se me olvidó de repente que íbamos a salir por la noche y que quizás pasaría algo de cuernos y

me abalancé a ella para follarla. Ella me paro y me dijo que se había pasado mucho rato arreglándose y que le apetecía salir de juerga, después pues ya nos lo montaríamos. El caso es que cenamos, me arregle y nos fuimos a una discoteca del centro de Barcelona (calle Aribau).

Una vez aparcamos el coche, nos fuimos a un bar a beber algo antes de entrar a la disco. No sé si soy yo pero ella estaba algo nerviosa y a la vez caliente, estuvimos todo el rato besándonos y poniéndonos cachondos. Una vez acabados los dos San Franciscos que pedimos, salimos del bar hacia la discoteca. Un poco contentos (casi nunca bebemos alcohol) bajábamos la calle Aribau para entrar a la disco. Seguíamos tonteando y me atreví a preguntarle si se había dado cuenta de que todos los chicos con los que nos cruzábamos se quedaban mirándola, ella se hizo la tonta y sonriéndome, me miró fijamente a los ojos y me besó, un beso de esos que no se te olvidan.

EL caso es que llegamos sobre las 02:45 a la discoteca, entramos, estaba bastante llena. Nos dirigimos a unos sofás que hay en la entrada para sentarnos y seguir jugueteando y tonteando entre nosotros. Sobre las 03:30 le dije que iba a pedir algo de beber, ya que con la entrada nos invitaban a tomar una consumición y ya de paso le pregunté si había visto algún chico de su agrado y me contestó que ni se había fijado, entonces yo le sonreí y me fui a pedir la copa.

Una vez en la barra estaba desbordada de gente, era un caos, así que decidí ir a la barra de la otra sala a ver si había menos gente, pero más o menos estaba igual, así que decidir esperar allí. Tardé media hora más o menos en pedir la copa, yo estaba preocupado porque había dejado a Laura allí esperando y con lo bien que nos lo estábamos pasando no quería que se enfadase conmigo y fastidiar una noche tan perfecta.

Mi sorpresa fue, cuando me empecé a acercar a ella, la vi hablando con un chico, moreno, bastante fortote, un guaperas. Yo paré un momento a pensar, me puse muy nervioso, no sabía qué hacer, tenía unas sensaciones extrañas... al final decidí acercarme y entregarle la copa y a ver qué pasaba, de momento sólo estaban hablando.

Cuando estaba llegando, mi novia me vio, me miró con una sonrisa de oreja a oreja y me preguntó porque había tardado tanto. Entonces la tuve que explicar que los camareros estaban desbordados de tanta gente que quería pedir y todo eso. Después ella se levantó me cogió la mano y me dijo ven Marc que te presento a un amigo:

-Juan este es mi hermano pequeño Marc, este es Juan un chico muy majo que acabo de conocer.

Nos dimos la mano y nos sentamos los tres en el sofá. Estaba alucinando de la película que le había dicho a aquel chico, que yo era su hermano, que veníamos desde Mallorca a visitar  unos familiares etc.

El caso es que la conversación cada vez era más entre ellos dos, se podía decir que ya estaban tonteando bastante, yo ya notaba un poco como que sobraba, hasta

se ve que mi novia no podía más, se giró, me miró a los ojos y me pregunto: ¿Si? Le dije –Sí, ella me volvió a preguntar: ¿Seguro? Y contesté: seguro.

Entonces al cabo de 1 minuto me levanté para ir al servicio y pude ver como tenían una de las manos cogidas y el chico tenia la otra en la pierna de mi novia. Me di cuenta que estaban un poco cobardes por mi presencia pero que se morían de ganas, así que me fui al baño.

Cuando salí de este me acerqué sigilosamente para que no me vieran y pillarlos. Al acercarme vi lo que yo mismo había propiciado, se estaban dando el lote, pero además de una forma exagerada. Claro, normal, estuve toda la noche calentándola y ahora esta desfogándose, yo estaba algo nervioso, no sabía qué hacer, además estaba medio empalmado en medio de la discoteca. El caso es que me acerqué a ellos, pararon de golpe sus actividades y guiñándole un ojo a mí chica le dije que había visto a unos amigos que me iba un rato con ellos. Ella con cara de viciosa me dijo que no tardase que nos teníamos que ir y que tuviese cuidado.

Me metí entre la multitud y me quedé allí en medio mirándolos, con una erección enorme y con unas ganas de follarmela impresionantes. Encontré el mejor sitio para mirar sin ser visto y allí me quedé viendo como otro se daba el lote con mi novia en mis morros y delante de un montón de gente. Pude ver como él le metía mano debajo del vestido pero sabía que mi novia, con lo recatada que era, no le dejaría tocarle el coño allí en medio y supuse que le acariciaba el muslo.

Estuvieron magreandose y besándose hasta las 05:20, entonces ella me llamó al móvil para decirme que nos íbamos ya, le pregunté por qué y me contestó que mañana

teníamos que volvernos pronto a casa  “a Mallorca”. Yo me acerqué y ella con toda la intención del mundo, le dio un morreo delante mío de despedida y me dio la mano y nos fuimos.

Cuando salimos, sin decirnos nada en mitad del camino para el coche me agarró la cabeza y me besó. Después le dije que me había puesto híper cachondo y que lo había pasado genial, ella sonrió y me comentó que ella también se lo había pasado genial. Le pregunté mientras caminábamos de todo, como besaba, si estaba cachonda y un montón de preguntas más, hasta que llegamos al coche. Nos sentamos y me informó que él le había dado el teléfono para volver a verla, que le había gustado mucho etc. Entonces me dijo que le tocase coño, metí la mano dentro y…  ¡la tía no llevaba el tanga! Y encima estaba súper mojada. Antes de decir yo nada, ella me explicó que le había prestado el tanga y que la próxima vez que se viesen, él se lo tendría que devolver. Yo me quedé alucinado, pensaba: ¿dónde se ha quedado la tradicional Laura? Después del momento shock, le pregunte entre palabras entre cortadas por los nervios y el morbo – Entonces… ¿te ha masturbado allí en medio de la discoteca? Y ella me respondió: Sí, además me ha metido los dedos y me ha puesto súper cachonda… entonces los dos nos miramos a los ojos sonriéndonos y nos besamos como unos locos, a la vez que nos tocábamos los sexos. Encendí el coche y nos fuimos rápidamente a follar a casa. Ese polvo duró horas y fue algo maravilloso y espectacular.

A partir de esa noche, nuestra relación dio un giro de 180 grados y se convirtió en la época más morbosa de mi vida que seguiré explicando en los próximos relatos.

PD: próximo episodio habrá bastante más morbo. Nuestros juegos, empezarán a haber mas sobre infidelidades consentidas y sumisión y habrá más sexo. Ya lo subiré.

Muchas gracias y espero que os haya gustado.

Ona87ona@hotmail.es