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Esa rubia debilidad 3

en Hetero: Primera vez

ESTE RELATO NO ME PERTENECE. PERTENCECE A LA AUTORA ''GUERRERA LUNA'', QUIEN LO PUBLICO COMPLETO EN OTRA PAGINA. EN TODORELATOS PUBLICO LAS 3 PRIMERAS PARTES, Y YO ME DARE LA TAREA DE VOLVER A PUBLICAR TODO EL RELATO COMPLETO, YA QUE ME PARECE UN MARAVILLOSO RELATO.

 

A la mañana siguiente Serena despierta y lo primero que viene a su mente es la imagen de Darien. Realmente era hermoso…tan hermoso que le quitaba la respiración.

Lo recordó descalzo y sin remera…volvió a sonrojarse como ese día…nunca había reparado en el cuerpazo que su novio traía.

Como toda niña se enamoró de su hermoso rostro, pero su cuerpo…moreno, su cuello fuerte, su torso firme, sus músculos, su pecho perfecto y totalmente lampiño…su cintura estrecha…sus caderas…y esa colita divina…Se sorprendió al descubrirse a si misma pensando esas cosas…

Definitivamente tenía que hacer algo para que Darien desista de verla como una niña boba y la vea como lo que ella sentía que era en ese momento, una mujer. Estaba totalmente encaprichada con eso.

-Hacer el amor con Darien…? La simple idea la puso roja como un tomate.-Como sería? Quién podría aconsejarme? No me atrevo a hablarlo con mi mamá…Ya se, Mina!-pensó de repente- Ella no tiene experiencia pero seguro sabe mas que yo, además no me avergüenza hablarlo con ella porque es muy desinhibida y no me juzgaría.

De manera que decidida a confesarse con su miga, partió más feliz que nunca al colegio.

En el camino, como siempre, se topó con su rubia amiga…

-Hola Serena!- gritó la dicharachera muchachita.

-Hola Mina! Que bueno que te veo, necesito que hablemos, puedes hoy a la salida?

-Claro Sere! Y además…ya me imagino de qué quieres hablar picarona!- Inquirió Mina picándole las costillas a Serena.

-Ya está bien Mina…-riendo

-Nos vemos a la salida Serena, yo paso por ti y vamos para mi casa. Adiós!- Y corrió seguida por el pobre Artemio para evita llegar tarde…una vez mas.

La mañana transcurrió lenta y tediosa para Serena. No veía la hora de encontrarse con su amiga a la salida.

Por fin la una en punto y el timbre de salida que suena. Se sintió feliz y corrió hacia la salida sin despedirse siquiera de Amy y Lita.

Allí la estaba esperando Mina, siempre con su sonrisa impecable y sus grandes ojos tan expresivos.

Se abrazaron y se dispusieron a marcharse cuando de repente lo vio allí, a unos metros, recargado sobre su deportivo rojo. Ese hombre realmente podía quitarle el aliento a cualquier mujer. Con su pelo despeinado, gafas de sol, sudadera y pantalones deportivos…acaso todo lo que se ponía le quedaba bien al condenado? se preguntó.

Y demonios! Había olvidado que él pasaría por ella a la salida del colegio. Pero no podía posponer su charla con Mina, era asunto de Estado!

Darien le hizo un gesto desde donde se encontraba del otro lado de la calle.

Ella se acercó a él corriendo mientras Mina caminaba por detrás.

Lo abrazó con fuerza, el apenas le correspondió.

-Hola Darien!- Saluda Mina.

-Hola Mina, como estás?

-Muy bien gracias. Espero que puedas disculpar a Serena, pero resulta que le pedí que me ayude con mi tarea de lengua. Es que tengo que presentarla mañana y me reprobaran si no está perfecta.- dijo haciendo puchero.

-Ayudarte con lengua? Por qué no me ayuda a mi con eso? Seguro lo necesito mas que tu- Pensó hacia sus adentros el moreno.- No hay problema Mina.- ahora sí habló.

-Lo siento tanto Darien...Te prometo que acabamos con la tarea, tomamos la leche y salgo corriendo a verte.

-La leche…- susurró él riendo de lado- la leche te la puedo dar yo, toda, tengo mucha.- ironizó por dentro.- Ya basta Darien! Es una niña, recuérdalo.

Serena ni siquiera comprendió el comentario de Darien, pero Mina se quedo seria observándolo. Definitivamente aunque casta, ninguna ingenua.

Se despidieron los tres y las muchachas caminaron hacia la casa de Mina.

Una vez allí almorzaron ansiosamente, la madre de Mina nunca había visto a Serena tan inapetente.

Terminaron y subieron corriendo las escaleras que conducían al cuarto de la adolescente.

-Ok Serena, entonces ya tienes decidido que si vas a hacerlo con Darien, que emoción! Promete que me contarás todo! Con lujo de detalles- haciendo cuernitos de diablo.

-Ya basta Mina, aún no estoy totalmente segura, por eso quería hablar contigo acerca del tema. Es que tengo mucho miedo, yo no se nada de nada, jamás he visto a un hombre desnudo…- y se sonrojó.

-Ah bueno! Pero eso no es problema, mi hermano Jedite tiene un montón de material acerca del tema en su cuarto, y casualmente no se encuentra en casa ahora…- dijo la rubia cantando.

-Tú insinúas que entremos a su cuarto y le robemos sus cosas.- preguntó tímidamente Serena.

-Robar no Sere, tomar prestado!

A Serena le cayó una gota de sudor por su espalda.

-Tú espérame aquí que yo enseguida regreso.

Al rato vuelve Mina con una pila de revistas y dvd.

-Aquí tienes Serena, todo lo que necesitas.- Serena la miró horrorizada

- Mina, que es esto?

-Hay Serena! Como que qué es? Porno! Me vas a decir que tu jamás…-

Serena negó con la cabeza.

-Uff!- Suspiró Mina – Tenemos mucho trabajo.

Se levantó del suelo, tomó una de las películas de DVD y encendió la tv.

Serena se quedo anonadada. Jamás en su vida había visto algo así. Una pareja matándose sin piedad.

-Lo ves? Ese es todo el secreto.- comentó dándosela de experimentaba Mina.

-Y no le duele?

-Supongo que no. O al menos no parece.

-No se Mina, esto no me gusta nada

-Hay por favor Serena! Es algo natural, además debe ser muy rico, yo escucho desde mi habitación cuando Jedite está con su novia y tu vieras…a ella parece encantarle.

-Tu crees Mina?

-Claro! Además…Darien está de muerte!

-Mina!- Serena se puso furiosa.

-jajajajajja! Era broma Sere…era broma!- rió despatarrada en el suelo.

-Bueno, supongo que es lo correcto. Iré a ver a Darien entonces…- habló resignada Serena.

-Mucha suerte amiga! Y no olvides los detalles!- Le guiñó el ojo.

-Miiiinaaa!-suspiró- Gracias…

-De nada Sere! Te quiero amiga!

-Y yo a ti…adiós!

-Adioooos!

Y Serena se marchó rumbo al apartamento de su novio.

Ya en la entrada suspiró y tocó el timbre.

Darien abrió y la hizo pasar.

-Se ve hermosa, como siempre.- pensó.

-Darien- sacándolo de sus pensamientos- antes que nada yo quisiera hablar contigo sobre algo…

-Sobre qué?- temiendo lo peor.

-Sobre lo del otro día…ya sabes…- miró hacia abajo sonrojada.

-Serena, no hay nada que hablar, aprovechemos la tarde. Mira, el sol está radeante. Qué te parece si vamos a la playa?- Evitando la incomodidad del tema.

-A la playa? Pero Darien, yo creí que nos quedaríamos aquí…

-Aquí encerrados?- La interrumpió- Con este día?...- dándole un tono exagerado a sus palabras.- Aquí encerrados solos, no respondería de mi- pensó.

-Pero no tengo mi bikini…- pensando que si quería provocar a Darien no iba a hacerlo con su malla enteriza rosada con moñitos.

-Eso no es problema Serena, compramos una..

-Ok- suspiró resignada.

Antes de llegar a destino se detuvieron en el centro comercial. Entraron en una tienda de bikinis.

-Tengo que impresionarlo- pensó- Darien, tú espérame afuera, ya sabes como somos las chicas- guiñándole un ojo.

-Esta bien, procura no demorarte mucho si? Nos vemos.- Y salió de la tienda.

Serena escogió la bikini que mas sexy le pareció y volvió junto a Darien para dirigirse a la playa.

Una vez allí Darien, como el caballero que es, preparó el sitio para que su princesa se sintiera a gusto.

Colocó la sombrilla y estiró dos toallones sobre la arena para recostarse a tomar sol.

Darien ya tenía sus short de playa puestos, de manera que sólo tuvo que quitarse la playera que llevaba dejando su moreno y musculoso torso al desnudo (OMG imagínense por favor esa imagen…babasssss!).

Serena sólo miraba sentada en la arena. Ese hombre era un dios, ni más ni menos. Su cabello azabache alborotado, su mandíbula varonil, llevaba puestas sus gafas de sol. Su pecho fuerte, sus abdominales marcados..sus piernas…(Basta ya amigas!)

Se sienta a su lado y echa la cabeza hacia atrás para sentir la brisa del mar en su rostro.

Ella piensa que debe comenzar a actuar si quería tener a ese morenazo en sus garras.

Se levanta y se quita la blusa de tirantes primero.

Darien automáticamente se sienta erguido para observarla.

Dándole la espalda a él, se desabrocha el botón de sus shorts y los baja lentamente reclinándose hacia delante con las piernas estiradas.

Darien dejó caer literalmente su mandíbula y sintió que quería decir algo pero las palabras no salían de su boca.

Sólo observaba entre espantado y anonadado los movimientos de su novia para luego sentir como se le secaba la boca y sus ojos azules se desorbitaban ante el espectáculo que se le presentaba enfrente: Su inocente novia totalmente reclinada hacia delante dejando a sólo un metro de su rostro una tanga de hilo dental que se perdía sin remedio entre sus perfectas y redondas nalgas.

Serena se enderezó, y de una forma demasiado sensual para su edad se soltó su rubio y largo cabello de la coleta que llevaba sacudiéndolo de un lado a otro.

Se dio la vuelta para cerciorarse de que su performance hubiera surtido el efecto que ella deseaba…

Darien tenía la mandíbula apretada, al igual que sus puños. Lo que vio en su mirada le produjo un terror que nunca creyó sentir hacia el amor de su vida.

Permaneció de pie, no se atrevía a hacer ni decir nada.

Darien se levanta y la toma fuertemente del brazo, sentía que la lastimaba.

-Por qué haces esto Serena?- Arrastrándola bajo la sombrilla.

-Po-por qué hago qué Darien?- totalmente espantada.

-Todos, absolutamente todos los tipos a nuestro alrededor te están observando. Qué es lo que pretendes, eh! Darme celos?- Intentando controlas el remolino de sentimientos que lo desbordaban en ese momento.

Realmente todos los hombres presentes se quedaron embobados con el espectáculo de Serena, pero no era sólo eso lo que lo enfureció mas, sino la instantánea erección que se manifestó en su cuerpo ante la visión de su novia.

Discúlpame Darien, no fue mi intención, lo juro...-y las lágrimas le oprimieron la garganta.

El odiaba verla llorar…y supo que se había pasado.

-Princesa lo siento, no sé que me sucedió…me perdonas?- Acongojado.

A Serena se le iluminó el rostro …y la mente…

- Te perdono con una condición- le dijo seria.

- Lo que digas princesa…

- Que me pases la crema protectora por la espalda.

Darien abrió los ojos como platos.

- Se-serena, no puedes hacerlo tu sola?- tartamudeó.

La rubia hizo un gesto negativo con la cabeza.

Darien pasó saliva y tomo el frasco de protector.

Serena se acomodó boca abajo y acomodó su pelo hacia el costado para descubrir su cuerpo.

Inevitablemente los ojos azules se dirigieron hacia el trasero de ella y los pensamientos mas depravados se agolparon en la cabeza del moreno.

Se echó crema en la mano y comenzó a pasarla suavemente por la espalda de Serena…por sus hombros y de nuevo por la espalda, recreándose con cada centímetro de su intoxicante piel.

Serena sentía que la piel le quemaba al contacto de la mano de de Darien sobre su cuerpo. Recostó su cabeza sobre la toalla y emitió un sonoro suspiro.

Darien se estremeció, su erección no cedía…esto definitivamente no estaba ayudándolo.

La veía tan entregada…se animó a bajar lentamente hacia sus piernas.

- que rico…-

-te gusta?- la voz de Darien se tornó totalmente ronca.

-mucho.

-Podría hacerte sentir mucho mas rico si me dejaras…- pensó hacia sus adentros y sonrió de medio lado.

Él ya se sentía jugado, de manera que poco a poco fue subiendo su mano hacia las redondas nalgas de Serena y para su sorpresa esta ni se inmutó.

Darien acariciaba con devoción, por momento las apretaba y seguía acariciando.

Ella separó instintivamente las piernas ligeramente.

Darien sentía la boca seca.

Acarició la parte interna de los muslos de ella…apenas un roce con la yema de sus dedos. La vio estremecerse.

Subió un poco mas, despacio, apenas sí tocándola…Y sintió el calor de su sexo aún a través de la tela de su tanga.

Acarició sus ingles…despacio. Serena respiraba cada vez más fuerte…

Su dedo medio lo deslizó por el centro de su sexo hacia atrás sólo rozando.

Serena gimió. Estaba realmente asustada pero algo mas fuerte que ella le impedía moverse. Su voluntad la había abandonado. Nunca antes había sentido una sensación tan placentera en su cuerpo, y mucho menos aún en esa parte de su anatomía.

Darien volvió a repetir el movimiento y ella volvió a gemir…

-Esto también te gusta princesa? – ironizó a modo de susurro.

-Aha…- logró suspirar.

Darien no daba mas…comenzó a tocarse con la mano que tenía libre por encima de sus short, mientras la otra mano la coló por debajo de la bikini de Serena quien automáticamente separó aún mas sus piernas dándole vía libre.

-Si no estuviéramos aquí sabes la cogida que te pegaría zorra.- Y ese pensamiento lo hizo parar en seco y se apartó de la rubia espantado..espantado de si mismo.

Serena se giró de lado para ver que sucedía y lo vio sentado con la mirada completamente consternada respirando con fuerza.

-Darien que sucede?

-Quiero irme.

-Pero por qué? Qué sucede?

-Solo quiero irme, ya no siento deseos de estar aquí, eso es todo. Nos vamos.

En el camino a casa ninguno pronunció palabra…

Serena miraba por la ventanilla y Darien sólo se limitaba a conducir…le dolía terriblemente la cabeza.

Ya en el carro camino a la casa de los Tsukino…

-Darien por favor, no quiero ir a mi casa…- murmuró apenada.

El hizo como si no la hubiera escuchado. Apretó fuerte el volante del auto y pisó aún más el acelerador.

Llegaron a la casa de Serena y Darien aparcó su carro en la puerta.

-Realmente no comprendo Darien. No se por qué te estas comportando de este modo…- se aguantó para no llorar.

Darien ni siquiera la miró, continuaba con sus manos en el volante mirando hacia el frente.

Serena suspiró sonoramente y bajó del auto. La vio desaparecer tras la puerta de su casa.

Darien permaneció unos momentos mas allí intentando organizar las ideas en su cabeza y luego se marcho hacia su apartamento.

Cuando llegó se sirvió un vaso de whisky con hielo, el jamás bebía durante semana, pero creía que la situación lo ameritaba.

Se dejó caer en su sillón con el vaso y lo bebió de un solo golpe.

Echó la cabeza hacia atrás y suspiró. Estaba agotado mentalmente.

La situación con Serena lo estaba superando y el no estaba acostumbrado a eso. Ella era una niña, pero últimamente no se estaba comportando como tal y eso lo consternaba. Sería que su imaginación le estaba jugando una mala pasada o el cambio en ella era real? No, no era su imaginación, definitivamente no. Lo que había sucedido en la playa hoy no daba lugar a confusiones.

-Entonces ella realmente me desea? Realmente quiere hacer el amor conmigo? No terminaba de creerlo.

Pero ahora el problema no era sólo ese…sino lo que había cruzado por su mente cuando la sintió tan entregada…El la había llamado zorra, a ella, a su princesa! Sabiendo muy bien que no había algo mas alejado de la realidad que eso. Entonces por qué?

Su cabeza comenzaba a dolerle nuevamente. Se sirvió otro vaso más de whisky y otra vez lo bebió de un solo trago.

Decidió irse a la cama temprano, ya no deseaba seguir pensando en todo eso.

Pero resultó que no pudo hacer otra cosa que pensar en ella, en lo que había sucedido esa tarde en la playa.

Sintió como su miembro se endurecía recordando.

Imaginaba todas las cosas que deseaba hacer con Serena, las cosas más indecentes. No pudo evitar comenzar a tocarse, la excitación era demasiada.

Esa mujer lo estaba volviendo loco. No comprendía por qué le estaba sucediendo aquello.

Se durmió angustiado, toda la noche se la pasó dando vueltas en la cama.

Al otro día despertó con un humor de los mil demonios. Decidió que ese día no se levantaría de la cama.

Miro hacia su mesa de luz para ver la hora, allí la vio a ella que lo miraba sonriente desde un portarretratos, con su uniforme de marinera.

Había tanta inocencia en aquella imagen que sintió como se le estrujaba el corazón.

Realmente la amaba, con toda su alma. Deseaba estar con ella siempre y para siempre, jamás le había sucedido eso con nadie. Quería que fuera su esposa, quería hijos con ella…y entonces si quería todo eso, por qué la había llamado zorra?

Se sintió terrible.

Se dio cuenta que así como estaba no iba a solucionar nada, de manera que se levantó de la cama y fue en busca del teléfono.

Llamó a la única persona en el mundo que podía ayudarlo en un momento como ese, al menos lo escucharía sin juzgarlo:

-Hola.

-Andrew, amigo, necesito que nos encontremos un momento. Necesito hablar.

-Hermano, sucede algo malo?

-Si…en realidad no…por favor, ven y hablamos si?

-Voy para allá.

Y colgó el teléfono.

A la media hora ya estaba Andrew tocando el timbre de su apartamento.

-Pasa hermano, siéntate.- Le dijo Darien

-Darien no me asustes, que sucede?- Preguntó visiblemente preocupado el rubio.

-Serena…

-Serena? Que sucede con ella?

-En realidad no es Serena, soy yo…no sé…

-Vamos viejo, no me digas que sientes vergüenza conmigo, somos como hermanos!

-Si, pero es que esto es difícil para mi Drew- pasándose la mano por la nuca.

-Comienza por el principio.

-Bueno, yo…tu sabes…yo soy un hombre y ella una niña y …

-Quieres cogertela.- Soltó Andrew como si de política estuvieran hablando.

-Andrew por todos los cielos!- Exclamó espantado el moreno.

-Vamos Darien, no seas tan remilgado. Es eso si o no?- Restándole importancia a la reacción de su amigo.

-No,…bueno si…es eso.

-Aha, y que tiene de malo eso?

-Que ella es una niña aún.- suspiró

-Técnicamente si, pero tu viste el cuerpazo que tiene? Yo no diría que es una niña Darien…

-Mierda Drew! Viniste a que te rompa la nariz?- Sabía que en las palabras de su amigo no había segundas intenciones.

-Jajajajaja!- río sonoramente

-De veras Drew, esto me trae mal. Ella sólo tiene 14 años, y es tan inocente…creo que sería una muy mala decisión de mi parte porque se que una vez que lo hagamos ella va a arrepentirse, y temo que le quede la mala experiencia o peor aún, que luego termine conmigo. Yo quiero que ella esté totalmente segura de dar ese paso.

-Ay mi hermano! Me temo que no voy a poder ayudarte esta vez.

-Es que no es sólo eso. Hay algo más…

-Algo mas?- preguntó curioso.

-Si. Una noche nos encontrábamos solos en casa y comenzamos…bueno, a besarnos…y el beso se volvió cada vez mas apasionado…

Andrew río.

-Drew, carajo!

-Lo siento amigo, continúa…-

-Bueno, del beso pasamos a las caricias y yo hice que me tocara ahí- señalando con la vista su parte íntima.

-Y ella?

-Al principio accedió, pero cuando quise hacer el contacto más directo saltó espantada y se marchó indignada a su casa.

-Y bueno, es que por ahí te pasaste un pelín no te parece?

-Tienes que entenderme, llevamos 8 meses sin nada de nada…tengo 24 años Andrew! No estoy para tonterías….

-Eso mi estimado amigo, deberías haberlo pensado antes de involucrarte sentimentalmente con Serena.

-Demonios Drew! Si tú fuiste quien me la presentó- No podía creer que su amigo le estuviera diciendo eso.

-Si, es verdad, es que sabía que en el fondo te gustaba…y pensé que una criatura tan adorable no se consigue todos los días- guiñándole el ojo.

-Ya…esta bien…sigo contándote- haciendo caso omiso de su amigo- El tema es que estos últimos días Serena se ha estado comportando de manera muy extraña. Ella nunca antes se había interesado en el sexo y estos días se muestra insinuante conmigo, hasta me permitió que la tocara…ya sabes…

Andrew abrió los ojos como platos.

-Si Drew, yo creía que las fuerzas me iban a abandonar en ese instante. Menos mal que nos encontrábamos en un sitio público…

-No lo puedo creer- el rubio no salía de su asombro.

-Y eso no es todo.

-Hay mas?- asombrado

-Sí, cuando sucedió eso, algo pasó por mi mente, algo que me hizo estremecer…en ese momento te juro que me desconocí a mi mismo.

-Ya Darien! Que sucedió?- replicó ansioso.

-La llamé zorra- rojo como un tomate.

-La llamaste cooomoo?- gritó Andrew.

-En realidad no la llamé de esa manera- lo calmó Darien.

-Ufff!- suspiró aliviado.

-Pero eso es lo que paso por mi mente cuando la vi tan entregada…-

-Cielos Darien! Creí que me iba a dar un infarto, ya pensé que ahora si la habías jodido.

-No…pero no me gustó sentirme así…como voy a pensar así de Serena? Justamente de ella que es el ser mas inocente sobre esta tierra.

-Y justamente ese es el problema mi amigo-

-Como?

-Mira, tú tienes a Serena idealizada. No digo que ella no sea realmente una niña inocente. Pero así y todo no deja de ser una mujer, con deseos, como todo el mundo. Y evidentemente te desea.

-Pero es que…ella nunca antes…

-Nunca antes- lo interrumpió el rubio- Pero ahora sí…tarde o temprano iba a suceder mi amigo. Con esto no quiero decir que ella se encuentre lista para iniciarse sexualmente. Pero quizás esté descubriendo su sexualidad. Creo que es de lo más normal a su edad.

Darien se quedó pensativo. Lo que su amigo le decía resultaba muy coherente.

-En fin, creo que tú la idealizas demasiado. No por que esté descubriendo y sintiendo cosas nuevas deja de ser la joven perfecta que tu amas.

-Si…pero lo que me tiene mal no es eso…si no las sensaciones que en mi despierta todo esto…me desconozco…

-No se de que te asombras tanto, siempre fuiste un pervertido- aseguró de lo mas serio sin siquiera mirar a Darien.

-Andrew! Que carajo dices?

-Lo que dije. Te olvidas que antes de conocerla tenías más mujeres que pelos en la cabeza?

-Si, pero eso no significa que sea un pervertido. A poco tú eras un santo?

-Jajaja! No, pero tú siempre fuiste quien mas ganaba. Eras un autentico Casanova. Y tus damas de compañía no eran ningunas santas de mi devoción.

-Y eso que tiene que ver?- espantado

-Que estas acostumbrado al sexo salvaje y sin compromiso. Y ahora te encuentras con una inocente palomita que te despertó todo el morbo posible y tus instintos mas bajos y primitivos están aflorando. O que pensabas? Que ibas a enterrarlos para siempre.?

-Hablas como si yo fuera un animal.

-No es eso. Solo que eres un hombre sexualmente muy activo y hace 8 meses que te tienen en penitencia- río

-Realmente Serena me representa al morbo en persona…tan inocente por dentro pero por fuera…- suspiró

-Exacto! Nunca te sentiste tan atraído físicamente por otra mujer como por Serena…con el agravante de que estas enamorado de ella…sabes? Hay muchas mujeres a las que no les molesta el sexo salvaje- río nuevamente.

-Serena no es así!

-Tú no lo sabes Darien. Yo pienso que deberías ir tanteando la situación de a poco y con cuidado. Quién te dice que ella no es la mujer que estaba destinada a saciar el apetito sexual del animal de Darien Chiba.

-No lo se…siento que ella aún no está preparada.

-Quizás…igual no vas a querer devorártela en la primera vez…el sexo se pone bueno con el tiempo, con la confianza…

-No es eso…siento que ella aun no esta preparada para hacer el amor.

-Para serte sincero, yo pienso lo mismo que tu…veo a Serena muy niña. Pero te repito que eso no quita que se encuentre en una etapa de curiosidad acerca de la sexualidad.

-Andrew…

-Si?

-Eres un payaso. Pero gracias. Me ayudó mucho hablar de esto contigo.

-Jajajajaj!- rió sonoramente- Para eso están los amigos.- Palmeándolo en la espalda.- Ahora debo irme. Lita me espera en casa de Rai.

-Vas a saciar tu apetito sexual?

-Si tengo suerte…- río de lado

-Te acompaño. Seguro Serena se encuentra también allí.

Y se marcharon ambos en el carro de Andrew.

Al llegar a la casa de Rai tocaron la puerta, la morena fue quien les abrió.

-Muchachos…que sorpresa!

-Hola Rai- exclamaron los dos al mismo tiempo.

-Vine por Lita- dijo Andrew.

-Y yo por Serena, se encuentra ella aquí?

-S-si- vaciló Rai- pasen.

Los muchachos la siguieron hasta la sala.

Allí se encontraban Amy, Mina y efectivamente Lita y Serena…pero también tres muchachos. Y Serena se reía sonoramente con lo que vaya a saber que le estaba diciendo el moreno pelilargo.

Andrew y Darien se pusieron muy serios, principalmente Darien al ver a su novia en aquella actitud.

Todos se quedaron en silencio cuando los vieron aparecer en la sala.

Lita fue la primera en reaccionar. Se levantó del suelo y corrió a los brazos de Andrew.

-Hola amor!

-Hola reina. Nos vamos?

Lita asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

-Estos dos si que se la van a pasar bien- pensó Darien.

-Serena- habló por fin el moreno.

-Da-Darien, que haces aquí?- asombrada por su presencia.

-Vine a buscarte.

El moreno pelilargo frunció el seño y aquello no pasó desapercibido para Darien.

-Yo estaba conversando con las muchachas.

-Si, ya veo. Si quieres puedes quedarte.- trabando sus mandíbulas.

-No, me voy contigo- y esto lo dijo poniéndose de pie y llegando al lado de su novio.

-Muy bien. Vamos entonces.

-Adiós chicos!- Saludó Serena a los demás.

Rai los acompañó hasta la puerta.

Cuando la morena vuelve junto a los que habían quedado en la sala el moreno pelilargo le pregunta.

-Quién es el tipo?

-Es Darien, el novio de Serena. No te hagas el tonto Seiya, ella te habló de él.

-Si, sólo que no pensaba que era un viejo.

-Sólo tiene 24 años- dijo Mina enojada.

-Bueno chicos, ya estuvo bien. Creo que mejor nos vamos, ya se hizo tarde y debo estudiar- habló Amy.

Todos se despidieron hasta el día siguiente.