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Esa rubia debilidad 14

en Hetero: Primera vez

ESTE RELATO NO ME PERTENECE. PERTENCECE A LA AUTORA ''GUERRERA LUNA'', QUIEN LO PUBLICO COMPLETO EN OTRA PAGINA. EN TODORELATOS PUBLICO LAS 3 PRIMERAS PARTES, Y YO ME DARE LA TAREA DE VOLVER A PUBLICAR TODO EL RELATO COMPLETO, YA QUE ME PARECE UN MARAVILLOSO RELATO.

Quisiera aclarar que la autora no ha terminado el relato, sino que lo ha dejado en 14 capitulos. En cuanto lo siga lo publicare, pero no creo que lo haga ya que lo dejo hace casi un año.

Serena llegó a su casa y se encerró en la habitación. No sabía como sentirse. Realmente no entendía que es lo que había sucedido allí.

Agotada física y mentalmente se dejó caer en la cama y durmió.

Al día siguiente no había querido salir de su cuarto hasta casi entrada la noche cuando las chicas le dijeron de juntarse en el Crown. Pensó que quizás allí vería a Darien y podría obtener alguna explicación.

Con mucha vergüenza les confesó a sus amigas lo sucedido con Darien. Las cuatro no salían de su asombro mientras Serena hablaba.

-Pero que se ha creído ese Patán?- tronó Rei rompiendo el clima.

-Dios mío, no puedo creerlo. Darien no se comportaría de esa forma. El es un muchacho muy serio…- acotó Amy.

-Si…realmente es extraño- comentó Lita con gesto de extrañeza.

Serena sólo se miraba las manos incomoda.

-No! Esto no puede ser! Darien jamás haría una cosa así- casi gritó Mina- estoy segura que algo tuvo que haberle sucedió…

-No lo sé…-por fin habló Serena.- La verdad es que no se como sentirme…triste supongo…pero preocupada también- ahora si alzó la vista hacia sus amigas.

En eso se acerca Andrew. Toma asiento junto a Lita y le pasa su brazo por encima de los hombros atrayéndola hacia él.

-Muchachas, que sucede que andan tan serias?- río en tono de broma.

Las chicas lo fulminaron con la mirada.

-Esteeeem….dije algo malo?- rascándose la nuca.

-Andrew…tu conoces a Darien mejor que nadie…lo has notado algo extraño últimamente?- pregunta Lita.

-Bueno…a decir verdad tengo tiempo de notarlo raro…- su gesto era de preocupación.- Ayer estuve intentando comunicarme con él pero no responde.

-Si…yo igual…tampoco hoy.- Serena ya se estaba preocupando.- Dime Drew, tu aún tienes la copia de las llaves de su apartamento?

-Pues si…tu que dices? Que vayamos a ver que sucede?

-Yo creo que es lo mejor.

-Bien, los acompaño.- Dijo Lita incorporándose.

-Lita, no te ofendas, pero prefiero que vayamos Andrew y yo solamente.

-Esta bien.

-Ok Andrew, vamos por favor.

-Si. Enseguida regreso amor.- dirigiéndose a la castaña.

Ambos partieron hacia el apartamento de Darien.

Andrew primero intentó llamando al timbre y luego a la puerta.

-Darieeen! Darien estas ahí?- gritaba angustiada Serena.- Por favor Drew, abre la puerta, no contesta.

El rubio toma las llaves y las gira en la cerradura.

Cuando la puerta se abre un hedor terrible a cigarro y alcohol les golpea en la cara.

Serena se da la vuelta alejándose del umbral y Andrew se lleva la mano a la boca tosiendo fuertemente.

-Pero que demonios?- exclama el rubio.

Serena se le adelanta e ingresa al apartamento.

Andrew la jala del brazo.

-Espera Serena, déjame entrar primero.

Serena asiente con la cabeza y retrocede.

Andrew ingresa al lugar y puede observar el desastre que era…objetos rotos, botellas de bebida vacías tiradas por doquier, colillas de cigarrillos…pero nada de Darien.

Entonces se dirige a la habitación y la imagen que se le presenta a los ojos era verdaderamente dantesca.

Darien se encontraba sobre la cama boca abajo…un brazo le colgaba de la cama y de su mano una botella de vodka. Solo traía puestos unos jeans.

-Cielo santo! Darien!- corre hacia su amigo.

Serena lo había escuchado desde la entrada y corre espantada. Fue una fracción de segundos hasta que llegó a la habitación, pero esos segundos se le hicieron eternos y sintió como el corazón se le detuvo y la sangre se le congeló en las venas cuando vio la imagen.

-Oh, no! Darien!- llevándose horrorizada ambas manos a la boca.

Andrew se giró con el moreno en brazos hacia donde estaba Serena.

-Serena aléjate de aquí!- exclamó preocupado.

-No! No! Darien!- gritó con todas sus fuerzas corriendo hacia el.

-Serena por favor…

-Déjame en paz Andrew!- rompiendo en un llanto desconsolado mientras tomaba en sus brazos a Darien.

Andrew se alejo un poco.

-Darien! Darien háblame por favor….Darien!

-Tenemos que llamar a un médico urgente!

El rubio tomó el teléfono de la habitación y marcó.

-Bueno…si…necesito un médico urgente…mi amigo está inconciente en su habitación…si…por favor apunte.

Serena ni siquiera oía lo que Andrew hablaba. Solo se mecía con Darien en sus brazos mientras le acariciaba el rostro.

-Darien…mi amor por favor…-sollozaba.

-Serena ya vienen hacía aquí. No te preocupes, todo estará bien.- mientras le acariciaba el cabello.

A los 15 minutos los paramédicos se encontraban en el lugar.

Revisaron a Darien y hablaron con ambos jóvenes para tranquilizarnos.

-No se preocupen…el estará bien…sólo se encuentra ebrio…muy ebrio…demasiado ebrio! Pero está bien. Necesita descansar, beber mucha agua para desintoxicar el cuerpo, comer liviano y reposar. Cuando ya se encuentre optimo que me visite al consultorio.

-No debe tomar algún medicamento- pregunta Andrew al medico.

-Le dolerá muchísimo la cabeza por la resaca. Lo único que puedo sugerirle es paracetamol. Y señorita- dirigiéndose a Serena- quédese tranquila que va a estar bien, confíe en mi.- dedicándole una sonrisa paternal.

-Si…- asiente la rubia enjuagándose aún las lágrimas.

Andrew acompaña a los médicos hacia la puerta y luego regresa a la habitación.

-Sere,quedate tranquila, el doctor me dejó unos analgésicos. El va a estar bien. Tú ve y dile a Lita que la veré mañana.

-No, nada de eso, yo no me voy de aquí…tu ve, yo me quedaré con Darien.

Andrew la miro con gesto de sorpresa.

-E…estas segura?

-Claro! Yo cuidaré de él.- con una amplia sonrisa.

Andrew sonrió y se dispuso a salir de la habitación. En eso se gira.

-Sere…no dudes en llamarme a la hora que sea ok?

-Ok. Adiós Drew!

-Adiós.

Tenía que poner cómodo a Darien. Debía quitarle sus jean…Oh Dios! Quitarle sus jeans!

Se puso roja de solo pensarlo…suspiró largamente y tímidamente llevó las manos al cierre del pantalón. Despacio lo bajó y de a poco fue despojando al moreno de la prenda.

El ni se dio por enterado, por supuesto. Pero a ella el corazón le latía a mil por hora.

Volvió a pensar en lo tremendamente sexy que era ese hombre.

-Dios mío, Serena! Como puedas pensar algo así en esta situación!- pensó ofuscada.

Como pudo acomodó a Darien en la cama, lo cubrió con las mantas y se recostó a su lado.

Lo observaba en silencio, mientras él permanecía ajeno a todo.

Acarició su moreno rostro…era tan bello.

De a poco fue quedándose dormida.

Su sueño no fue tranquilo. Despertaba sobresaltada a cada rato y observaba que todo estuviera en orden.

Cuando los primeros rayos de sol se filtraron por la ventana de la habitación Darien despertó.

Intentó abrir sus ojos pero un dolor terrible se lo impidió y lo hizo gemir.

Aquello debió llegar al inconciente de Serena quien despertó sobresaltada.

-Darien.! Darien estas bien!- arrodillándose de un salto en la cama.

Esa voz! No podía ser...

Aunque el dolor le partía la cabeza sacó fuerzas de donde no tenía y abrió sus azules ojos.

La vio allí, junto a él, con un gesto de preocupación terrible en su angelical rostro.

-Se…serena…tú…tu que haces…

-Shhh, no hables Darien por favor. Tu solo descansa que yo me ocuparé de todo.- empujándolo a recostarse otra vez.

Darien lo impidió trabando con sus brazos.

-Serena, que haces aquí?

-Cielos Darien! Te he llamado por dos días enteros y no respondías. Lo busqué a Andrew y me dijo lo mismo…me asusté…Recordé que el tenía una copia de tus llaves y le pedí que viniésemos a ver que sucedía.

-Andrew estuvo aquí también? Cuando? Que sucedió?- Las imágenes se le sucedían de golpe en su cabeza y eso agudizaba su dolor. Tensó la mandíbula y cerró sus ojos tomándose de las sienes.

-Ya ves? Deja de parlotear y recuéstate. El doctor dijo que debías descansar. Yo prepararé el desayuno.- y se dispuso a salir de allí.

-El doctor? Serena que sucedió- sujetándola del brazo impidiéndole que se marche.

-Cuando llegamos estabas inconciente Darien. Nos preocupamos y llamamos un medico. Eso es todo. Pero ya te encuentras bien. Ahora solo debes descansar.- le dijo sonriendo.

-Serena…-a penas con un hilo de voz- serena yo…

-Tu que?

-Yo….yo deseo darme una ducha.- Maldición! No podía enfrentarla.

-Bien…yo te ayudo.

Darien aparta las cobijas y Serena vuelve a enrojecer.

-No puedes ser tan tonta Serena!- pensó enojada consigo misma.

-Quien me quitó los jeans?- preguntó mirándola con los ojos como platos.

-Darien…yo…quería que estuvieras cómodo.

-Si…claro.- bajando la cabeza.

Intentó incorporarse pero las fuerzas lo abandonaron y calló sentado sobre la cama.

-Demonios!- masculló.

-A ver, déjame ayudarte.

Lo jaló del brazo y como pudo lo incorporó.

-Apóyate en mi. Vamos.

No sabe como lo logró. Darien le sacaba dos cabezas de altura y pesaba el doble que ella pero despacio llegaron al baño.

Serena bajó la tapa del retrete y dejó a Darien sentado allí.

Colocó el tapón en la tina y abrió la llave del agua caliente.

Una vez que estuvo llena se dirigió a la puerta.

-A donde vas?- la detuvo Darien.

-Bueno, pues…a preparar el desayuno mientras tomas un baño.

-Apenas puedo mantenerme en pie y pretendes que tome mi baño solo?

Serena enrojeció violentamente y Darien al notarlo sonrió divertido.

-Bueno, yo…yo quizás deba ayudarte…

-Eso creo…

-A ver…-dijo acercándose a él e incorporándolo- veamos…

Cuando Serena observó que él iba a quitarse los boxers volteó su cara hacia otro lado roja de la pena.

-Cielos Serena, no vas a ver nada que ya no hayas visto.

-Darien! Como puedes decir eso!- gritó indignada.

-Vamos…ayúdame a entrar en la tina.

Cuando el agua caliente abrazo su cuerpo sintió que volvía a la vida.

Echó la cabeza hacia atrás y se recostó en la tina.

Pero el momento de relax le duró poco hasta que sintió como la esponja le tallaba el pecho.

Los músculos se le tensaron al instante y la mandíbula también.

Despacio abrió los ojos y allí estaba ella embelesada con su labor, tanto que ni siquiera se había enterado que el la observaba.

Serena pasaba la esponja por el fuerte pecho de Darien con una devoción total…sus hombros…sus fuertes brazos…su cuello..y de vuelta a su pecho comenzando a descender hasta su estomago por debajo del nivel del agua.

Fue allí cuando de la boca del moreno se escapó un ronco gemido que hizo que Serena volviera a la realidad y soltara de golpe la esponja.

-Yo….lo siento…

Y sale del baño como alma que lleva el diablo dejándolo a él solo.

Darien suspira frustrado y continúa el lavando su cuerpo…seguro así era mejor.

Permaneció un buen rato allí meditando sobre todo lo que estaba ocurriendo. Pero cuando el agua enfrío tuvo que salir.

Despacio y como pudo se incorporó, se enroscó una toalla en la cintura y otra la colocó sobre sus hombros.

Cuando sale del baño el olor a café y tostadas le golpea le llega de una forma tan agradable que su estomago rugió.

-Umm! Que bien huele eso!

Serena se gira hacia el y lo que ve la deja sin aliento. De pie, fuerte como un gladiador…las gotas descendían por su pecho, su estomago…y esa sonrisa devastadora.

Agitó la cabeza hacia los lados intentando despejar aquellos pensamientos.

-Darien!- con el ceño fruncido- como te sales solo de la tina? Debiste haberme llamado.

-Perdón mami- con cara de puchero.

La rubia lo mira enfadada y tomándolo del brazo lo conduce a la habitación.

-Ahora vístete y a desayunar.

-Cielos Serena, me duele horrores la cabeza, ayúdame.

-A ver..Déjame…

Toma la toalla que llevaba en sus hombros y comienza secándole el cabello…luego su cuello, sus brazos…su pecho…el estomago…

Y cuando mira hacia abajo la erección que se alzaba bajo la toalla era mas que evidente.

Se queda estática por unos segundos y Darien se da cuenta avergonzado por la situación.

Demonios! Que no podía controlarse un momento?

Le quita la toalla de las manos a la rubia.

-Ve Serena, yo sigo…enseguida iré contigo a desayunar.

-Si.

Serena por fin pudo moverse y se dirigió a la sala a preparar todo.

Cuando Darien acaba de alistarse sale de la habitación y se queda de pie observando.

Serena terminaba de acomodar todo en la mesa ratona frente al sofá.

Una sensación de tristeza inmensa lo agobió.

Serena se da la vuelta y lo mira.

-Vamos! Que esperas? Ven que ya esta listo!- dedicándole la mejor de las sonrisas.

Darien se acomoda en el sillón y Serena lo hace frente a el en el sofá de un solo cuerpo.

Serena prepara una tostada y se la ofrece.

-No, esta bien, come tú.

-La prepare para ti, tiene jalea de arandano, sabes que a mi no me gusta.

Darien le sonrió tristemente.

El resto del desayuno transcurrió en silencio…en un silencio incomodo…

Parecía como si ambos tuvieran algo que decir, hasta que Darien se animó.

-Serena- tosió

-Si Darien- levantando los ojos de la taza de café.

-Quería darte las gracias.

-Las gracias?- frunciendo el entrecejo.

-Así es…por estar aquí…ya sabes…- presionando con ambas manos la taza.

-Pero que cosas dices Darien!- sonrió-realmente me asusté mucho…pensé que te perdía…- esto ultimo lo dijo con un hilo de voz.

Darien sintió como el corazón se le encogía y no pudo soportarlo mas.

Serena vio como el se levanto y camino hacia ella. Se arrodilló en el suelo y la agarró con fuerza de las piernas. Como un niño se aferra a su madre cuando se encuentra asustado. Ella permaneció quieta, anonadada…

Y de pronto lo inesperado…Darien rompió en llanto.