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Esa rubia debilidad 12

en Hetero: Primera vez

ESTE RELATO NO ME PERTENECE. PERTENCECE A LA AUTORA ''GUERRERA LUNA'', QUIEN LO PUBLICO COMPLETO EN OTRA PAGINA. EN TODORELATOS PUBLICO LAS 3 PRIMERAS PARTES, Y YO ME DARE LA TAREA DE VOLVER A PUBLICAR TODO EL RELATO COMPLETO, YA QUE ME PARECE UN MARAVILLOSO RELATO.

Había llegado a su casa en un suspiro. Se sentía rabiada, completamente rabiada.

-Es un patán!- Se repetía a si misma continuamente.

Roja de la furia subió las escaleras hacia su cuarto para alistarse y darse una ducha.

Lo que vio sobre la cama la sorprendió. Un inmenso ramo de rosas rojas.

Serena sintió una puntada de dolor en el estómago y como si de algo malo se tratara se acercó despacio.

Había una tarjeta….no deseaba leerla, temía que fuera quien estaba imaginando…pero no, no podía ser él, pensó.

Con mano temblorosa tomó la tarjeta y no hizo falta leer para saber quien era, reconocería esa exquisita caligrafía entre miles:

"Estaré esperando por ti"

Otra puntada más en el estómago.

Se desvistió y con una toalla rodeándole el cuerpo bajó las escaleras hacía el baño.

Abrió el agua caliente y dejó que corriera hasta llenar la tina.

Se soltó el cabello, agregó sales en el agua y se sumergió completamente en ella.

Cerró los ojos y respiró profundamente intentando relajarse.

Lavó su cuerpo con jabón de jazmín sin ninguna prisa. Luego untó su piel con aceites de la misma flor.

Salió de la tina, se secó y frente al espejo cepilló su largo y rubio cabello.

Cuando estaba subiendo las escaleras para regresar a su cuarto la voz de su madre la detiene…

-Hija, no te he visto en todo el día! Seiya llamó varias veces, me encargó que te avise.

Serena apenas le prestó atención

-Ok.

-Sucede algo Sere?

-Nada…ya lo llamaré desde mi cuarto.

Le sonrió y se dio la vuelta.

Ya en su cuarto pasó crema por su cuerpo.

Se colocó un conjunto de ropa interior color rosado, muy bonito. Una faldita color rosada también y una blusa de tirantes verde lima. Sus aretes de luna y apenas un poco de color en sus mejillas, un toque de brillo en sus labios y delineado azul en sus ojos.

Se miró al espejo y alzó el mentón como desafiándose a si misma.

El teléfono timbró dos veces y se detuvo…seguro su madre habría atendido abajo.

-Sereeeanaaa! Atiende, es Seiya.

Serena blanqueó los ojos, no le apetecía hablar con él en ese momento.

-Bueno.

-Hola bombón! Donde has estado todo el día? Te he estado llamando…

-Ah, si…con las chicas.

-Qué estas haciendo ahora?

-Ahora? Nada, acabo de ducharme y ya me iba a la cama.

-Tan temprano? Como crees? De ninguna manera! Ya paso por ti…enseguida.

-No…no Seiya, te lo agradezco, pero en verdad me encuentro bastante cansada.

-No hay problema, yo puedo pasar a verte un momento…

-En verdad me encuentro bastante cansada…mejor lo dejamos para otro día si?

Del otro lado se oyó un suspiro

-Lo lamento…

-Ok, pero mañana no me pondrás ningún pretexto, si?

-Lo prometo.

-Bueno bombón, entonces descansa bien y sueña conmigo.

Serena sólo río.

-Adiós.

-Adiós.

Desde cuando se había convertido en mentirosa? Eso ahora no importaba. Entonces bajó las escaleras corriendo.

-Sere, a donde vas?

-Salgo con Seiya y los demás mamá. No me esperes. Adiós!

-Cuídate Serena por favor.

-Claro!

A los 20 minutos el timbre suena en el apartamento de Darien.

Aquello lo sobresaltó y de pronto se sintió nervioso.

Se dirigió a la puerta y abrió.

Y allí estaba ella, tan hermosa como siempre. No…mejor decir más hermosa que nunca.

Tenía sus manos juntas y se mordisqueaba su labio inferior nerviosa.

-Hola Darien.

-Serena…

Hubiera deseado decir algo mas que su nombre, pero en ese momento su sentido común y su raciocinio se habían esfumado.

-Lamento molestarte a estas horas, espero no interrumpir nada…

No sabía que decir. Deseaba que él pensara que estaba allí por cualquier cosa menos por lo obvio.

-No…en absoluto…

Darien sólo la miraba…su rostro…todo …todo en ella en ese instante lo transportó hacia dos años atrás.

-P-puedo pasar?

-Si, si! Claro, lo siento…yo sólo…lo siento.

Serena entró a la sala, se sentía muy incomoda, nerviosa.

Darien la siguió mientras se pasaba la mano por la nuca. Se estaba comportando como un adolescente y eso no le gustaba.

-Siéntate por favor.

-Si.

Darien se sentó frente a ella.

-Darien yo…yo vine porque…porque no me pareció lo que le hiciste a Seiya el otro día y…

Darien abrió los ojos de par en par.

-No me mires de esa forma Darien. Debes aprender a comportarte…

Pero de pronto su voz se apagó. Darien se había cruzado hasta el sillón en donde ella se encontraba y había tomado asiento a su lado.

-Serena…-habló en voz baja y le tomó la mano- tu y yo sabemos bien que no es a eso a los que haz venido.

-Yo…

-Shhhh…no digas nada…- llevó la mano hasta su mejilla y la acarició, pasaba el dedo pulgar por sus labios- no hace falta…ya no…

Serena creyó que iba a llorar cuando sintió el calor de su mano. Presionaba su mejilla contra el suave tacto de él.

Darien sólo la miraba…un nudo se formó en su estomago. La veía tan igual a su princesa.

No pudo resistir un segundo mas la tentación y la besó…desesperadamente la besó.

La tenía otra vez con él, y por ningún motivo la iba dejar ir, al menos no esa noche…