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Mi primera vez con el chico de produccion

en Hetero: Primera vez

Hola me llamo Alondra, tengo 29 años, soy morena, de ojos casi negro, mi pelo negro crespo, mido 1.55, mis medidas para que se den una imagen son 117, 87, 117, soy rellenita, como pueden notar tengo grandes senos y caderas, las cuales de muy jovencita me daban vergüenza y me hacían sentirme anormal, pero ahora son mi orgullo, a pesar de ser una chica rellenita, tanto mis pechos, como mis caderas, tienden a atraer las miradas de la mayoría de los hombres con los que me cruzo, no ando de calienta hombres por ahí, aunque a mas de alguno he visto excitarse, sin siquiera rozarlo, lo cual me resulta divertido.

Hace un par de años, llegue a una empresa, a ocupar el cargo de gerente de producción, conocí a todo el personal que estaría a mi cargo, todos hombre, de diversas edades, el mas atento era Ángel, un chico moreno, de 165, rellenito, con cara de niño inocente, el cual tendría unos 19 años, muy aplicado en su trabajo, y que se llevaba bien con sus demás compañeros.

Un día Ángel, es llevado a mi oficina, por sus compañeros, a punto de terminar su jornada diaria, porque tenia un fuerte dolor de cabeza, y cuando lo llevaron se desmayo, por lo que lo recostaron en un sillón que había, como no tenemos médico en la empresa, pues fue necesario llamar a un medico privado, los demás dijeron que como habían terminado su jornada lo dejaban, que se retirarían porque en sus casas su familia les esperaba, por lo que me toco quedarme en la oficina, haciéndole compañía a Ángel mientras llegaba el medico, lo deje un momento solo y fui a verificar que todas las maquinarias estuviesen apagadas, para prevenir algún imprevisto, el vigilante aun no llegaba, lo cual era extraño porque ya era tarde, pero pensé, ya vendrá, termine de revisar y me regrese a la oficina, cuando llegue me sorprendí, porque el enfermo no estaba, pensé para mi misma, ya se ha de haber sentido bien y seguro se fue, por lo cual entre a la oficina para apagar el ordenador y marcharme a casa, tras haber dado un par de pasos y llegar al escritorio, cual fue mi susto que siento que alguien me abraza de espalda, y suelto tremendo grito, porque a mi parecer estaba sola, a lo que Ángel me dice, tranquila, soy yo.

-          Me asustaste, pensé te habías sentido mejor y te habías marchado, le respondí.

-          El me respondió, nunca me sentí mal, solo fue un pretexto para quedarme a solas contigo

-          Por favor suéltame, le dije.

-          No amor, me respondió, me gustas mucho, y te deseo desde la primera vez que te vi, apretándome más a el.

-          Por favor, suéltame, le dije.

-          Ya no puedo aguantar más, me dijo, besando mi cuello, y sobando mis pezones, por sobre la camisa.

-          Por favor, detente, le dije, intentando soltarme, pero él tenia mas fuerza que yo, y me tenia aprisionada entre él y el escritorio, por lo cual no podía soltarme, por más que lo intentara.

-          Me gustas, te deseo, me repetía,

Su mano descendía sobre mi vientre, por encima de la ropa, mientras él seguía besándome y recorriéndome con sus manos, y fue desabrochando cada botón de mi camisa, mientras en mi cola sentía que algo crecía dentro de sus pantalones, cuando logro soltar el ultimo botón, me dio la vuelta, a estas alturas mi cuerpo me traicionaba, reaccionando a cada caricia, comenzó a besar mis senos por encima del sostén, mientras con su mano desabrochaba el botón de mi jeans, he iba abriendo el zíper, para meter su mano y rozar mis labios por encima de mi bóxer, me levanto un poco y quede sentada en el escritorio, comenzó a besarme de una manera que hizo que mi cuerpo se estremeciera, su lengua jugaba con la mía, a mi me estaba gustando, de repente, se separo de mí, yo me quede sentada sobre el escritorio, y él se quito los pantalones y la camiseta, dejándose nada mas los bóxer, se acercó de nuevo a mí, para quitarme la blusa y el sostén, quedando mis pechos a su disposición, y se aferro a ellos como un bebé hambriento a su madre, me los mordía, los succionaba, los lamía, me estaba volviendo loca, mi cordura se había perdido no sé en que momento, me hace levantarme del escritorio y baja mi jeans, llevándose de un solo mis bóxer, dejándome completamente desnuda.

-          Mientras me contemplaba, me decía, eres hermosa, tenerte así es mas rico que las veces que te imagine, yo sé que eres virgen, y hoy sabrás lo que es hacer el amor, me dijo.

Yo temblaba, de miedo o de deseo, que se yo, a estas alturas mis pezones estaban durísimos y mi vagina mojadísima, me llevó al sofá, donde me hizo acostarme, para darme besos, mordiscos y lamidas a mi vagina, sin mas miramientos ni nada, se bajó los bóxer y apareció un pene de unos 20 cm, gordito, bastante duro según pude ver.

-          Mira como tienes a mi amiguito, amor, así esta por tí desde hace semanas, lo he tenido que conformar con masturbarme pensándote, pero hoy te disfrutara.

Yo intente levantarme, diciéndole, no puedo.

-          No tengas miedo amor, me dijo, te lo hare rico, no te va a doler, más bien te va a gustar, y me pedirás más, en ese instante separó mis piernas, acomodándose de manera que la punta de su pene quedaba frente a mi entrada, y me dijo, te amo, rozando con la punta de su pene, mi vagina, para luego ir metiéndose en mí.

-          Ay, suéltame, me duele, gritaba yo.

-          Tranquila amor, ya pasara, aguanta mi vida, cuando de repente metió todo su pene dentro de mí, haciéndome dar un grito desgarrador, para luego sacar su pene y mostrarme la sangre que había sobre el.

-          Mira amor, ahora eres mía, y comenzó a ir entrando y saliendo muy despacito, para luego aumentar el ritmo.

Poco a poco el dolor paso, y me empezó a gustar, tanto así que me aferre a su espalda, sentía que me vagina palpitaba, y todo mi cuerpo empezó a temblar.

-          A lo que él me dijo, amor yo también me voy a correr.

De repente sentí unas tremendas ganas de orinar, pero lo que salió de mi interior era un liquido, y al instante él se vino, me inundo de su semen, y se dejo caer sobre mi, yo le abrace a mi, y nos quedamos, así unos instantes, abrazados y el dentro de mi aun, mientras sentía como su pene perdía su dureza, cuando sonó el teléfono, nos levantamos rápidamente, era el doctor, para decirme que no había podido salir del consultorio, que recién había terminado de atender a su ultimo paciente, que si aun era necesario viniese, a lo que le respondí, que todo estaba bien, no había sido nada grave, luego nos vestimos y se ofreció llevarme a mi casa, cuando llegamos, se despidió de mi dándome un beso apasionado.

A la mañana siguiente recibí un ramo de rosas, de parte de Ángel, con una tarjetita que decía: Te amo, lo de ayer fue maravilloso, ¿quieres ser mi novia?, y de ese día, hasta hoy seguimos juntos.

Es mi primer relato, asi que agradeceria sus criticas y comentarios.