miprimita.com

Mi primera vez con el chico de producción (2)

en Hetero: Primera vez

Agradezco a los que leyeron mi primer relato, por sus comentarios.

 Al día siguiente después de haber perdido mi virginidad con el Ángel, recibí un ramo de rosas rojas, busque la tarjeta, para darme cuenta que eran de parte de él, en dicha tarjeta que me decía que me amaba, que lo de ayer había sido maravilloso, y me pedía ser su novia, me sonreí, en ese instante pasaron muchas imágenes por mi mente haciéndome ruborizarme, tome una de las rosas y la saque del grupo para olerla, cerrando los ojos, recordando su aroma, cuando tocan la puerta de mi oficina, respondo, un momento por favor, coloco las rosas a un lado del escritorio, e indico que pase, al abrirse la puerta era Ángel…

-          Hola, puedo pasar

-          Claro, pasa le respondí

-          Como estas?

-          Bien y tu?

-          Muy bien amor, muy contento, disculpa te interrumpa, pero quería saber si te gustaría, ir a almorzar conmigo.

Me quede un instante callada, para luego mover la cabeza en señal de un si, el se retiro.

Llegada la hora del almuerzo, todos salieron, quedándose nada mas Ángel, en la puerta de mi oficina, tome mis cosas y salí, fuimos a un pequeño restaurant que tenia apariencia de tradicional, pero que era con fin turístico, que quedaba a unas 5 cuadras de la empresa, estando ahí pedimos el menú, elegimos el plato principal y mientras esperábamos, comenzamos una conversación muy amena.

-          Te gusta este lugar, me pregunto.

-          Este lugar es hermoso, le respondí.

-          No tanto como tú, contesto él, a lo que agregó, alondra, tengo algo que confesarte.

-          A si?, en ese momento por mi mente paso, y ahora que bomba me lanzará este.

-          Alondra, debes saber que desde la primera vez que te vi me gustaste, con tu actitud de mujer independiente, toda una fiera salvaje, dijo sonriendo y ruborizándose.

-          Entonces me veías como un reto a conquistar?... que ganas con eso?... le respondí frunciendo el seño y en actitud de pretender levantarme y dejarlo ahí sentado.

-          No te enojes por favor, me respondió, tomándome de la mano, sin pretenderlo me enamore de ti, desde hace tres meses llevo pensándote, deseándote, con ganas de hacerte mía

Pretendí, decir algo, pero él me dijo aguarda, por favor, déjame terminar de hablar, por lo cual guarde silencio, nuevamente

-          Ayer ya no pude aguantarme más, así que fingí, sentirme mal, para quedarme a solas contigo, y resulto lo más hermoso que he vivido, mira que he tenido sexo muchas veces, pero ayer contigo hice el amor.

-          Quiero preguntarte algo, le dije interrumpiéndole

-          Claro, amor, lo que tu quieras, me respondió

-          Ayer, antes de lo que paso, me dijiste que sabias que era virgen, como es eso posible?

-          Sencillo, me contesto, tu primer día de trabajo, yo te seguí a tu casa sin que lo notaras, anduve preguntando por ti a tus vecinos, y de ahí supe que la información que tú mejor amiga era Patricia, con quien estuve hablando mucho de ti, y ella me dijo que tu eras muy especial, que te conservabas para el hombre de tu vida, porque al ser educada en colegio de monjas, te habían inculcado principios y valores muy fuertes acerca de la pureza de una mujer.

Esta confesión me dejo sin palabras, puesto que la única que sabia que aún era virgen, en efecto era Patricia, mi amiga y confidente.

-          Tanto así te intereso?, le pregunte.

-          Si amor, me respondió, con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro, me dijo, y que pensaste de lo que te pregunté…

-          Que me preguntaste, le respondí, haciéndome la desentendida

-          Si te gustaría ser mi novia, dijo, poniendo cara de niño bueno

-          No puedo, le respondí

-          Porque no?, me pregunto, reflejando mucha tristeza en su carita linda

-          Porque yo soy mucho mayor que tú (casi 7 años).

-          Eso no importa me respondió

-          Tal vez no, pero agrégale a eso que tú eres menor de edad, tienes apenas 19 años, le dije, tomando una actitud madura, aunque a decir verdad me moría de ganas de ser su novia, pues también me gustaba mucho.

En eso apareció la camarera, con nuestras comidas, disfrutamos del plato del dia, en silencio, pero dándonos miradas muy apasionadas.

-          Dame una oportunidad, te aseguro no te vas a arrepentir.

-          Le mire tiernamente, diciéndole, no, olvida lo que paso, porque no volverá a suceder.

-          No puedo olvidarlo, si con solo tenerte cerca se me para.

-          No seas grosero, le dije, pero mi vagina se humedeció al escuchar esto.

-          Te propongo una cosa, me dijo.

-          Te escucho, le respondí.

-          Seamos novios a escondidas, hasta que yo tenga la mayoría de edad.

-          Que cosas las que dices.

Terminamos de almorzar, aun teníamos como media hora antes de retomar la jornada, me levante y fui al baño, a lavar mis manos… segundos después lo veo entrando al baño de damas.

-          Que haces aquí?

-          Amor tanto hablar me ha puesto caliente, dijo, mientras ponía el seguro de la puerta.

-          Quiero cogerte, hacerte mía nuevamente, me dijo, jalándome hacia él, para comerme la boca a besos, mientras sus manos me recorrían toda.

También deseaba sentirlo de nuevo, dentro de mí, por lo cual no puse resistencia, separe ligeramente mis piernas, dejando que sus manos, juguetearan con mis labios, los cuales ya se habían hinchados, mi clítoris muy erguido, y de mi humedad ni se hable, bajo el zíper de su pantalón y saco su pene, lo rozo en mi entradita, y sin mas lo metió de una sola, hasta lo mas profundo de mí, lo que hizo que arqueara mi espalda, siguiendo con un mete y saca suavemente, con delicadeza, pero con a cada penetración, me hacia ponerme más excitada, le mordía suavemente la oreja, clavándole mis uñas sobre su espalda.

-          Ohh, mmmm, siiiii, que rico se siente, así, Ángel, no te detengas, le decía.

-          Si amor, siénteme, me decía

Sentí que mi orgasmo se asomaba, y se lo hice saber, amor también quiero correrme contigo, me dijo, y en un instante nuestras respiraciones se agitaron aun más, él comenzó a penetrarme más bruscamente, con desespero y como un animal salvaje, hasta que sintió que mi vagina aprisionaba mas su miembro, y me vine, sintiendo como él también temblaba dentro de mí, viniéndose segundos después que yo, inundándome completamente de su semen, espeso y calientito, nos quedamos unos segundos así, luego nos separamos y cada quien se arregló para regresar a nuestro trabajo, antes de irnos me dijo que nos fuéramos el fin de semana a otra ciudad, a una fiesta que habría donde un amigo de él.

Y vamos a ver que aventuras pasaremos este fin de semana, besos, gracias por sus comentarios.