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Mi gran Jefe y yo, noche previa del gran dia D

en Confesiones

Trabajé para un bufete jurídico... durante unos meses, mientras terminaba mi tesis y hacía parte de mi itinerario curricular para lograr ser aceptada en mi actual trabajo... En esa época en el bufete se esperaba un gran evento anual, donde se recibía a los socios mayoritarios, grandes abogados dedicados en cuerpo y alma a luchar por la "justicia" a cambio de estratosféricas sumas que eran garante de libertad y limpieza de casi cualquier antecedente penal. El dichoso evento que iniciaba el Miércoles, consistía en jornadas jurídicas durante 3 días, donde se revisaban ciertos casos y se tomaban decisiones y cosas así.

En fin, las tareas se fueron acumulando y la responsabilidad final de la organización de estas jornadas estaba en manos de 3 personas: Paty la secretaria principal, su esposo Gabriel que era uno de los abogados junior y el mas experto para este tipo de eventos y finalmente yo, quien recien egresada de la facultad, estaba en ese sitio adquiriendo experiencia...

Sucedió que Paty y Gabriel acudieron a una comida familiar el Lunes, dos días antes del dichoso día "D" y por desgracia sufrieron una intoxicación alimenticia algo grave, lo cual me complicaba las cosas, ya que el evento del que ellos eran los responsables ahora pasaba casi casi a ser responsabilidad totalmente mia...

Eduardo Torres... un abogado algo maduro, es uno de los principales socios de la barra para la que estabamos trabajando, hablé con él por teléfono por instrucciones de Paty y cuando supo la situación adelantó su viaje y se unió a mi para terminar lo relativo al evento.

Se presentó en la oficina alrededor de las 7 y media, está ya empezaba a vaciarse y yo me encontraba en la sala de las impresoras, intentado colocar un cartucho de toner para terminar la impresión de algunas carpetas para el evento... llegué a mi pequeño despacho con las manos muy ocupadas y no pude ver la maleta que estaba estorbando a medio entrar, por lo que perdí el equilibrió y casi caigo, mantuve mi dignidad y las carpetas con mucha dificultad y cuando alcé la mirada me topé con unos ojos como de gato: grises, frios, brillantes y muy perturbadores...

Con su 1:90 de estatura recorrió mi pequeña figura 1:65 mas tacones, con falda tipo ejecutiva en color negro y blusa de manga larga color blanco... mi cuerpo sintió una especie de electricidad al contacto de su mirada y mi cara se tornó de blanca a roja en instantes... mi boca emitió un sonido inintelegible y mi corazón se desbocó...

Como pude recuperé la entereza y brincando la maleta coloqué en mi escritorio los expediantes y carpetas que tenía en brazos... aclaré la gargante y recuperando mi acostumbrada seguridad me dirigí a él - Supongo que hablé contigo hace unas  horas... Mi nombre es Linda y pues como veras estamos en serios problemas, tenemos solo alrededor de 36 horas para dejar perfectamente organizado esto! -

Ahora el desconcertado fué él - Vaya, generalmente me dicen Licenciado Torres, que espera que hagamos? No esperaba que una morenita con los senos de fuera me hablara de tú y menos que me dieras órdenes - Creí que nunca en mi vida pasaría por algo así, volteé la mirada hacia abajo y me percaté que como resultado de mi tropiezo, mi blusa había perdido el botón superior y se había desabrochado el siguiente dejando al descubierto mi muy breve brassier de encaje del cual sobresalia la aureola de unos de mis senos y casi se escapaba el pezón... en el piso yacía el botón y mi dignidad junto a el... me incliné a levantarlo, tome mi bolsa con una mano, con la otra me cerré la blusa y salí de la oficina. Entré a los baños y con las manos temblorosas saque mi pequeño estuche de emergencias... contenía hilo, aguja, cigarros y fuego... como pude encendí un cigarrillo y me calmé un poco, para poder poner el botón en su lugar... casi 15 minutos después sali de ahi con mi mejor sonrisa, intentando olvidar lo que me había pasado.

Entré a mi despacho y ahí estaba mi verdugo, parecía algo cansado ya que estaba de pié dando la espalda a la puerta y estirando los brazos como cuando uno está muy tenso...

Sus brazos estremadamente fuertes se traslucian bajo la camisa y se notaba una espalda muy bien trabajada, producto de horas de esfuerzo y dedicación, se notaba a través del pantalón gris (como sus ojos) que poseia piernas muy fuertes y viendolo bien, no era feo, mas bien era de facciones animalescas... es decir no era guapo sino atractivo, muy atractivo.

Suavemente dije - Licenciado Torres, le pido una disculpa y le pido que olvidemos lo que pasó antes, si usted no dispone otra cosa me gustaría que me dijera que hago para dejar bien organizado esto señor.

 

 

Hice enfasis en esta última palabra para dejarle bien claro que ya había entendido mi posición en el bufete y me coloqué frente a él, con actitud de colaboradora idiota esperando que él me pusiera en mi lugar y deseando que acabara el dichoso evento para no tener que verle la cara mas tiempo.

 

 

Casi pude ver una sonrisa en su cara cuando me miró, se dió una vuelta alrederor de mi y me dijo - Linda, vengo muy cansado y no suelo ser tan duro con la gente, puedes hablarme de tú, no hay problema, yo soy quien debe disculparse pero debes comprender que al verte así reaccioné como hombre y fué difícil mantenerme en calma ante una visión tan hermosa - No, no te molestes pequeña, pongamonos a trabajar para salir por lo menos a una hora decente de aquí -

 

 

 

Como me dejó callada solo atiné a ponerme a trabajar y cuando nos dimos cuenta ya pasaban de las 10 p.m. Habíamos organizado ya los últimos detalles y solo restaba para el Martes confirmar con los proveedores acerca de las bebidas y alimentos, además deir a verificar en el espacio que se había contratado que los Stands y las 2 salas de conferencias ya estuvieran perfectamente armados y listos para el evento,así que eso lo podiamos verificar al día siguiente, ahora urgía buscar un lugar para que el Lic. Torres pasara la noche, y yo... tenía que buscarle hospedaje ipso facto

 

 

Como Eduardo no conocia muy bien que digamos la ciudad, me ofrecí a servirle de chofer y transportarlo a lo que sería su morada por los próximos días y así nos fuimos en su vehículo, una flamante camioneta color negro, a la cual tuve que subirme retrepandome un poco la apretada falda negra que vestía y alegremente comencé a manejar hacia nuestro destino... ya hacía hambre y Eduardo me propuso cenaramos en su hotel antes que yo partiera a mi departamento ubicado a unas cuadras de la oficina, acepté y tras registrarse subimos a su habitación para que se instalara y después procederiamos a cenar...

 

 

Una vez que llegamos a su suite, me pidió unos minutos para darse un baño, ya que estaba algo cansado, a lo que accedí y me senté a esperar en la salita de la suite, puse algo de música y debido a mi cansancio comence a adormiilarme en el silloncito cuando repentinamente escuché un sonido sordo, como de algo que cayera y a medio despertar corrí hacia el baño esperando no encontrar a mi jefe desmayado o muerto de un mal golpe! Entré en la habitación principal de la suite y me encontré frente a frente con un hombre desnudo, mojado y con un dormido miembro enorme!!!

 

 

No supe que decir y abriendo mis enormes ojos no podia retirar mi mirada de su pene... como hipnotizada pude observar como comenzaba a crecer de manera descomunal y ... solo atiné a salir casi corriendo de la habitación...

 

 

- Así que ya estamos empatados,eh? jajajajajaja - fueron las palabras de Eduardo al salir 10 minutos después, impecablemente vestido, recien rasurado, oliendo a una loción riquísima - Son casi las 11, que te parece si pido el servicio para aquí y mientras podemos seguir trabajando un poco - Por dios!!! este hombre solo pensaba en el trabajo???

 

 

Nos dieron casi las 2 revisando detalles, repasando la lista de asistentes, revisando que las reservaciones visrtuales de las habitaciones estuvieran correctas, etc...

 

 

El cansancio ya me estaba matando cuando él se dió cuenta de eso y me dijo q