Nunca lo imagine, tampoco lo busque ¡pero me encanto cuando sucedió! Esta historia me pasó hace poco, cuando finalmente me reuní con un amigo al que aun no conocía en persona.

 

Lo conocí hace un par de años por internet gracias al Messenger, él es un chico al que le llevo 5 años y surgió una linda amistad, con el paso del tiempo hablábamos de todo, de la escuela, el trabajo, su novia, mi prometido, la familia, los viajes etc.… actualmente tiene 21 años y yo 26.

 

Un día cuando estábamos chateando, entró su novia al chat y él se olvido de mi (jajajaja hormonas al fin) pero dejó la cámara prendida; yo por mi parte seguí navegando y chateando con otros amigos, entonces recordé que le iba a enviar unos links y mire hacia la conversación con él, el muy fresco ¡estaba bailando eróticamente a su novia!

 

Me quedé viéndolo bailar sin morbo alguno, ya que era divertido pero de repente quedó totalmente desnudo ante mis ojos y con tremenda erección, yo discretamente cambie mi estado al de ausente y no dije una sola palabra, a fin de cuentas era un amigo mas pequeño que yo y solo pasó porque se olvido que estaba ahí; eso sucedió cerca de las 10 de la noche y ya como a la 1 de la mañana, me despedí de él pidiendo disculpas por haberme ido y jamás le mencioné que lo había visto, desnudo, erecto y deseable, era por demás obvio que el se olvido que estaba conectado con todo y cámara conmigo.

 

En ese entonces yo trabajaba en una agencia de viajes y una de mis obligaciones era verificar los hoteles nuevos que se iban asociando a nosotros y tenía que corroborar que los paquetes que se ofrecían cumplían con todos los requisitos exigidos por mi compañía, ya que el buen nombre de mi empresa, nos garantizaba los enormes sueldos a los que estábamos tan acostumbrados (¿interés? jajajaja) por lo que me tocó ir a…………. (No diré donde).

 

Llegué a una ciudad nueva para mí, en donde no conocía a nadie y me sentí sola, así que se me ocurrió entrar a un cibercafé y conectarme. Para mi buena suerte, él estaba en línea y comenzamos a platicar; el vive en una ciudad vecina muy cercana a la que estaba visitando y cuando le comente acerca de mi viaje, se ofreció irme a visitar para que no me sintiera sola ya que ese día me sentía por demás alejada de casa, quedamos en vernos a las 7 de la tarde; cerré mi sesión y me fui a seguir con mis labores.

 

Llegada la hora de la cita, acudió por mí al hotel donde me hospedaba el iba vestido muy elegante con un traje gris Oxford con camisa gris muy claro y una linda corbata de seda color gris con líneas claras mientras yo vestía muy sencilla pero no me sentía mal, así que salimos a cenar, tomamos unas copas y fuimos a bailar, pasamos horas platicando inocentemente, sin malicia alguna y disfrutándonos mutuamente ya que era la primera vez que nos veíamos en vivo; así transcurrió la velada hasta que llegó la hora de retirarnos y él caballerosamente se ofreció a acompañarme a mi hotel, lo cual le agradecí infinitamente ya que me sentía insegura en un lugar desconocido para mi.

 

Durante el regreso, la idea era que me acompañara a mi hotel y despedirnos, así de simple, pero ocurrió un pequeño accidente, el taxi que nos llevaba de regreso sufrió un desperfecto mecánico a solo 2 cuadras y decidimos caminar el resto, solo que mi tacón se atoró en un drenaje y me torcí un tobillo y no podía apoyarme correctamente por el dolor, por lo que en lugar de dejarme en la recepción me acompañó hasta mi habitación, la 1207 recuerdo.

 

Al llegar, por educación le ofrecí pasar un rato y el aceptó, entonces noto que yo había dejado preparada mi ropa para dormir en la cama, era una dormilona transparente con su colaless a juego y al pie de la misma unos zapatitos muy sexys que tengo para levantarme; entre bromas y risas me pidió que se lo modelara.

 

Le dije que me daba un poco de pena, pero él insistió hasta que me convenció, entonces me metí al cambiador y comencé lentamente a quitarme mi sencillo pantalón de mezclilla y mi blusa de negra de satín con manga larga y botones plateados, junto con mi brassier y biquini negros que no dejaban de ser sexys, para sustituirlos por un traje que visto desde otro punto, se transformó de una prenda coqueta para dormir en un erótico conjunto para seducir, entonces voltee al espejo y me di cuenta que la puerta no había cerrado por completo y vi la imagen reflejada de él sentado en el sillón mirándome directamente, sin avergonzarse ni buscar incomodarme, su mirada era natural y yo me sentí deseada. No soy una mujer escultural, de hecho soy algo llenita, caderona, aunque con unas pompis muy deseables, senos medianos con areolas grandes color rojizo pálido, coronadas por un par de pezones muy paraditos y eróticos; el ver su mirada tan encendida me excitó y en ese momento decidí que no me importaba nada mas que estar con él.

 

Se que el alcohol tuvo un poco que ver aunque no habíamos bebido mucho en realidad, pero estoy segura que también ya lo deseaba que sucediera.

 

Salí del vestidor lentamente, prendí mi laptop y puse música de jazz y al ritmo de una melodía que no recuerdo como se llama, comencé a modelar mi atuendo; cadenciosamente me deslice por el cuarto, como si fuera la gran modelo y mi respiración comenzó a agitarse, y él lo noto.

 

Se levanto del sofá y camino hacia mi, tomo mi mano y me preguntó si podíamos bailar, accedí y delicadamente tomo mi cintura, yo sentía que su mano me quemaba a través de la fina tela que apenas cubría mi cuerpo y mis senos comenzaron a cambiar, tornándose turgentes y deseosos y mis pezones erectos me delataron, ya que él clavo su vista en ellos; se inclino hacia la mesa y tomo una rosa que estaba en un arreglo hermoso y con ella toco suavemente mis labios, rozo mis ojos y bajo lentamente a mi cuello.

 

Con suavidad y al ritmo de la lenta melodía me fue guiando hacia la cama, y con suma delicadeza me sentó, entonces pude notar su tremenda erección (nada que ver con lo poco que había apreciado en la webcam)

 

Mi deseo se hizo enorme y comencé a jugar con su pene por sobre la ropa entonces el se desabrochó su pantalón y mostró su enorme pene, lentamente lo acomodé en mi boca y logré excitarlo al punto de sentir su orgasmo, y como nunca antes lo había hecho, bebí ese néctar sagrado del amor.

 

Entonces, él se desnudo totalmente y me recostó, poniéndose entre mis piernas para brindarme un riquísimo oral, acariciando con sus dedos y la rosa toda mi vulva, mi clítoris, mis labios vaginales, así hasta lograr que yo alcanzara un orgasmo exquisito, después fue introduciendo lentamente sus dedos, primero uno, después otro y moviéndose tan deliciosamente que me llevo a la cima nuevamente, después inició una rara danza con esos mismos dedos y apoyando la palma de su otra mano en mi pubis, encontrando un punto que jamás nadie había descubierto en mi, ahí supe que nunca había conocido el cielo como ese día, me llevo a un sinnúmero de orgasmos, hasta que sentí escurrir de entre mis piernas mis fluidos de forma que nunca lo habían hecho antes, mi cuerpo se movía frenéticamente deseoso de sentir toda su virilidad dentro de mi, le pedí, no, le rogué que me penetrara pero se negó, dijo que aun no era tiempo.

 

Cuando creí que enloquecería de pasión y continuo con su juego durante largo rato, hasta que mis gritos eran enormes y entonces me penetró, primero lentamente, para que mi cuerpo se acostumbrara al tamaño de su pene, y después salvajemente, ese día morí, como el ave fénix, para renacer a una nueva mujer, una que exige a su amante que no se vaya de su lado.

 

Hicimos el amor muchas veces esa noche, me reporte enferma y pedí unos días, él, simplemente se ausento de su casa durante ese tiempo y vivimos el sueño que nunca tuvimos, pero que solo llego para enseñarnos que el amor es delicioso, sobre todo cuando es prohibido.

 

A partir de ese día él es mi amante, nos vemos 1 o 2 veces al mes, como sea que nuestras obligaciones nos lo permitan, él sigue con su novia y yo con mi prometido.