miprimita.com

Lecciones

en Amor filial

Durante el baile pegado con Juan, dentro de la discoteca, Laura se le había ocurrido lo que para ella seria el golpe definitivo a la moral y voluntad de su padre. En primer lugar, se había percatado que pese a que las distancias físicas se mantenían, las miradas que le prodigaba su padre iban mucho mas allá de las que un padre podría dar, lo que significaba que el deseo ardía en su padre.

Por otro lado, Laura empezó a encontrar manchurrones blancos en su ropa para lavar. Su padre efectivamente la deseaba, físicamente, y había iniciado el acercamiento a través de su ropa, de la misma manera que ella se masturbaba violentamente con las camisas de él.

Mientras bailaba pegando el culo prieto por el ajustado vestido contra el paquete de un duro Juan, Laura se excitaba solo con la idea de poner el plan en marcha. Movió su cadera arriba y abajo descaradamente, amparada por lo abarrotado del local, sintiendo el palote de carne dura y caliente en su trasero, mientras un indiscreto Juan le sobaba los pechos por encima del vestido.

Después de una mamada rápida y unos deditos, Laura y Juan se dispusieron a esperar al padre de esta. Pero esperar es aburrido. Así que Laura movió ficha, otra vez. Ella esperaba ser sorprendida por su padre o bien durante la mamada o bien mientras era follada por los dedos hábiles de Juan, pero no. El plan era tanto provocarle celos, como que la viera en acción, para luego, fingiendo borrachera, convencer a su padre de seguir “con lo que habían empezado en el parking”, pretendiendo que su papa era el joven al que había mamado rato antes.

Pero se tuvo que conformar con dar una mamada por nada, pero no dio por terminada la noche. Tenia que ser pillada in fraganti por su padre para dar verosimilitud a su futuro plan.

Apoyados en la barandilla que protege a los peatones del transito, Laura mete la mano por la cintura de los jeans de Juan, por lo apretado de su cinturón, hasta llegar a la calentura húmeda de su polla recién mamada. El se sorprende por la insaciabilidad de la joven, y por la poca vergüenza que tiene. Están a la vista de cualquiera que pase, y de hecho un par de coches que pasan hacen sonar el claxon en señal de aprobación.

Laura solo sonríe mientras Juan intenta disimular. No tiene espacio para hacerle una paja, ni tampoco quiere, sino que simplemente, agarra con la mano abierta el conjunto y lo masajea con los dedos, sintiendo como vuelve a crecer. Juan quiere follarla violentamente, allí mismo, por perra y puton, pero la anterior mamada lo dejo bastante bien servido. Estaba pensando hasta donde llegaría la zorrería de la joven... parecía suplicar por una polla... y si le daban varias a la vez..? Y si...?

De repente, un carraspeo suena detrás de los jóvenes. Ambos se giran para ver si tienen espectadores... y vaya si tienen: el padre de Laura.

Con semblante serio, le dice que viene a llevársela. Juan palidece, y Laura, empezando a actuar borracha, todavía con la mano en los pantalones de Juan, se hace la sorda, pero el chaval, viendo el semblante del hombre, se quita la mano y se aleja a paso ligero.

Su padre la arrastra hasta dentro del coche por el cuello, sin decir nada mientras ella planea su siguiente movimiento y mientras el enfurecido progenitor se da la vuelta, ella se salta hasta el asiento de atrás, dispuesta a empezar el show.

Se sienta en el asiento de enmedio de atas, dejando las piernas abiertas en par, y mientras su padre conduce en silencio, ella empieza su discurso falsamente borracho...

  • Joder Juan, eres lo peor...

  • No soy Juan. Soy tu padre y vergüenza deberia darte como vas...

  • Jjajaja -risa alcoholizada- anda Juan, quieres jugar a eso? A ser mi papito...?

  • Anda venga, apoco no la chupo bien?

  • Ok, si vienes aquí atrás a terminarme, te juro que me lo voy a tragar....

  • Todo, no dejare ni una gota, y mira, ya estoy empapada, Juan, no lo tendrás difícil... anda... vente...

El coche se estaciono, repentinamente. Laura se dio cuenta que estaban en un descampado cercano a la discoteca, usado para parejas reticentes a follar en el parking mismo. Todo se quedo en silencio después de que su padre sacara las llaves del contacto. Ella tenia una mezcla de sentimientos encontrados y dudas empapadas en alcohol: bronca? sermón..? Dios, su corazón martilleaba en su pecho.

De repente, la voz grave de su padre des del asiento del conductor:

  • Te huelo el aliento a polla des de aquí... zorra.... -mascullo su padre.

Ella no supo que responder. Respondía como hija? Continuar con la farsa? 

  • No te gusto mi mamada, Juan? Anda ven aquí detrás a continuar...

  • Sera.... mejor que te calles

  • Anda.... sabes que soy muy obediente... Juan, porque no continuas lo empezado?

  • Laura, deja de joder...

  • Juaaan... -dijo con voz melosa- seré buena, no se lo diré a tus otras follamigas... anda, úsame... 

Antes de que Laura pudiera terminar la frase, su padre habia dado un portazo saliendo del coche y estaba abriendo la de atras.

Se sienta a su lado, sin hacer nada, mientras Laura se espera una bofetada, un “te vas a casa caminando” y el corazón sigue martilleandole en el pecho, hasta que sin abrir la boca, su padre la agarra de la barbilla y la atrae bruscamente hacia el, metiendole la lengua dentro de su boca.

Laura casi se corre en el instante. Retorcieron lenguas, suspirando y jadeando, como dos amantes, saboreando bocas, cambiando salivas. A ella le dolía la nuca porque la firme mano de su padre en el cuello la tenia en una posición forzada, pero no le importaba. Con la otra mano, su padre la atrajo hacia el, y ella puso una pierna desnuda encima de los muslos de su padre, haciendo que su pantorrilla se fregara con la entrepierna dura de su progenitor, arriba y abajo, con el zapato de tacon balanceandose precariamente con los deditos de ella como unico soporte.

Sintió la gran mano de su padre colarse por el precario escote y abarcarle por completo uno de sus senos y casi se vuelve a correr, mientras le pinza el pezón adolescente. Ella redoblo el trabajo de su lengua en la boca de su padre mientras con las manos se apuraba en sacar lo que se adivinaba como una erección debajo de los pantalones de su papa musitando “Juan” repetidas veces con los ojos entreabiertos para seguir con la credibilidad de la farsa.

Se reacomodó a su lado mientras seguía manoseándole la entrepierna hasta sacar la erección en la penumbra de la noche. Noto como la polla bombeaba sangre caliente en su mano, dura, palpitante, mientras su padre le tiraba el pelo hacia atrás, dejando expuesto su tierno cuello y el se lo lamia, para retomar el comer de esos labios.

Laura tragó saliva para si. Quizás había bebido demasiado. Empezó a masturbarlo lentamente mientras su padre, haciéndose pasar por Juan, le bajaba el escote, dejando ambos senos al aire fácilmente.

  • Uhh... la tienes dura otra vez... Juan... te la tengo que mamar otra vez para que me dejes en paz?

  • Me la vas a comer como si no hicieras otra cosa en tu puta y miserable vida... -respondió pausadamente mientras con una mano en la nuca de su hija la empujaba hacia su entrepierna urgida de boca tierna.

Laura pudo respirar la humedad de la polla de su padre antes de darle un cálido abrazo entre sus labios. La engulló hasta que mas pudo y succionó hacia arriba, humedeciéndola toda en la vuelta. Sorbió en la punta, dio una vuelta en el capullo con su lengua y volvió a tragar, para subir lamiendo la parte de abajo, besar la punta y volver a abrazar la venosidad con sus labios, ya sin restos de pintalabios en sus morritos juveniles.

Laura hinco una rodilla en el asiento para abarcar mejor la polla verticalmente, recorriendo la dureza de su padre en un abrazo húmedo con sus labios, usando solo su mano derecha para masajear los testículos, mientras que con la izquierdas se tocaba por debajo de las bragas. Podía notar las venas, el pulso de la sangre correr en sus labios, mientras humedecía cada centímetro de ese adorado falo. Consumada felatriz, llegaba a engullirla entera hasta la base, donde los recortados pelos púbicos de su padre le pegaban contra la nariz, para repetir repetidamente la secuencia, meciendo ritmicamente su pelo en el proceso.

 

Feliz de mamar tan ansiado manjar, Laura no se dio cuenta que la caricia de su padre en su coronilla era cada vez mas fuerte, pasando de ser una mera mano acariciando los bucles morenos a una mano que impedía cada vez mas que se pudiera sacar el tronco duro de la boca para respirar. Laura tardo demasiado en darse cuenta que su padre puso ambas manos en su cabeza, apretándola, y sin previo aviso, le aferro el pelo en corto y decidió que su hija le daría mejor placer si en lugar de una mamada, el le follara la boca. 

Así que de repente, la cabeza borracha de Laura fue agarrada por ambas manos de su padre, por el pelo que le hacían subir y bajar repetida y violentamente su cabeza enfundando la polla en la boca de su padre.

Laura no se lo creía, su padre le estaba follando la boca violentamente. Le costaba respirar, tragar saliva que se acumulaba en su garganta y todo le daba vueltas, le subían las ganas de vomitar... y la rodilla se le estaba raspando contra el asiento de atrás. Afortunadamente para ella, no duro mucho. Apretándola hasta el fondo, forzando su experiencia de felatriz al máximo, su padre eyaculo en medio de gruñidos y gemidos de alivio.

Se corrió en lo mas profundo de su garganta, y tuvo que tragar la corrida grumosa de su padre para poder tragar aire después. La frente perlada en sudor por el esfuerzo, Laura estaba confusa. No porque le habían follado bruscamente la boca, cosa que tampoco le desagradaba, sino porque ella se había imaginado una mamada a su papa mas... romántica, donde ella era la que hacia correr a su padre, no el decidiendo eso...

  • Eres... una... puta..! -mascullo el

  • TU puta -respondió ella envalentonada .

  • Ahora vas a ver lo puta que seras...

Agarrándola del pelo, la paso por encima de sus rodillas, haciendo que quedara tumbada boca abajo en su regazo, con las nalgas paradas. Sumergida en la oscuridad del suelo del coche, ciega, se agudizaron sentidos mientras seguía sudando y respirando trabajosamente. 

Sin perder tiempo, su padre le termino de subir bien el vestido hasta la cintura, y le bajo las bragas cortas estampadas de cebra hasta las rodillas.

  • Cuenta, puta.

Antes que Laura pudiera preguntar, la primera nalgada restallo en su firme trasero.

  • Auch!!!

  • Plassss!!

  • Ayyy!! Pero que cojones...?

  • Plasss!! - cuenta, he dicho!

  • Plass!!

  • Au!! Una!

  • Plasss!!

  • Jod.. Dos!

Y así hasta veinte. Las gotas de sudor le resbalaban por la frente y barbilla de Laura, cayendo hasta el suelo. Los cristales llevaban rato con vaho. El coche se lleno de silencio después que su progenitor parara en las veinte, para acariciar su trasero enrojecido.

Los labios de su padre le besan y luego lamen su trasero, mientras siente una mano escabullirse por su entrepierna, hasta la caliente humedad de su adolescente cueva... Siente un dedo, luego dos, largos, entrar fácilmente en ella, mientras con la otra mano la mantiene con la cabeza en el suelo.

Empieza a meterlos y sacarlos lentamente, para casi inmediatamente empezar un baile brusco y duro dentro de ella, llenando el espacio de un ruido de chapoteo inconfundible.

De repente, un dedo índice intenta colarse en su culo después de que los otros dos untaran la entrada con sus propios flujos. Laura no batalla, relaja el culo y ese dedo curioso entra junto con los otros dos en su humedad, para volver a follarla por ambos agujeros al mismo tiempo, rápida y bruscamente.

Laura intenta revolverse, pero su padre la tiene bien sujeta por el pelo. Le empieza a escocer la cabeza también. Siente el orgasmo cercano, y empieza a gemir y suspirar. Su padre masculla “puta...” y le suelta la cabeza para nalguearla mientras la sigue follando con los dedos de la otra mano. Los flujos de Laura han resbalado hasta el regazo del padre, haciendo una mancha.

El chapoteo de su entrepierna, las nalgueadas y su cuerpo cubierto en una película de sudor hacen que a Laura le ruede la cabeza, sintiendo el orgasmo como algo liberador, lo desea para terminar. Y lo hace, se corre con los dedos de su padre metidos muy adentro de ella. Los dejo dentro y removió durante los últimos segundos antes de que se corriera. Experiencia, babe. De seguro papi ha notado el flujo extra que ha chorreado, pero no tiente tiempo de relajarse, ya que la tira del pelo para sentarla en su regazo, ella se apoya entre los asientos de delante, y de espaldas a el, sentada en sus rodillas.

Oye como su padre se agarra la polla, se acomoda los pantalones y aferrándola de la cintura, la atrae hacia el, hacia su polla enhiesta. Ella entiende, y no hace falta ninguna lubricación extra para que la otra vez dura polla de su padre entre fácilmente entre sus piernas. Ella gime, el gruñe.

 

Sin dejar de tenerla aferrada de la cintura, ayuda a una desvencijada Laura a moverse arriba y abajo, lubricando la polla paterna. También se ayuda de los asientos delanteros, a los cuales apoya una mano en cada uno, ya que le duelen las rodillas. El clop, clop clop característico resuena en el coche, mientras ambos gimen, en una vorágine de humedad, olor a sexo y lujuria.

Laura no adivina a ver nada mas que a través del cristal delantero, mientras su cuerpo se mece a buen ritmo sobre la lubricada polla de su padre. De repente, a Laura le agarran los cabellos des de detrás, forzando que levante la vista y se de mejilla contra el techo del coche, sin dejar de moverse.

Ahora Laura tiene la frente pegada en un ángulo raro contra el techo del coche, que le raspa a cada movimiento de vaivén. Los caderazos, rudos y fuertes, le clavan la polla hasta el fondo en cada caída de su cuerpo, haciéndola sacudir entera. Su trasero le duele y le cuesta respirar, además que su columna esta forzada por lo bajo del techo del coche, tiene un fuerte sabor a polla en su boca, mechones de pelo se le pegan en la cara por el sudor. Pero le gusta. Se siente deseada, sucia, puta, todo a la vez.

Su cuerpo, ya falto de fuerza, cae pesadamente contra la cadera de su padre, enfundandose su polla con cada caída, y solo piensa en dejarse caer muerta, pero las fuertes manos de su padre en su cintura y su poco peso hacen que sea poco menos que una titere siendo follada. A cada vuelta de la ensartada se da contra el techo del coche con la frente perlada de sudor, lo que le produce un dolor fuerte, punzante, pero no tiene voluntad de protestar, solo dejarse hacer.

De repente, los jalones son mas fuertes hasta que le dan dos fuertes caderazos que hacen que el raspón que tiene ya en la frente le escueza de golpe, mientras un rugido a sus espaldas y una calentura repentina en su interior le indican que se ha corrido dentro. Antes que pueda decir nada, le empuja la espalda dejandola encajada entre los asientos, y le caen varias nalgadas en su culo expuesto, con la polla todavia dentro.

Bruscamente la empuja hacia un lado, sacándosela de su polla, se sale del coche, y la deja hecha una madeja en el suelo del coche, tirada como marioneta, con el vestido descompuesto y arrugado en una mera franja alrededor de su cintura, dejando a la vista su entrepierna usada, chorreante de fluidos propios y ajenos y unos pechos enrojecidos. El raspón en la frente causado por la fricción y golpeteo contra el techo le escuece, pero el cansancio y agotamiento la pueden. 

Ella misma se da cuenta que huele a semen y a sexo, quiere recomponerse, pero no puede. Mientras oye el sonido del coche arrancar, ella aun tiene tiempo de mascullar antes de dormirse

  • Juan... que polvazo... mamonazo...

--

Cuando decidió despertarse, a la tarde siguiente, se descubrió en la cama, vestida todavía con el vestido de la noche anterior, pero en su sitio y arropada. Después de la ducha para quitarse olores y sabores de encima, se fue a desayunar, donde su mama le pregunto acerca de la noche anterior. Evidentemente, ella respondió alegremente que todo muy bien, que bailo y que llamo a su papa porque no tenia en que volver y temía meterse con uno que hubiera bebido.

  • Muy bien, nena, que buena eres... te dejo solita, descansa, que yo me voy al café con mis amigas.

  • Ok mami, te veo...

Después que su mama se hubiera ido de la casa, se fue a la cocina a comer algo mas. Todo parecía algo irreal, pero no como ella esperaba. El remordimiento la carcomía, y la duda era de si su padre la castigaria, o querria mas, o... De repente el susto la asalta: creía que la casa estaba vacía, pero era posible que su padre se hubiera quedado dormido? Oye pasos llegar hasta el dintel de la puerta de la cocina. Se da la vuelta lentamente, temiendo hasta quitarse la cucharilla de mermelada de la boca. Y su padre, plantado al otro lado de la cocina, desnudo completamente y con semblante serio, masculla...

  • De... rodillas... PUTA!

 TO BE CONTINUED!

 

Me he quedado algo vacía de ideas después de este relato... :S Se agradecerán (y reconocerán) sugerencias de hacia donde debería avanzar la relación y la trama... seriedad, plis! :3