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Mi Dia... Gris (VII)

en Lésbicos

Mi Día… Gris

VII

Los meses pasaron rápidos después del día de picnic, Gris ya no me volvió a decir con que se aburría estando sola, no volví a encontrar la casa vacía, prácticamente no hubo altercado alguno… Roma tuvo su debut sexual y seriamos abuelas en pocas semanas…La nueva operación ya estaba programada, si traía como resultado lo esperado Gris volvería al trabajo en poco tiempo y estábamos muy feliz por ello.

Un día me propuse llegar a casa temprano para hacerle una sorpresa pero fui yo la sorprendida. Llegando al pasillo que me llevaba al departamento escuché una música conocida y un tanto alta, me paré a escuchar de donde venía, pues era uno de esos clásicos, de los que no se escuchan todos los días, y no podía creer lo que escuchaba el sonido salía desde mi departamento. Caminé despacio, aun no creyendo, llegué hasta la puerta y escuché los chillidos de Roma que por el olfato me había reconocido, la interrupción del sonido fue inmediata, escuché la voz de una criatura dentro de la casa. Metí mis llaves y al abrir la puerta ví a Franco, hijastro de Pato (mi ex), intentando agarrar a Roma que no quería saber de otra cosa que de mí. Me quedé sorprendida viéndolo, Gris vino a mi encuentro con una sonrisa en el rostro.

Gris: princesa… ya volviste! – Besándome y tomándome el bolso- que tal el día?

Yo: mi día… Gris? – todavía sin entender que hacia Franco en nuestra casa-

Gris: si princesa, que tal fue tu día?

Yo: discúlpame… que hace Franco acá? – viéndola sin entender-

Gris: aaah, Franquito… la niñera no vino y su madre me pidió si podría cuidarle por unas horas

Yo: cómo? Conoces a la madre? – Sin quitar la vista del niño-

Hacía más de año que vivamos al lado y núnca siquiera había visto o hablado a la madre de ese niño y Gris con unos meses ya hablaba de ella como si la conociera de toda la vida, me pregunto, en que parte me perdí?

Gris: si, Patricia… su madre, no?

Yo: pfff… me hubiera imaginado, ZOOORRRA! Pato es tannnn, pero tannnn zooorra que ni para madre sirve!- estallé en bronca al escuchar su nombre en boca de Gris-

Gris: que… porqué decís eso?- viéndome sin entender nada de lo que decía-

Yo: SI! Pato es una ZORRA, lo hace solo para fastidiarme…

Gris: yo no lo veo así… porqué tiene que fastidiarte que cuide al nene por unas horas?

Yo: Gris… Porque la conozco! Pato es una manipuladora de primera, ahora no va a pagar más niñera… cuando se le antoje te va a enchufar al nene y listo!

Gris: de donde sacas eso…? la conocés acaso?

Yo: Fui niñera de Franco… antes de que vinieras a vivir conmigo, porque esa zorra lograba manipularme a través del nene! - viéndola a la cara- Pato es mí EX!

Gris: tu ex…?– quedó como en shock- Y por qué no me dijiste nada…?

Yo: Discúlpame Gris… -Acercándome y tomándole las manos- pero hay cosas que prefiero olvidar antes que contarlas y Pato es una de esas cosas!

Gris: pero que pasó… porqué no me lo dijiste antes? Ahora me siento una idiota total, cuidando al hijo de tu ex!        - viendo a franco que jugaba con Roma-

Yo: Franco no es hijo de la idiota de Pato, porque esa si es una IDIOTA! Gris… por favor entendeme!

Gris: como querés que te entienda…? por Dios! ponete en mi lugar… prácticamente estoy conviviendo con ella y ahora me vengo a enterar que eran… - sin terminar la frase y fregando sus dedos índices-

Yo: conviviendo…? quien conviviendo… vos y yos… Pato tiene su mujer y eso lo sabes mejor que yo!

Gris: realmente no sé en que mundo vivís… jelou! -  estallando los dedos- por si no te diste cuenta la puerta de enfrente es del departamento de tu ex…

Yo: pfffffffff…. SI, ya lo sé! pero te dije que hay cosas que prefiero olvidarlas!

Gris: ocultarlas mejor dicho…!

Yo: no te oculto nada! a Pato la desprecio… encontrarme con ella es lo peor que me puede pasar en el día!

Gris: claro… - haciendo cara de que no te creo nada- lo entiendo y por eso seguís viviendo frente a ella! 

Yo: Gris por favooor… créeme! no fui yo, ella vino a vivir ahí… yo ya vivía acá! – Pero ella seguía con el mismo gesto en la cara- por favor, creeme!

Gris: hasta que no escuche los mínimos detalles de lo que pasó con ella no te voy a creer nada… - sentándose en el sofá-

Yo: voy a buscar algo para tomar y te cuento hasta el mínimo detalle para que me creas y veas la basura que es esa tipa… -

Acercándome a darle un beso en los labios pero ella me puso el rostro. Yo  le dí un suave beso y me encaminé al cocina a buscar algo para beber pero con una sonrisa en el rostro porque a pesar de, digamos, odiar a Pato con ese gesto de dejar a Franco con Gris, Pato había hecho que blanquee mi situación anterior ya que nunca había tenido motivos ni oportunidades de contarle a Gris que habíamos sido pareja. Y además había hecho que, después de mucho tiempo, descubriera la faceta de celos de Gris porque si bien lo sabía disimular, se estaba muriendo de celos tirada en el sofá.

Le conté a Gris lo que paso con Pato, porque su cara de que no me creía nada me estaba matando, para ella estuvo bien que si ya no había más amor, fué mejor separarse. Me tomo varios minutos ver el lado bueno de su reacción porque con eso me demostraba que no había rencor en su corazón y le dejé expresas recomendaciones de que no aceptara que Pato la tratase como su niñera. Pero los siguientes días fue lo mismo, Franco ya no estaba en casa a la hora de mi regreso pero sus juguetes, los vasos en el fregadero, sus galletitas preferidas en la alacena, el estress de Roma me decían que había pasado la tarde o tal vez el día con Gris y eso ya era suficiente para que mi humor cambiara. Intentaba pensar en otra cosa, en el bien que le hacíamos al peque y demás pero conocía a Pato y sabía que algo se traía entre manos. Hasta que dos semanas después al llegar a casa ya no solo estaban los vasos de Franco en el fregadero también había dos tasas, me pareció raro porque era “MI TASA” la que habían ocupado y sabía que Gris nunca tocaba esa tasa, pero lo dejé pasar. Una semana más tarde, el mismo día y mi tasa en el fregadero nuevamente, ya me sentí incomodada…

Yo: Gris... Que hace mi tasa en el fregadero?

Gris: disculpas, tuve visita… pero ya está limpia ahora la guardo

Yo: no hay drama…

Tampoco podía hacerle un escándalo porque habían usado mi tasa y tampoco quería arriesgarme a tener una discusión por preguntar quien fue su visita, ella era libre de recibir a quien quisiera pues la casa también era suya, pero algo me sonaba mal, algo no me sentaba…porque no hablaba de su visita? Por qué no me decía quien la visitaba cuando yo no estaba. Otra semana más y mi tasa nuevamente en el fregadero. Entonces no me aguanté más…

Yo: a la ita… como le gusta “MI TASA” a “TU VISITA”! Hay cinco tasas más y justo la MIA, Gris? – Con la tasa en la mano-

Gris: no seas nena, amor… que tanto mezquinás tu tasita de morondanga!- sacándome la tasa de la mano y sonriendo-

Yo: Gris… odio que toquen mis cosas, por eso ya está personalizada!

Viéndola  de pies a cabeza pues se había puesto de espalda a mí y recargada a la mesada guardaba mi tasa junto con las demás cosas, se me hacía agua la boca con semejante perfección frente mío.

Gris: no va a volver a pasar, AMOR… te lo prometo!

Poniéndose de frente a mí y besándome muy suavemente. Depositando sus manos en mis hombros empezó a jugar con mi cabello y con el empuje de su cuerpo me fue llevando hasta la habitación, caímos las dos en la cama donde empezó a intensificar sus besos y caricias.

Yo: no puedo creér como me hacés olvidar hasta de mí…- mientras sus besos resbalaban por mi cuello-

Gris: princesa, es que últimamente estuve pensando y creo que esta es la única manera que encuentro para callarte – mientras volvía a besar mis labios muy suavemente-

Si, realmente últimamente lo que menos hacía era mimarla, atenderla, escucharla tal vez por miedo a que me diga algo que no pretendía escuchar o tal vez porque estaba tan metida en lo mío que llegaba a casa y hablaba y hablaba y hablaba hasta que ella se quedaba dormida. Desde que llegó Franco me sobraban los dedos de una mano para contar las veces que habíamos hecho el amor pero me faltaban los dedos para contar las veces que me había despertado por las noches deseando sentirla y me conformé con el solo hecho de saberla a mi lado, de contemplarla durmiendo en mi cama y de imaginar que la sonrisa en su rostro mientras dormía era por mi…

Sus besos y caricias estaban logrando su objetivo ya que mi cabeza no conseguía formar una frase completa sin que fuera interrumpida por un gemido de placer. Sus manos fueron desabrochando los botones de mi camisa uno por uno, mientras sus besos suaves y muy mojados seguían en mis labios, mis manos estrujaban las sabanas para poder seguir manteniendo el control de mi cuerpo que empezaba temblar bajo el poder de sus caricias. Gris sabía como provocarme, como sacar esa parte de mí, sabía que cuanto más despacio eran los toques más gozaba por eso con las puntas de sus dedos hacia un recorrido suave desde mi clavícula hasta mi cintura dibujando todo el contorno de mi silueta, volviendo hasta mis tetas y tomándolas en su mano sobre el brá empezó a masajearlas en un vaivén que de a poquito fue endureciendo mis pezones, sentía el cosquilleo que empezaba a bajar desde mi vientre hasta mi sexo pero Gris seguía muy entretenida en hacerme sufrir, sentía como la humedad se apoderaba de mis bragas y el calor invadía mis mejillas, mis dedos aferrados a la sabanas me dolían,mi garganta estaba seca de tanto gemir, sentía como sus caderas empezaban a moverse y cuando su mano, ingresando por el borde de mi brá se encontró con mi piel, ella exhaló un suspiro y ese fue el momento perfecto para cambiar el rol.

La tumbé de espaldas en la cama, ya que había quedado como extasiada, y me acaballé a su cintura, ella aún estaba con los ojos cerrados y la boca entreabierta. Me acosté sobre ella quitándome la camisa, sus manos fueron hasta mi espalda quitándome lo poco que me quedaba, dejando mis tetas al aire con los pezones muy parados a su alcance, sus dos manos se posicionaron sobre ellos, juntándolos y llevándolos a su boca succionando los dos juntos, luego siguió dibujando círculos y ochos de pezón a pezón mientras las mantenía en su boca, las chupó primero una luego la otra, pasó su lengua en ellas como si de un helado se tratara, mi cadera y cintura se quebraban en una danza misteriosa que lo único que hacía era desesperarme aún más. Abrí los ojos cuando sentí sus dientes cerrarse haciendo presión sobre mi pezón izquierdo.

Ella sonrió y  me volvió a tumbar sobre la cama, poniéndose entre mis piernas volvió a tomar mi pezón entre sus dientes, sentí como miles de agujas me traspasaban, no solo donde estaba sus dientes sinó en todo mi cuerpo, volvió a chuparlos con fuerza…

Gris: princesa… quiero hacerte así, pero allá abajo…

Eso me puso a mil, sentí como me mojaba de solo imaginar sus dientes y chupetones en mi sexo… no conseguí decir nada, tomé su mano y la llevé entre mis piernas y la hice tocar muy suavemente, mientras me mordía los labios para no gritar del placer que me daba el simples roce de su mano. Sus dedos desabrocharon mi pantalón y empezó a bajarlo mientras su lengua limpiaba mis juguitos sobre la tela de mi panty, podía escuchar su ronroneo que me calentaba aún más, siguió bajándolo mientras que con su mentón aplicaba presión sobre mí ya desesperado clítoris, abrí los ojos y me encontré con su mirada, me mordí el labio inferior en señal de suplicas.  Sentí su dedito deslizarse por mi lubricado sexo bajo la tela, un escalofrió recorrió mi columna tesándola, no pude aguantar semejante placer…

Yo: Gris… amor, me tenés con el polvo atravesado – entre suspiros-

Gris: sshhhhhh… ya voy amor

Metiendo dos dedos por mi agujerito, empezó el mete- saca, su lengua empezó a deslizarse sobre mi clítoris, mis manos en su cabello intensificaban el sentir, estaba en las nubes hasta que uno de sus deditos empezó a deslizarse por mi culito…

Yo: amorrrr… - subiendo las caderas- me vas a enloquecer!

Gris: mmmmmm… tanto tiempo sin vernos mi negrito!

Las caricias fueron alternándose con lametones, sentía los escalofríos cada vez que su mano apretujaba cada una de mis tetas, sus uñas rasguñaban mi piel desnuda, su lengua en mi sexo y sentía como casi desfallecía de placer cuando su dedo ejercía presión en mi culito… todo mi interior se contraía, los epasmos eran continuos, el sudor me mojaba la frente, me dolían las manos, mi columna estaba a un paso de la rotura y mis gemidos eran acompañados por los aullidos de Roma, que por precaución lo habíamos encerrado en el cuarto de las visitas.

Gris: Amor… quiero que me lo dediques! Quiero que digas que es mío ese orgasmo, necesito escucharlo…

Yo: Amor… son todos tuyos, siempre fueron por ti…

Dos dedos ingresaron en mi vagina y otro empezó el masaje sobre mi clítoris, ella subió besando cada rincón de mi cuerpo hasta llegar a mi boca, mis uñas se clavaron en su espalda y mordí su labio en el momento en que sentía la cercanía del placer… todo mi cielo se puso negro de una sola vez y en mi mente se dibujaron miles de telas de arañas, millones de hilos de acá para allá y en cada junta empezaron a aparecer estrellitas… un largo suspiro, un tierno beso en los labios y el final tan esperado…

Yo: mi amor…llégo!

Cerré las piernas atrapando su mano, levantando las caderas y en un vaivén desesperado, sentí como una única explosión en mi interior me llevaba al reino del más allá, mi corazón no paraba alocado en mi pecho y la falta de aire no me dejaban hablar… A lo lejos escuchaba la voz de Gris que me pedía por favor que se lo dedique pero no tenía poder sobre mis sentidos… estaba en éxtasis, me encontraba de la mano de Eros navegando en el mar rosa. Sentí el peso de su cuerpo a mi costado y sus dientes que mordieron mi hombro.

Yo: por favorrrr… la próxima vez no dejes pasar tanto tiempo…

Gris: porqué mi amor…? Te hace mal tanto placer de una sola vez?

Yo: estoy pensando seriamente en comprar un tubo de oxigeno…

Gris: Por…? – Poniéndose de costado y viéndome a la cara-

Yo: no me viste…? Casi me dejas sin aire…

Ella solo rió y poniéndome a su lado y entrelazando las piernas, nos dimos un par de besos apasionados…

Yo: Gris… ya sé que hace  casi un año que estamos juntas y nunca hablamos de lo que somos y una vez que discutimos me dijiste que solo éramos dos personas viviendo bajo el mismo techo…

Gris: Amor… seguro que era porque quería hacerte sentir mal, estamos bien así…

Yo: Gris… pero quiero que estemos bien. Quiero llevar esto a más… que me decís?

Gris: ammm… princesa, estás segura? Si es por mí no te preocupes!

Yo: Gris, siento que estás haciendo parte de algo muy importante para mí…

Gris: bb… dejemos esta charla… sigamos en lo más importante!

Yo: Gris, quiero hablar de esto ahora… siento que es el momento

Gris: ammmmm… Yo quiero morir de placer… y también siento que es el momento – Besándome con delicadeza- vos decidís, que es más importante para vos?

Yo: buenop… primero lo primero, después hablaremos de lo otro…!

Gris: sabia decisión su alteza… y discúlpeme pero me voy a arrodillar en su presencia…

Y dicho esto se bajo de la cama y empezó a desvestirse, se sacó el short junto con el panty y el brá pero se dejó la playera puesta. Se puso de rodillas en la cama y subió hasta mi cabeza, yo solo reía porque ya habíamos hablado de eso y me imaginaba sus intenciones…

Yo: Griis… Amor, tu pierna - viendo el esfuerzo que hacia-

Gris: bb… hoy no te vas a salvás!

Llegando a la cabecera posicionó sus piernas una a cada lado de mi cabeza dejando su sexo a la altura de mi boca. Yo reí y ella bajó su mirada hasta mí

Gris: que pasa, bb…?

Yo: ya sabes lo que pasa… no te hagas la loca, no me gusta esto!

Gris: amor… lo que pidas a cambio, porfis…  quiero sentirte así!

Yo: lo que pida, segura…?

Gris: lo que pidas… y no se habla más!

Cerré los ojos y me concentré en pensar en mi objetivo… hacerla gozar, pero como?  pero bueno, la culpable había sido yo, una vez hablando de todo un poco llego el tema del “gusta o no gusta” y yo le dije que a mi no me gustaba eso… el poner el sexo en la cara de los demás, que tenia algo así como una fobia,  me gustaba el 69 pero estando yo arriba , el sexo oral me gustaba pero el tradicional por así decirlo y que estar en esa posición boca arriba con el sexo de la otra persona en la cara… no me lo podía imaginar! NUNCA lo había practicado y por suerte tampoco había tenido parejas que me lo pidieran o que intentaran practicarlo a esa manera, pero nunca me imaginé que eso podría causar morbo en Gris…

Yo estaba tan dura tumbada en la cama esperando el momento, no podía reaccionar de los temores, los prejuicios, el miedo, el no saber… con la boca y con los ojos aún cerrados, respirando agitadamente. Gris estaba de rodillas sobre mi cabeza pero no podía esperar más, entonces con mis manos aferradas sus caderas la fui acercando a mi rostro, sentí el calor de su sexo que toco mi nariz y lo empapó, su aroma me penetró y ella exhaló un suspiro al sentir el contacto, movió sus caderas haciendo que su clítoris resbalara por la punta de mi nariz hacia mi boca. Cuando sentí su cálido y húmedo sexo resbalar por mis labios, saqué la lengua. Cuando mi áspera lengua impactó en su piel sentí todo su sabor, ese sabor que tanto me gustaba, el sabor del placer, de la excitación, ese sabor que yo le provocaba, sentirla así… tan húmeda, tan entregada, tan mía me hizo olvidar de todo, disipó todo el temor y demás prejuicios instantáneamente. Me aferré a sus caderas y la fui atrayendo más a mí. Mi boca se ajustó perfectamente a su sexo y nuestros labios se acariciaron en cada vaivén de su cadera, mi lengua empezó a explorar todo a su alcance, entraba, salía, iba, venia, chupaba, lamia y acariciaba absolutamente todo. Estaba tan enajenada con su movimiento que me olvidé del mundo, de pronto sentí cuando sus dedos bajaron a masajear su abultado clítoris. El momento de gloria se acercaba, con mi mano saqué la suya y empecé a pasar mi lengua por su clítoris y a chupetearlo cuanto podía, se sentía tan suave y tan durito… tan sabroso. Sus gemidos empezaron a elevarse y sus movimientos de caderas se hicieron más intensos, sus jugos empapaban todo mi rostro. Con ella había sentido miles de sensaciones antes, pero esta fue única. La sentí derretir de placer, sentí la descarga de adrenalina que pasó de su cuerpo al mío conectándome con ella en el momento que llegó el orgasmo, sintiendo que podría acabar el mundo en ese instante porque si de algo quisiera morir… a partir de ese momento, preferiría morir de placer y entre sus piernas.

La sentí acabar en mi boca, sentí la contracción de su vientre, el temblor en su piernas, el sabor dulce que descendía de su interior y los sacudones que su cuerpo siguió experimentando con cada vez que mi lengua la tocaba. Bajó su rostro y aún con los ojos cerrados me sonrió…

Gris: bb… ya no sé que tomar en serio con vos…

Se acomodó a mi lado en la cama y suspiró. Yo me limpiaba la cara

Yo: mmmmmmmm… - la ví a la cara- porqué, tan bien lo hice?

Gris: no tannnnnnn bien… pero para ser la primera vez…

Yo: no me jodas, primera y única… te juro que no hay otra vez!

Gris: bb… - tomándome la cara- no te gustó?

Yo: mmmm… nunca lo sabrás! - riendo-

Gris: si, si, si… sé que te gustó! - haciéndome cosquillas- declarada “oficialmente chupa conchas”

Yo: uuuuffff… viste..? Por eso no quería decirte nada, con vos es imposible un poco de intimidad…- riendo por la cara que hizo Gris-

Gris: querés intimidad…? te voy a dar un poco de intimidad - llevando su mano a mi sexo-

Yo: no, no, no Gris… ya basta, ya basta! mañana tengo que trabajar! – Atajándole las manos-

Gris: bueno, ahora si puedo decir que te di masita hasta que me dijiste basta - riendo-

Yo: mmmmmmmm… que ganas las tuyas! -Haciendo cara de poca importancia- te gustaría, no?

Gris: aceptá la derrota, bb… me dijiste basta de sexo!

Yo: por hoy, tonta… agendamos para el sábado y veremos quien dice basta!

Gris: jajaja! ahora también agendas los días de sexo… que bien! – Dándome la espalda-

Yo: es una forma de decir - acercándome a besarla antes que se enojara- era broma… sabes que me encanta hacer el amor con vos y no tengo día ni hora para eso…

Gris: te amo princesa… y en algún momento voy a escucharte…

Yo: mmmm… puede ser- besándole-  y yo también te amo, Gris! y ahora abrázame que quiero dormir entre tus brazos.

Conforme con su promesa, me olvidé del tema y me fui acostumbrando a la semi presencia de Franco porque pensándolo bien desde que él llegó a quedarse con Gris las cosas cambiaron como que ella está más alegre y ya no me preocupaba tanto porque estaba sola todo el día. La fecha de la ante última intervención llegó y nos turnaríamos con Doña meme para cuidarla en el post-operatorio pero una cosa no me cerraba y no había forma, no me cerraba…

Una tarde hablando con Doña Meme se le escapó sin querer o tal vez queriendo que Gris tenía una visita que venía a verla muy tarde en la noche. Eso me quedó picando pero hice de cuenta que estaba bien, que ella tenía sus amigos y demás palabrerías que se dicen para disimular lo que se está pasando. Pero en mi interior todo me decía que había algo que estaba mal, porque tendría que venir a visitarla tarde en la noche y porqué Gris no me había hablado de dicha visita?

Una noche volviendo a casa, me crucé con Pato que al verme me clavó la mirada con toda la rabia habida y por haber, pero justo cuando iba hablarme su teléfono timbró, ello atendió la llamada todavía con la vista fija en mí...

Pato: hola preciosa… si, en veinte estoy ahí, te quiero!

Me hirvió la sangre porque sabía que no estaba hablando con su mujer, sinó con otra, porque la conocía y sabia el trato que le daba a la que ahora era su mujer y que se encontraba descansando después de un día duro de trabajo mientras ella se iba a encontrar con una cualquiera. Ella pasó por mí, aun hablando por teléfono rumbo al ascensor, yo me dí la vuelta y cuando cortó la conversación…

Yo: sos una porquería… no cambias más! – Prácticamente le escupí las palabras-

Pato: No molestes… andá a dormir cornudita que para lo único que servís es para cargar los cuernos!

Yo: ya vas a encontrar alguien que te haga pagar el daño que vivís haciendo!

Pato: gente como yo no nació para pagar nada… andá a dormir, querés?

Yo: sos una hija de puta… ya la pagarás…!

Pato: juntate con mi mujer y lloren juntas que las dos no sirven para nada!

Yo: si, me gustaría juntarme con ella para decirle el sorete que sos!

Pato: toma… en unas horas vuelvo - arrojándome las llaves de su departamento-  pasá, la habitación a la derecha seguro está llorando por este cuerpito – tocándose- igual que vos!

Me agaché para juntar las llaves y la puerta del ascensor se cerró llevando a Pato al siguiente piso.

Yo: perra, hija de puta, mal parida, desgraciada ya la pagarás… y voy a estar ahí para reírme de tu cara!

Fui hasta la puerta de su departamento pero cuando me dí cuenta lo que hacía seguí hasta el mío, coloqué las llaves en la cerradura y cuando dí la primera vuelta, alguien dijo mi nombre a mis espaldas…

Voz: Carolina!

Me dí la vuelta y me encontré con unos ojos que jamás había visto. Me quedé inmóvil esperando a que vuelva a hablar para saber si era de verdad y si no estaba viendo visiones…

Voz: disculpas, por Pato sé que te llamás Carolina… yo soy Guillermina pero todos me llaman Guily… podemos hablar?

Seguía viéndola a los ojos sin conseguir reaccionar, le mostré las llaves en un intento por hacer algo…

Guily: no, tenela vos, ella después va pasar a buscar… pero necesito que hablemos…

Conseguí reaccionar y seguía viéndola a los ojos los cuales no tenía señales de haber derramado alguna lágrima siquiera.

Yo: nnn -no te-ne-mosna-da de qué haaablar… - balbuceé-

Guily: créo que tenés que saber algo y cuanto más rápido te enteres más rápido voy a estar mejor conmigo misma… pasá!

Metiéndose en su departamento, yo no sabía que hacer que decir pero no tenía nada que perder. Entraría y le diría que Pato era una mierda y que como hizo conmigo también a ella la estaba engañando. Pero al entrar a su departamento no pude decir nada, me perdí en sus curvas ya que ella se encontraba de espaldas a mí, se había quitado su salto de cama y traía puesto un babydoll de seda color champang que se aderia perfectamente a su cuerpo, estaba en puntas de pié intentando bajar un par de tasa y su pantorrilla se dibujaba perfectamente. La detallé detenidamente por casi tres minutos, mis ojos subían y bajaban sin control por su cuerpo hasta que ella me pidió ayuda…

Guily: me ayudas a bajar la otra tasa está muy atrás…

Yo: soy casi tu misma altura, creo que no hay caso…

Guily: Dos son mejor que uno, no creés… aparte yo te sostengo…

Me acerque a la mesa, dejé mi cartera y las llaves de Pato, ella se corrió dejándome un lugarcito donde apenas entraba mi cuerpo, me puse en puntas de pié y levanté mi mano para alcanzar la tasa inmediatamente, detrás de mí, sentí sus manos a mis costados casi acariciando mis senos y los suyos pegados a mi espalda, su pubis que se ajustaba a mis glúteos y su respiración en mi nuca. No sabía si lo hacía a propósito o era la tensión del momento pero por escasos minutos creí sentir el contoneo de su cuerpo con el mío haciendo que mi corazón empezara a golpear como loco dentro de mi pecho…

Guily: un poquito más y ya está…

Sus palabras en mi cuello me hicieron tragar en seco y volver a la realidad, tomé la tasa y suavemente fui bajando los brazos hasta ponerla sobre la mesada, ella en cambio no me soltó tan rápido como esperaba, pude sentir cuando mis brazos aprisionaron sus manos y sus dedos rozaron mi cintura al deslizarse lentamente, su cuerpo seguía muy pegado al mío y podía sentir sus pezones erectos en mi espalda y su respiración en mi cabello. No sabía si lo que estaba pasando era verdad o producto de mi imaginación debido al cansancio y a dormir poco. Ella se separó de mí y me dio lugar para pasar. Yo baje la mirada y caminé hasta la mesa…

Guily: sentate… - me dijo-  que tomás?

Yo: depende… - sin levantar la vista - en este momento estaría bien un whisky!

Guily: si, me contó Pato que eran de tomar mucho cuando estaban juntas!- recostándose por la mesada para hablarme-

Yo: por lo visto te contó mucho de mí… - levantando la mirada y viendo como los finos tirantes de su babydoll se deslizaban por su hombro-

Guily: me hacia reír con las cosas que me contaba… siempre quise conocerte! – sonriendo-

Yo: en cambio yo te odiaba… - tensando el rostro-

Guily: porque te robe a Pato…El amor de tu vida! – Había picardía en su voz y su mirada-

Yo: eso y mucho más… pero ya fue!– haciendo como que ya no me importaba- Y ahora, que quería hablar conmigo?

Guily: es un tema delicado… voy por un whisky!

Y salió hacia la sala dejándome sola en la cocina, me senté y me puse a pensar que sería tan delicado que hiciera que ella también quisiera un whisky… Volvió con la botella y dos vasos, los puso sobre la mesa y fue a buscar hielo. Yo la observaba desde donde estaba sentada y la describo para que vean... Guillermina, mujer entre 30 y 35 años, de mi misma estatura (1.6m) tez blanca, cabellos color miel algo trigueños, que en este momento llevada atado en un moño dejando su cuello a la vista, buenos glúteos, se los ve muy firmes desde donde estoy, piernas torneadas  y pantorrillas marcadas del tipo que a mí me gusta, debe calzar un tantito más que yo, pero lindos pies… Se voltea me mira y sonríe, me gusta su sonrisa… me hace recordar a su hijo, Franquito, camina hacia mí y yo sin disimular sigo recorriendo su cuerpo con mi mirada, cosa que parece gustarle, ojos marrones claros, nariz aguilucha, cejas marcadas, labios finos, dentadura espectacular, orejas pequeñas, rostro anguloso,  cuello fino y largo de senos medianos, vientre plano, y seguí bajando la mirada hasta que sentó frente a mi… puso el hielo en los vasos y hablo…

Guily: es del mismo color que mis cejas, pero lo depilo… - clavándome la mirada, mientras servía el whisky-

Yo: qué…- sonrojándome por lo que acababa de decir e intentando disimular que había entendido-

Guily: a buen entendedor pocas palabras… - tomando un trago-

Yo: nunca fui de esas personas… todo me tienen que explicar muy bien para que lo entienda y hay veces que ni así lo entiendo! – tomando el mío-

Guily: es por eso que necesitaba hablar con vos, todo está pasando bajo tu nariz y no te dás cuenta…

Yo: todavía no entiendo! – sorprendida-

Guily: voy a ser lo más clara y directa posible… perdóname! Pato y Gris están juntas…

Sus ojos de espanto fueron lo último que ví, sentí como un vaso de agua fría se me caía en la cabeza y se me apagaban las luces, me atragante con el whisky y escupí todo al toser… sentí las manos que me agarraban y los tirones que me atajaron para no caer…

Voz: no podes ponerte así… por Dios! No pensé que reaccionarias de esta manera…

Me dejé caer en ese pozo oscuro e intenté asimilar lo que acababa de pasar… las piezas en el rompecabezas estaban siendo encajadas.  El día que llegué y no estaba en casa, luego Franquito, la alegría repentina en Gris, las tasas… mi tasa! Claro, Gris y Pato se habrían conocido en cualquier momento y bueno, no quedaba más que hacer… tendría que poner los tantos en claro y si ella era feliz pues yo ya no tendría más que hacer. Abrí los ojos y Guily me tenía con la cabeza en su regazo y me acariciaba el rostro, sentí la suavidad de su tacto y una lágrima cayó sobre mi mejilla, ella estaba llorando.

Guily: si sabía que te haría tanto mal no te lo hubiera contado…

Yo: - sentándome a su lado- siempre es difícil…

Guily:-me tomó la mano – no quiero que estés mal, no se merecen que sufras

Yo: no te preocupes no voy a sufrir… me voy a casa!

Me levanté y salí, entre a mi departamento y…

Capricornio7

Todas y todos, aquí su capi… besotes y espero que anden bien!

Cecy aquí está, un suspiro más… jajaja! besootes!

patoferrer (ID1398648): te juro que me muero de risa con tus comentarios… besotes loca! espero que te siga encantando porque se acerca el final.

lemaga(ID 1368635): Vos paciente…? jajaja… claaaaaro, ya lo creo! Muacks

HombreFX (ID 853437): Gracias Sr. Bsoots!

nestor (ID 1268691): mi gente de Córdoba, besoots… espero que andes bien y ya se acerca el final eeeh!