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Cambios 7: La Polla

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Cambios 7: La Polla

Todo lo que sigue es obviamente ficticio, incluidos los personajes.

 

Ahí estaba yo junto a ese hombre borracho con los pantalones debajo, y con ganas de Semen.

Esa Polla Flácida, Morena, Peluda y Sucia, no era la polla lo que me atraía era lo que tenía dentro, me acerque mi cara estaba a un centímetro o 2 de ella, olía horrible.

Nunca había visto tan de cerca una polla que no fuese la mía, eran muy parecidas,  realmente tenía que admitirlo, no me sentía atraído por él, pero si por su semen, su semen tenía que admitirlo me estaba encantando desde que estaba en el cuerpo de esa guarrilla de Angie, esa textura, ese espesor ese sabor salado y su olor apestoso, me tenía loco.

Lo tome con las pequeñas manos de Angie y empezó el movimiento de Vaivén, estaba seboso, pero aun así de cierta forma no era tan desagradable como creí que seria.

Conforme los movimientos seguía, llegue a escuchar algún gemido casi imperceptible de parte de Carlos lentamente esa polla tomaba forma, y se empezaba a poner un poco dura, me estaba sintiendo un poco orgulloso u orgullosa de lo rápido que su polla estaba, creciendo.

Y Cuando esa Polla alcanzo su tamaño máximo, tuve que parar por un minuto, la veía pero no lo creía, la verdad fue algo que me humillo aún más como hombre, cuando era hombre tenía una polla de 16 cm más o menos, pero esta polla el tipo estaba como un caballo tenía más de  20 cm más o menos y era Gorda, Gruesa y Venosa.

Pero aun con esa humillación, seguí complaciendo esa polla, pero ahora se veía completamente diferente, antes se veía Flácida, pero ahora se veía Grande, Imponente  y Brillante era como una barra de chocolate, la verdad seguía pensando cuanto quería ese semen en mi boca, en mi garganta.

De esa cabeza de color purpura empezó a emanar parte del líquido que ansiaba, empezaba a salir el pre-semen, lo cual le dio un brillo a la cabeza, pare ese movimiento de vaivén que me empezaba a parecer un poco erótico, me acerque a la cabeza de esa polla apestosa y enorme, y con un pequeño lengüetazo tome esa ínfima parte de pre-semen, la tuve en mi boca, la deguste pero  a diferencia del platillo principal que estaba por venir, al lamer el pre-semen sentí la textura de la cabeza, era lisa, no fue tan desagradable como se veía a simple vista toda morada y rugosa.

Seguí con mi labor, el movimiento cada vez lo hacía más intenso y veloz, escuchaba los gemidos más seguidos y constantes de un inconsciente Carlos, la polla cada vez estaba más dura y brillante, entonces lo note como la polla empezaba a tener un especie de convulsiones, era hora rápidamente hice aun lado mi mata de cabello y puse mi boca sobre la cabeza del pene, como si le estuviera una dando un beso o una mordida.

Sentí un golpe en la garganta, estaba caliente, era demasiado no paraba de salir ese líquido pastoso que inundaba mi boca poco a poco era mucho, era demasiado, pero aun así empece a tragarlo, lo sentía el líquido espeso en toda mi boca caliente, ardiendo, ese calor y sensación bajando por mi garganta.

Estaba encantado, estaba pensando solo en el semen en cómo se sentía por mi boca en la garganta, no había nada más en el mundo, era mucho más que ese dedazo de la mañana, era mucho más que esa mancha de la cama, era suficiente para haber llenado ese vaso con el que soñé.

La imagen se me hacia tan morbosa, el cuerpo de esta chica con su pequeño cuerpo, usando la polla de este tipo enorme y gordo  como un popote para tomar semen.

Termino de venirse y termine de “cenar”, deje de “besar” la cabeza Fea, Rugosa y Morada de esa polla color moreno que olía a sudor, a semen, a saliva y lentamente se volvió a poner flácido.

Carlos no se había ni despertado con eso, ahora incluso roncaba de una manera muy intensa y sonora.

Me aleje de Carlos, me desvestí sintiendo un aun mas el frio de la lluvia con solo ropa interior, busque la pijama que me había puesto esa mañana, ese pijama rosa no era lo mas caliente del mundo pero era mucho mas comoda que la ropa que tenia hace unos minutos.

Apague la luz, me acosté en la cama de lado dándole la espalda  a Carlos, aunque debía tener tantas cosas en la cabeza, tener tantas emociones en el pecho, solo pensaba en una cosa:

“Que rico estuvo”

Me cobije y ya en la oscuridad sin ruido, solo escuchaba el susurro de la lluvia en la noche, era temprano lo sabia, no eran ni las 9 de la noche, pero cansado cerré los ojos.