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A diferencia de la mayoria de ustedes...Capitulo 3

en Transexuales

Estábamos de camino al antro, una vez más, por tercera noche seguida, ahora tendía todo lo que me decía Jackie, éramos diosas en busca en caza de dar y recibir placer.

- ¿Estas segura de esto? - pregunte, sabía que esto iba a cambiar nuestra relación mas de lo que lo había hecho hasta ahora.

-Mira tanto como tú, además no me malentiendas, pero tu sabes que yo soy un poco más liberal que tú, no es la primera relación abierta en la que estaría, ni siquiera mi primera relación abierta con un hombre bisexual, aunque pare ser justos esta relación es muy diferente, más íntima- comento -A mí no me molesta estar con otras personas por que nos amamos, tener sexo con otros es una opción que siempre está ahí-.

-Y como funcionan estas cosas? Digo las relaciones abiertas…-

-Somos honestos el uno con el otro sobre con quien estamos, siempre dejando claro que antes que ellos somos nosotros- estoy seguro que ella pensó lo mismo que yo “aunque hace mucho que no lo hacemos”- ahora en serio que tan lejos quieres llegar?-

-Bien quizá coqueto y besos-

-Donna eso ya lo hiciste ayer- esa era una de las reglas, cada vez que saliéramos “juntas” no me llamaría de otra forma que no fuera Donna- lánzate mas si no yo misma me quedare con ganas- otra de las reglas, estas primeras veces, ella llegaría tan lejos como yo, si terminaba en un faje, ella no llegaría mas lejos, si termianba en cualquier cosa ella llegaría hasta ahí, no mas lejos…

-Ok… tratare de ser mas aventada, aunque me de miedo…- me aterraba que tan lejos pudiera llegar yo misma.

-¿Se honesta, tu estas bien con esto? Digo eres mucho mas celoso que yo- era cierto era mucho mas celoso que ella, pero ahora solo me encelaba lo bien que se veía y saber que ella ligaría mucho antes que yo, por que la primera vez fue juego, la segunda se contuvo, pero ahora, era una competencia también.

-Si estoy bien, de verdad, digo lo justo es lo justo si me compartes, yo te comparto- me molestaba un poco, pero no sabia que era mas molesto, saber que estaría con otros hombres o los celos de que ella los conseguirá mas rápido que yo.

Bajamos del taxi.

-¿Que tienes en mente?¿De que sabor se te antoja?¿Vainilla, chocolate, cappuccino o sushi?- me pregunto señalando a varios chicos y hombres, que respectivamente eran, blancos, negros, morenos o latinos y asiáticos.

-No sé- la verdad me abrumaban las opciones, ni siquiera sabía que me gustaba.

-Bueno ya lo descubriremos-

Nos pusimos a bailar, mientras Jackie no dejaba de atraer las miradas, ahora no la veía como un novio celoso y protector, ahora lo veía como una chica, era la competencia y lo veía completamente diferente.

Pero gracias a todo lo que me arregle con su ayuda alguno que otro volteo a verme con curiosidad, al menos no era ignorada.

Sentía mi corazón y mi pene pulsar de la emoción.

Bailamos un rato, buscaba algo, la noche anterior Luca se me acerco con Norbert eso lo hizo mas fácil, pero ya había quedado con Jackie de que ahora quería ser yo la proactiva, tenia miedo de que me pudiera aparecer si solo dejaba que ellos escogieran quizá algo para lo que no estuviera lista.

Pero pese a mis deseos las cosas no siempre salen como uno las desea, un chico literalmente un chico, quizá solo un poco mayor de la mayoría de edad se acercó a mí, a pedirme un baile, con sus amigos por atrás empujándolo y dándole ánimos.

-Me llamo Nash y…me gustaría que bailara conmigo- me dio mucha ternura, debía tener cinco años menos, asi que acepte, si fuera mi yo hombre me habría reído de él, pero ahora mi yo femenino que afloraba vio mucho valor y honestidad en su petición.

-Bueno Nash, mi nombre es Donna y me encantaría bailar contigo- y eso hice baile con el, tras la segunda canción llena de curiosidad, le pregunte- ¿Por qué yo Nash, por que no alguien como la rubia de allá? - señale a Jackie.

-¿La verdad?-

-Si la verdad-

-Bueno pues es que hoy cumplo 18 años y mis amigos vinieron a celebrar que “ya soy un hombre” y pues ellos me empujaron a invitar a salir a bailar a una chica y usted es justo mi tipo-.

-¿Ah si?- pregunte sorprendida con algo de ilusión.

-Si no, me mal entienda, la rubia de allá es candente, es sensual, sexy, pero usted, es pelirroja bonita e inocente, delgada, ese es justo mi tipo, y cuando la vieron, mis amigos sabiendo mi tipo me obligaron a invitarla-.

El motor se encendió, mi motor, me sentía mujer y con ganas de demostrarlo, me sentía con ganas de ayudar a un chico que obviamente era el mas honesto de su grupo.

-Ven conmigo- y lo arrastre a uno de los baños, no sin antes darle un par de tragos, para que se calmara, yo mismo tome uno para darme valor a lo que estaba a punto de hacer.

Los amigos del chico y Jackie me vieron hacer todo esto.

Entramos al baño de hombres, el cual tenia una luz muy baja entramos a uno de los cubículos. Lo senté en la el inodoro y me monte sobre él, como una puta barata, lo bese.

Ayer fui la presa, hoy era la cazadora.

Solo podía escuchar leves gemidos salir de su aun casi adolescente boca, tras la puerta del cubículo cerrado solo oía sus chismorreos.

Me sentía extasiada, lo sabía, tras el día de ayer y ahora lo sabía, ningún beso que tuve como hombre se comparaba al dar un beso como mujer, pensé que solo fue algo de ayer, pero no, era diferente.

Lo gozaba mi piel se ponía como de gallina.

Me separe y lo vi, tan niño, tan frágil, pero a la vez tan deseoso de mí, eso me recordó las palabras de Jackie,  “saber que eres algo para dar placer, ser adorada como diosa y follada como animal” asi como en mi sueño cuando le chupe el pene a Luca, eso me dio valor.

Las palabras de Jackie me moldearon como mujer.

- ¿Quieres impresionar aún más a tus amigos?- me acerque a su oído se lo susurre.

Solo asintió, viéndome impresionado, era obvio que era de sus chicos tímidos que jamás había ligado.

-Aja- se veía en trance, mientras me veía como todo su mundo.

-Bájate el pantalón- Fue todo lo que le dije y fue todo lo que tomo, para que un parpadeo el chico me estuviera mostrando sus bóxer.

-¿Me quito estos también?-pregunto tímidamente.

-No, asi yo me hago cargo- me acerqué lentamente como gata caminando en el baño sucio, recordé mi sueño, la olí para ver si olía igual que en mi sueño o la mía, pero no, olía sucia, con un mezcla a orín y sudor, pero extrañamente, eso me gusto aún más, se me hizo agua la boca recordando mi sueño.

Con mucho cuidado use los dientes para bajar su bóxer, tras lo cual salió como mástil un pene mas o menos de mi tamaño, me molesto un poco que un niño tuviera un pene de mi tamaño, pero la hembra en control solo se hipnotizo.

Me arrejunté aún más y lo olí con más fuerza, era diferente a mi sueño, en mi sueño se veían irreales, como de juguete como un consolador color carne.

Aquí se veía la textura, las venas, los cambios de color en la piel, el brillo de la cabeza.

Seguí el ejemplo de la Jackie de mi sueño, primero un beso en la cabeza, solo escuché como Nash temblaba ante mi toque.

Me separe de el para ver cómo había dejado mi marca en su pene, un beso de labial en la punta me salió muy bien casi era una pena tener que quitarlo.

Empecé a besarlo continuamente de la cabeza a la base, al final sentí como me llegaba todo el olor, mi pene se ponía duro, me molestaba solo quería concentrarme en ser una chica y eso era una distracción.

Una vez llegue a la base, deje los besos para darle un lengüetazo desde la base hasta la punta.

Se estremeció, me tomo de la peluca, la cual gracias a dios estaba firmemente adherida a mi cabeza, y me acerco a su pene, le gusto, me agrado saber que lo complacía, cada vez entendía mas lo que decía Jackie “ser algo para dar placer” era muy satisfactorio, tenerlos en tu mano, preocuparte solo por hacerlos sentir bien, ser la mejor en ello, ser el centro de su mundo, mientras les dieras placer eras todo en su mundo.

-Me permites seguir- le dije y me soltó, mientras afuera escuchaba los cuchicheos.

Tenía que seguir, quería conocerme más, saber más de mí, además asi Jackie no me diría que me acobarde.

Seguí en una constante serie de Lamidas y besos, el labial de mis labios recorrió cada centímetro de ese pene, de esas venas.

Me sentía valiente, me sentía sucia, sabiendo que me odiaría después, me metí la cabeza en la boca, esperaba intentar una garganta profunda, pero en cuanto entro la cabeza en mi boca, y la saboree en su totalidad él se vino.

Salió a grandes chorros mientras escuchaba al recién tímido chico “Tómalo todo puta” estaba decepcionada quería intentar una garganta profunda, pero a la vez tener semen en mi boca me hizo sentir bien, completa, lo había complacido, había sido su mundo.

Además, era mi primera mamada.

Tragué lo más que pude, recibiéndolo todo, al final un hilo me corrió por la boca, aunque mientras salía parecía mucho, estaba seguro que yo dejaba salir mas cuando yo me venía.

El me vio y me dijo - ¿Wow, me das tu número? -.

-Lo siente Nene, esto era algo de una vez- me sentía tan potente, tan poderosa- pero si nos vemos en unos años, háblame, quien sabe, cuando seas un hombre de verdad, te de mi número, por ahora, solo ve y fanfarronea con tus amigos- asi lo hizo salió corriendo, me senté en el baño, oyendo sus gritos de emoción, escuchaba palabras entre el ruido como “mamar” “puta” “recibió todo” “Zorra” “ninfómana”, pero lejos de ofenderme me sentía halagada, le di placer y de una forma retorcida, recibi placer.

Busque un pañuelo en mi pequeña bolsa de terciopelo, pero además de eso, encontré un paquete de cigarros y un encendedor con una pequeña nota “ ¡para después la acción! ¡Besos!” nunca había fumado, pero algo lo hacía tentador.

Prendí un cigarro e inhale, fue mucho para mi, pero no pude parar, asi adquirí el habito de fumar tras un buen momento sexual.

Sali me arregle el maquillaje y Sali, solo para ver a Jackie esperándome.

-Chica traviesa, ¿se la mamaste al niño verdad?  - me quito un ultimo resto de semen de la comisura que deje sin querer, estaba apenada, pero antes de poder decir algo, me lo impidió- tranquila estas experimentando conociendo, sabíamos las reglas, pero anotemos que puedo hacer una mamada- sonrió con inocencia y alegría.

-¿Como llevas tan bien las relaciones abiertas, no sé si yo esté tan calmada cuando sea tu turno?- nos acercábamos a la barra y pedía una bebida.

-muy fácil, es solo sexo, sin amor, si los dos estamos bien con ello, no veo problema, en realidad eso es lo más importante, ponerse de acuerdo y que las dos partes estén cómodas-tomaba su bebida con calma y gracia- ya viste quien esta ahí?- pregunto con gracia y coqueteo.

Voltee con temor de que fuera un conocido, pero no, en una forma era peor, eran Luca y Norbert.

Se acercaron a hablar con nosotros, Jackie llevo principalmente la conversación, pero yo estaba muy apenada de como me fui ayer, Sali corriendo.

Pero me dejé llevar por Jackie y cuando me di cuenta, ya estábamos sentados conversando los cuatro.

Luca en su forma extraña era un caballero, sabia que lo que quería era follarme, pero era bueno en ser un caballero para ello, estaba preocupado por la noche de ayer por como Sali, pregunto que si se había propasado, que sintió que yo estaba de humor para un beso y que pensó que le estaba dando señales.

-Luca, lo siento, no quise salir asi ayer, es solo que…- voltee y vi a Jackie mucho mas cercana con Norbert- estaba en un momento muy tenso de una relación, pero ahora está todo mejor-.

-¿Oh… terminaste con él? - pregunto

-Algo asi estamos como en un espacio, donde podemos ver a otras personas- algo se apodero de mi y mi mano se puso en su pierna, algo que no pasó desapercibido por Jackie, solo la escuche decir con su voz de ganas de coger- oigan y si vamos a su casa?-

Inmediatamente ellos dijeron que si, esperaban algo de nosotros y Jackie se los ofrecía en bandeja de plata.

No supe que hacer estaba aterrada yo no podría ofrecerle lo que quería a Lucca, eso fue hasta que me subí al carro de Norbert, donde mi terror se convirtió en nervios de niña adolescente, de repente sentí su mano en mia depiladas piernas, no pude si no responder el gesto, lentamente y gradualmente eso se convirtió en un intenso y pasional beso.

Solo podía reafirmar lo ya descubierto, los besos de mujer eran muy diferentes, cada vez lo entendía más, como hombre buscaba los besos, como mujer me ofrecía, me entregaba y dejaba que tomaran y usaran mis labios como les placiera.

La pasión, la saliva, el labial, su lengua violando mi boca fue por una fracción lo mas importante de mi mundo.

Eso fue hasta que escuche algo, un cierra abriéndose, al inicio fue miedo, pensando que el abriría mi vestido para revelar mi torso masculino, cuando descubrí que no fue asi, me emocione en secreto de pensar que era Luca sacando su paquete, pero me di cuenta que tenia sus manos sobre mi.

Era peor todavía, me aleje un momento del beso solo para ver como Jackie bajaba a darle una mamada a Norbert mientras manejaba, pero ella me vio y me guiño el ojo, estaba llena de ira, de celos, pero a la vez eso me puso muy cachonda y con ganas de competir, quería complacer mejor a “mi hombre”.

Me estaba incitando a no quedarme atrás, a competir y olvidando mi temor de no ofrecerle lo que esperaba, me enfoqué en darle lo más que podía con lo que tenía, moví mi mano a si entrepierna y le abrí la bragueta, del cual salió su pene.

No era tan grande como mi sueño, pero sin duda era más grande que yo, y al igual que la mayoría de pollas que chupe o folle hasta que me hice mujer al cien por ciento, me daba tantito coraje si era más grande que yo.

Baje e imitando a mi novia, bese ese pene, lo chupe, lo lamí, era diferente a con Nash, tenia deseo de complacer a Nash, lo había decidió, pero algo en Luca me obligaba a hacerlo a entregármele al cien por ciento, ahí me di cuenta que tenia un crush en el, siendo mi primer crush de mujer quería ofrecerle mi todo.

Era un latino alto, guapo, marcado y fornido, que fingía ser caballero pero veía como me veía como un saco de carne por follar y eso me encantaba.

Quería más que darme placer con su polla, dárselo a el y que no me dejara nunca para siempre estar en sus brazos, era un crush muy infantil.

Se lo chupe, bese, lamí, escupí todo lo que vi en porno y veía que Jackie hacía, no quería quedarme atrás, pero cuando me di cuenta Jackie ya le hacia un garganta profunda.

Estaba a punto de intentarlo cuando el carro se detuvo.

Habíamos llegado a su departamento.

Se guardaron sus penes y subimos al departamento, el ambiente sexual del carro se perdió convirtiéndose en un ambiente más romántico.

Volvimos a sentarnos a platicar, eran buenos, trataban de asegurar el trato, pero el miedo volvió, solo que lo escondía entre risitas idiotas de niña, tuve que llevar a Jackie al baño.

-¡¿Qué voy a hacer , no puedo darle lo que quiere?!- le dije.

-Tranquila, yo me encargo quédate aquí- estaba en el baño, un par de minutos hasta que escuche un “¡sal Donna!” de Jackie.

Sali y los tres me esperaban viéndome.

- ¿Asi que eres un hombre? - pregunto Luca viéndome de arriba abajo, estaba sorprendida, no sabía cómo Jackie me había traicionado asi, por alguna razón en vez e lanzármele encima y pelear, quería ir a un lugar a esconderme, era extraño, quería llorar sentirme mal, me costo aceptarlo tras ponerme sobria, pero era por que era mi primer crush y había sido destruido de la peor forma.

O eso pensé, hasta que llego me vio de arriba abajo y de improviso me dio una nalgada que me estremeció.

-Nunca he estado con un joto, quizá es porque estoy ebrio, pero si pareces tanto mujer creo que no tengo problema- me tomo en su brazos, como princesa, me sentía tan feliz, pero entonces vi que solo lo hizo para cargarme como costal de cemento en su hombro, era una cosa que iba a usar, no su princesa y eso me puso todavía más.

Lo prendí, le di ganas de follar y estaba seguro de que les aria las nalgas, ni siquiera me lo pregunto.

Me llevo a su cuarto, mientras vi que Norbert y Jackie entraban al cuarto continuo.

El me aventó a su cama y se puso sobre mí, mi pobre corazón latía a mil por hora, pero entonces me beso, con ternura y cariño.

-Para ser un joto, estas bonita- eso fue el mejor halago de la noche hasta ese momento.

Me siguió besando mientras agarraba las nalgas con una mano y me tomaba de mi firme peluca con la otra.

Era una cosa, pero eso no le impedía follarme como un buen amante, pensaba en mi y no iba muy rápido, dejo mis labios para ir a mi cuello, jamás me habían besado el cuello, pero entendía por qué a los mujeres les ponían los vampiros, estaba bajo su control sentía como cada poro de mi piel se ponía con piel de gallina.

Fue mágico, me estaba seduciendo como dijo Jackie, entonces el paro y se puso de pie y saco su pene, como dijo Jackie ahora era mi turno de seducirlo.

Estaba parado fuera de la cama yo me iba a sentar a chupárselo.

-En cuatro patas sobre la cama- no lo pidió, lo ordeno, yo cumplí.

Me acerque a su pene y empecé con besos, con lamidas y finalmente empecé a mamárselo, primero con la cabeza, por fin podría intentar al menos mi garganta profunda, mientras la baba que escurría por mis labios llena de líquido preseminal caía al piso.

Era como decía Jackie, sentirse tan receptiva.

Sabia que era esta sensación, tenía un crush, lo había tenido antes, con mujeres, pero esto era diferente, con ellas quería conquistarlas hacerlas mis novias, darles casa, hacer una familia con ellas.

Con Luca solo quería satisfacerlo, para que no se fuera para que se quedara un poco más.

Era mi primer crush de mujer y como tal estaba dispuesta a todo por él, haría lo que él me pidiera.

Mientras mamaba su pene, tratando de llegar cada vez mas al fondo y empezando a sentir arcadas, sentí algo más, el lentamente su mano levantaba mi vestido, dejando a mi vista mis piernas envueltas en las pantimedias negras, dejando ver una tanga roja debajo.

-Aparte de marica, puta- me dio una nalgada, no era muy duro, solo justo para que se sintiera rico.

Entonces vi como puso sus manos en mis nalgas, las manoseo un poco solo lo escuchaba decir entre mis sonorosas chupadas “nada mal”.

De un momento a otro clavo sus manos en mis medias y las rompió, dejando ver mis blancas nalgas en la tanga roja de Jackie.

-Oye! - le dije, no eran mías, no podía romperlas, pero en el fondo me había encantado.

No presto atención a mi protesta y viendo la poca atención que le puso, me puse a seguir en mi asunto, la verdad estaba enamorada con mi nuevo juguete, a veces me pregunto si el crush era Luca o lo que cargaba en la entrepierna.

Mientras seguía en mis intentos de hacer una garganta profunda, puede escuchar como tomaba algo de un closet cercano.

Sus manos se alejaron de mi trasero, algo que me deprimió, entre tanto alcohol, adrenalina y una polla en mi boca, pensé “¿acaso no le gusto?” estaba dispuesta a entregarle todo, lo sabía.

Pero no sus manos volvieron llenas de lo que saco del closet, estaban frías y húmedas, tanto que hasta me dio un leve escalofrió

-¡¿Qué haces?!- pregunte alejándome su pene con un monto de saliva y liquido preseminal chorreando por mi boca.

-Asegurándome de cuando te follé lo goces tanto como yo- de un momento a otro hizo la tanga a un lado y empezó a hacer fuerza para entrar, entonces supe que se puso en los dedos, un condón, quería usar su lubricante para dilatar mi ano con sus dedos.

-Alto ouch me duele un poco- le dije, solo me vio a los ojos con esos ojos que veían a una diosa y un animal a la vez y me dijo -No me importa que tengas ahí abajo, mientras estés conmigo eres una mujer y yo hago bien mi trabajo de amante con mis mujeres- me quede callada solo asentí y seguí en mi asunto aunque no podía no detenerme a veces mientras sentía sus dedos tratado de abrirse paso.

Tras un par de intentos con mucho dolor que solo soporte para no perderlo, para que se quedara un poco más, pudo entrar me dolio mucho, solo no grite por que estaba ocupada un poco ebria mamando.

Era solo un dedo, pero inmediatamente lo sentí, era rico, sabía lo que hacía, sabia como “domar” un ano y lo hacía con el mío, no era algo que me dejara idiotizado pero se sentía rico a pesar del dolor.

Se sentía rico su movimiento de mete sacar, era como ir a cagar, no diría que era sexual aun, pero ya era rico

Saco su dedo y volvió a entrar ahora con dos en el mismo condón, era completamente diferente, cada uno se movía a su ritmo y rozaban mi Recto en puntos diferentes, se sentía rico como ir al baño, pero sin duda había algo mas ahí ya, algo sexual.

Se la mamé lo mas que pude, al ritmo de sus dedos en mi culo, vio cómo me costaba llegar hasta el fondo y me separo de su pene.

-Es tu primera vez con un hombre, no te fuerces, tu primera vez debe ser puro goze y dejarte llevar- me tomo de los hombros y me beso, me gusto y me gusto saber que le importaba.

-Tómame- le dije, el me vio se detuvo por un momento, me aterro pensé que era un rechazo, pero solo me dijo -todavía no- y saco sus dos dedos de mi ano y de estar enfrente de mí, paso a estar detrás de mí.

Me tenia como una gata ofreciéndole todo de mí.

El vio mi culo y dijo.

-Vaya que eres puta, hasta se abre y cierra esperando algo- me dio pena, pero solo quería que hiciera lo que quisiera conmigo.

Estuvo a punto de quitarme la tanga y la pantimedias rotas y se lo impedi.

-Quiero… que me veas como mujer, no como un joto o un transexual, aunque sea una vez, déjame sentirme una mujer, déjame olvidar que soy un hombre- el cumplió y me dejo mi ropa puesta.

Entonces movió un poco más mi tanga y me metió tres dedos con ese condón que ya había visto en su mano, estaba lleno de caca, no fue agradable, pero era obvio que estaba limpiando mi ano también.

Al meter los tres dedos cambio todo, ya no solo es “se siente rico” o “es un poco sexual” era algo completamente sexual y sentía riquísimo, sin darme cuenta, empecé a gemir primero como mujer y luego un poco puta.

-ahh…ohh..ahh siiii..un poco mas raaaapido… mierda que ricoooo- una vez vio mi reacción me privo de ese placer y saco sus dedos de mi.

Vi como saco otro condón, se lo quite mientras las palabras de Jackie se aparecían en mi mente “cuando sientes toda su carga vaciarse dentro de ti, sentirse tan femenina, llena receptiva y satisfecha, es algo intrínseco de ser una chica”.

-Lléname de tu esencia de hombre- le dije.

Sin dudarlo Luca puso su pene en la entrada de mi ano, era mas grueso que sus tres dedos, pero siendo el amante considerado que es, tomo un bote de lubricante de su mesa de noche para hacerlo más fácil.

No era tonta, no era la primera chica en su cama, ni seria la ultima y en efecto no la fui, pero formar parte de lista de mujeres amadas por ese hombre me hace sentir bien, aun hoy en día recuerdo su toque en mi cuerpo.

Sentí su cabeza tratando de invadir mi ano, dolía la cabeza era muy gruesa, lo sabía, dolía mi mandíbula, entonces con un poco de esfuerzo y mas lubricante, entro la punta.

Era maravilloso, sentía su forma en mi ano, como el borde de la cabeza rosaba justo los bordes de la salida de mi recto, era un dolor rico, como me abria y me estrechaba.

En efecto era un buen amante, sabiendo que era mi primera vez lo introdujo con lentitud, sentía cada forma en mi ano.

Sentía como su cabeza y su bordes al final de la misma lentamente invadían mi ano, sentía sus venas en los pliegues de mi ano, no se sentía rico sexualmente, pero se sentía rico , me sentía llena, completa, aun recordaba las palabras de Jackie mientras llegaba al final y sentía sus huevos chocar en mis nalgas “No sé cómo será para los hombres, pero no hay nada mejor para una mujer que la sensación de cuando te entra una dura y gruesa verga, te llena” sus palabras me marcan hasta el día de hoy, marcan mis pautas de lo que es feminidad, de lo que es follar.

-¿Como te sientes, me puedo mover?- pregunto lo que en ese momento consideraba como “MI HOMBRE” hablándole a lo que en este momento era “SU MUJER”.

-Adelante- le dije con la voz mas femenina que ha salido de mi boca alguna vez, felina, mujer, hembra.

Su movimiento fue lento, pero tan doloroso y satisfactorio a la vez, estaba perdiendo mi virginidad anal y lo estaba gozando y sufriendo sin medida, eso teniendo en cuenta que estaba teniendo piedad conmigo.

Sentía como me tomaba como era suya, como me llenaba con su carne, pero mas aun su deseo de complacerse y complacerme, quería hacerlo sentir bien, era la mujer en mí, no la mujer que era yo tratando de asegurarse de no perder a este macho, como si un instinto de mujer y hembra naciera en mi, algo primitivo que me decía “dale buen sexo a este hombre, vuélvelo tu proveedor y dedica tu vida a hacerlo feliz, a darle buen sexo, a cuidar su crías, a alimentarlo y a servirlo de cualquier forma posible”

Instintivamente con eso en mente apreté mi recto, esperando que lo gozara más, en efecto asi fue.

-Eres una putita que rico aprietas- eso fue miel para mi, aprobación, confirmación de que lo complacía como debía.

-Puedes follarme mas duro- le dije amorosamente, era mentira me dolía mucho, pero necesitaba complacerlo, no dudo ni un segundo y aumento su bombeo.

Lo sentía en medio del dolor y el placer me iba a venir, era extraño, me venia por mi ano sin tocar mi pene, mientras aumentaba su ritmo, de un momento a otro todo se puso blanco por un segundo, fue mi primer orgasmo femenino y dentro de mi supe, que no usaría nunca mas mi pene excepto para orinar.

Literalmente me perdí segundos de mi vida, era como morir, sentía mi cuerpo retorcerse, y solo sentía esa verga entrar y salir.

Para cuando reaccione habían pasado unos segundos y mi panty estaba llena de mi semen, el cual salió disparado de un pene que nunca endureció y Luca seguía violando mi Ano con masculinidad.

Me puse muy puta, muy puta, yo misma ayudaba a la penetración, restregaba mi cola a el en cada embestida, todo mi cuerpo se movía para que entrara más profundo, más fuerte y más rápido.

Lo voltee a ver desde mi posición de perrito, me veía con esos ojos, los ojos de animal y como si fuera su diosa y solo pensaba en  parte de mi ahora mantra “cuando sientes como eres el mundo de ese hombre, saber que eres algo para dar placer, la dicotomía de ser adorada como diosa y follada como animal a la vez, que eres un objeto de deseo y gozo”.

-hazme el amor! - le rogué- hazme el amor con tu pene!!- le supliqué, pero el respondió con un tirón de pelo y una nalgada.

-Dilo bien! Como le dicen las furscias como tu!- no sabia a que se refería.

-Follame con tu Pito!- le dije pero me volvió a nalguear.

-Cógeme con tu- me la metió muy profundo- VERGA!!!- grite en satisfacción.

-Eso puta!- me grito Satisfecho.

-Me voy a venir- le dije, era cierto, lo sentía aun mas fuerte- vente conmigo lléname toda con tu VERGA- a partir de ese día, los penes son Vergas, no puedo pensar de otra forma, si me la quiero follar son Vergas y el secreto es que me quiero follar a todas las vergas.

Aumento el ritmo, mientras mi cuerpo se convulsionaba  todo, electricidad recorría mi cuerpo viniendo de mi ano y sentí toda su corrida llenarme, caliente, jamás me había sentido asi, llena, caliente, me vine, el mundo se detuvo era como morir, como si me faltara la vida necesaria para gozar esto.

Que existes para que tu macho te use, se complazca contigo y ser preñada, cuando sientes toda su carga vaciarse dentro de ti, sentirse tan femenina, llena receptiva y satisfecha, es algo intrínseco de ser una chica” Jackie tenía tanta razón.

Sentí como su Pene flácido salió de mi ano, chorreando un poco de líquido todavía.

Me caí de mis cuatro patas, aun me venía, mi pene expulsaba semen cada cierto tiempo, pero estaba mas blando que nada, mientras todo mi ano se convulsionaba.

Pero no podía detenerme ahí no después de que me habían satisfecho tanto “dale buen sexo a este hombre, vuélvelo tu proveedor y dedica tu vida a hacerlo feliz, a darle buen sexo, a cuidar su crías, a alimentarlo y a servirlo de cualquier forma posible para que no se aleje”

Me puse de pie mientras me venía, el estaba recostado en la cama, vi su pene, lleno de semen y materia fecal, era asqueroso, pero sentía que debía servirlo, eso incluía limpiar el desastre que deje en su pene.

Se lo chupe de maravilla, cada esquina, pliegue y vena.

Una vez termine me vio complacido y me dijo.

-Si que eres una puta, tal vez repita contigo…- mi mente pensó “lo tengo”.

Se paro a su closet y me lanzo algo, una sudadera, me quedaba enorme, era una de un equipo deportivo.

-No creo que quieras dormir con eso- señalo el vestido, las medias rotas, los tacones, estaba ilusionada me iba a quedar con el aún más.

Fui al baño me cambié velozmente, dejándome el bra relleno de papel, la tanga y las medias rotas, era un recordatorio, eso y el semen que escurría desde mi ano.

Vi mi reflejo y me vi como una mas de esas chicas que follan, les prestan la sudadera, con el maquillaje corrido, me sentí cien por ciento mujer y me di cuenta lo que era ser feliz.

Llegué al cuarto y me estaba esperando, se puso de cucharita y yo me introduje en la cuchara y caí rendida tras intensa follada.

Fin de Capitulo 3