Era un chico del montón, tenía el pelo negro cortito, ojos marrones, delgaducho, media estatura, no era ni guapo ni feo, pero las chicas siempre me decían (y dicen…) que tenía algo especial sin ser un chico modelo. Tenía 15 años cuando sucedió esta historia, había conocido una chica en el instituto de un curso anterior al mío, se llamaba Laura, era hermosa, rubia natural, con el pelo liso y muy largo, que le llegaba un poco más abajo de la mitad de su esculpida y esbelta espalda, tenía unos ojos grandes y azules realmente hermosos. Y aunque todavía estaba cultivando las curvas de su precioso cuerpecito ya se apreciaba una figura digna de una mujer. Sus pechos empezaban a emerger lindos de su cuerpo, con los pezoncitos pequeños y claros. Tenía un culito respingón y durito que era una delicia de mirar y palpar, no era muy alta, media estatura, delgadita, en una palabra, HERMOSA…

Congeniamos muy pronto y lo pasábamos muy bien, utilizábamos cualquier momento que pudiéramos estar juntos para besarnos y manosearnos todos los rincones de nuestros cuerpos.   Era fogosa y morbosa, en los recreos del instituto metía la mano por dentro de mi pantalón y me meneaba la polla hasta hacerme correr, dejándome los slips llenos de corrida todo el día, luego sacaba su mano aun con retos de semen y se la limpiaba con la boca mirándome a los ojos, esa escena me la volvía a poner durísima y yo hacía lo propio con su coñito, metía mi mano por debajo de la falda de su uniforme y, las veces que llevaba bragas, se las apartaba y metía mis dedos en su coño,  con el pulgar acariciaba su pequeñito y escondido clítoris y con el dedo índice y el medio  hurgaba dentro  de su cuevecita caliente y jugosa hasta que se corría abrazándome y dándome besos y mordisquitos en el cuello. Tenía un coño pequeñito, ya me costaba meter mis dos dedos dentro aunque siempre lubricaba mucho, tenía los labios interiores escondidos y una matita pequeña de pelo rubio justo encima. Luego de que se corriera le devolvía el favor y sacaba los dedos de su coño y los chupaba degustando el néctar de su interior, siempre se corría antes que yo asique la hacía enloquecer tres o cuatro veces antes de que yo me corriera.

Todo iba muy bien entre nosotros y en un par de meses me llevo a su casa a conocer a su familia, que eran:

 Luis, su padre, un hombre elegante de mediana edad, dueño de una gran empresa y que parecía tener mucho dinero, Vivian en un chalet muy bonito y grande con coches de lujo y todo tipo de comodidades.

Luego estaba Olga, su madre, una mujer hermosa de mediana edad que era la viva imagen de sus dos hijas, era rubia natural de pelo largo, alta,  con unas curvas espectaculares, unas tetas generosas igual que su culo y un cuerpo de ensueño trabajado día a día en el gimnasio que tenían en su casa. Ella no trabajaba ya que su marido ganaba bastante dinero y estaba todo el día en casa ocupándose de las tareas del hogar y de cuidar su espectacular figura.

Y por último la peque de la casa que se llamaba Lorena, tenía tres años menos que Laura y aunque todavía iba al colegio era una copia más de su madre, rubia, pelo largo, y aunque sus curvas todavía no se empezaran a desarrollar ya se apreciaba en ella que iba a acabar igual que su madre y hermana, HERMOSAS…

El día que los conocí todo fue muy bien, todos los domingos hacían una barbacoa en su jardín y me invitaron a comer a su casa, risas, buen ambiente, sus padres me hicieron un interrogatorio de mi vida que acabo en aprobado y a la tarde me volví a mi casa, no sin antes subir con Laura a su habitación con la excusa de buscar unos discos de música, y comerle el coño en su cama. Cerramos la puerta de su habitación y se abalanzó sobre mi rodeándome con sus piernas y brazos mordiéndome la boca y buscando mi lengua como hembra en celo, yo la lleve hasta la cama besándonos y la deje caer sobre el colchón, me desnude y me puse encima de ella a cuatro patas y volvimos a besarnos, luego baje mi boca hasta su ombligo y empecé a besarlo, subiendo poco a poco por su vientre a la vez que subía su top blanco de tirantes ajustado y dejando sus tetas al descubierto. Las bese y chupe durante un rato mientras ella empezaba a respirar cada vez más fuerte, luego volví a bajar por su suave vientre dándole besitos y le desabroche el botón de sus shorts vaqueros quitándoselos y lanzándolos encima del escritorio, llevaba unas braguitas blancas de algodón lisas con un lacito delante y una gran mancha de humedad justo encima de su coño, le di un par de besos por encima de las bragas inundándome de ese hermoso olor a hembra mientras acariciaba sus suaves muslos y luego cogiéndole las bragas con las dos manos se las baje y las tire cerca de donde estaban sus shorts. Era la primera vez que veía su coñito tan de cerca y tan expuesto a mí, estaba húmedo, caliente y jugoso me quede unos segundos mirándolo y oliéndolo, lo tenía a escasos centímetros de mi boca, y entonces sentí como su mano tiraba de mi cabeza juntando mi cara a su cuerpo. Empecé a lamer y a chupar con toda mi energía, me gustaba ese sabor y ese olor, lleve mi mano izquierda hasta sus pequeñas tetas y las acariciaba, con la derecha metía uno o dos dedos en su coño mientras lo chupaba, sacaba mis dedos para meter la lengua y luego sacaba la lengua para chupar su botoncito y metía mis dedos dentro, ella gemía fuerte mientras sus padres y su hermana pasaban la tarde en el jardín ajenos a la lujuria que había en aquella habitación, arañaba mi espalda con sus manos y se retorcía de placer, luego paso una de sus manos entre mis nalgas y tiro de mi cintura hacia su cara quedando en la hermosa postura del 69, yo pare un poquito y espere a sentir lo que nunca antes había sentido, cogió mi polla con una mano y la meneo un poco esparciendo el liquidito pre seminal que había en ella y le dio un beso justo en la punta, me ruborice y se me pusieron los pelos de punta, pero nada comparado con lo que sentí cuando se la metió en la boca, aquello me hizo enloquecer de placer y mientras ella chupaba y meneaba mi polla yo comía y besaba su coño.

Se corrió al menos 6 veces antes de que yo lo hiciera clavándome las uñas en la espalda de la mano que tenía libre cada vez que se corría. Cuando yo estaba a punto de hacerlo la avise, siendo las únicas palabras que se pronunciaron en la habitación desde que cerramos la puerta y ella saco mi polla de la boca sin parar de menearla hasta que me corrí por encima de sus tetas. Caí rendido encima suyo, con la cabeza entre sus piernas chorreantes, después de un rato nos incorporamos y nos tumbamos juntitos dándonos un largo beso, luego mire a sus tetas, había una gran cantidad de corrida sobre ellas, y sobre su top que tenía subido por completo en su cuello, ella empezó a jugar con la corrida esparciéndola por sus tetas y sus dos pezones con un dedo, luego cogió un poquito en la punta del dedo y se la llevo a la boca saboreándola como un auténtico manjar.

Nos levantamos y nos limpiamos en el baño que tiene en su habitación, ella se cambió el top y nos vestimos para bajar al jardín junto con sus padres, nos inventamos unas escusas para decirles por todo el tiempo que pasamos juntos ahí arriba y por qué ella se había cambiado de ropa y yo me despedí para marcharme a casa.

Aquella fue una experiencia muy bonita para mí, pero aún me quedaba mucho más por descubrir. Aquella semana entre paja y dedo en el recreo del insti Laura me dijo que quería dar un paso más, quería saber que se sentía al follar con alguien y quería que ese alguien fuera yo, y por supuesto yo estaba totalmente de acuerdo. Empezamos a buscar el sitio y la oportunidad para poder estar solos y el tiempo suficiente para poder hacerlo, y por supuesto la manera de conseguir un condón, ya que hacía poco tiempo que le bajaba la regla y ninguno quería que se quedara embarazada.

Al día siguiente cuando nos vimos dijo que tenía que darme una sorpresa, estaba especialmente feliz, llevo la mano al bolsillo de su pantalón y saco un preservativo, dijo que había entrado en el cuarto de sus padres y que había cogido uno de una caja que tenían sus padres en la mesita, me lo dio para que lo guardara y decidimos que el sábado iríamos a su casa aprovechando que su familia se iba a casa de unos familiares y que ella buscaría una excusa para poder quedarse y así poder follar tranquilamente, luego sonó el timbre y nos fuimos a clase. Nos separamos y cada uno se fue para su módulo y todo parecía ir perfecto, pero antes de que pudiera llegar a mi clase recibí un mensaje a mí móvil, lo saque y empecé a leer, era un mensaje de Olga, la madre de Laura, y decía así:

“Laura me ha dado tu numero por si algún día pasaba algo y necesitaba contactar contigo, y hoy lo necesito, estoy en la puerta del instituto con el coche, ven aquí”.

Sin dudarlo salí fuera olvidándome de las clases y de todo lo demás, busque su coche y me subí pensando que algo malo pasara.

Olga-: tengo que hablar contigo de algo muy importante

Yo-: si claro, que es lo que pasa?

Ella empezó a conducir y nos marchamos del instituto, yo no sabía que pasaba ni adonde íbamos, su rostro reflejaba enfado y después de un rato de silencio me atreví a volver a preguntar;

Yo-: pero que pasa? A dónde vamos? Le ha pasado algo a Laura?

Olga-: cállate, tengo que hablar contigo pero iremos a casa, Luis está trabajando y la peque en el colegio, allí estaremos solos y más tranquilos.

Cada vez estaba más asustado y nervioso, no sabía que pasaba pero su tono de voz y sus gestos eran de enfado y no me atreví a decir una sola palabra más hasta que llegamos a su casa. Salimos del coche y la seguí por la casa hasta que llegamos a la habitación de Laura, ella se puso de pie en el centro de la habitación y empezó a hablar:

Olga-: siéntate (me senté en la cama de su hija mirándola a los ojos y temblando de miedo)

Yo-: si señora, que pasa

Olga-: haber explícame que es lo que quieres tú de mi hija…

Yo-: pero…. (No sabía que decir ni que hacer)

Olga-:ni pero ni nada!!!, que es lo que quieres hacer con mi hija!!!, el domingo pasado estuvisteis encerrados en esta habitación media tarde!!! Me puedes explicar que estuvisteis haciendo??!!

Yo-: pueees, pueeees, estuvimos escuchando música y charlando…

Olga-: y una mierda! Y esto que es? (dijo antes de sacar el top blanco de Laura de debajo dela cama, que había escondido allí el domingo anterior, y tirármelo a la cara)

Yo-: es la camiseta de Laura, porque? Que le pasa?

Olga-: y esas manchas que tiene de que son?

Yo-: pues no lo sé, serán de estar en el suelo… (Le dije esperando que aquella respuesta me librara de explicar algo que no sabía muy bien cómo explicar)

Olga-: pero tú te crees que soy tonta? Te piensas que no sé cómo son las manchas de semen? Que has estado haciendo con mi hija? Te la has follado verdad cabron?!!

Yo-: no señora, no lo hicimos…

Olga-: ya lo sé qué no lo hicisteis! Tú se lo has hecho a ella sinvergüenza!

Yo-: no señora no lo he hecho nunca

Olga-:entonces explícame con pelos y señales que hicisteis aquí, venga , cuéntamelo todo!!

Yo-: pues… ( no se me ocurrió ninguna excusa coherente, asique empecé a decirle exactamente todo lo que hicimos, era la única manera de que me creyera en que no habíamos follado)pues… pues  nos besamos y nos desnudamos y yo la bese a ella hay abajo y ella a mi señora, solo paso eso..

Olga-: os besasteis hay abajo u os lo comisteis, porque lo que está claro es que tú te corriste encima de ella y además, las bragas que llevaba Laura ese día estaban mucho más manchadas que otros días.

Yo-: bueno si, eso lo hicimos, pero solo eso y los dos estábamos de acuerdo, a ella le gustó mucho y a mí también y nos queremos mucho señora…

Olga-: os queréis? O solo quieres fallártela y luego dejarla tirada, porque los tíos sois todos unos cabrones, (sus gestos y su tono empezaba a calmarse y estaba más tranquila) te juro que como le hagas daño te mato, de eso estate seguro.

Yo-:la quiero mucho señora, estoy muy feliz con ella y ella conmigo y quiero seguir toda la vida así.

Olga-: eso espero, si no ya sabes lo que te hare (la conversación se había calmado y ya parecía más tranquila y estar convencida de mis palabras).

Yo-: si, lo sé…

Olga-: espera! (su gesto volvió a torcerse y alzar la voz) entonces si no habéis follado? Dime, porque falta un condón de mi mesita de noche?!!

Yo-: eeeh, pues… (Las pulsaciones de mi corazón volvieron a dispararse y a temblar de miedo otra vez) pues nose…

Olga-: que no sabes? Respóndeme! Porque mi marido y yo no lo hemos usado y Lorena lógicamente tampoco lo ha hecho!!! Asique respóndeme!!!

Yo-: (otra vez en un callejón sin salida le conté la verdad) vale, si, Laura lo cogió ayer para usarlo pero todavía no lo hemos hacho

Olga-: muy bien niñato, entonces si no lo habéis usado, dónde está? Y cuando lo ibais a hacer?

Yo-: pues está aquí, lo tengo yo, y lo íbamos a usar el sábado…

Olga-: madre mía… mi pequeña haciendo esas cosas… (Empezó a calmarse otra vez y hablar más suave, y sus ojos empezaron a ponerse vidriosos a punto de empezar a llorar). Bueno por lo menos veo que eres sincero y dices que la quieres, algún día tendría que pasar…

Yo no sabía qué hacer ni que decir, quería irme de allí cuanto antes pero no me podía levantar, tenía que esperar a que ella me lo dijera para no empeorar las cosas asique me quede inmóvil sentado en la cama mientras ella daba paseos de un lado a otro de la hitación suspirando y pensando a saber qué. Después de un rato en silencio se paro es seco y se volvió para mirarme fijamente a los ojos y decirme con voz calmada y tranquila:

Olga-: donde esta ese condón

Yo-: eeeh, pueees, aquí, lo tengo en el bolsillo…

Olga-: sácalo y enséñamelo

Metí la mano en el bolsillo del pantalón y saque el condón para extender la mano y dárselo sin decir nada

Olga-: no me lo des, al fin y al cabo Laura ya es toda una mujer y es normal que tengáis ganas de esas cosas, yo a vuestra edad también las tuve

Yo-: eeeh si, señora, tenemos muchas ganas y nos queremos mucho

Olga-: ya, eso espero. Dime, tu sabes usar eso? Sabes que hay que mirar siempre la fecha de caducidad y comprobar su estado?

Yo-: si, bueno sé que hay mirar la fecha y bueno me imagino como se usa

Olga-: que te lo imaginas? eso no es suficiente… mira aquí está la fecha y tienes que mirar siempre que no estén rotos ni tengan nada extraño. Sabes ponértelo?

Yo-: bueno, lo imagino señora

Olga-: que lo imagines no es suficiente para mí y no me llames señora, llámame Olga. Haber bájate los pantalones que te lo voy a explicar, no quiero que vallas haciendo pruebas con mi hija y de esto ni una palabra a nadie o te mato de verdad

Si hasta ese momento estaba nervioso y asustado aquellas palabras me dejaron petrificado, no era capaz de mover un solo musculo de mi cuerpo ni a pronunciar una sola palabra, asique Olga viendo que yo no reaccionaba se puso enfrente de mi de pie quedando su entrepierna a la altura de mis ojos, después de mirar unos segundos hacia su sexo la mire a los ojos y me dijo:

Olga-: solo te lo voy a explicar una vez, asique estate atento y apréndetelo bien para cuando lo hagas con Laura.

Yo asentí con la cabeza y entonces ella cogió mi camiseta con las dos manos y me la quito, luego se puso de rodillas delante de mí, me quito las deportivas, los calcetines y me quito los pantalones, luego volvió a subir sus manos para quitarme los slips. Entonces su cara dio un cambio radical, sus ojos se abrieron igual que dos lunas emanando luz en una noche clara y se quedó un rato mirándome fijamente la polla sin decir nada.

Yo tampoco decía nada, había silencio y todo era muy raro, estaba desnudo sentado en la cama de mi novia y su madre, su viva imagen con 20 años más estaba arrodillada delante de mi mirando mi polla flácida  fijamente y comiéndosela con los ojos. Tenía puesto un vestido corto de verano de color blanco que dejaba ver gran parte de sus turgentes muslos y un escote bastante sugerente que en la postura que nos encontrábamos me dejaba ver un bonito sujetador blanco que aprisionaba sus grandes tetas.

Después de un rato mirando mi entrepierna alargo sus dos manos y las poso en mis caderas, dio un largo suspiro y me dijo:

Olga-: bueno “nene”, supongo que cuando estés con mi niña tengas la polla un poco más dura que ahora (no es que ella no me gustara ni que aquella situación no me excitara, todo lo contrario, pero estaba tan confundido que ni siquiera me había empalmado), asique habrá que empezar por ponerte a tono.

Yo no decía ni hacia nada, solo miraba el cuerpo de Olga desde sus ojos hasta sus rodillas una y otra vez. Ella bajo una de sus manos de mi cadera y me cogió la polla, la empezó a acariciar y a menearla muy despacio y suavemente. Después bajo su otra mano e hizo lo mismo con mis huevos, se pasó un rato así sin conseguir ningún resultado positivo ya que yo estaba todavía asimilando aquella situación, así que dio otro largo suspiro y seguidamente acerco su cara a mi entrepierna para engullirse mi todavía flácida polla en la boca. Aquello me hizo despertar de mi hipnosis y mi cuerpo reacciono, entonces recordé el delicioso 69 que había hecho con mi novia Laura y me di cuenta de que tenía entre mis piernas a una mujer que era exactamente igual que la chica ala que tanto quería y tanto amaba solo que con 20 años más y unas curvas en su cuerpo mucho más pronunciadas y no por eso menos hermosas.

Entonces mi polla se despertó y empezó crecer dentro de su boca, volví a sentir aquella gran excitación que sentí con mi novia la primera vez que me hizo una mamada, sus movimientos eran iguales, sus carias, su respiración y sus gemidos, aquello me calentó hasta algo realmente extraordinario, ella empezó a chupar y lamer cada vez más fuerte, con un ritmo frenético meneaba mi polla con tres dedos al ritmo que me la chupaba con la boca, aparto la mano con la que sobaba mis huevos para ponerla en mi pecho y empujarme tumbándome en la cama de su hija, así se pasó un largo rato, chupando y meneando mi polla con una mano y la otra alternándola con caricias entre mi pecho y mis huevos, me acariciaba y pellizcaba los pezones sin parar de chupar.

Después de un rato así se paró y aparto su boca de mi polla, me miro a los ojos fijamente y me dijo con una ligera sonrisa en la boca:

Olga-: bueno creo que ya es suficiente, ahora ya te puedo enseñar cómo se pone el condón. (Volvió a cogerme la polla con una mano rodeándola y meneándola despacito y volvió a hablarme) vaya suerte que tiene mi niña, tienes aquí una cosita más grande y sabrosa que la de su padre, no me extraña que siempre traiga las braguitas empapadas…

Busco el condón que Laura le había robado el día anterior por encima de la cama y empezó a explicarme como se habría, cuál era la postura en que había que ponérselo y todo lo que había que hacer. Con una mano lo puso en la punta de mi polla y para mi incredulidad volvió a acercar su cara a mi polla y deslizo el condón por ella con sus labios carnosos y húmedos con una habilidad digna de una profesional. Volvió a chuparme y lamerme el miembro duro y tieso que tenía durante un largo rato igual que la primera vez. Después se paró y se puso de pie mirándome a los ojos y diciéndome con voz tranquila y firme:

Olga-: bueno esta es una manera de ponérselo, aunque lo normal es hacerlo con la mano, eso sí, siempre con mucho cuidado de no dañarlo, pero como confió en ti y antes me has dicho que nunca habías follado te voy a dar una clase de cómo se folla a una mujer, quiero que cuando estés con mi hija sepas que tienes que hacer.

Volví a quedarme totalmente confundido, mudo y sin mover un solo musculo, pero con la polla más dura que una piedra, seguía tumbado en la cama, temblando, con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo totalmente desnudo y el condón puesto en mi dura polla. Olga estaba de pie enfrente de mi a los pies de la cama, con una mano aparto un tirante de su vestido y con la otra hizo lo mismo con el otro, dio un par de meneos a sus caderas y lo dejo deslizar hasta caer al suelo, luego llevo las dos manos a su espalda y se desabrocho el sujetador blanco dejándolo caer encima de su vestido. Llevo las manos a sus caderas y de un golpe se bajó las bragas naranjas ajustadas de tiro corto que llevaba y que tenían una mancha de humedad que me volvió a recordar a su hermosa hija, inclino sus caderas dejando las piernas rectas para llevar sus manos al suelo sin soltar las bragas dándome una visión preciosa de sus grandes tetas colgando de su cuerpo y sacándolas primero de un pie y después del otro cogió toda su ropa lanzándola cerca de donde el domingo anterior Laura había lanzado sus shorts y sus braguitas.

Se puso de pie y volví a admirar su hermosura, aquella mujer que podía ser mi madre y que esperaba fuera mi suegra, estaba totalmente desnuda delante de mí, sin nada más en su desnudo cuerpo que unas sandalias naranjas a juego con sus bragas, un tacón ancho discreto y dos tiras de tela que se enrollaban en sus tobillos y que parecía no tener intención de quitarse. Tenía el coño igual que su hija aunque más grande y con algo más de pelo rubio como el de su larga melena, aunque lo llevaba recortado y arreglado. Tenía los labios interiores escondidos y en la humedad que había sobre ellos se reflejaban los rayos del sol que entraban por la ventana calentándome aún más.

Me pidió que me tumbara totalmente en la cama apoyando la cabeza en la almohada y después de hacerlo se subió de rodillas a la cama, se puso a cuatro patas con una pierna y un brazo por cada lado de mi cuerpo, apoyo sus grandes tetas sobre mi polla y empezó a gatear lentamente hacia mi cara restregando y moviendo en zigzag sus tetas y pezones por mi cuerpo. Primero la polla y los huevos luego mi vientre y mi pecho, llego a mi cuello y se incorporó un poco hasta que uno de sus pezones duros y tiesos, pequeños y claros, se acoplo entre mis labios. Empecé a lamerlo y chuparlo, puse mis manos en sus caderas y la acariciaba, subía hasta sus hombros y luego bajaba suavemente hasta sus deliciosas nalgas, ella cambiaba de un pezón a otro para que se los besara deteniéndose un rato en cada uno, gemía tímidamente y su respiración se iba acelerando.

Así estuvo un rato hasta que su cuerpo se volvió a mover, paso sus tetas una por cada lado de mi cara y siguió subiendo, apoyo su pelvis en mi vientre y en ese momento su coño entro en contacto con mi cuerpo por primera vez, pude notar la humedad de su coño en mi a cada gateo que daba dejándome el pecho lleno de sus flujos vaginales, pude sentir el roce de sus pelos púbicos subiendo por mi cuerpo. Me calentaba cada vez más, y ella también parecía hacerlo, dio un saltito y poniendo su espada recta, paso una pierna por cada lado de mi cara y apoyo su caliente coño en mi cara. Me cogió la cabeza con las dos manos y empezó a mover las caderas de adelante atrás en mi cara, yo sacaba la lengua y lamia, a veces conseguía meterla dentro del coño, luego ella se separaba y al momento volvía mas fuerte con otro empujón, cada vez que se acercaba a mi sentía como la punta de mi nariz rozaba su durito y escondido clítoris y mi lengua entraba en su coño, olía y sabia igual que el de su hija, sus movimientos, sus gemidos, su respiración, todo era exactamente igual a los de la chica de la que estaba enamorado y sentía que me estaba enamorando de ella también.

No paso mucho tiempo hasta que se corrió abundantemente sobre mi boca, soltó un gran gemido arqueando su espalda y apretando mi cara fuertemente con su coño descargo todo su sabroso néctar dentro de mí, casi asfixiándome entre su corrida y la falta de respiración al tener mi boca y nariz dentro de su coño.

Después separo un poco sus caderas hacia atrás y apoyando sus manos en el cabecero de la cama me dejo una visión hermosa de su cuerpo, desde su coño chorreante hasta sus colgantes y hermosas tetas. Volvió a dar unos gateos hacia atrás restregándome otra vez el coño por el pecho y me abrazo dándome un largo beso en los labios rodeando toda mi cara con su melena rubia y lamiendo los restos de corrida que había dejado en la cara.

Pensé que todo aquello se había acabado cuando de repente separo unos centímetros su cara de la mía y mirándome fijamente a los ojos me dijo con voz suave y sensual:

Olga-: ahora te voy a enseñar lo que es follar…

Se puso a cuatro patas encima de mí, con su boca a escasos centímetros de la mía y mirándome fijamente a los ojos, paso una de sus manos entre nuestros cuerpos agarrándome la polla dura y tiesa aun con el condón puesto todavía, la guio hasta la entrada de su coño, dio un golpe de cadera y la engullo totalmente dentro de su vagina caliente y húmeda. Empezó a moverse adelante y atrás metiendo y sacando mi polla de su coño, yo no podía creer lo que estaba pasando, mi futura suegra estaba fallándome en la cama de su hija y mi novia y yo estaba sintiendo cosas y sensaciones que jamás creí que se podrían sentir. Ella seguía moviéndose cada vez más rápido, nuestros gemidos eran cada vez más largos y sonoros, después de un rato volvió a poner su espalda recta apoyando sus manos en mi pecho, yo la cogí por las caderas y la acariciaba y manoseaba por todo el cuerpo, sus caderas, su espalda, su culo, sus tetas…

Sus gemidos seguían aumentando y cogiéndome por los hombros sin dejar de mirarme a los ojos, sentí como un gran gemido ahogado salía de su boca, su cuerpo se estremeció y su espalda se arqueo de adelante atrás un par de veces pareciendo romperse. Ese fue el primero de los siete orgasmos que aquel día me robo.

Tengo que decir que aunque aquel día me pareció normal que tardara tanto en correrme, con el paso del tiempo me di cuenta de que no es algo muy normal ya que hay veces que una mujer puede llegar a correrse conmigo hasta doce o quince veces y que muchas de ellas yo no consigo hacerlo quedándome con el correspondiente calentón y lo peor de todo es que puede llegar a ser ofensivo para ellas dando a entender que no lo hacen lo suficientemente bien o que no me gustan, siendo esto totalmente incierto y acabando muchas veces en discusión.

 La verdad es que mi verdadero placer es ver y saber que la pareja con la que estoy disfruta conmigo y no el simple hecho de correrme dentro de su coño, mi placer es el placer de mi compañera. Espero que cuando leáis esto os lo acabéis de creer, ya sabéis quien…

 Bueno volviendo a la historia, Olga seguía encima de mi fallándome hasta que a la séptima vez que se corrió callo exhausta sobre mi pecho, estrujando sus tetas sobre mis pezones, con mi polla aun dentro de su coño, con la cabeza a un lado de la mía y nuestros cuerpos sudorosos me dijo con una voz suave y cariñosa dándome mordisquitos en el lóbulo de la oreja:

Olga-: me estas dejando muerta “nene”, no sé qué voy a hacer contigo, estoy disfrutando mas esta mañana contigo que en un año entero con mi marido…

Aquellas palabras lejos de calmarme me calentaron aún más y empecé a mover mis caderas volviendo a follarla otra vez, pero ella me paro y dijo:

Olga-: espera que me lo vas a gastar, tengo otra idea, el tonto de mi marido no sabe cómo hacer disfrutar a una mujer y tu veo que estas deseoso de hacerlo.

Se incorporó despegándose de mí y comprobando que aún tenía el condón bien colocado me aparto a un lado de la cama y se puso a cuatro patas en el fondo de la cama exponiéndome su hermoso y turgente culo, libre de ningún pelo salvo los que le asomaban de su húmedo y cansado coño. Apoyo su cara de lado al final de la cama y dejo caer sus tetas sobre el colchón poniendo su trasero totalmente en pompa.

No podía creer lo que veía ni siquiera me imaginaba que aquello que iba a hacer podía hacerse.

Puso una de sus manos entre las nalgas y empezó a acariciar el orificio de su ano mientras jadeaba y gemía, yo estaba de rodillas al otro lado de la cama disfrutando de tan grotesca visión como si de una película porno se tratara mientras me meneaba la polla para tratar de calmar un poco el dolor que mis huevos emanaban. Ella seguía acariciándose y gimiendo, a cada poco pasaba la mano por su coño y recogía los líquidos vaginales que dé el brotaban para restregarlos por su ano e introducirlos dentro de el con un dedo. Al cabo de un rato ya eran tres los dedos que entraban en su culo y fue entonces cuando pronuncio las palabras que rompieron totalmente mis esquemas de lo que era follar:

Olga-: venga “nene” tráete aquí esa polla juguetona y follame el culo, hasta ahora solo lo han hecho mis dedos y algún juguete, ya que el tonto de tu suegro no quiere hacerlo…

No podía creer lo que oía pero no dude un segundo en ponerme de rodillas detrás de ella y meterle toda mi polla en el culo, entraba peor que en su coño, pero gracias a que lo tenía lubricado y muy dilatado no tarde en penetrarla y empezar a follarla. Así pasamos un gran rato, yo la cogí por las caderas para marcarle mi ritmo y gemíamos como locos, ella se acariciaba el coño con una mano y pude sentir que se corrió otras dos veces mientras la follaba el culo.

Pronto empecé a notar que me iba a correr y salieron de mi boca las únicas palabras que dije desde que Olga me empezó a desnudar:

Yo-: me voy a correr!! Me corroooo!!

Olga-: sácala y córrete en mi coño “nene” la primera vez en mi coño!!  Vamos mi “nene”!

 Sin tiempo a pensar en nada mas saque la polla de su culo y se la clave entera en el coño, di unas envestidas más y una gran cantidad de semen salió de dentro de mí para quedarse atrapado en aquel condón robado con el que iba a robar la virginidad de mi novia y que al final fue su madre la que me robo la virginidad a mí.

Creo que se corrió otra vez cuando yo, pero no tenía fuerzas para hablar ni preguntar, asique saque mi polla de su coño y me tumbe boca arriba en la cama exhausto de tanto placer.

Olga se levantó y se puso de pie en la habitación, miro el reloj de mesita de su hija y exclamo:

Olga-: mierda!!!  Son casi las tres, llevamos aquí casi cuatro horas!!!, vamos tengo que llevarte al instituto para que Laura no sospeche nada y luego a recoger a Lorena al colegio!!, estate tranquilo que ya hablare con tus profesores para que no te digan nada y muchas gracias por hacerme disfrutar tanto mi “nene”, ha sido muy bonito pero esto no se volverá a repetir nunca ni lo podrá saber nadie o será nuestra perdición…

Yo asentí con la cabeza aun sin fuerzas para hablar y ella empezó a colocarlo todo, recogió mi ropa y me la lanzo a la cama, luego se acercó a mí, quito el condón chorreante de mi polla, le hizo un nudo para que no se callera nada y sin decir nada se agacho y me la chupo recogiendo los restos de semen que quedaban en ella dejándola limpia y tiesa otra vez, salió de la habitación con el condón en la mano, desnuda, solo con sus bonitas sandalias puestas y desapareció. Yo empecé a vestirme y a asimilar todo lo que había pasado, cuando ya había terminado y me disponía a salir de la habitación Olga volvió, desnuda como se fue, traía un preservativo nuevo en la mano y me lo metió en el mismo bolsillo del pantalón del que yo lo había sacado, me dio un besito tierno en los labios y agachándose un poco me dijo susurrando al oído:

Olga-: toma, no quiero privar a mi niña de una experiencia tan bonita como esta, hazla disfrutar tanto o más de lo que lo has hecho conmigo y trátala bien, te lo pido por favor. Aah!! (Dio un paso atrás y con una sonrisa y guiñándome un ojo me dijo...) este sábado creo que Laura estará castigada en casa solita… y… cuando necesitéis más preservativos, no me los robes que está muy mal robar a la familia, solo tienes que pedírmelos…

Cogió su vestido de encima del escritorio y se lo puso sin nada más debajo, luego busco sus bragas y el sujetador y haciéndolos en una bola salió con ellos en la mano para guardarlos en un cajón de su habitación (en aquel momento no entendí porque lo hizo, pero todo tiene su explicación…)

Yo la seguí sin ser capaz de decir una sola palabra nos subimos a su coche y me dejo en la puerta del instituto unos minutos antes de que acabaran las clases, me baje del coche sin decir nada y ella se fue a buscar a Lorena, su otra hija al colegio, yo espere a que saliera Laura de clase y cuando la vi me abalance sobre ella fundiéndonos en un largo beso y abrazo con la mayor ternura que nunca antes le había ofrecido, no sé porque, pero aquella experiencia lejos de separarme de mi  novia me unió mucho más a ella, quizás porque de alguna manera era ella la misma chica con la que había estado esa mañana follando pero con más edad o quizás porque temía que si me separaba de ella también lo haría de su madre y desde aquella mañana mi amor ya no sería para una sola mujer sino que lo tendría que repartir a partes iguales entre:

 “LAS DOS MUJERES MAS HERMOSAS DEL MUNDO”

Quizás continuara