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Market whores & slaves 1º ESCLAVA PARA NOCHEVIEJA

en Sadomaso

Mercado de putas esclavas y complementos 1º Una esclava para Nochevieja

Dos matrimonios alquilan una esclava para celebrar la Nochevieja, sustituyendo las uvas por dolorosos latigazos.

EL ANUNCIO

Quiero compartir con ustedes una historia que me sucedió. Aunque parezca increíble es una experiencia real. Les cuento:

En una revista especializada se publicaba el siguiente anuncio, que me llamó la atención.

“Se alquilan putas y esclavas para Nochevieja. Gran variedad de ejemplares. Para más información llamar al teléfono 6872345785”

 Al llegar a casa se lo comenté a mi esposa y, aunque se sorprendió, no dijo nada.

Estoy casado con 2 hijos mayores que ya tienen vida independiente. Los dos rondamos la cincuentena y vivimos holgadamente,  tenemos trabajos bien remunerados y, aparte de la vivienda en la capital, también tenemos otra casa de vacaciones en un pueblo de montaña.

 Tenemos una relación un tanto peculiar y una circunstancia especial que nos mantiene juntos. Mi esposa es bisexual y la gustan las mujeres guapas y si son jovencitas mejor. Yo me aprovecho de esta situación y disfruto de muchas jovencitas que lleva a casa. Los dos tenemos tendencias dominantes y el compartir estos gustos nos une mucho. Después de varios días  me suelta:

  • Sergio, ¿qué es eso que me dijiste de alquilar una esclava?

  • Es un anuncio que vi en una revista. ¿Qué te parece?

  • Podría ser interesante para la  fiesta de fin de año que vamos a pasar en la casa de la montaña con nuestros amigos. Pero habrá que conocerla antes

  • Claro, no te preocupes, hoy por la tarde llamo y vamos a ver las  condiciones.

 EL  ALQUILER.

Habíamos alquilado, en alguna ocasión aislada, criadas y putas para eventos familiares e incluso alguna para llevarlas de vacaciones a la cabaña, pero nunca habíamos alquilado una esclava. Nos hacía ilusión pasar por esa  experiencia.

Por la misma tarde fuimos a la dirección que me indicaron. Era un ático de una casa señorial del centro de Madrid. Nos abrió una doncella  semidesnuda y nos presentó al encargado del negocio, quien nos indicó que actuaba en nombre de la empresa PROXENET, SL, propietaria de las putas y de las esclavas.

       * Buenas tardes, póngase  cómodos y pueden fumar si quieren.

  • Gracias,  venimos a por lo del anuncio

  • Claro. ¿Qué quieren una puta o una esclava?

  • ¿Qué diferencia hay?

  • Las putas, ya saben, prestan servicios sexuales. Las esclavas hacen lo mismo pero también otras cosas y  pueden castigarlas con dureza. Están adiestradas a obedecer órdenes y se les da trato denigrante. Muchas disfrutan de su condición de sumisas.

  • Ha perfecto, queremos una esclava guapa y con buen cuerpo para usarla y flagelarla fuerte en estas fiestas de fin de año.

  • Perfecto. ¿Para cuantos días quieren alquilarla?

  • En principio solo para la cena de Nochevieja y año nuevo, pero si se porta bien …..

  • Aparte de las rameras, en estos momentos dispongo de 4 esclavas para ser alquiladas: una exuberante colombiana de 28 años, una esbelta rumana de 21 y dos sabrosas mulatas brasileñas de 16 y 35 años que son madre e hija. Todas son sumisas de belleza genuina. En unos minutos las hago modelar para que escojan el ejemplar que más le agrade.

  • Dado el día tan señalado nos interesa que, aparte de bella, la esclava sepa cocinar, servir la mesa y que sea bisexual.

  • No se preocupen, están adiestradas  para obedecer y educadas para hacer felices a machos, mujeres y mascotas. Casi todas saben de cocina, limpieza y hostelería pero la que mejor cocina es la madre Brasileña.

 La doncella  las obligó a desfilar completamente desnudas guiándolas con una vara de mimbre. Todas tenían los ojos tapados y después de usarlas y magrearlas por todas las partes del cuerpo nos decidimos por la esclava Colombiana. No encontramos ninguna caries en sus dientes blanquísimos; Los labios eran carnosos y la lengua larga. Su boca estaba hecha para mamar pollas y lamer conchas.

No cocinaba muy bien pero era alta, muy guapa y tenía un culazo impresionante. Atendía por el nombre de Tatiana. En los últimos días no había sido azotada por lo que su piel estaba blanca y tersa. Ideal para nuestras intenciones. Era una esclava con curvas de ramera, bien musculada y de 1,75 mts;  con tacones altos se acerca a 1,90 mts. Un ejemplar monumental, ideal para la ocasión.

 Condiciones de uso de la esclava.

  • La colombiana, en principio, es la que más nos gusta. ¿Qué precio tiene y cuáles son sus prestaciones?

  • Pueden disponer de la esclava 48 horas y  hacer con ella lo que quieran. La única condición es que me la entreguen viva, entera y con todos los miembros del cuerpo, tanto exteriores como interiores.  No importa que tenga marcas en la piel, siempre que no sean heridas definitivas. El precio son 2.000€ por las 48 horas. Esta estupenda sumisa  también está en venta; Si  la alquilan varias veces en los últimos meses les ofrezco opción de compra y se descontaran los alquileres  del precio final que acordemos.

  • Correcto, estamos de acuerdo.

  • Para un mejor disfrute de la esclava, les ruego no les hagan preguntas sobre su condición de esclava pues tuvo una vida complicada;  Parece ser que de jovencita ya exhibía el cuerpazo que ven ahora, y andaba por la calle con andares lujuriosos. Una organización de trata se fijó en ella para explotarla sexualmente; Fue raptada, preñada, emputecida, esclavizada y luego vendida varias veces. Al principio lo pasó mal, pero hace años que asume su condición y disfruta de ello. Procuren darles órdenes concretas y tratarla con dureza. Es lo mejor para todos.

 CENA DE NOCHEVIEJA

La sumisa se portó muy bien en este día de final de año. Relato con detalle todo lo ocurrido.

Invitamos a la fiesta de Nochevieja a otro matrimonio de gustos similares. Estuvimos tomando  copas por el pueblo hasta las 22h y cuando llegamos a casa ya estaba la mesa puesta y los manjares preparados.  Siguiendo nuestras ordenes, nos recibió con el típico vestido de criada francesa, cofia y delantal. La falda corta resaltaba sus muslazos caribeños y el corpiño apenas la tapaba sus hermosos pechos.  Los tacones altísimos hacían resaltar su culo impresionante.  La esclava tenía la cara maquillada de ramera y bien peinada;  Estaba muy guapa y bella. Ummmm para follarla allí mismo.

Mientras  hablábamos y degustábamos la cena ella se posicionaba firme con las manos atrás a la espera de cualquier  insinuación. Nos servía el vino y siempre atenta para que nada nos faltase. Es obvio que durante la cena acariciamos, besamos y la metimos mano por todo su cuerpo mientras nos servía.

Cuando quedaban 20 minutos para las campanadas la ordené desnudarse completamente manteniendo solamente sus aditivos fijos de esclava: collar  metálico de perra, brazaletes  con argollas de sujeción en muñecas y tobillos. La habitación era amplia y la colgamos boca abajo con los pies separados mediante un artilugio sujeto en el techo; la tapamos los ojos y la atamos los brazos separados a unas argollas del suelo.

En esa postura  de aspa invertida su boca quedaba a la altura de cualquier genital y su vagina a la altura de la cabeza de cualquier usuario. Le tapamos la boca con mordaza de esclava para que no profiriese gritos. La sumisa estaba espectacular. Con todos los anillos de esclavitud en pezones, clítoris y lengua.  Tenía variados tatuajes obscenos en su cuerpo de zorra sumisa. A la altura  del bajo vientre ponía en letras grandes SLAVE SEX nº 14. Me llamó la atención uno de los tatuajes que tenía en la nalga izquierda; se trataba de un lindo burrito con una polla enorme, completamente erguida, que apuntaba a su esfínter.

La escena era obscena, la estuvimos acariciando y besando por todo el cuerpo. Nuestra intención era azotarla duramente para que la esclava sufriese un castigo ejemplar.  Lucia, la más experta en BDSM, nos indicó que ya en la biblia se ofrecían a Dios sacrificios de animales,  e incluso  hijos, para evitar calamidades a la población. Según Lucia, era típico, en algunas partes de Rusia,  azotar duramente a una o varias esclavas en Nochevieja para que en el año nuevo los amos tuviesen prosperidad. Se lo hicimos saber a Tatiana y ella se mentalizó para la tunda de latigazos que iba a recibir. De su tortura dependía nuestra prosperidad.

 Al final desechamos la vara y elegimos 4 látigos de subyugación humana que tenían mejor sonido en  contacto con la piel. Tenían un mango grueso de cuero trenzado que continuaba bifurcándose en dos tiras finas con final en bolitas de acero; eran ideales para producir el mayor dolor posible y quedasen marcas profundas.  Contra mayor fuera el castigo mejor sería al año nuevo.

 LAS 12 CAMPANADAS

La esclava colombiana recibió 48 latigazos impresionantes, sonoros y dolorosos.  Habíamos sorteado la parte del cuerpo que cada uno utilizaría para no entorpecernos. Teníamos suficiente espacio y nos colocamos de  tal forma que nadie podía invadir el vuelo del látigo de los demás

  • Marta le azotó con gran placer las tetas y la barriga. En las fotos se pueden ver las marcas en las tetas por la dureza del castigo.

  • José Luis y Lucia se pusieron a cada costado para azotarla las piernas y brazos de su lado. Los látigos bordeaban los muslos imponentes dejando huellas sangrientas. En el video se puede ver que alguno rozó también en su conchita de zorra.

  • Yo me posicioné para azotarla la espalda y glúteos. También le di dos latigazos en su vagina y esfínter. Me gustó como la dejé su espectacular culazo. Estaba lleno de marcas y surcos de todos los colores. Estaba majestuosa, para encularla en el acto.

  • Todos podían darle uno o dos latigazos en la vagina cuando lo vieran oportuno. Pero no más, pues podíamos estropear demasiado su coñazo de esclava. Decidimos no azotarla su cara de putón, aunque al final tenía dos marcas leves en pómulo derecho y el mentón.

Las campanadas de fin de año resultaron memorables.  Mientras la dábamos “las uvas” era una delicia ver a Tatiana colgada boca abajo recibiendo ¡¡ Zas, zas, zas, zas… ¡! una y otra vez sin compasión. La esclava convulsionaba su monumental cuerpo a cada latigazo y emitía un gemido tapado de dolor. Las sujeciones  chirriaban a cada balanceo, los látigos estallaban en su cuerpo al ritmo de cada campanada. Todo era una orquesta armónica y morbosa. Fueron 12 segundos de una dureza extrema, pero maravillosos.

Finalizada la última campanada, el monumental cuerpo de la esclava quedó completamente magullado, colorado y lleno de marcas moradas. La metí la mano en su chocho y la sumisa estaba húmeda. Parece imposible pero había disfrutado del castigo.

Entramos en el año nuevo y para celebrarlo abrimos una botella de champan; El tapón se estrelló de lleno contra su cuerpo y, luego, procedimos a introducir el cuello de la botella en la vagina coñera. De esta forma degustamos champagne que brotaba burbujeante de su coño esclavizado. Parte del vino espumoso caía al suelo escurriéndose entre los surcos ocasionados por la flagelación. Brindamos todos por el año nuevo, grabamos la escena  y nos sacamos fotos individuales y en grupo con hermosa la esclava en esta posición tan excitante.

La fiesta estaba animada. Mientras charlábamos  y nos reíamos abrimos varias botellas más de champagne. La rodeamos y nos pusimos a bailar entre nosotros al ritmo de una salsa colombiana. La quitamos la mordaza y, por turnos, la abrazamos metiéndola la verga o el coño en la boca de la esclava; con nuestros genitales excitados por su lengua, seguimos bebiendo el champan directamente desde su vagina anillada y magullada.

Colgada, en posición 69, la esclava degustaba los genitales con gran pasión y disfrutaba de nuestros labios al usar su vagina como vaso. Para que la esclava sufriese más, mi esposa le puso unas pinzas dolorosas en sus pezones y otra en la nariz, obligándola a lamer su clítoris. Recuerdo que mientras bebía el champagne de su vagina la cerda esclava me hizo una mamada increíble. La eyaculación que tuve fue de vicio y la zorra se lo tragó todo.

Vimos que la puta esclava tenía la cara demasiado roja. Para que no se le subiera la sangre a la cabeza, la mantuvimos en posición invertida con los pies colgados del techo, un poco más bajos, pero apoyamos su espalda en una mesa, atándole los brazos a las patas. En esta postura mientras sostenía otra botella de champagne dentro de su coño para que no se fueran las burbujas. Cuando ya habíamos bebido bastante, disfrutamos de su cuerpo por todos los agujeros y aplicándole todo tipo de ultrajes y sevicias. Lucia no paró de torturarla las  tetas y  estirar los anillos de sus pezones puntiagudos.

 OTRAS 12 CAMPANADAS.-

Agotados de follarla en todas las posturas, seguimos bailando, bebiendo y riéndonos.

Lucia se acordó que repetían las campanadas en Canarias, que tiene una hora de diferencia con Madrid. Pusimos la televisión autonómica y estaban a punto de sonar las campanadas.

Decidimos azotarla de nuevo pero esta vez en posición aspa normal, con las manos colgadas del techo y las piernas  separadas sujetas al suelo pero con los tacones altísimos puestos.

Cambiamos las posiciones de castigo, a mi te tocó la pierna y el brazo derecho. Otra vez la esclava recibió otros 48 latigazos aun más duros. Nos sentamos de nuevo a la mesa para seguir tomando turrón y champagne, mientras contemplábamos el cuerpo magullado y completamente marcado. Era un espectáculo maravilloso verla en esa posición de aspa jadeando por el castigo y completamente roja con marcas por todas las partes de su majestuoso cuerpo.

- Lucia la besó con pasión la boca antes de introducirla directamente la botella de champagne hasta la garganta. La pobre esclava se empachaba y expulsaba a borbotones lo que no podía tragar, pero al final se bebió casi la totalidad. Luego la ordenó mover las caderas y bailar lascivamente para nosotros.

- La esclava, medio borracha, nos excitó con sus bailes voluptuosos y, tanto José Luis como yo, disfrutamos de su cuerpo follándola a dúo por los dos agujeros, en esa postura tan obscena, permutando las posiciones.

Marta la disfrutó y magreo a su antojo; la desato una de las manos y la exigió masturbarse para nosotros. Le  dijo que si no se corría tres veces la volveríamos a flagelar. La cerda se corrió varias veces con gran salida de fluido.

 FIN DE FIESTA.

Ya en la  madrugada, salimos a tomar las últimas copas por Madrid y a degustar el típico chocolate con churros. Antes, entre risas y alegría,  nos volvimos a sacar fotos individuales y en grupo con la bella colombiana esclavizada. Como la sumisa se había portado bien, la dejamos puesta en la tele la grabación de la cena de Nochevieja y una mano suelta para que pudiera masturbarse.

Llegamos a casa a las 8 de la mañana todos borrachos. La esclava estaba medio dormida con el todo el cuerpo pendiendo de su brazo sujeto al techo y un gran charco de flujos en el suelo. La guarra esclava se había corrido, sabe dios cuantas veces. Volvimos a azotarla y a follarla en todas las posturas hasta que agotados nos fuimos para la cama. Estábamos tan borrachos que Marta y Lucia hicieron una escena lésbica y al final cada una fue a dormir con marido distinto.

La esclava apenas se podía tener el pie. La acostamos completamente magullada y desnuda en la cama, la pusimos el despertador a las 15h  y le recordamos que  tenía que llevarnos el desayuno a nuestras habitaciones y despertarnos dulcemente con su boca de mamona. También le avisamos que por la tarde-noche  vendrían dos amigos más a azotarla las teta y nalgas con varas de mimbre. Luego sería abusada y enculada. La esclava hizo una mueca de aceptación quedó dormida profundamente.

Esta Nochevieja fue sorprendente y estupenda. Cuando finalice el año les contaré si el año ha sido prospero y feliz.

          Autor: JERÓNIMO ROBLES  (JR)

           [email protected]

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Espero que les gusten estos relatos y que me escriban para hacerme llegar sus opiniones y sugerencias.  Es un acto de solidaridad: yo me excito al escribirlos y espero que ustedes también al leerlos. La vida es compartir aunque sean fantasías tan perversas. Gracias anticipadas.

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* Este relato erótico está protegido pero se podrá reproducir en cualquier medio siempre que se indique su procedencia y se me comunique al e-mail que indico.

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ASUNTO DE MENORES Y MENARQUIA

*No está claro donde se traza la línea que separa un “menor” de un mayor. También hay que preguntarse ¿menor para qué?. No es lo mismo ser menor de edad legal, que menor para consentimiento sexual. Los usos, la cultura y las costumbres son fuentes de derecho y cada país tiene su legislación al respecto. Por ejemplo en España no se es mayor de edad hasta los 18 años, sin embargo se considera un “menor” a efectos de consentimiento sexual a la persona con menos de 13 años. Por tanto, cualquier relación sexual con un menor de 13 años sería considerada abuso o agresión, porque el consentimiento dado por éste no sería tenido en cuenta. (Parece ser que hay un proyecto penal para aumentar este límite a los 16 años). Según está hoy, la ley española, parece lógica pues va acompasada con el acontecimiento fisiológico de la menarquía o primera menstruación, que traduce la madurez del aparato genital femenino. También es preciso tener en cuenta el aspecto sicológico a la hora de estipular una edad legal del consentimiento sexual, pero es complicado pues hay adolescentes de 13 años con una picardía  propia de adultos y  otros con 17 que mantienen la ingenuidad de la niñez.  Reitero, que todo depende la época, el clima, la cultura y la educación en cada país. Por ejemplo, no podemos comparar una adolescente caribeña de 14 años con una europea, tanto corporal como mentalmente.  Creo que hubo una miss en América de 15 años y era una hembra monumental.

  • *Quiero dejar claro que estoy en contra del abuso de niñ@s. Mis relatos son meras ficciones literarias por lo que en ningún caso se puede abusar realmente de nadie. En algunos relatos, para aumentar la morbosidad, hay protagonistas jovencitas, nunca niñas, que ya han tenido la menstruación y, por lo tanto, ya son fisiológicamente mujeres jovencitas en edad de procrear. No parece lógico que una madre, o potencial madre, pueda ser considerada una niña. Según estadísticas mundiales, la mayoría de las chicas tienen su primera regla entre los 12 y 14 años (aunque hay personas a las que se les avanza a los 9 y otras a las que no les llega la menarquía  hasta los 16 años). En resumen, reitero que estoy en contra del uso y abuso de menores y, como las nuevas tecnologías traspasan las fronteras y las variadas leyes de cada país, sigo el criterio naturista  de la menarquía –adolescentes con menstruación- a la hora de trazar la línea ambigua que separa una niña de una mujer jovencita. Con esto trato de no herir susceptibilidades en los lectores de estos relatos imaginados.