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Ella empezó a vivir

en Grandes Series

Soy un hombre imaginativo y me encanta disfrutar del sexo en el sentido más amplio de la palabra. Estoy divorciado desde hace ya bastante tiempo y tuve la suerte de conocer a una mujer maravilloso con la que vivimos intensamente. Ana, mi pareja, está separada, aunque no desde hace tanto tiempo como yo. Su matrimonio fue monótomo en muchos aspectos, pero sobre todo en el sexo, el misionero y poco más.

Nos conocimos una noche a través de un chat. Enseguida empezamos a hablar y nos entendimos muy bien. A los pocos días ya nos intercambiamos los teléfonos, charlamos, WhatsAapp con fotos, etc, hasta que antes de 15 días ya tuvimos nuestra primera cita.

Por Whass le dije como me gustaría que viniese vestida para la ocasión: falda corta, camiseta de tirantes blanca y una camisa ajustada, zapatos de tacón fino. No tenía muy claro si vendría con esa ropa o algo similar aunque no me dijo que no. Para mi sorpresa tras hacerle la llamada perdida, como quedamos, se presentó exactamente como le había pedido. Ufff, fue increible esa primera sensación de ver que me había complacido, estaba guapísima.

Nos dirijimos a un restaurante muy romántico en el que había reservado mesa. Estuvimos cenando en su terraza a la luz de las velas, bebiendo un buen vino y disfrutando de una comida excelente. Charlamos de todo, conociéndonos un poco más cada minuto que pasaba. Me encantaba mirarla a los ojos, notaba su vergüenza en sus gestos. Además de sus ojos mi vista de vez en cuando no podía evitar bajar hasta su camisa ajustada que marcaba unas curvas de infarto que me moría por recorrer con mis manos, con mi lengua... Tras un fantastico postre y unos chupitos de mar de cava, le propuse ir a tomar una copa, a lo que aceptó encnatada. Fuimos a un pub con unas impresionantes vistas de la ciudad.

Estábamos en un rincón, uno junto al otro, de cara al skyline de la urbe, un poco apartados. Tras mirarla intensamente a los ojos mientras ella no paraba de hablar, en gran parte fruto de los nervios y del alcohol, me acerqué a sus labios y los besé primero con ternura y acabando en pasión, a lo que ella me respondió con una sonrisa y otro beso, llevando ella la iniciativa. Parecía no importarnos que nos pudieran ver, mi mano se situó en su pierna y sin poder hacer nada por detenerla la acarició moviendose cada vez más arriba, entre su entrepierna hasta llegar al centro de lo que más tarde descubriría ser el centro de su pasión, una pasión reprimida durante muchos años y que estaba a punto de explotar. 

Llegué hasta su coñito, tenía el tanga empapado, estaba muy cachonda y así se podía ver en su rostro. Mi lengua jugaba con su oreja mientras le susurraba lo mucho que me gustaba y las ganas que tenía de que folláramos, le dije que me moría de ganas de que mi lengua jugará con su chochito, con su clítoris, mmm, allí por donde estaba mi dedo en ese mismo momento.

Me dijo que dejara de decirle esas cosas y que quitara mi mano de allí porque no podría aguantar más. Le contesté diciendo si realmente quería que parara, que si no estaba disfrutando. Me dijo que mucho, pero que se correría si no paraba. Correte, le susurre al oído, correte aquí, dejate llevar y disfruta del momento, estás tan excitada por hacerlo aquí... Ella me contesto que estaba tan excitada por que nunca le habían hecho algo así, que siempre era lo mismo. 

- Pues sigue, sigue, correte...

Empezo a jadear, a cerrar los ojos, mientras mis dedos jugaban con su clitoris y sus labios empapados, mmm. Se retorcía de placer, subiendo el tono, menos mal que la música estaba alta.

- mmmm, mmm, me voy a correr!!!

- Si, hazlo, correte, estoy deseando que lo hagas y que luego probemos lo bien que sabe....

- mmmmm, siiii, siiiii, uuufffffff....

Saqué mis dedos empapados y se los pasé por sus labios, dejándole el zumo de su pasión al alcance de su lengua para que puediera probarlo. No sabía como iba a reaccionar... Sacó la lengua y la pasó alrededor de sus labios mojados de su corrida, saboreándola. 

- ¿Te gusta?

- Me encanta! pero ahora tienes que probarlo tú.

Cogió mi mano y me la acercó a su entremierna. Mis dedos entraron en su coño, uffff, cómo estaba aquel chochito!!! Los saqué y los llevé a mi boca saboreando aquel manjar para luego volver a hacer lo mismo pero esta vez metiéndolos en su boca para que puediera degustar una vez más al que exquisito chupito de la pasión.

- Qué te parece si nos vamos a mi casa, tengo muchas ganas de pasar la noche follando, me tienes muy mal, me va a rebentar el pantalón. 

- A ver...

Dijo pasando su mano por encima de mi abultado pantalón y mirándome con cara de putita. 

- Parece que aquí hay algo muy duro...

- Mucho, si quieres puedes comprobarlo en mi casa, aunque no sé si aguantaré hasta llegar.

- No, y que harás?

- Lo iremos viendo por el camino.

Se levantó dejando su falda bastante arriba, sin intención de bajarla. Nos dirijimos al parking, al entrar en el ascensor empecé a besarla subiéndole la falda y metiendo mis mamos por debajo de ella apretando sus nalgas mientras le decía las ganas que tenía de follármela. Llegamos a la planta -4 donde estaba el coche, prácticamente ya no quedaba ninguno y yo no podía más. Le pedí que andara delante mío para poder admirarla durante unos segundos, ufff que buena está. Mi polla está con muchas ganas de liberarse de su prisión y follarla sin parar. 

Llegamos delante del coche, empecé a besarla de nuevo amasando sus nalgas, le bajé el tanga y la senté en el capó quedando ante mí su precioso coño depilado, uffff, metí mi boca entre sus puiernas y empecé a comermelo todo, saborendo desde sus labios hasta su clitoris., mmmm, que rico. Se echó hacia atrás tumbándose en el capó. Mis manos se deleitaban con sus tetas mientras mi lengua recorría desde su culo hasta el clitoris, saboreando cada milimetro de sus partes más intimas, más saborosas...

- Me voy a correr otra vez - me dijo poco antes de un par de minutos.

- Sí, por favor correte, correte en mi boca...

- Síiiii, siiii, uffffff, me corro, joder, me corrooooo!!!!

En el parking no había música que amortiguara sus jadeos. 

- Mmmm, para, para que no puedo más y me entra la risa, jajaja, no lo puedo soportar. Estoy en el cielo, nunca había sentido algo así... 

- Y lo que te queda por sentir.

- No se si podré aguantar mucho más, no estoy acostumbrada. Ahora te toca a ti....

Me decía mientras bajaba del capó y me desabrochaba el pantalón.

- Espera, que me encanta verte disfrutar, me encanta que sientas todo el placer que te mereces.

- Nunca se habían preocupado por lo que yo sentía o dejaba de sentir. Siempre era él. Dúchate, me decía, al salir estaba desnudo, me tumbaba en la cama y empezaba a follarme hasta correrse o me hacía mamársela hasta que se corría en mi boca, cara o tetas y ya está, otra vez a la ducha y a dormir- Así que estoy disfrutando como nunca, ufff, aún me tiemblan las piernas.

La volví a besar y le dí la vuelta, le hice apoyar las manos contra el capó del coche, le subí la falda y empecé a comerle el culo mientras me desabrochaba el pantalón. UUffff, que ganas de follarmela tenía, pero me encantaba aquel trasero y su chochito, mmm. Me incorporé y metí mi polla en aquel agujerito tan saboroso, empecé a follarmela aumentado el ritmo de mis envestidas. Estaba tan cachonda que se veía que iba a correrse sin tan siquiera rozar su clitoris, mmmm 

Yo tenía la polla durísima, me encantaba aquella facilidad que tenía para excitarse y para correrse.

- Mmmmmmmmm, me voy a correr otra vezzzzz...

- ¿Te gusta que te folle as? ¿Te gusta?

- Me encanta, no pares por favor, no pares...

- Mientras que al otro extremo del parking se encendieron unos faros. No podía parar, quería que se corriera de nuevo, quería que recuperara todo aquel tiempo de no vivir. Aceleré aún más mi ritmo hasta que estalló de nuevo mientras se acercaba aquel coche inoportuno.

- Ufffff, otra vezzzzzz!!!!! me corrooooooooo....

- SIiiii, correte, correte, no parare hasta que lo hagas...

- Siiiii, uuuuuufffffff!!!!!!! Joder.....

El coche ya estaba muy cerca y nos apresuramos a entrar en el mío como si no hubiera pasado nada. Entramos justo cuando el coche estaba a nuestra altura, mientras la pareja del otro coche nos miraban, como si nos hubieran visto follar. Entramos y os reimos, mientras ponía el coche en marcha. 

- ¿Has cogido el tanga?

- Noooo, da la vuelta.

- Mejor así le dije mientras metía la mano entre sus piernas. 

- Jejejeje, que malo eres.

Después de unos cuantos kilóetros se nos había bajado un poco la excitación.

- No se si mañana me arrepentiré de esto, pero de momento sé que lo estoy disfrutando mucho.

- De eso se trata, la vida es corta y hay que intentar vivirla de la manera más intensa posible, disfrutar todo lo que se pueda.

- Creo que voy a intentar no deserdiciar ni un minuto.

- No lo hagas, le dije mientras volvía a besarla al mismo tiempo que le quitaba la ropa, dejándola completamente desnuda.

Ana hizo lo mismo conmigo y nos fuimos a la cama, nos besamos mientras mi polla rozaba su coño y mis manos apretaban su culo.

- Nunca me había chupado el culo, bueno y hacía tanto que no me comían el coño...

- ¿Y te gusta? 

- Me vuelve loca!!!! ¿A ti no te gusta que te coman la polla?

- Uffff, me encanta!!

- Aún no me has dejado... - Me decía mientras se la metía en la boca y empezaba a hacerme una maravillosa mamada al mismo tiempo que con sus manos acariciaba mis huevos. 

- Que suve la tienes, me gusta mucho la polla depilada. Mmmmm - me decía mientras se la volvía a meter en la boca.

- Joder, como me gusta que me la comas... Como no pares me voy a correr.

- De eso se trata... jejeje. ¿Dónde quieres correrte? - Me preguntaba mientras me seguía haciendo una paja. 

- ¿Puedo escoger? 

- Claro. En mi boca?...

- Me encantaría correrme en tu cara y en tu boca. Mmmmm. Sólo de pensarlo me voy a correr.

- ¿Sólo de pensarlo?, ¿mi mano y mi boca no tienen nada que ver? Jejeje...

- Ana, me voy a correr, no puedo más...

- Vamos, correte en mi cara... venga...

- Síiiii, no puedo más, me corrooooo - Dije mientras salía un chorro a toda presión desde mi polla hasta su mejilla y un segundo hasta su barbilla. - Ufffff, como me me pone!!!!!

- ¿Te gustaaa? - Me decía mientras se metía mi polla en la boca aún escupiendo semen.

- Mmmm, que rico!!! 

Me la dejó bien limpia mientras en su cara seguían los chorretones de mi leche. La besé entrelazando nuestras lenguas y saboreando mi propio semen. 

- ¿Te gusta tu leche? - Me dijo señalando la que tenía aún en la cara.

Pasé mi lengua recogiendo hasta la última gota de mi lefa para volver a besarla.... 

Nos quedamos dormidos y esto fue el principio de una relación cada vez más fogosa, en la que no falta del deseo, la fantasías y que poco a poco se van haciendo realidad. Pero eso lo iremos contando en próximos capítulos.