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Fin de año con los vecinos

en Bisexuales

A final de junio o principio de julio llegaron unos nuevos vecinos al piso de al lado. Somos sólo dos por rellano en la planta superior, en las de abajo son 4, por lo que los nuestros son bastante más grandes que los de las plantas inferiores.

Nuestros nuevos vecinos son una pareja de unos 37 años aproximadamente, los dos están separados de anteriores matrimonios y Alex, que es como se llama él, tiene una hija. Ella se llama Marta, no tiene hijos. Los dos están de muy buen ver, Marta no tiene tantas curvas como mi mujer,  pero si unas piernas y un trasero precioso que se marca de una forma espectacular cuando se enfunda en esas mallas cada vez que va a correr. Sus pechos se dibujan pequeños, aunque parecen firmes, medirá alrededor de 1,65, con pelo castaño y ojos verdes… muy guapa. Alex también se cuida, es de complexión fuerte, alrededor de 1,73, castaño y ojos marrones. También puedo decir que se depila todo el cuerpo y que tiene una polla estupenda, ya que vamos al mismo gimnasio y solemos coincidir, incluso alguna vez acabamos a la misma hora con lo cual pasamos junto por las duchas y el vestuario. No es que me fije en los tíos, pero no se… al ser vecinos parece que me da morbo.

Por nuestra parte, como ya he dicho mi mujer, Ana, tiene unas curvas pronunciadas y muy sugerentes, tiene una talla 95 que al estar delgada aún parecen más grandes, sus pezones invitan a mordisquearlos al mismo tiempo que la lengua quiere jugar con ellos. Su culo y sus piernas también moldeadas por el running y el gimnasio, son firmes y torneadas, sin parecer demasiado musculosas, son muy femeninas. Su entrepierna es apetitosa, depilada, con una rayita de vello que indica la entrada a la cueva del tesoro. Un tesoro jugoso y apetitoso…

Yo soy un tipo bastante normal, me cuido, aunque no en exceso, voy al gimnasio pero no me privo de mis cervecitas. Mido 1,73, el pelo escasea, mis ojos verdes y mi falo no tiene las dimensiones del de Alex, pero se pone duro como una piedra cuando me excito. Me lo depilo, junto con los huevos, me encanta lo suave que queda y a Ana también, en cuanto me empiezan a salir los pelitos siempre se brinda a quitármelos. 

Nos saludamos cordialmente con nuestros vecinos cada vez que nos cruzamos, incluso alguna vez hemos tomado algo con Alex al salir del gimnasio, Marta no va, tan solo corre ya que no tiene un horario fijo y viaja bastante. Es allí donde me he fijado como Alex mira a mi mujer, como sus ojos se centran en sus tetas o su culo cada vez que puede. Incluso alguna vez en la ducha le veo la polla medio morcillona, seguramente al ponerse cachondo después de haber estado mirando las curvas de Ana. Yo lejos de enfadarme me excito al ver como mira a mi mujer, hasta me he masturbado imaginando que se la folla delante mío. 

Nunca he comentado nada con Ana aunque yo sé que también le gusta que la mire y se ha dado cuenta de como lo hace. 

Una noche, después de tomar algo con Alex nos despedimos en el rellano. Ya en casa hicimos algo ligero de cena y mientras comíamos le dije:

- Ana, ¿te has dado cuenta como te mira las tetas y el culo nuestro vecinito Alex? Le pones muy cachondo. - Yo

- Anda, no digas tonterías… - Ana

- Sabes que sí lo hace, además yo no soy notario pero doy fé, le veo la polla en el vestuario y se le pone bien morcillona. - Yo

- A lo mejor es por ti, igual le gusta tu polla. Jejejeje. - Ana

- Quién sabe, igual le va todo. - Yo

- Mmmmm!!! Mejor así lo compartimos, jejeje.

Dijo al levantarse mientras cogía los platos de la cena y los llevaba a la cocina. Fui tras ella con los vasos, etc. 

Era verano, Ana llevaba un vestido corto, unas chanclas y un tanga, nada más. Tras dejar los cacharros en el fregadero la abracé por la espalda acariciando sus preciosas tetas, pellizcando sus pezones que estaban bien tiesos, parece que la conversación había hecho efecto, ella se dejaba hacer, ladeo la cabeza para que mis labios besaran su cuello subiendo hasta su oreja para que mi lengua jugara con ella, a Ana le encantaba que acariciara sus lóbulos.

- Lo que daría Alex por poder acariciar estas hermosas tetas, por pellizcar estos pezones… - le susurré al oido - ¿y a ti? ¿te gustaría que fuese él quien te las toca?

- Me estás poniendo cachonda, no me preguntes eso ahora. - Ana

- ¿Por qué? - Le decía mientras mi mano se metía bajo su tanga y acariciaba su jugoso coñito. 

- Porque ahora no puedo pensar y a lo mejor digo algo que no te gusta. - Ana

- ¿Cómo sabes que no me gustará tu respuesta? - le respondí mientras entre mis dedos se encajaban en su húmedo clitoris. - Prueba, seguro que enfadarme, no me enfado.

- ¿A ti te gustaría? ¿Te gustaría ver como follo con Alex? - Ana

- La verdad es que me encantaría verte follar con él. - Yo

- ¿Lo dices en serio? Me estás asustando. - Ana

Sin responderle le hice sentar sobre la encimera de la cocina, subí su corto vestido y le quité el tanga mientras metí mi cabeza entre sus piernas para comerle su sabroso tesoro mientras ella amasaba sus tetas al tiempo que pellizcaba sus pezones.

- No me has contestado, ¿lo dices en serio? - Ana

Yo no podía contestar, tenía la boca llena, además sabía que estaba muy cachonda imaginando la respuesta aunque se hacía la reprimida.

Estaba a punto de correrse, sus piernas apretaban mi cabeza contra su mojada rajita. Pero en lugar de dejar que inundara mi boca con sus fluidos, la bajé de la encimara, le di la vuelta, subí su falda al mismo tiempo que ella se apoyaba con las manos sobre la cocina, dejando su culo a mi disposición. Pasé mi lengua por toda la rajita de su culo, desde la espalda hasta su agujero con el que jugué humedeciéndolo todo lo que pude.

- Me encanta este cultito, me encanta comérmelo, me encanta follármelo, pero antes tengo que castigarlo un poco porque eres mala. ¿Te mereces un castigo? - Yo

- Sí, sí, castígame!!! - Ana

Le di unos azotes en su trasero, unos azotes de los que a ella le gustaban.

- Mmmm, me merezco un poco más.

Le di de nuevo, esta vez con más fuerza, dejándole la mano marcada.

- Mmmmm, siii, me encanta, estoy tan cachonda…. Fóllame cariño, fóllame por favor…

Y eso hice, se la metí desde atrás, dándole unas embestidas fuertes, cada vez más fuertes, mientras con su mano se acariciaba ese clitoris que antes había estado saboreando…. hasta que no pudo más…

- Me corro cariño, me corro, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, uuuuuuuuuuufffffffffff, joder cariño, no esperaba este polvo hoy. Mmmmm, ¿se lo tengo que agradecer a Alex? - Ana

- Sí, ya te he dicho que me pone cachondo pensarlo, hasta me he hecho alguna paja pensando en ello. - Yo

- Serás cerdo!!! - Me dijo mientras me desnudaba completamente y cogía mi polla empezando a masturbarme.

Me llevó al sofá, me hizo estirar, se colocó entre mis piernas y empezó a masturbarme mientras me decía:

- Imagina que me estás viendo como le estoy haciendo una paja a Alex, como cojo su polla con una mano mientras con la otra acaricio sus huevos.

Iba haciéndome lo mismo que describía.

- Mmmmmmm, que polla tiene Alex!!!! - Me decía mientras empezó a meterme un dedo en el culo y con la otra mano continuaba pajeándome. - Por cierto, ¿cómo la tiene? tú que se la has visto en las duchas. - Ana

- La tiene grande, larga y gruesa, parece que no la tenga tan dura como yo, pero es muy grande y parece muy suave, se depila todo el cuerpo. - Yo

- Parece que te has fijado muy bien ella, ¿será que también te gusta? - Ana

- La verdad es que no he podido evitarlo, me he fijado, será porque sé que se le pone así por ti, pero la tiene muy hermosa. - Yo 

- Imagínate que me la meto en la boca y le empiezo a hacer una mamada como las que a ti te gustan. Mmmmm, su pollón en mi boca, mientras el empieza a follarme cogiéndome la cabeza y metiéndomela hasta la garganta. ¿Te gusta ver como me folla la boca? - Ana

- Me encanta verlo, quiero besarte en la mejilla mientras su polla entra y sale de tu boca. Que te la saques un momento y me beses con el sabor de su polla. - Yo 

- ¿Te gusta su sabor en mi boca? - Ana - me decía mientras me metió un segundo dedo en el culo y con la otra mano no paraba de masturbarme.  

- Mmmmm. Siiii, me encanta. - Yo

- Imagina que me folla como tu lo has hecho en la cocina, que me folla mientras miras como mis tetas se balancean en cada embestida y me muero de placer. Imagina que me come el coño como lo has hecho tú hasta que me corro en su cara….

- Joder que cachondo me estás poniendo. - Le decía mientras sus dedos entraban y salían de mi culo y ella escupía sobre mi polla, llenándola de su saliva para restregarla con su mano sobre mi capullo y continuar con esa magistral paja.

- Ahora imagina como se va a correr en mi cara, como a ti te gusta, como le hago otra mamada, hasta que noto que se va a correr para sacármela de la boca y seguir pajeándole hasta que estalla en mi cara, llenándome con su leche, desde las mejillas hasta las tetas…. Uffff que corrida se ha pegado nuestro vecino. ¿Te gusta verme toda llena de su leche? - Ana

- Mmmmmm, me encanta, ya sabes que me vuelve loco verte llena de leche y de la suya más. - Yo

- ¿También chuparías su leche como lo haces con la tuya? - Ana

- ¿A ti te gustaría que lo hiciera? - Yo

- Me encantaría que me limpiaras las tetas, que no dejaras nada de su leche, ni en mis tetas, ni en mi cara. - Ana

Me decía mientras yo no podía más:

- Me voy a correr cariño, no puedo más. - Yo

Bajó su cabeza hasta meterse mi polla en la boca haciéndome una solemne mamada hasta correrme en su boca.

- Joder!!!! me corrrooooooo!!!!! me corroooo!!!!! - Yo

Continuó chupándomela hasta la última gota, levantó su cabeza y sonrió mientras de su boca caía mi semen, se echó sobre mí y empezó a besarme.

- Mmmmmmm, ¿te gusta la leche de Alex? - dijo Ana sonriendo

Pasó el tiempo, hasta diciembre, y no volvimos a hablar del tema.

Un día después del gimnasio, Marta estaba esperando a Alex. Al salir nos saludamos, a los pocos minutos llegó Alex y nos fuimos a tomar algo los cuatro.

Charlábamos de todo un poco, mientras Ana y yo cruzábamos miradas de complicidad, le insinuaba con los ojos que mirara el paquete de Alex. Ella no podía evitarlo y de vez en cuando se le iba la mirada. 

Comentaron que no tenían plan para fin de año, que si conocíamos algún sitio que estuviese bien, etc. Les dijimos que nosotros solíamos celebrarlo en casa solos y para mi sorpresa, Ana les invitó a venir, a lo que aceptaron sin pensarlo un momento. 

Yo estaba sorprendido ante la invitación de mi mujer sin ni siquiera consultármelo, ya que esa noche siempre la celebrábamos de una manera muy sexy para acabar follando como cerdos.

Al llegar a casa le dije a Ana:

- ¿Por qué los has invitado en fin de año? - Yo 

- Pues no se, creo que es culpa tuya por hacer que le mirara el paquete a Alex. Jejejeje. - Ana

Pasados unos días le regalé un vestido muy sexy, corto, dejando muy poco a la imaginación, con las típicas braguitas de fin de año, pero en esta ocasión negro y con uno lacito rojo por la parte delantera del tanga, con unos zapatos de tacón alto que tanto me ponían ya que estilizaban sus piernas y culo de una manera tremendamente sexual. 

- Uffff, me encanta, pero no se si será apropiado no estando solos este año. - Ana

- Infórmate de que se va a poner Marta e insinúale que siempre te pones muy sexy ese día - Yo

- No tengo tanta confianza cariño. Lo intentaré según vea si está receptiva o no. - Ana

Al día siguiente al volver de trabajar estaba Marta con Ana en nuestra casa, con unas copas y riendo mucho.

- Hola chicas, veo que estáis celebrando el fin de año un día antes. - Yo

- Jajajaja - Se rieron las dos mientras Ana me servía una copa de cava.

- Estábamos comentando que ponernos mañana. Ya sabes cosas de mujeres - Marta 

- Y que habéis decidido, que aunque sean cosas de mujeres un día como este a mí también me importa. Ana se suele poner muy muy sexy, como siempre estamos solos. - Yo

- Ya me lo ha comentado y me ha enseñado alguno de los modelitos. - Marta 

- ¿Y que te perecen? - Yo

- Muy sexys y con el cuerpazo que tiene tu mujer debe estar impresionante, para no parar de fo… toda la noche, jajajajaja - Marta

- Jajajaja, de eso se trata, de empezar el año de la mejor manera, follandooo!!!! - Yo

- No seas brutooo!!! - Ana

- Hay confianza mujer, tranquila! - Marta

Me sorprendió lo desinhibida que estaba Marta, pensé que sería por el alcohol.

- Bueno yo ya sé lo que se va a poner mi mujer, pero ¿y tú? que también tienes un cuerpo precioso. - Yo

- Eyyy!!! que estoy aquí delante, no tienes vergüenza!!! - Ana 

- No te enfades mujer. - Marta

- Que va si es broma, últimamente nos va mucho el morbo, si tu supieras… No somos celosos, en especial él, jajaja - Ana

- No bebáis más que vais a acabar contando cosas que no se pueden contar, jejeje. - Yo

- A mí me gusta saber, podéis seguir contando, jejeje. - Marta

- ¿Tú eres celosa? Sólo para el sexo se entiende - Le preguntaba a Marta mientras les llenaba las copas otra vez. 

- No, es más, siempre le digo a Alex que si cuando estoy de viaje no puede aguantar más que se folle a alguna o alguno, pero que me lo cuente y si es posible que no sea una puta, mejor alguien conocido. Jajajaja. Creo que he bebido demasiado!!! - Marta

- ¿Que le van los tíos también a Alex? - Ana

- Bueno, creo que todos somos un poco bisex, no le van pero si ha tenido algunas aventurillas con tíos en su juventud, imagino que como todos y a mí me gusta que me las cuente por eso se lo digo. - Marta

- ¿Todos? ¿Tú también? - Yo

- He dicho todos, seguro que vosotros también, ¿o no? - Marta

Llamaron a Marta al móvil. Era Alex que ya había llegado y la estaba esperando. Nos dijo que se iba para su casa y que mañana nos veríamos.

- Bueno y al final te vas sin decirme como vas a cubrir ese precioso cuerpo. - Yo

- Sorpresa, ya lo verás!!! jejejeje - Marta

- Que interesado estás tú en saber qué se va a poner, ehhh!!! - Ana

Nos quedamos los dos solos, Ana estaba con un puntito de alcohol que le dio por desnudarme y empezar a hacerme una mamada primero y una paja después mientras me preguntaba si me gustaría follarme a Marta y si me gustaría comerle la polla a Alex. Sus palabras me pusieron a mil, la cogí y empecé a comerle el coño como un loco hasta que se corrió en mi boca. Después ella empezó a hacer lo mismo hasta que yo también me corrí en su boca para después besarnos con nuestros flujos entre nuestras lenguas. Marta nos había puesto muy cachondos….

Por fin llegó la noche de fin de año. Ana se puso todo lo que le regalé, estaba increíble, aquel vestido corto, apenas le tapaba un par de dedos por debajo del trasero, con los zapatos de tacón cerrados de adelante que le hacían unas piernas y un culo precioso, su espalda al descubierto con un pequeño trozo de tela  alrededor de su cuello bajando por encima de sus pechos sin apenas cubrirlos, sin sujetador, con sus pezones tiesos como pitones. 

Yo me vestí también para la ocasión con unos pantalones, camisa y corbata, todo nuevo. Además de los calzoncillos de fin de año que me había regalado Ana, un tanga totalmente transparente de color negro con una tira sobre la goma en rojo.

No podía mirarla sin tener ganas de follarla, estaba increíble, estaba preciosa, sexy como nunca, sus 40 años le sentaban muy, pero que muy bien.

Llegó la hora y picaron al timbre. Fui a abrir y allí estaban Marta y Alex, radiantes. Los invité a entrar sin dejar de admirar a Marta. Llevaba un vestido rojo con una pequeña tira alrededor del cuello que bajaba por sus pechos, aún más delgada que la del vestido de Ana, y acababa en una falda larga, completamente abierta por los lados, hasta más arriba de las caderas, dejando totalmente al descubierto sus hermosas piernas y hasta parte de su trasero, con unos zapatos también rojos de tacón alto y cerrados de adelante como los de Ana.

Alex iba como yo, además de llevar una chaqueta que se quitó enseguida.

- Que guapa estás Marta, le dije mientras le daba un par de besos cogiéndola por la cintura, tal vez un poco más abajo, ya que no me pude contener. Lo que hubiera dado por poder tocar aquel hermoso trasero que se dibujaba tras la tela roja. 

- Gracias por el cumplido. - Marta

- Que coño cumplido, estás preciosa y buenísima. Perdón Alex por la vulgaridad, pero es una evidencia. Jejeje - Yo

- Nada, sin problemas, eso ya se lo he dicho yo antes de venir. - Alex

En ese momento apareció Ana, se dirigió a Alex primero y se dieron dos besos. Alex la rodeó con sus brazos acariciando su espalda desnuda.

- Estás mucho más sexy de lo que me imaginaba. - Le dijo Ana a Marta mientras la hacía girar par verla por todos los ángulos.

- Tú no te quedas corta y con ese cuerpazo que tienes… de infarto. A mi marido se le van a salir los ojos. Jejeje. - Marta

La cena transcurrió entre risas y buen rollo. A medida que iba pasando el tiempo las botellas de alcohol caían sin parar e inevitablemente llegó el tema del sexo.

- ¿Te puedo hacer una pregunta Alex? - Ana

- Claro. - Alex

- Es verdad que Marta te da permiso para que te tires a una tía o a un tío mientras ella está de viaje? - Ana

- Pero Ana!!! - Yo

- No pasa nada, tranquilo. - Dijo Marta

- Jejeje, es verdad, siempre me lo dice, pero de momento he podido contenerme, aunque a veces es muy difícil. - Dijo Alex mirando las tetas de mi mujer.

- Le encantan sus tetas, jejeje. Ten cuidado que si se lo toma al pie de la letra creo que ella es la principal candidata. - Me dijo Marta

- Tus tetas y todo lo demás, con perdón Ana, estás buenísima. - Alex 

- ¿En serio no te importaría que follara conmigo? - Ana

- No, ¿y a ti? - Me preguntó Marta

- Tampoco, es más me encantaría verla follar con Alex. - Yo

- Joder Alex, nos lo están poniendo a huevo, vamos a tener que follar. - Ana

- Pues yo no puedo más!!! - dijo Alex mientras empezaba a morrearse con Ana 

- Mmmmmm, ¿veis lo que habéis provocado? ¿Ahora qué?- Ana

- Pues venga seguid, estoy deseando ver como le comes la polla. - Yo

- Y yo de que me la coma. - Alex

Alex se puso de pie y Ana le desabrochó el pantalón mientras el se quitaba la camisa. Le bajó los bóxers transparentes que llevaba y empezó a comerle la polla. 

- La tiene más grande de que me lo imaginaba después de oír tu descripción. - Me dijo Ana

- ¿Le has contado a tu mujer como tiene la polla mi marido? Jajajaja - Me dijo Marta

- Joder, me encanta ver como se la chupa. - Yo

Ven aquí. Me dijo Marta acompañándome justo al lado de donde mi mujer le comía el pollón a Alex.

Empecé a besarle en la mejilla mientras aquel pollón estaba dentro de su boca, notaba como entraba y salía sin parar. Ana se la sacó de la boca y empezó a morrearme tal y como imaginamos aquel día, mientras que con su mano seguía masturbándole y me daba con la punta de su polla en mi cara. Marta se acercó al oído y me dijo que se la chupara yo, que eso le encantaría. Ana dejó de besarme y me metió aquel pollón en la boca, llenándomela de aquel caliente y suave trozo de carne. Aquella sensación era nueva para mí y la verdad es que me gustó, empecé jugar con la lengua en su capullo al mismo tiempo que su polla entraba y salía entre mis labios. Marta no paraba de decirme lo muy cachonda que le ponía ver como se la chupaba a su marido mientras Ana se había quedado en pelotas, tan solo con los tacones. Me saqué su falo de la boca y empecé a comerle los huevos mientras Marta también se desnudaba quedándose también con los zapatos. 

Marta estaba super cachonda, tenía el coño totalmente depilado, precioso, cambié los huevos de Alex por su coño mientras Alex empezó a follarse a Ana que tenía las manos apoyadas contra el cabezal del sofá dejando el culo a su merced, el metió la polla en su empapado coño y empezó un mete saca que hacía gemir a Ana como una loca mientras sus tetas se balanceaban en cada embiste. 

Marta empezó a pellizcar la balanceante teta de Ana mientras yo le devoraba aquel apetitoso juguete que tenía entre las piernas, al tiempo que empezó a gemir fuertemente, se iba a correr en mi boca.

Mmmmmmm!!!!!! me corro, me corro, Ana me corro en la boca de tu marido, me corrrrooooooo!!!!. - Marta

Cogía mi cabeza con fuerza impidiendo que la retirara, apenas me permitía respirar. Después de correrse me liberó, lo que aproveché para ponerme de pie y deleitarme de ver como la polla de Alex entraba y salía del coño de mi mujer. Le di un cachete en el trasero, como tanto le gustaba.

- ¿Te gusta que te maltraten un poquito? - Preguntó Marta

- Síiiiiiii, me encanta, me encantaaaa!!!! - dijo Ana mientras Marta le empezaba azotar en el culo.

Marta le metió un dedo en el culo a Ana mientras ahora era yo quien le pellizcaba en sus pezones, los tres estábamos dandole placer y estaba a punto de estallar en el mejor orgasmo de su vida.

- Ahhhhhh!!!!! Ahhhhhh!!!!!!! no puedo mássss, me corroooooo, me corrroooooo!!!!!!, gritaba Ana mientras su cuerpo se retorcía de placer.  

- ¿Me dejas follarme a tu marido? - Dijo Marta mientras me sentaba en el sofá.

Ella lo hacía sobre mí, de espaldas, mientras veía sus tacones sobre el sofá, me ponía como una moto y agarraba sus tetas, apretándolas con fuerza. Ana empezó a comerle el clitoris mientras mi polla entraba y salía de su empapada cueva. Notaba los lametazos de Ana que llegaban hasta mi polla. Alex se había puesto junto a nosotros y acercó su polla hasta mí, la cogió con su mano y empezó a darme con ella en la cara. Uffff, que pasada, que fin de año!!!

Marta empezó a gritar de nuevo como una loca mientras apretaba sus manos sobre las mías que agarraban sus tetas y llegaba al momento cumbre del placer, estallando en un orgasmo que parecía no tener fin, no paraba de gemir, de gritar como una locaaaa!!!

Cuando ya no pudo más se apartó y Ana aprovechó para besarme con toda la cara empapada de la corrida de Marta, mmmm, que rico!!!

Las chicas decidieron que llegó el momento de que nos corriéramos nosotros, así que Ana empezó a hacerle una mamada a Alex y Marta me dijo que si podía esperar porque quería ver como se corría su marido. Yo también quería verlo. El momento no tardó en llegar, Alex nos lo hizo saber a lo que Ana se la sacó de la boca pajeándolo enfrente de su cara, hasta que tras varios meneos estalló llenando la cara de Ana, el primer lechazo le llegó a la frente, el segundo a la mejilla y después se la metió en la boca donde salieron algunos más. Su cara llena de leche era increíble, no pude evitar besarla con el semen de Alex en su boca para después meterme la polla que aún sujetaba Ana en la boca y apurar un poco más la extracción. Mientras Marta se empezó a morrear con Ana y a pasarle la lengua por los chorretones que tenía por la cara y volver a besarla.

Sólo faltaba yo… Me quedé de pie y Marta empezó a comérmela, agarré su cabeza y empecé a follarle la boca mientras Alex me tocaba los huevos con una mano y con la otra metía un dedo en mi culo. Le estaba follando la boca como si fuese su coño o su culo, estaba tan cachondo que no podía parar, los dedos de Alex en mi culo mientras apretaba mis huevos y Ana disfrutaba del espectáculo me tenían a mil. Igual que hizo Alex, le hice saber a Marta que me iba a correr, se la sacó de la boca y justo en ese momento sin poder hacer nada por remediarlo, emanaron de mí unos chorros a presión que llenaron toda la cara de Marta, mientras ella se reía y no paraba de meneármela. Se la cedió a su marido el que me la dejó bien limpia. Mi mujer pasó la lengua por la cara Marta y sin meterla en la boca la acercó a Alex que no dudó en besarla compartiendo mis fluidos.

Acabamos los 4 en el sofá, desnudos y extasiados. No recuerdo si llegamos a comer las uvas, pero comimos muchas otras cosas. ;-)