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Un poco de todo

en Amor filial

Hola, me llamo Sofía. No tengo tapujos en decir mi edad y mi nombre actuales. Tengo 30 años cumplidos este 2016 en Julio. La historia que os vengo a contar, redactar, etc, es totalmente cierta. 

Llevo un año con esto del sexo escrito, y he de decir que me gusta mucho, ya que hace imaginar cosas increíbles. He leído en esta página historias increíbles que la verdad son muy recomendables. Y ahora, a estas alturas de mi vida, quiero redactar un poco mi historia y compartirla con tod@s vosotros para que os mojéis, toquéis, etc. Solos o acompañados; eso no importa. Lo que sí es verdaderamente importante es que lo disfrutéis. Allá va:

Bien como antes he dicho, me llamo Sofía y tengo 30 años. Soy de Estados Unidos, Manhattan en concreto, pero llevo 10 años en España, Madrid. El ambiente aquí es totalmente diferente de allí, en general. Nos vinimos a vivir aquí por cuestiones familiares, que obviamente no contare aquí. Soy rubia, ojos azules (bla,bla,bla) Si os interesa saber cómo soy no tengo problema en que me escribáis abajo en los comentarios si queréis que os de mi Facebook, para ello.

Bien, como iba contando, nos vinimos a España a vivir. Todo muy bonito. Por aquél entonces yo solo contaba con mis 18 añitos de edad recién cumplidos.

Sinceramente, en mi familia, NUNCA había tapujos ni tabús para todo, incluso a lo que el sexo se refiera. Mi madre era muy abierta a explicarme todo en cuanto al sexo (entre otras cosas. Pero aquí solo se habla de sexo...¿No?) Me hablaba de las precauciones que había de tomar, y que no había edad para empezar, siempre cuando uno quiera, claro.

La cuestión era que yo era muy madura para mis 18 años. A parte de que era superdotada, por lo que respecta a estudios, también me bajó muy rápido la regla, lo cual fue una gran putada para mí. También me empezaron a crecer muy rápido los pechos, y mi figura tampoco tardó en desarrollarse. Lo que hoy en día es un pre pubertad acelerada. 

Pues al ser demasiado madura, no tenía grandes amigos, porque sus juegos e historias me aburrían mucho. Yo prefería conversar con los profesores. 

Mi primer año de escuela en España fue difícil, y no por el lenguaje(Llevaba años practicándolo) sino por los compañeros. Recuerdo que ese mismo año, a los dos meses de empezar la escuela, vino un estudiante en prácticas. Como ya he dicho mi cuerpo se empezó a desarrollar muy rápido y notaba como ese profesor, que para nada era feo. Contaba seguro con 20 años de edad o por ahí cerca andaba. No muy musculoso pero si con un atractivo de tres pares de cojones. Pues él me observaba mucha, hasta tal punto que me convertí en su estudiante preferida, y al revés, él fue el mejor profesor que tuve. 

Yo tenía muchas ideas sobre el sexo, pero hasta entonces no me había picado las ganas ni de tocarme ni de nada. Y no por miedo o vergüenza, sino porque no me llamaba la atención. 

Este profesor lo tuve dos años seguidos, para mí el mejor regalo, pues venía a casa, porque era amigo de mi padre por su padre, bueno, un sin fin.

No sé si lo he mencionado, pero cuando nos mudemos fue toda la familia, no solo mis padres y yo.

Pues bien, mi primo de mi misma edad cursaba con migo pero en otra clase, dado que en España hay distintas clases en secundaria del mismo curso.

Ese último año de curso con mi profesor del alma, acabo demasiado mal. Con 18 años se empezó a despertar en mí las ganas de tocarme, y lo hice en un par de ocasiones, y me gusto. Pero sabía que había muchas más cosas por descubrir. Mi primera vez al ver un pene fue a los dos tres años. Jajaja el de mi primo. Y ya estaba acostumbrada a ver como se pajeaba, y eso no me molestaba.

Mi profesor me pidió que al salir de clases fuera con él a su casa para charlar de una fiesta sorpresa que quería hacerle a mi padre, yo acepte. 

Una vez allí, comimos algo rápido mientras charlábamos de las cosas e ideas. Él sabía que yo tenía mucho conocimiento sobre el sexo. Aunque el tuviera diez años más que yo, la idea de acostarme con él o de solo besarle me ponía muchísimo. El pobre quería tirarme contra el suelo y empotrarme pero por respeto a mi padre no lo hacía. Mientras comíamos me observada de tal forma que me mojaba instantáneamente, y él lo sabía. El rojo y desesperado no sabía qué hacer, y yo por más que le abría la puerta no quería dar el primer paso. Así que lo di yo:

-Sé que te mueres por pegarme un polvo y que no puedes por mi padre. Tranquilo estamos en tu casa, el que va a saber. Llevo mucho queriendo que seas tú el que me quite mi virginidad.

El para entonces ya me había sujetado con sus dos manos mi cintura.

-Bésame.- Le dije. No lo hico y lo besé yo.

¡Joder! Salto de sus labios. Al no tener práctica le mordí.

-Disc....-

-Nada es normal.

Entonces me cogió me subió a la mesa donde habíamos comido hacia unos minutos,  me comenzó a besar como un loco.

Entonces, PAM! Mi primo.

-¡Coño!- Le pego un puñetazo al profesor.

-¡Para!.- Grite- He sido yo la que ha empezado todo esto.

Luego de discutir durante media hora nos fuimos a casa. No volví a saber de ese profesor.

Dos años después, con mis 20 recién cumpliditos, tenía unas ganas enormes de follar, pero desde aquel suceso mi primo no me dejaba salir sola. Entonces tuve que trazar un plan.

Mi primito, que no era tonto ni mucho menos, me miraba mucho, entonces aprovechaba los ratos que venía a casa a "cuidarme" para ponerme pantalones ajustados, camisas pequeñas y que marcaran bien mis tetas, que ya tenían en aquel entonces un gran tamaño. Él no se cortaba y me piropeaba. Que gracia me hacía.

Hasta que un día de lo caliente que estaba yo y el por su bulto que lo sé, me lancé contra él y lo besé. Obviamente el me aparto de un empujón, pero yo fui más lista y le dije:

-Ahora o nunca primito.

-¿El qué?

-Pues ahora tienes la oportunidad de cogerme y reventarme. Tu quieres y yo lo deseo. Así me quitas tú mi virginidad, y ya podré salir. Venga primito no seas tonto. Mis padres  volverán mañana.

No tardo el muy cabrón. Todo fue perfecto. Me metió la lengua hasta que no puedo más,  mientras me metía la mano por el pantalón y me tocaba el clítoris como yo nunca me lo había hecho. Bff que caliente estaba. Tuve mi primer orgasmo y mi primo se cabreo.

-¿Ahora qué?

-Nada primito, he practicado y soy multi...

No me dejo ni terminar, me llevo a mi cuarto y me tiró a la cama. Me hizo que le chupara la polla hasta que no pudiera ni respirar:

-Que puta eres, mira cómo te la comes, esto es mejor que los consoladores que te metes puta zorra. Así chúpamela…Mmmm...

Después de veinte minutos, y no aguantábamos mas, y empezó con el mete saca. Como yo ya había utilizado consoladores, no me dolía, pues mi himen ya estaba más que roto.

-Que zorra eres…bff...

Seguimos así durante una hora. Que si ahora a cuatro, ahora en cuchara, ahora en misionero...bff...

Acabó con una excelente corrida en mi boca.

 Para ese entonces me acababa de dar cuenta que habíamos cometido incesto, y que eso es lo que llevaba soñando desde hacía algún tiempo.

-Bueno peque, ahora calladitos....

-Si jajá¿ pero me dejaras salir no?

-Si pequeña zorra, ¿pero alguna vez me dejaras follarte?

-No lo sé.

Cogí y me fui a la ducha.

Puede haber segunda parte si os ha gustado la primera, ya que aquí no concluye todo. Gracias por leer este relato y espero que os haya gustado. <3