miprimita.com

Un poco de todo 3

en Amor filial

Recordándoos donde dejemos el relato la última vez…

Me folle a mi mejor amiga mientras elegíamos que me iba a poner para la cena con mi antiguo profesor. Me vino a recoger me beso apasionadamente y me llevó al mejor restaurante de la ciudad. Empecemos a hablar…

-Y bueno, ¿Qué tal todo Sofi?

-Pues siendo sincera muy nerviosa.- Soltó una carcajada, mi coño estaba que no paraba de chorrear flujo.

-Venga, en todo este tiempo habrás hecho muchas cosas.- Me giñó un ojo.

-Pues la verdad es que sí. Aparte de buscarte…

-Mira Sofia, voy a serte muy directo. No quiero que pienses que vengo a follarte y ya está. Sé que tengo un hijo, que tuve que rehacer mi vida pensando que jamás te volvería a tener aquí, pero Sofia,-me cogió las manos- te amo, llevo enamorado de ti desde hace mucho.- me interrumpió.

No sabía que decir, estaba excitada y confusa.

-Sofi, contéstame…

-Es que, me has dejado si palabras…

-Ya…

-Siéndote sincera, Rob,-obviamente no diré su nombre real- llevo mucho pensando en ti, tocándome, pensando que un día vendrías a busc…

-Y aquí estoy, ¿NO?

-Sí, pero has de saber que no soy virgen.

-¿Y? ¿Esta es tu excusa para no salir conmigo ni tener nada?

-No es eso, no sé porque lo he dicho la verdad.

-Sofi, enserio, si me aceptas aquí y ahora te juro que dejo a mi mujer y a mi hijo y nos vamos de aquí, desaparecemos.

No sabía que decir, este hombre que tanto me ponía se estaba declarando… Y yo no sabía que contestar…

-Sofi…

Como un acto reflejo mi pie empezó a subir lentamente, me quité el tacón sin hacer ruido, mi pie lo buscaba, buscaba su gran bulto, lo quería para mí.

-¿Sofia que cojones haces?

-¿Qué?- bajé el pie- Perdona.

-Sofia me responde…

-Mira Rob, llevo queriendo verte y que me dijeras todo eso desde que te fuiste. Quiero que seas tú mi hombre…

-¿Entonces, si?

-Si… ¿Qué?

-¿Quieres ser mi mujer?- De repente se sacó un anillo de la chaqueta.

-¡Sí!- Fue lo que logré gritar.

Cenemos tranquilamente. Tampoco estaba muy segura de lo que acababa de pasar.

Me llevó a casa, le dije que pasara que de seguro mi madre estaría durmiendo y mi padre en el trabajo. Lo llevé a mi habitación, yo a cada paso que daba, mi coño se ponía más.

Le dije que se sentara en mi cama, que me diera su chaqueta. Puse una suave música, no muy alta. Me senté en su regazo, cara a cara. Le besé mientras le estiraba de ese pelo tan suave. Me frenó y me puse roja.

-Hoy no. Mañana te pasaré a buscar a ti y todas tus cosas y nos vamos.-Me quedé parada, pero acepte sin pensarlo ni dos veces.

Lo acompañe hasta la puerta y adivinen quien llego… Mi padre.

-Hija ¿Qué hace este aquí?

-Nada ya se iba papa…

-Eso esperaba… ¿No le has tocado no?

-Papa…

-¡Cállate y pasa al salón!

Rob se fue y mi padre vino paso a paso hacia el salón… miedo me daba…

-¿Habéis follado?

-¿Qué? No…

-Supongo que le habrás dejado con él calentón…

-A sido el a mi…-Me callé, ¿Qué estaba diciendo?

-Me lo suponía. Ahora a dormir…

-Papá…

-¿Qué?

-Mañana me voy y no volveré…

-¿Cómo?

-Sí, ya soy mayor quiero vivir la vida y…

-¿Y, qué? Eres mi niña, no te voy a dejar ir a si como así.

-Estaba pensando y… papa estoy muy caliente, quizás no te vuelva a ver.- con todo esto yo me iba acercando a él.

-¿Y?- su tono cambió bruscamente a un tono más sensual.

No lo pensé, salté a su regazó, cara a cara, y me puse a menear mi cintura, dándole así placer.

-Buff, niña, como me conoces…

-Papá, follame- le susurré al oído.

Entonces cogió mi pelo y me estampo contra su cara, me comenzó a besar desenfrenadamente, yo estaba que iba a explotar. Debajo de mí, la polla de mi padre creciendo poco a poco… bfff…

-Papá no aguanto más.- logré gesticular.

-Yo tampoco pequeña zorra…

Me hizo chuparle la polla por más de media hora… antes de correrse como la última vez me sentó en el sofá y me abrió de piernas… Me empezó a lamer el coño como nunca antes.

-Papá que me corro.- no paraba de gemir.

-Córrete zorra, papa te va a dar lo que quieras…

Me corrí como nunca antes. Luego de eso me introdujo toda su polla en mi coño. ¡Joder!

Acabemos exhaustos y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente, mientras me duchaba, mi padre entró de nuevo para darme su última corrida. No follamos solo le chupe la polla.

-Niña, te echaré de menos. Ten la tarjeta, gasta con precaución.

-Gracias papá, y adiós.

Me besó y se fue.

A las nueve en punto allí estaba él. Con su precioso coche.

-Hola princesa.

-Hola mi príncipe.

-He dejado a mi mujer… Me ha encasquetado el niño.

Joder, puta gilipollas.

-Bueno, así no te tienes que quedar embarazada y luego perder esa figura.- me dijo.

-Yo puedo parir y luego quedarme así… Un hijo nuestro querré tener.

-Vale, vale.

El hecho de que el niño se viniera con nosotros me  jodia, pero por otra parte me gustaba.

Rob me llevó a su yate privado y de allí nos dirigimos rumbo a Hawái.

-¿Dónde te querrás casar mi princesa?

-Al lado de la playa, me da igual donde.

Hawái era perfecto para celebrarla.

El pequeño niño se llamaba Zak. Ojos verdes, pelirrojo, que guapo que era el cabrón. Bueno como su padre.

Ya era de noche, aun no habíamos llegado a Hawái.

-¿Estaba buena la cena, cielo?

-Mucho, aunque me siento rara, la verdad.

-Vamos al camarote que tenemos algo pendiente.

Buf que si lo teníamos…

Más?... Ustedes deciden.

Gracias por los comentarios!

Cabaleirosofia@gmail.com, correo electrónico por cualquier cosa.