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Otra vez

en Hetero: Infidelidad

Era mi amigo de toda la vida, nos conocíamos desde los 14 años, siempre habíamos pasado desapercibido el uno del otro, hasta que su mejor amigo fue mi pareja durante 6 meses, 6 meses, donde nos conocimos más, pero sin llegar a nada. Con los años y ya con 25 años, nos liábamos de vez en cuando, cumpleaños, fin de año… todo en el coche, aun no teníamos piso.

Cuando él se compró el piso, decidimos intentarlo seriamente, evidentemente no funciono, ya que solo nos queríamos para el sexo, de aquí te pillo aquí te mato, nada más. Pero me encanta recordar que fui yo con estreno el cabecero de su cama nuevo. Un cabecero de cuero negro, que cuando fuimos todos los amigos juntos, uno de ellos dijo “ este cabecero Alberto es de un soltero follador” él se empezó a reír y me miró… pero la historia del cabecero, ya la contaré en otro momento.

Ha día de hoy cada uno vive con su pareja y felizmente enamorados. Un fin de semana donde su chica se tuvo que ir a Zaragoza por tema de trabajo y el mío se fue un fin de semana a Huesca a una comida de primos, fue donde paso todo. Quedamos todos los amigos a cenar en Barcelona, yo actualmente vivo allí, decidimos ir a un restaurante cerca de mi casa, yo en el grupo de whatsapp, dije que el primero que llegara podía aparcar en la plaza de mi chico ya que estaba libre.

20 minutos antes de que lleguen todos, Alberto me llamo:

-Ei que haces? Ya estoy aquí! Soy el primero!

- En serio? Joder me estaba acabando de maquillar, ahora bajo.

Bajé sin maquillar, me subí al coche y bajamos a la plaza, lo aparco con miedo a rayarlo ya que era bastante nuevo el coche. Y subimos a mi casa.

-          Quieres algo mientras me acabo de maquillar?

-          No, gracias. Haz que yo te espero.

Mientras me acababa de maquillar entró al baño, justo cuando yo me estaba cambiando de camiseta y estaba en sujetador.

-          Ostia lo siento, no pretendía verte, ya me voy.

-          Jajaja tranquilo no creo que hayas visto algo que no hubieras visto antes. Es que la camiseta de antes no me acababa de convencer.

-          Ya, ya sé que no me voy a sorprender pero tenemos pareja los dos.

-          Oye oye que solo me has visto en sujetador no me has hecho un hijo… madre mía, tranquilo!

Bajamos abajo y la gente empezó a llegar, pasamos una cena todos juntos entre risas, estábamos todos los amigos de toda la vida con lo cual las risas eran fáciles.  Poco a poco todos se fueron y nos quedamos tres, Alberto, un amigo que había venido en moto y yo. Nuestro amigo en moto a la hora de cogerla, nos mira y dice:

-          Alberto tu coche que está en la plaza de Andrés?

-          Si si, ahora subiré al piso y le abriré el parquing que me dejado las llaves en el piso – Dije yo –

Nuestro amigo se empezó a reír y dijo:

-          Ok ser buenos y no amanezcas en su cama Alberto.

Los tres nos empezamos a reír, evidentemente, sin saber que nos deparaba el futuro (por decirlo de alguna manera).

Subimos a casa y fui al baño. Educadamente le dije que si le apetecía la última, me dijo que si pero la última fue la primera  de muchas…  Cuando nos levantamos del sofá de la terraza, él iba bastante perjudicado.

-          Alberto quédate a dormir, no puedes conducir así y hasta tu casa hay 45 minutos. Mañana te vas, total no te espera nadie.

-          Ya… pero solo hay una cama.

-          De verdad, Alberto, no va a pasar nada, tú en tu lado y yo en el mío y listos. Joder que somos adultos, tú tienes a Ester y yo a Andrés así que va a sobar.

Yo a día de hoy duermo desnuda, no se dormir con pijama. Así que él cogió una camiseta de mi chico y se metió en la cama, yo me desnudé.

-          Sabes que te estas desnudado, no?

-          En serio? No jodas? No se dormir con pijama así que te aguantas.

A la mañana siguiente me despertó el rayo de sol en la pierna, notaba el calentor pero no precisamente en la pierna. Abrió bien los ojos y de repente me acordé a quien tenía durmiendo en mi cama. Lo miré y para mi sorpresa él ya estaba despierto.

-          Sabes que te han crecido mogollón las tetas? Antes no las tenías así!!

Me empecé a reír, tenía toda la razón del mundo, cuando él y yo nos acostábamos, pesaba 12kilos menos, con lo cual mis tetas eran minúsculas. Ahora eran bastante grandes.

-          Buenos Días! Y sí me han crecido – miré para abajo y lo volví a mirar-  tú también tienes algo bastante  crecido ahora…

Se empezó a reír y me dijo que era lo de cada mañana, que yo ya lo sabía así que no me tenía que sorprender, pues si lo sabía perfectamente. Los dos nos quedamos pensativos mirando hacia el techo, él totalmente destapado y a mí la sabana solo me tapaba la parte del coño, que tengo que deciros que estaba absolutamente mojado. Empecé hablar yo, porque sabía que él no se atrevía.

-          Te acuerdas, cuando nos liábamos?

-          Joder si, aprovechábamos cualquier fiesta para irnos a la parte trasera de mi coche, bueno y del tuyo también.

Nos empezamos a reír.

-          Te acuerdas de aquel fin de año? Que llevábamos aquel vestido de “entrada fácil”?

-          Ostia si ese azul con la mariposa, que la falda llevaba dos cremalleras a los lados y ya se me veía todo. Ese fin de año, llevaba un tanga rojo minúsculo! Pero lo mejor fue estrenando tu cama jajaja

-          Ostia puta! Como chupabas tía, me dejaste seco esa mañana!

-          Si pero bien que te gustaba que te despertara amorrandome a tu polla.

-          Ya ves fue uno de los mejores despertares que he tenido, lástima que Ester no tenga esa iniciativa.

-          No? En serio? Madre mía, a mí me encanta!

Nos quedamos medio dormidos y me desperté porque noté una presión en mi pecho, al abrir los ojos, vi su mano en una de mis tetas.

-          Lo siento, pero no me puedo aguantar te han crecido tanto que necesito tenerla en la mano.

Me lo quedé mirando y le dije:

-          Ya sabes lo que me gusta, adelante.

Se tiró al pezón, me lo succionaba, me lo mordía, con la otro mano me magreaba la otra teta, yo no paraba de retorcedme de placer, el cabrón se acordaba de lo que me gustaba y de lo sensibles que tenía los pezones. De repente, su mano se fue a mi coño, que ya había dejado un charco de flujo en la cama, paso un dedo por mi raja y de repente…

-          Chupa, chupa el dedo como tú solo sabes.

Chupe el dedo, su dedo lleno de mi flujo, su cara era de absoluto placer, estaba disfrutando y yo también. Lo empuje y me puse encima suyo, no me penetró pero me restregaba, él se mordía el labio. Me fui agachando pasando mis pezones por todo su tórax, él solo gruñía. Y me metí su polla, erecta y dura en la boca, nunca imaginé que había echado tanto de menos esa pedazo de polla, y mira que Andrés la tiene grande pero es que la de Alberto era mi polla favorita, la empecé a chupar como un buen chupa chup se tratara, con la mano aguantaba sus huevos masajeándolos, él seguía gruñendo. Cada vez iba más rápido y con mi mano, a la vez, la masturbaba.

-          Para para que me voy a correr, túmbate!

-          Joder quiero seguir chupando…

-          Va túmbate, que quiero penetrar ese coño húmedo.

Me tumbé boca abajo y me metió la polla sin pasión, a lo bruto. Yo grité, era un grito entre placer y dolor.

-          No te quejes, que sabes que hace años que nadie te folla así, y lo sabes.

-          Como lo sabes, cabron! Y desde hace años hay tensión entre nosotros.

-          Siempre habrá tensión entre nosotros, mira cómo se escucha mis huevos chocando con tu coño húmedo, esto es follar y  lo demás son tonterías me estoy a punto de correr.

Mientras teníamos esa breve conversación entre gemidos y cortes de voz por la respiración, no paró de tocarme las tetas y pellizcarme los pezones, y yo me estimulaba el clítoris.

-          Córrete encima, dentro no, he dejado las pastillas y no quiero un susto.

La saco de golpe y se corrió en mi barriga, joder ese chico iba bien cargado, yo me eche hacia atrás cansada del “ejercicio” y él hizo algo que no me esperaba. Se puso entre mis piernas, y me succiono el clítoris, hasta tal punto que me provocó un orgasmo increíble, y creo que mi grito se escuchó en todo el edificio.

Pasado un par de horas, que él se había quedado dormido y yo mientras me duché, me arreglé y me fui a desayunar. Cuando él se levantó se me quedó mirando, yo iba con un pantalón corto y con la parte de arriba del pijama, cuando lo vi me apoyé en la cocina y lo miré sonriendo mientras le daba un trago a mi té verde.

-          No me jodas que quieres más, a mí no me mires.

-          Solo te miro, y punto. Quieres un café?

-          Si, porfa! Sabes que… me arrepiento de lo que ha pasado.

Sabía que me iba a decir eso, era típico en él.

-          Alberto… ha sido uno polvo y punto. Lo hemos pasado bien, hemos follado, pero solo ha sido eso, sexo, no hay sentimientos, no hay nada solo amistad. No le digas nada a Ester, porque yo no se lo voy a decir Andrés. No voy a tirar por la borda 6 años de relación por un polvo matutino, que no es el primero, entre los dos.

-          Ostia si pero me siento culpable.

-          Si Ester te diera lo que necesitas no te hubieras tirado a mi pezón y no buscarías fuera de casa lo que tienes dentro, lo mismo que yo eh? Así que quítatelo de la cabeza, toma el café y ves a buscar a Ester que estará a punto de llegar. Yo mientras voy a lavar las sabanas porque huelen a sexo jajaja

-          Tienes razón, mejor que me vaya.

Se levantó de la barra que hay en la cocina y se disponía a irse.

-          Espera espera, para para!

Se giró y me acerque, creo que se pensaba que le iba a dar un beso o algo, no lo sé.

-          Joder una cosa es que no digamos nada y otra que nos vea la vecina, no jodas!

-          Aaa vale vale – mientras me cogía de la barriga y me acercaba mi culo a su polla otra vez dura.

-          Vamos a ver… una cosa es follar espontáneamente y que no digamos nada y otra ya es buscarlo. Así que venga, guárdate tu polla para tu amada que te espera.

Nos reímos los dos, nos dimos dos besos y cogió el ascensor. Cerré la puerta, sabía que no iba a ser el último polvo que echáramos él y yo, nos gustaba demasiado el sexo entre los dos para que pasara desparecido.