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La playa fue testigo

en MicroRelatos

Después de una acalorada discusión y de haber solucionado en parte aquel problema, los dos se encontraban sentados en el coche hablando de sus cosas y con una tensión sexual incomparable, besándose y volviendo a recordar aquellas sensaciones de cuando se encontraban juntos, en un momento a el se le ocurrió algo para sorprenderla y sin decir nada arranco el coche y se puso a  conducir hacia una dirección indeterminada para ella que con cara de asombro le preguntaba sin obtener una respuesta concreta.

                Por aquella autopista el llevaba la mano derecha apoyada en el muslo de ella y conocedor de algunas de sus fantasías comenzó a subirla levantando aquel vestido corto de color verde que se había puesto para la ocasión, comenzó a jugar con el filo de las bragas mientras ella se acomodaba en el asiento del copiloto e instintivamente abría sus piernas cada vez un poco mas, ella alargaba su mano con intención de tocar el miembro erecto de el sin tener el final deseado por ella, el seguía jugando por el exterior de sus bragas hasta que decidió meter su mano por dentro para encontrarse con aquel húmedo y caliente sexo de ella deseoso de que lo tocaran, ella le pregunto que si pensaba masturbarla mientras conducía, a lo que el respondió que si….que estaba deseando de volver a escuchar aquellos gemidos orgásmicos que tanto le fascinaban, cuando introdujo su mano se encontró con una vagina muy mojada y muy excitada, solo el roce de los dedos hacia que ella se estremeciera y soltara unos leves pero intensos, gemidos  de placer, el estimulaba y palpaba sus labios , introduciendo algún dedo dentro de ella y desde dentro lo subía para masajear su clítoris, ella decidió quitarse las bragas, abrir mas sus piernas y poner un pie sobre la rejilla del aire acondicionado del coche con la intención de facilitarle a el la masturbación y asi ella estaría mas cómoda para recibir el placer venidero y asi, con una excitación máxima continuo conduciendo y masturbándola, hasta que los peculiares gemidos de ella al correrse , le hacían saber que el orgasmo había llegado, el quito su mano y sus dedos de aquel sexo mojado y los llevo a la boca de ella… para que el flujo lo saboreara desde sus dedos.

                Aparco el coche en un paraje rodeados de pinos, apago el motor y las luces y se dirigió hacia el maletero del mismo de donde saco una manta de cuadros, unas copas y una pequeña nevera , cerro el maletero y le pidió que lo siguiera, ella no salía de su asombro, habían quedado para romper y llevaba eso en el maletero del coche, pero los dos sabían que finalizar esa relación tan diferente y especial era muy difícil. Subieron un pequeño montículo de arena y al llegar a lo mas alto observaron un playa virgen de arena blanca solamente iluminada por una luna creciente que los miraba desde lo alto y que era cómplice de aquella velada que se preveía inolvidable , anduvieron unos metros y antes de llegar a la arena mojada decidieron expandir la manta, hacia una brisa agradable y la temperatura era calurosa , en horizonte se observaba la luz de un faro en la lejanía y una pequeñas luces de algún barco pesquero , el sonido de las olas rompiendo en la orilla era el único ruido que llegaban a sus oídos y el entorno era perfecto para una cita llena de reencuentro , pasión y erotismo. Abriendo la pequeña nevera el le propuso descalzarse y con una copa del vino que a ella le encantaba ir a la orilla a brindar con los pies mojado y con la luna como  único testigo de aquel maravilloso encuentro, a lo que ella accedió con la única condición de desnudarse al completo y tomar un baño los dos en las oscuras aguas marinas, y asi lo hicieron, ella lo desnudo a el mientras lo besaba y acariciaba la espalda y sin quitarle la mirada fue bajándose para arrastrar con ella los pantalones y la ropa interior de el, para que aquella verga erecta quedara a la altura de su boca con la intención de saborearla antes de baño, el le sujetaba la cabeza mientras ella de rodillas disfrutaba de aquella polla en su boca, la abundante saliva hacia que todo fuera muy placentero y entre su boca y su mano el placer era absoluto, instintivamente el derramo un poco de su vino sobre su erección haciendo que ella paladeara la mezcla de vino con aquella carne lujuriosa , sin mas dilación le pidió que se incorporara para poder desnudarla, bajo la cremallera trasera del vestido y  librando las mangas  lo hizo caer a la arena dejando al descubierto  el cuerpo que le volvía loco sacando de el todo el instinto animal que escondía en su interior, hizo saltar los broches del sujetador y sus pechos se reflejaban en la leve sombra que la luna producía con su reflejo y entre la brisa marina y la excitación que ella tenia, sus pezones sobresalían haciendo que cada roce que el le proporcionaba con su pecho sumado a los besos con pasión y sabor a vino, el deseo y la excitación llegaban a puntos que ella misma desconocía de su cuerpo . Se tumbaron sobre la manta y al querer quitar de nuevo, las bragas , se percató de lo mojada que estaban una vez los dos completamente desnudos, el alargo la mano hacia la botella de vino y comenzó a verter pequeñas cantidades sobre el cuerpo de ella, con la intención de beber de su cuerpo, empezó por aquel hueco que tiene en su cuello y siguió bajando por sus pechos , volcó algo sobre sus duros pezones para inmediatamente acercar su boca y su lengua por ellos y mientras absorbía el vino mordía y lamia aquellos pezones , haciendo que ella se estremeciera mientras lo miraba, vertió mas vino sobre su abdomen…. Y llego a su vulva con la intención de que las gotas de vino se deslizaran por su clítoris y sus labios para recogerlos con su lengua, la excitación era de tal magnitud, que hizo falta muy poco para que ella tuviera el segundo orgasmo de la noche, estallo entre gemidos  que retumbaban y se perdían con el eco una vez terminado aquel maravilloso orgasmo, lo miro con una sonrisa y con aquella voz de lujuria le dijo susurrando – súbete y follame- el dejo a un lado la botella y obedeció inmediatamente y sin esperas entro en ella despacio pero firme y se produjo  un estallido placer mutuo, el entraba y salía de ella cada vez con mas energía y ella se apretaba contra el para sentirlo aun mas si cabe, movía la cadera buscando aquel roce que la estremecía y los dos jadeaban y gemían dentro del placer máximo, intercambiando miradas y besos, sudorosos había una mezcla entre los dos a perfume y vino que hacia un clima perfecto, ella abría cada vez mas la piernas y la levantaba para que la penetración fuese máxima y el cada vez con mas pasión y euforia la percutaba con mas ganas….hasta que no pudieron mas y al unísono se corrieron juntos, entre besos, gemidos y olores  , estallaron de placer con un orgasmo que ninguno olvidaría en sus vidas…. Exhaustos los dos quedaron boca arriba en la manta y mirando a un firmamento lleno de estrellas decidieron darse es baño prometido con la única testigo que vio toda la pasión desenfrenada por ellos, la luna.