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Aquella maravillosa duda

en MicroRelatos

Con un, no, dudoso en su mente pero con la seguridad que pasaría una buena velada, comenzó a arreglarse para aquella cita que después de tantas conversaciones telefónicas, parecía que se iba a producir. El nerviosismo era elevado, ella tenia las ideas muy claras y sabia lo que quería en su vida, pero  también era consciente de que  estaba en  juego su moralidad personal y que ni ella misma se fiaba de lo que pudiera pasar esa noche, El sin embargo, acudía a aquella cita con la intención de hacérsela lo mas agradable posible, quería  seducirla y conseguir que en algún momento de la noche , ella bajara su guardia para poder hacer realidad todas y cada una de las fantasías que rondaban por su cabeza desde hacia semanas.

Ella, frente al espejo se dio los últimos detalles a su bello rostro, cuidadosamente había escogido cada prenda que llevaba puesta, la ropa interior la llevaba a juego por que sus dudas se decantaba mas hacia una noche de pasión que a la posibilidad de no tenerla, negra, siempre la ropa interior, fue y será negra, el vestido tenia un potente escote que realzaban sus dos grandes y preciosos  pechos y como no, esos tacones de los que ella no se bajaba nunca y que la hacían resaltar aún mas su altura. Nerviosa condujo hacia el lugar acordado, en su cabeza pasaban cientos de situaciones que se podían dar durante la noche, las cuales examinaba una a una para saber cómo reaccionar en caso de que se produjeran… pero todas terminaban en el mismo pensamiento : - Me dejare llevar y voy a disfrutar-

El, aguardaba e la puerta del restaurante, elegantemente vestido para la ocasión, pero de una forma sport, no quería darle una formalidad extrema a la noche y el lugar ni incitaba a más. Los nervios se hacían ver en sus manos, sudorosas y sin dejar de frotarlas una con otra, mientras la espera se hacía cada vez más larga, hasta que por la esquina de la calle apareció ella con un paso firme pero apresurado , conocedora de que llegaba unos minutos tardes.

Disimulando, se intentó secar lo máximo las palmas de las manos conforme ella se acercaba, una sonrisa vergonzosa, se les dibujaba en las caras viendo que el momento del primer saludo en persona que se iba a producir y en la cabeza de el, sobrevolaba el pensamiento de besarla en la boca con un escueto y amigable pico, pero lo pensó mejor y no cometió esa osadía, ya frente a frente y a un palmo uno del otro se saludaron con un beso por mejilla y a cada uno le llego el aroma de sus perfumes, inundando cada nariz, El le cedió el paso para que ella entrara antes por la puerta, mientras una de sus manos la coloco en la cintura, acto que ella noto instantáneamente y agradeció le detalle. Al llegar a la mesa, retiro la silla donde ella se sentaría y la ayudo a colocarse correctamente, dándole la vuelta a la mesa, se sentó y esbozando una sonrisa le dijo: - Estas preciosa y me encantas –

Entre miradas y gestos, la cena fue avanzando y cada uno se encontraba más  cómodos y agusto por momentos, la complicidad y el feeling hacían acto de presencia cada instante y la atracción entre ambos era palpable , ella desplegaba sus encantos, dejando leer entre líneas lo morboso de la situación, el, mientras tanto hacia lo posible porque ella se sintiera bien y ese deseo carnal le despertara, las risas, las anécdotas que se iban contando eran la mejor excusa para poder reír y así ir soltando los nervios, nada era grosero, nada era forzado y nada era obligado, todo fluía y por minutos la tensión sexual iba creciendo, después del postre y de una buena charla decidieron marcharse del restaurante, cortésmente la invito y volviendo a abrirle la puerta y sujetándola por la cintura…le cedió el paso.

Andando pausadamente en dirección al coche de ella y mientras seguían con la charla, El no pudo reprimirse más y sin un previo aviso, la sujeto por la cadera y la beso, instantáneamente a Ella le subió un hormigueo desde la boca del estómago y por supuesto le correspondió rodeando sus brazos por la espalda y por su cabeza, los dos se fundieron en un beso largo,  profundo y deseado, al terminar el beso, se miraron y rieron, diciéndose uno al otro que por que habían tardado tanto en dárselo. Ya en la puerta de coche de Ella y después de otro beso apasionado la ayudo a sentarse en su auto y le preguntó: - ¿segura que quieres irte a tu casa o prefieres venirte a la mía?- Ella con un mar de dudas no le contesto a  la primera, lo miro y le contesto: - Sera lo mejor para mí- Aun no conforme, asintió con la cabeza le dio un beso y le cerró la puerta de su coche, con las manos en los bolsillos comenzó andar alejándose y en dirección a su vehículo, cuando llevaba varias decenas de metros andado noto como un coche paraba a su altura, miro y se percató que era ella y bajando la ventanilla le pregunto: -¿Dónde dices que esta tu casa?- El contesto: -Sígueme preciosa-

Con el llavero en mano se disponía abrir la puerta de la casa, nada mas entrar un aroma limón invadió su nariz y el nerviosismo era tangible, ahora, a la que se sudaban las manos era a Ella, El le ofreció una copa, la misma que ella le negó y sin mas dilación, comenzaron a besarse como dos adolescentes pero con la experiencia de dos adultos, anduvieron el largo pasillo que desembocaba al dormitorio sin dejar  de besarse, al entrar en el una luz tenue iluminaba desde las mesitas de noche y una gran cama en centro con hileras de cojines hasta la mitad, la sensualidad y el erotismo eran infinitos,  la suavidad con que el hacia cada movimiento hacia que Ella se excitara por segundos. Se coloco a su espalda y la pego de cara a la pared, para comenzar a quitarle el pelo de su cuello y besarla, sujetando sus manos en cruz contra el frio cemento, Ella giraba su cuello y El se ceñía cada vez mas , para que notara como su erección iba en aumento por segundos, mientras sus manos bajaban a sus caderas, los dos estaban muy excitados y deseosos de quitarse ropa, El comenzó a bajar la cremallera del vestido y desde los hombros fue bajándolo hasta que la tela se freno entre el suelo y sus tobillos, inmediatamente Ella se dispuso a desabrochar la correa con el fin de quitarle los pantalones y sentir en todo su esplendor aquel miembro aprisionando su culo, cosa que realizo y la excito aún mas, Ella se giró y uno a uno fue quitando cada botón de la blusa, mientras no dejaban de besarse apasionadamente, la temperatura subía y subía  …. Y el calentón de los dos era extremo, casi sin tocarse estaban apunto de llegar al primer orgasmo, por culpa de tanta pasión contenida, los dos en ropa interior se abrazaban, y las manos adquirían vida propia, las de Ella comenzaron por la espalda pero estaba deseosa de palpar aquella verga muy dura y caliente y poco a poco fue bajándolas hasta ella, por fuera comenzó a agarrarla, a jugar con ella de tal manera que el emitía gemidos de placer mientras El hacia saltar los broches del sujetador, dejando ver aquellos maravillosos y grandes pechos con los que tantas veces soñó, aun no había caído la prenda al suelo cuando se fundieron en un abrazo para que sus pieles se unieran en la desnudez, El, la invito a que se tumbara en la cama y una vez allí, comenzó a besarla, lamer cada rincón de su cuello con la clara intención de ir bajando poco a poco y desde la parte trasera de su oreja fue bajando pausadamente para entretenerse en sus pechos erguidos y excitados, sus pezones, muy duros, entraban en su boca y los mordía levemente, causando ese dolor placentero que tanto le gustaba a Ella, mientras Ella se arqueaba retorciéndose de placer y el continuo bajando, fue saboreando cada centímetro de su abdomen hasta llegar al filo de sus bragas… Ella miraba impaciente y se mordía su labio inferior impaciente por que hiciera lo que tanto deseaba, El comenzó a rozar su boca desde fuera de sus bragas y aun así, ya notaba como aquella vagina emitía un calor inusual y se intuía una maravillosa humedad en ella, su lengua paseaba por las ingles, de una a otra y uno de sus dedos se coló por el filo de sus bragas, rozando levemente su clítoris y sus labios mojados, Ella comenzó a gemir nada más sentir el contacto y aquel dedo, aparto las bragas a un lado dejando al descubierto aquel sexo rasurado y caliente, sin más dilación, acerco su boca a el y muy despacio comenzó a lamer desde abajo hasta arriba…terminando en aquel clítoris súper excitado y sensible, conocedor de ello comenzó a succionarlo y a jugar con el, Ella mientras movía su pelvis en busca del placer más absoluto y emitía unos gemidos cada vez más fuertes mientras sujetaba la cabeza de El, con sus manos, sabedora de que el orgasmo era inminente, El continuaba jugando con su clítoris, haciendo círculos con su lengua y ejerciendo la presión exacta para que Ella tuviera el primer y maravilloso orgasmo, el cual llego entre gritos y gemidos, a Ella se le contrajo cada musculo de su cuerpo, la respiración dejo de existir durante unos instantes y su arqueada espalda parecía romperse al recibir el placer más brutal que tuvo en su vida. Al recuperar el aliento le pidió que se subiera y que ahora le tocaría a Ella tomar las riendas. El se puso boca arriba y Ella comenzó a bajar mientras sus pechos iban rozando cada centímetro, que aun continuaba con su ropa interior puesta, y comenzó a pasar aquellos pezones sobre su miembro erecto, aprisionándolos unos con otros, le quito la ropa y por fin tenia para ella aquella verga dura y caliente, no dudo ni un instante y comenzó a pasar su lengua desde sus testículos hasta la punta, para comenzar a metérsela en la boca despacio, cuando el noto aquella sensación… emitió el primero de los muchos gemidos que daría durante aquella noche, con la ayuda de la mano y con mucha saliva la felación era maravillosa y muy placentera, de vez en cuando los dos se miraban y hacia que el momento fuera cada vez mas erótico y provocador… sin dejar de saborearla, Ella fue quitándose las bragas con la intención de subirse y cabalgar sobre el, y así lo hizo, después de un extenso rato fue subiéndose lentamente hasta besarlo y colocar su verga en la entrada de aquella vagina muy mojada, sin apenas obstrucción fue sintiendo como entraba en Ella… despacio pero hasta el fondo experimentado ese placer indescriptible de la primera penetración, El masajeaba sus pechos y pellizcaba sus pezones y sabia que mucho mas tiempo no podría aguantar el orgasmo y con un ritmo cada vez mas acelerado…no pudo mas y estallo dentro de ella, notando como aquella lava caliente se volcaba en su interior y los gritos de placer no parecían tener fin, los espasmos musculares se repetían de nuevo y la respiración se entrecortaba … al terminar, Ella se tumbo junto a El y le dijo…. – Esto es solo el primer asalto- le dio un beso y se dirigió al baño