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Mi vecina me pide que me la folle!

en Sexo con maduras

Quiero contaros algo que me pasó la semana pasada. Estaba en casa cuando llamó a la puerta la vecina de mi madre, preguntando por mi padre. Mi madre le dijo que no estaba entonces Verónica, la vecina, le dijo que había ido a una tienda de muebles para comprarse un nuevo tocador para su dormitorio. Los chicos de la tienda habían sido muy amables metiéndoselo en el coche pero pesaba mucho para ella y además estaba lo del montaje. Mi madre sugirió que le ayudara yo y así fue.

Verónica es una divorciada y sin hijos, con unos 50 años que no los aparenta ya que parece que tiene unos 30 y pocos, era raro el  mes en el que no tenía algún pretendiente, y normalmente sus pretendientes eran jóvenes y cachas, le gustaba lucirlos además de lucir su cuerpo con prendas ceñidas a su cuerpo.

Descargue el paquete y lo subí hasta el cuarto, que era su planta una por debajo de la nuestra, mientras abría el paquete y me ponía con la labor de montaje del mueble ella se sumergió en su labores del hogar es decir recoger la casa y darle un buen limpiado. Cada cierto tiempo veía a ver como estaba y yo cada vez mas calor estaba mas sudado y al esfuerzo que hacía.

Cuando finalmente terminé de montar el mueble se lo hice saber buscándola por la casa, me la encontré en el salón estirada al máximo para coger una cosa del altillo, vestida con una shorts, típico de las jóvenes universitarias, que dejaba a las vistas sus hermosas piernas y una camiseta corta que estirada al máximo dejaba ver su ombligo.

- ya terminé - le dije, ella me miró recobrando la postura.

- Vale, ahora voy a verlo.- dijo ella.

-Te veo acalorado, ¿quieres beber algo?

-Vale, -  y nos fuimos a la cocina.

En la cocina ella sacó dos cervezas y me ofreció una y estuvimos hablando sobretodo de mi. Notaba que ella no dejaba de posar su mano sobre mi cuerpo, acariciando mi brazo o poniendo su mano en mi pecho mientras que hacía alarde de su busto pronunciandolo y ofreciendolo. Acabamos la cerveza y sacó otra mientras íbamos al dormitorio donde estaba el tocador perfectamente montado. No es que me guste presumir pero el tema de las herramientas se me da muy bien. Estuvo  mirando el tocador por encima, abriendo y cerrando cajones, todo estaba correcto. Se sentó en la cama y me hizo que me sentara en ella también. Seguimos hablando, no sé cómo llegamos al tema de relaciones y le estuve contando las relaciones tan malas que había tenido con mis diferentes novias y ella me escuchaba y me consolaba, pero hacía movimientos rápidos cambiado se el cabellos de lado de la cara mostrandome ambos lados de su cuello y seguía posando su mano sobre mi pierna dejándola bastante tiempo para que ese movimiento no fuera causal, juntaba sus brazos haciendo que su escote se exagera y el grosor de su pechos tambien , la verdad es que me estaba poniendo algo cachondo la situación pero era la amiga de mi madre y lanzarme para que me hiciera “una cobra” podría generar un problema.

Cuando terminé de contarle mis problemas con las mujeres ella me miró a los ojos y me dijo

- Tranquilo todo el mundo tiene problema con el sexo opuesto, incluso a  mí me pasa a menudo y eso que tengo experiencia…

- pero tu te ves bella, ¿ como puede ser? - le dije

- Gracias cielo, - dijo ella  acercandose a mí y acariciándome la parte interna de la pierna.

- tu también te ves … bello - dijo ella acercándose a mí mirándome a los labios y cogiéndome de la camiseta sudada tirando hacía ella.

Me besó en los labios y yo reaccione con sorpresa pero luego abrí la boca e introduje mi lengua en su boca mientras que la suya hacía lo mismo en la mía. Sus manos empezaron a modelar mi torso buscado la parte de abajo de mi camiseta cuando la hubo encontrado paró de besarme para tirar de mi camiseta para arriba y quitar me la mostrándole mis torso desnudo, pude ver como ella se relamía mirando mi pecho desnudo y luego se quitó su camiseta mostrando sus sujetador que aprisionaba sus grandes pechos, puso sus manos en la espalda para desabrochar sus sujetador y no había acabado de quitar de quitarse lo cuando yo introduje mi cabeza entre en ambas. Ella acariciaba mi cabello mientras disfrutaba de como le estrujaba, le lamía, le chupaba los pechos, bajo el sonido de sus susurros “ Así me gusta mi niño,” “ Sigue así cariño”, “ Así me gusta, si, si” tono que hacía que me pusiera mas cachondo.

Sus manos comenzaron a hurgar por mi cuerpo, “ Para mi niño, déjame a mí hacer” paré de comerle sus grandes pechos y me eché hacía atrás por petición de sus dedos, índice y corazón,  que comenzaron a caminar desde mis labios por mi cuello, pecho llegando a mi cinturón el cual desabrochó y ante mi mirada y sacó con suavidad mi polla, ya morcillona, “ Menuda cosa tenías en el pantalón “ supongo que se lo diría a todos pero a mi me hizo sentir bien. Sacó mi polla de mi calzoncillo bajandolos y ayudé para deshacerme de mi ropa, ya estaba totalmente desnudo. Ella tras mover varias veces la polla y echarle algo de saliva para que hubiera poca fricción abrió su boca y comenzó a comerme la polla. La vecina y amiga de mi madre era una mamadora experta y me estaba haciendo gozar con su mamada. Su boca daba cuenta de mi polla mientras que una de su mano acariciaba mis huevos, no sé cuánto estaba comiendome la polla pero llegó un momento en el cual no se pudo contener mas y dejo de comerme la polla para quitarse su shorts y mostrarme sus bragas, se las quitó también quedadose totalmente desnuda dejándome ver su coñito rasurado.

Abrió sus piernas para ponerse encima mío, con sus manos agarró mi polla y la introdujo en su coño el cual se lo tragó sin miramientos.El cuerpo de Verónica comenzó a moverse sobre mi polla y yo tumbado veía como sus hermosas tetas, operadas, se balanceaban al ritmo de su cuerpo. Yo puse mis manos en su pecho para agarrarlos, ella puso su manos sobre las mías estrujando sus pechos más, mientras que gemía de placer clavándose mi polla en su coño. El ritmo aumentaba y ella me pidió que le pusiera las manos en su trasero y eso hizo clavando mas la polla en su coño, en pocas sacudidas me corrí y ella continuó clavandose mi polla hasta que consiguió su orgasmo. Se levantó dejándome en la cama tumbado y pude verla desnuda recogiendo su ropa y la mía y poniéndola sobre el cheslong luego me miró y me dijo “ Te vienes a la ducha?, me levanté y me fui con ella a su ducha.

Ese ha sido el polvo más glorioso que he echado en mi vida y espero repetirlo algún día.