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Este tío pasa toda la noche follando con su joven

en Amor filial

Hace unas semanas mi hermana me pidió que le hiciera un favor, que era quedarme con su hija la última semana de junio. Mi hermana iba a la playa con toda su familia y a mi sobrina le quedaban 3 exámenes para acabar el curso.

La convivencia con mi sobrina era buena, se pasa todo el tiempo estudiando, solo la veía en las comidas y alguna que otra vez por los pasillos de la casa. Momentos en los cuales me daba cuenta de los que había crecido mi sobrina, ya no era la niña de las coletas y churretes que buscaba la atención de su tío ahora era una joven muy sexy, de 1.60 m delgada con unos pechos no muy grandes pero lo suficiente para que muchas veces intentarán salir de su sujetador de entrenamiento que solía llevar por la casa, también tenía un culito muy lindo que lo lucía ataviada con los shorts todo el tiempo, mentiría sino que dijera que muchas veces le había mirado su cuerpo con deseos lujuriosos pero era mi sobrina y no iba a hacer nada, o quizás sí.

Una noche estábamos cenando viendo la tele, y me di cuenta que debajo de su camiseta del pijama sin mangas,  prácticamente por la axila podía ver su sujetador blanco guardando sus pechos, un pecho turgentes que no se caían estaba totalmente rectos y duros. Mi polla se puso dura y no podía dejar de mirarlos aunque quitaba la mirada al momento volvía a mirar debajo de su camiseta  me deleitaba con su pecho, ella mientras miraba la tele.

Seguíamos cenando cuando ella volteo la cabeza y sorprendió mirándole los pechos. Aunque había sido rápido ella se había dado cuenta ya que rápidamente miró dónde está mirando yo luego me miró y por el cristal supongo que pudo ver. Mi polla estaba erecta debajo de mis calzones mientras miraba la comida.

A ella no le parecía mal lo que había hecho porque se recogió la camiseta en un nudo bajo el diafragma, haciendo que fuera más holgada por la altura de sus pechos y  luego  siguió girándose para propinarle una buena vista de sus pechos, quizás girándose más para darme mejor vista de ellos. Quería no mirar pero me miraba y más cachondo me ponía pero ahí estaba aguantando el tipo. Cuando terminamos de cenar ella recogió su plato, su vaso y me echó una mirada a mi polla aún erecta me dio un beso en la mejillas y se marchó con una sonrisa  a su habitación.

Cuando terminé de cenar, eran cerca de 2 de la mañana, fui a  fregar los platos y a lavarme los dientes, para esa hora ya se había bajado mi calentón. Estaba lavándome los dientes cuando entró mi sobrina, vestida con su sujetador blanco y en braguitas blancas, se había quitado el pantalón de pijama y ahora me estaba mostrando su cuerpo,

-        Ah estás tú - me dijo la muy descarada como si no me hubiera oído.

-        Sí - asentí mirándola por el espejo en el quicio de la puerta parada sin entrar en ropa interior.

-        Venía a lavarme los dientes - me dijo acercándose a mí y poniendo su mano sobre mi hombro y chocando su pecho a mi espalda... Yo me giré para que ella pudiera coger su cepillo y la crema dental. Ella se quedó a mi lado mirándome fijamente.

-        ¿Crees que soy sexy? - me dijo mirándome a los ojos.

-        ¿qué? Sí, claro que lo eres, eres muy linda - le respondió sin hacer caso omiso de lo que decía y terminado de aclarar la boca de la pasta de dientes, ella se quedó pensativa. Nada más escupir los restos de pasta de dientes de mi boca ella apagó el grifo.

-        No dime - dijo poniéndome las manos en mi cintura - tu me ves una chica sexy.

Le puse las manos en su cintura y le respondí.

-        Si eres muy sexy - mientras respondía ella se había puesto delante del lavabo enfrente de mí.

-        ¿Te acostarías conmigo? - dijo ella mirándome a la cara.

-        ¿qué dices? eres mi sobrina, la hija de mi hermana apenas tienes edad para estar sola en casa… - me separe de ella para sermonear.

-        Pero tú me gustas, tito - dijo ella mirándome a los ojos - y en la cena también he visto como me miras, ¿por qué no?

-        Si, cariño era muy hermosa -  le dije quitándole el pelo de enfrente y echándolo a la espalda-  tienes unos pechos muy hermosos y una cintura muy linda - mientras decía esto mi polla volvía a ponerse erecta ante la imagen de mi hermosa sobrina en ropa interior, casi desnuda frente a mí.

-        Cualquier hombre estaría encantado de acostarse contigo - le dije con mis manos en su cintura.

-        Pero a mí me gustas tú,-  dijo ella propinándole un beso en la boca el cual yo respondí besando su boca también.

Estábamos en el baño de mi casa mi sobrina y yo besándonos, yo acariciaba su cintura y levantaba mi mano para tocarle los pechos pero aún tenía algo de pudor, al fin al cabo era mi sobrina, finalmente dejé el pudor a un lado y comencé a acariciar su pecho derecho por encima de su sujetador, ella mientras acariciaba mi polla por encima de mis calzones. Cambié mi mano derecha de su cintura a su espalda para poder acariciar más esos pechos que lucía bajo el sostén. Su sujetador estaba apretando sus pechos y yo con mis manos lo estrujaba, mi vista no me había fallado estaban duros mi sobrina estaba madura como la fruta.  Paramos de besarnos para irnos a la primera habitación que estaba junto al cuarto de baño, en este caso era la de ella. Cuando llegamos a la habitación le dije

-        Cristina aún estamos a  tiempo de parar esto solo han sido dos besos, ¿estás seguro de querer seguir? - le dije. Ella me respondió empujándome hacía a la cama y luego subiéndose encima mía para volver a besarnos.

Nos besábamos mientras que sus manos se metían debajo de mi camiseta y yo le acariciaba la espalda y el culo entre tanto, luego desabroche su sujetador el cual sujetó por la copa

-        ¿quieres verlas? - me dijo con su voz melosa sentada sobre mi entrepierna

-        Sí - respondí.

-        ¿estás seguro? aún podemos parar solo han sido dos besos - me dijo ella jugando con mi calentón y frotando el bulto de mi polla en su coñito.

-        Si quiero - le dije.

-        Así me gusta - dijo ella y terminó de quitárselo tirándolo a la mesa de estudio y dejando a la vista sus pechos para mis ojos y mis manos. Comencé a masajear sus pechos bajo mis manos  mientras ella gemía de placer y entre dientes decía. “Me encanta como me tocas “, “No sabes como deseaba que me tocaras “todo esto guiando mis manos sobre sus pechos, sus pechos eran suaves y duros estaban bien duros al igual que su pezón que estaba súper excitado, podía sentir bajo mis manos sus pechos y como se acelera su pulso mientras ella seguía restregando su coñito bajo sus bragas con el bulto que hacía mi polla en mis calzones.

-        Quiero Besarte otra vez - dijo ella soltando mis manos y agachándose para besarme en la boca  otra vez, yo puse mis manos en su trasero que cual estaba también bien durito. Ella no había acabado de subir mi camiseta cuando comenzó a bajar besando mi cuerpo hasta llegar al bulto de mi polla en mis calzones, le empezó a dar pequeños bocados sin sacarla de mis calzones luego me miró los ojos comprobando el calentón que llevaba.

-        Tito aún estamos a  tiempo de parar esto solo han sido dos besos, y un magreo de mis pechos, nada que no hagan una sobrina y su tío favorito ¿quieres que siga?  - dijo ella con voz melosa.

-        ¿quieres seguir? - le dije con voz tranquila acariciando su mejilla con mi mano

Ella beso mis dedos y luego con los ojos tornados me dijo “ siiii” diciendo esto bajó mis calzones y con mi ayuda las terminó e quitar y comenzó a mover mi polla de arriba a abajo para luego meterla en su boca. Mi sobrina sabía cómo comerme la polla la agarraba con fuerza para que no se le fuera y se la metía dentro de su boca para abrazarla con su lengua, luego aumentaba el ritmo para me deleite. Yo la miraba y le dije

-        Hasta el fondo mi amor, hasta el fondo - ella me miró a los ojos y paró , se sacó mi polla de su boca dejando solo la punta luego lentamente comenzó a  meterse mi polla entera en su boca, cuando estuvo toda dentro subió lentamente sacándola para luego con el mismo ritmo se la metió, así repetidamente sin dejar de mirarme a los ojos en ningún momento dedicándome esa mamada. La putilla de mi sobrina pasaba la punta de su lengua por la punta de mi polla sin dejar ningún trozo de piel sin humedecer, la zorrita me había puesto súper cachondo y no podía aguantar más.

-        Ven bésame - le dije y ella paró de comerme la polla para besarme.

Estuve dando las gracias por la mamada con mi lengua para luego agradecérselo de otra forma hice que pasara su cuerpo por encima del mío para tener su coñito a la altura de mi boca. Ella intentó quitarse las bragas pero no la dejé, las aparté y poco y comencé a meterle mi lengua en su coñito, ella rápidamente con su mano sujetó sus bragas para que yo pudiera proceder con mis manos a darle placer. Desde abajo la veía sonreír y gozar con mi lengua en su coño.

-        ummmm, que bien comes tito - decía ella desde arriba yo con mis manos comencé a acariciar sus pechos ella besaba y lamía mis manos mientras que yo le estrujaba sus pechos. Seguí comiéndole el coño mientras se humedecía más y más su coñito. Llegó un momento en el cual su coño estaba húmedo y mi sobrina solo emitía gritos con una mano cogía sus bragas y con la otra me estrujaba los pelos.

-        Follame, FOLLAME, FOLLAAAAMMEEEE !!! - Gritaba ella.

Paré de comerle el coño y ella volvió a poner encima mía abrió un poco las bragas para que mi polla entrara y luego empezamos a besarnos mientras ella con su cintura marcaba el ritmo de como íbamos a empezar a follar ese polvo incestuoso. No es que me quejara de su ritmo pero yo necesitaba que mi polla entrara hasta el fondo y más allá así que la tomé de las nalgas para clavarle mi polla más adentro cada vez  una forma más violenta, creo que empecé a hacerle daño porque ella paró el ritmo para besarme y tranquilizar los ánimos.

-        Que bien me follas, tito - me dijo ella parada encima mía con mi polla aún erecta dentro de ella.

-        Tu sí que me follar bien, sobrina - le dije abrazándola e incorporando sentándola a ella sobre mí con mi polla aún dentro de su coño, luego comenzamos nuevamente a abrazarnos como dos enamorados  .

Paré de besarla para susurrarle al oído…

-        Quiero follarte, como nunca te han follado - hablaba mi caletón. Ella  me miró fijamente con el pelo en la cara y me dijo.

-        y yo quiero que lo hagas - sellando la proposición con un beso.

La tiré sobre la cama y me puse encima de ella con su piernas de lado, apartando las bragas con una mano para que mi polla comenzara a entrar hasta el fondo en su coño, ella se limitaba a gemir de placer, luego con su cintura apoyada en el colchón de la cama y sus piernas abiertas me monté sobre ella para meterle la polla mas al fondo, ella en el hueco de su culo y mis piernas metió su mano izquierda con la cual me acariciaba los huevos mientras que mi salchicha entraba en su almeja una y otra vez al ritmo de nuestras respiraciones. Seguíamos follando y sus bragas me molestaban así que con fuerza bruta se las rompí quedando un lado libre de su piernas y el otro aún adherido a su otra pierna, me coloqué detrás de ella para follarmela sin cuartel ella gritaba y gritaba, que fue cuando le vio su primer orgasmo en el cual me pidió que la cogiera la mano. Se la cogía y ella cuando le vino el orgasmos la apretó fuertemente, contrajo su coño y con un suspiro lo des contrajo libreando de la presión a mi polla. Paré un poco para que se compusiera mientras tanto le acariciaba los pechos y la besaba en la boca.

Tras un largo rato de besos y caricias me incorporé y la puse a ella a cuatro patas.

-        ¿qué vas a hacerme tito? - preguntó ella sabiendo lo que le iba a hacer.

-        Voy a meterla por detrás - le respondí

-        Por el ano no, por favor - dijo ella tapándose su culo con una de sus manos

-        No por el ano no - le respondí.

Una vez colocada apunté con mi polla a su coño y comencé a meterle la polla dentro de este, ella con la espalda inclinada , con el culo hacía arriba y con la cara sobre la almohada recibía cada una de mis embestidas a placer, yo la tomaba de las nalgas para golpear la embestida dentro de su coño. Los dedos pulgares estaban muy cerca de su ano y aunque dije que no le iba a meter la polla por él no dije que no lo excitaría y así comencé  a acariciar con la yema de mis dedos su ano, su rosado ano. Supongo que ella notaba que hacía pero no se oponía a ello, así que cada vez era más osado llegando a meterle la primera falange del dedo gordo en su ano mientras le seguía metiendo la polla por el coño.

-        No tito, por el ano no - decía ella con la voz apagada por la excitación del segundo orgasmo.

-        Tranquila sobri, que por el ano no - le decía mientras que la falange de mi dedo se movía dentro de su ano.

Seguía follando me la mientras que mi dedo hacía lo propio en su ano, llegando el momento que mi sobrina me lo pidió.

-        Tito… tito… tito… el ano si, el ano sí.

-        Como quieras - saqué mi polla de su coño y se la puse en la entrada de su ano. Poco a poco como un supositorio empezó a entrar hasta que con varios empujones entró entera dentro del ano de mi sobrina. Una vez dentro comencé a tumbarla sobre la cama y yo me puse encima de ella. Ella había metido entre sus piernas su mano y me acariciaba los huevos mientras le rompía el culo.

-        Has visto lo que te hace tu tito- le susurré al oído

-        Me encanta lo que me haces - dijo ella pellizcándome los huevos - quiero toda tu leche - dijo agarrándome los huevos con fuerza.

Estuve dándole varias embestidas hasta que me vinieron las ganas de correrme y se lo dije

-        Voy a correrme - dije sacando mi polla de su ano y poniéndome boca arriba en la cama.

Ella rápidamente se puso de rodillas y empezó a hacer dueña de mi polla, moviéndola para que todo el semen fuera para ella. Y así fue desde la primera gota que salió hasta la última la absorbió, lamio y tragó. Me quedé sentado y ella apoyada en mi pecho. Habíamos tenido nuestro primer encuentro y no iba  a ser el último encuentro de incesto.