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Heteros en el sofá(Tras la despedida de soltero 3)

en Gays

Tras irse las tres strippers, que tan calientes les habían puesto a todos con sus sobeteos y piquitos, Jose el maduro doblemente divorciado les sirvió una nueva ronda de copas a todos y propuso poner un canal de porno en la televisión de plasma de la habitación del hotel.

Tres de los ocho participantes de la despedida de soltero de Lorenzo decidieron ir a refrescarse al Jacuzzi de la otra habitación para refrescarse. La propuesta fue de Kepa, el treintañero vasco colega de Diego, y a ella se sumaron el hijo de Jose, Kevin, y un colega de vóley de Lorenzo, el pelirrojo Raúl.

En el sofá viendo en la televisión como un par de negros con buenas pollas se follaban por el coño y la boca a una mujer rubia de pechos siliconados, estaban, además del propio Jose, Pepe, un casado de 28 años con la cabeza rapada al cero, una exuberante perilla y una incipiente barriga cervecera y Marcos un soltero de 39 años menudo y bastante delgado y que tenía su melena negra recogida con una coleta. Detrastras del sofá, en una de las camas, estaban Lorenzo, el homenajeado en la despedida y el que pasaría a ser su cuñado Diego, que además era sobrino de Jose y el organizador del evento.

La escena de la película avanzaba y se quedaron todos en silencio bebiendo los cubatas preparados por Jose.  Pasaron así un tiempo, tampoco mucho, y como no podía ser de otra manera empezaron los comentarios salidorros del personal.

Jose: Así podíamos tener a las tres estas si no se hubiesen rajao joder.

Marcos: Ya te digo, que pena jajajaja

Pepe: ufff tíos entre el roce de las strippers y la pelí yo ya estoy que reviento (agarrándose el pollón que tenía totalmente empalmado por encima del pantalón).

Jose (mirando hacia la entrepierna de Pepe y con los ojos como platos) Pero tío, ¿qué tienes ahí? A otra persona jajajajaja. Hostia saca eso a respirar que te va a dar un ictus jajajaja

Realmente la polla de Pepe era espectacular y el comentario de Jose sobre su tamaño hizo que Marcos también se fijase en ella. Lucía impresionante.

Pepe: jajajaja Hostia tío, pues me la saco que ya me duele mazo.

Pepe se descorrió la cremallera de los pantalones, metió la mano en su bragueta y después de complicadas maniobras se sacó ese pollón, de 23 centímetros o más de largo y muy gruesa, con un capullo rosadito y muy húmedo.

Marcos: ¡Hostia, tremendo trabuco! (sonrojándose un poco tras decirlo)

Jose: No veas el Pepe lo que trae entre las piernas, (y mirándolos a todos) ¿que tíos,  nos las sacamos y nos hacemos un “team handjob” como dicen los Yanquis? jajajaja.

Diego y Lorenzo decidieron pasar de la paja colectiva y se sumaron a ir al jacuzzi de la otra habitación con el resto. Mientras Jose y Marcos se sacaban las pollas para acompañar a Pepe en el pajeo que este ya había comenzado viendo la televisión y las imágenes de follada que esta le trasladaba.

Jose calzaba una gran polla e 19cm gruesa y circundada que al lado del pollón de Pepe parecía pequeña, y ya no digamos la de Marcos, que era una polla normal, de 15cm y que al contrario de la de Jose conservaba todo el pellejo, era mas gorda en la base que en la punta pero cuando pajeando la descapullaba se veía que soltaba más precum que la de Jose y Pepe juntas.

Ahí estaban los tres, con sus braguetas abiertas y la polla fuera pero con los pantalones del traje puestos. Pepe totalmente concentrado en la pantalla, donde ahora uno de los dos negros tumbado se la metía a la rubia por el coño, mientras el otro desde arriba se la ensartaba por el ojete. Marcos iba mirando tanto a la pantalla como a la polla de Pepe y Jose que miraba también a la pantalla echaba alguna visual al cacharro de su compañero y sonriendo también dedicaba alguna mirada a Marcos.

Jose: Hostia, a esta la están poniendo fina filipina jajajaja

Marcos (relamiéndose viendo el pollón de Pepe): y bien a gustito que la están dejando umm.

Jose: ¿Que bien nos venía un culito para petarlo a gusto eh Pepe? Aunque con eso que calzas lo ibas a dejar destrozado. Abiertito en canal… (mirando para Marcos y guiñándole un ojo provocando que éste se sonrojase ligeramente) …  ¿les debe molar? ¿eh?

Pepe (sonriendo de una forma muy lasciva): Pues si os digo la verdad soy experto en ojetes, el de mi Paquita ya lo tengo muy trabajado jajajaja.

Jose: jajajaja, pobre Paquita, así me explico que ande con las piernas tan separadas jajajajaja

Pepe: jajaja que desgraciado, la tengo contenta eso si jajajaja

Marcos (nervioso con la voz entrecortada y mirando descaradamente el pollón de Pepe mientras se pajeaba la suya) Jo… joder, no me extraña.

Jose (dándole un codazo a Pepe y indicándole con la cabeza para que viese a Marcos): Pues por aquí creo que tienes un candidato de apertura jajaja

Pepe (sonriendo y viendo hacia Marcos): Coño Marquitos, ¿te mola lo que ves o qué? ¿Quieres darle un besito?. Venga hombre que está muy sequita la pobre (arqueando la espalda y girando la punta de su cipote hacia la posición de Marcos)

Marcos (que se había puesto super tenso e incluso se separaba un poco de Pepe, apoyando fuertemente su espalda en el orejón del sofá): ¿Que decís cabrones? que a mi no ve va ese rollo.

Jose: Pero tío, ¿que más te da? si no le sacas la vista al pollón de Pepe y para devorártelo con la vista mejor que le des una alegría al chaval.

Marcos (enojado): ¡Que no coño!, ¡estáis flipando!. La miro porque es muy grande y flipo, pero que no me mola eso, ¡que me molan las pavas joder!

Pepe (agarrándose la polla por la base y descapullándola). Venga hombre, mira como estoy, dale un besito hombre que yo tampoco soy maricón, pero en tiempo de guerra todo agujero es trinchera.

Diciendo esto último agarró en un rápido movimiento a Marcos por la nuca y fue forzando que agachase su cabeza hacia su rabo, mientras arqueaba su espalda aproximando su mástil a la boca de éste. Marcos movía hacia atrás su cabeza haciendo fuerza para zafarse de las robustas manos de Pepe. Pero la fuerza del mecánico de motos estaba consiguiendo que cada vez la punta de su pollón estuviese más cerca de su boca.

Marcos: No… no… arggg, no umm no argg

Pepe había conseguido frotar su capullo en los labios de Marcos, y aprovechando que este abrió la boca de nuevo para protestar le metió de golpe medio cipote en la boca y empezó a bombear.

Pepe: Así, así putita, cómesela a tu macho, come putita (las manos con las que había forzado a Marcos a comerse su polla ahora ya no ejercían nada de fuerza y le deshacía la coleta que llevaba dejando libre su melena y acariciándosela) así putita, ves como te gusta. Así, umm, así…

Marcos ya estaba entregado comiéndose el cirio de Pepe. ¿Y Jose?, pues Jose se estaba pajeando viendo como Marcos lameteaba el nardo de Pepe, pero despacio se fue  incorporando desde el sofá y se desnudó totalmente mientras alucinaba observando la destreza de Marcos mamando. Este es un come pollas profesional, pensó, y su polla dio un bote con el pensamiento.

Jose participar activamente despelotando a sus compañeros de sofá, comenzando por desabotonar la camisa de Pepe quien no paraba de gemir con la mamada salvaje que ya le estaba dando un desinhibido y salido Marcos.

Al sacarle la camisa a Pepe, Jose se fijó en lo peludo que era el padre de familia y le molaron en especial sus puntiagudos y grandes pezones por lo que comenzó a pellizcárselos.

Pepe (girando hacia Jose su cara, estaba sudando por su rapada cabeza como un animal en celo): Ummm, ¿te gustan mis tetillas eh zorra?, porque no te me las comes un poco, y con su mano lo agarró por la cabeza llevándola a su peludo pecho), ummm, que dos putitas tengo aquí sólo para mi, si, si así… así, muérdelos ummm

Jose le estaba mordiendo los pezones a Pepe y descubrió por los botes que pegaba su propia polla como le molaba el peludo pecho del mecánico y sobre todo que le hablase de esa manera. Estaba super cerdo con la situación y ni un atisbo de remordimiento pasó por su mente mientras lo hacía y escuchaba los chupetones que le estaba dando Marcos al cimbrel de su compañero de despedida. Que coño, en tiempo de guerra…, pensó.

Desde los pezones Jose fue subiendo lentamente hacia el cuello de Pepe y empezó a lamerle y a darle mordisquillosla perilla.

Pepe: Dios, como me estáis poniendo putitas, ufff, que bien lo vamos a pasar los tres, ummm ya veréis (y le cogió la cabeza a Jose poniéndola enfrente de la suya), ¡abre la boca zorra!.

Jose abrió su boca y Pepe le largó un escupitajo para a continuación lamerle los labios y darle un morreo salvaje. Era la primera vez que a Jose le besaba un  hombre y le molo la forma babosa y guarra que tenía Pepe de hacerlo. Pepe estuvo un buen rato comiéndole la boca y Jose notó una mano en su polla. Era de Marcos, que sin dejar de tragarse el cipote de Pepe le estaba dando en paralelo a él un pajote muy rico. Los tres estaban gozándolo en grado sumo, y entonces Pepe separándose de la boca de Jose  le guiñó un ojo.

Pepe: Venga zorra, vete preparándome a esta putita (apoyando una mano en la cabeza de Marcos y mordiéndose el labio fruto del placer que el corredor de maratones le estaba dando) porque le voy a abrir el ojete para que pueda pasar el metro.

Jose se levantó totalmente empalmado y se miró la polla, ¡coño! pensó, nunca la había visto tan grande, el morbo del momento lo tenía a tope. Dio la vuelta por detrás del sofá mientras Pepe ganaba espacio hacia donde él estaba antes provocando que Marcos, sin separar la boca del pollón del mecánico, se moviese también y quedase sobre el sofá dejándole libre acceso acceso a sus nalgas.

Jose se colocó detrás de Marcos y le sacó la camisa, los zapatos, los pantalones y finalmente los gayumbos. Marcos estaba delgado si, pero también muy fibrado de tanto deporte que hacía y Jose iba palpando y acariciando sus músculos mientras lo desvestía. Tenía unas nalgas redonditas y suaves, lampiñas sin nada de pelo. Se las acarició y Marcos se separó de la polla de Pepe para girarse y verlo con una cara de sorpresa y miedo. Pepe cogió la cara de Marcos y le dio un sonoro bofetón.

Pepe: ¿Te he dicho yo que pares de comer zorra?, Venga dale bien que te va a preparar la colita para recibir a esta…

Y agarrándose el pollón se la metió de golpe de nuevo a Marcos hasta la garganta y aguantó con las dos manos su cabeza hasta casi ahogarlo. Marcos comenzó a toser y a soltar muchas babas fruto del empale gargantil que le acababa de hacer el mecánico.

Pepe (acariciando la cara de Marcos), perdona cariño, venga ahora lámela mas suave, así putita mía, así.

Jose ya había abierto los cachetes de Marcos y comenzaba a comerle el ojete. A Marcos le estaba gustando lo que Jose le estaba haciendo y volvía a devorar la polla de Pepe como si no hubiese nada más en el mundo, lo que arrancaba unos sonoros gemidos por parte del mecánico padre de familia.

Marcos estaba excitadísimo, nunca hubiese imaginado lo que le gustaba comerse una polla. Desde la adolescencia lo había pensado cada vez que se fijaba en los penes de sus compañeros en las duchas del gimnasio. Últimamente además le ponían muy cerdo las pelis bisexuales e incluso se había cascado algún pajote leyendo relatos de esa temática e imaginándose en un papel protagonista.

Coño y ahora lo estaba haciendo, estaba amorrado al pollón de Pepe y se estremecía cada vez que Jose le abría las nalgas para meter más y mas la lengua en su ojete. Le excitaba lo excesivamente dominante que era Pepe, como le trataba de putita y le forzaba a meterse su grueso y largo cipote hasta la tráquea. Sintió como Jose lo estaba dedeando y supo que no tenía escapatoria y que aquel cincuentón divorciado y ese hombre casado y dominante diez años menor que él se lo iban a follar. Un escalofrío recorrió su espinazo y decidió dejarse llevar al sentir como Jose ya le metía un dedo por su, hasta el día de hoy, virginal ojete.

Jose por su parte estaba deseando metérsela a Marcos, que culo tenía joder, hacía tiempo que no cataba un culo tan firme. Entendió totalmente que a su hijo Kevin le pusiesen los tíos. Hostia, su hijo estaba en la habitación de al lado, como lo viese iba a flipar. Movió ligeramente su cabeza para sacarse ese pensamiento y separando de nuevo los cachetes de Marcos le lanzó un par de escupitajos al ojete y empezó a penetrarlo con dos dedos buscando su próstata para masajeársela a gusto.

Marcos se retorcía de placer con lo que le estaba haciendo Jose, joder para esos dedos, lo estaban volviendo loco.

Pepe: Venga tío, fóllatelo ya joder, que como siga comiéndomela así me voy a correr ya y quiero preñar a esta putita bien.

Jose no se hizo de rogar y puso su circundado capullo en el ojete de Marcos. Se echó otro par de escupitajos en la mano y se los extendió bien por la polla. Fue punteándolo con la polla y apreció que cuando retrocedía entre punteo y punteo el culo de Marcos retrocedía también en busca de su capullo. Joder, pensó, este culo tiene hambre y le voy a dar su ración. De a una metió la cabeza de su polla en el ojete.

Marcos sintió la punta de la polla de Jose abriéndole el ojete y respiró profundamente. Quería sentirlo bien y cerró sus ojos mientras le lamía las bolas a Pepe. Se iba metiendo cada una de sus bolas en la boca y la masajeaba con su lengua, tal y como había visto en alguna película guarra, lo que hacía soltar unos poderosos bufidos de placer en su colega el mecánico. Sintió dolor cuando Jose le introdujo la mitad de su polla, pero quería sentirla cuanto antes dentro por eso decidió dar hacia atrás con sus nalgas hasta que sintió como las piernas de Jose tocaban con las suyas.

¡Dios¡… estaba a cuatro patas sobre el sofá, clavándose la polla de Jose, muerto de dolor y excitación, mientras le comía las pelotas a Pepe que estaba despatarrado en su lado del sofá y le acariciaba la melena diciéndole “así putita bien, así, ya te la ha metido entera y ahora te va a follar bien para que después te dé yo lo que tanto te gusta… ummm, muy bien putita, muy bien.

Jose tenía toda la polla metida en Marcos y sentir su estrecho y calentito culo lo tenían a mil. Pepe lo veía y sonriéndole se lamía el labio, le guiñó de nuevo un ojo y le dijo “¡Fóllatelo!”.

Era lo que Jose esperaba. Empezó a moverse primero despacio y luego con mas fuerza dentro de ese culo mientras acariciaba la espalda lampiña de Marcos quien visto desde atrás en ese momento, con la cabeza metida entre las piernas de Pepe y con esa melena morena, no parecía un tío, era toda una putita como decía Pepe. Fue bombeándolo salvajemente, le estaba gustando hacerlo, le estaba gustando poseerlo, si, si, le estaba encantando follárseloooo. Jose se dejó ir y se corrió gimiendo,”siii, siii, ummm, ummm uff que rico por diosss”

Marcos pasó de sentir dolor a sentir un placer como nunca había sentido mientras se lo follaba Jose, joder, estaba en la gloria y cuando sintió como Jose se la clavó hasta el fondo y comenzó a descargar en su interior creyó morirse del gusto.

Pepe (levantándose y dejando a Marcos sin su biberón tamaño familiar). Ahora me toca a mi preñar a la putita (cogió la cara de Marcos y la subió poniéndola a la altura de la suya, susurrando) cierra el culo putita que quiero que no se escape ni una gota de leche de la que tienes dentro. Ahora tu macho te va a follar de verdad, ¿quieres no?

Jose había sacado su polla, morcillona ya, del culo de Marcos y éste obedeciendo a Pepe había contraído su ojete para no dejar salir ni una gota de su interior. No quería que Pepe se enfadase y le diese una hostia como antes.

Pepe (Pasándole la lengua a Marcos por sus labios), claro que quieres ¿eh cariño?, te va a encantar (dándole un morreo brutal) ya lo verás cariño, no vas a querer nada más que te folle tu macho.

Pepe volteó a Marcos y lo tumbó en el sofá boca arriba, le levantó las piernas hasta dejar su ojete a la altura de su boca para lanzarle tres lapos seguidos, bajó un poco las piernas colocándolas sobre sus hombros, colocó su pollón a la entrada del ojete de Marcos y con un “ya puedes abrir el ojete cariño” le clavó el pollón de golpe provocando un “joderrrrrrrr” desde la boca de Marcos.

Pepe: Ufff que culo tienes chaval (sin parar de bombear). ¿Sientes a tu macho dentro putita, lo sientes eh? Ummm toma, toma…

Marcos estaba flipando con la follada que le estaba dando el pollón de Pepe. Se sentía totalmente relleno y casi no podía respirar. Sintió algo húmedo en su polla y vio como Jose se la estaba comiendo. Joder, estaba en la gloria, el super macho alfa de Pepe se lo estaba follando como el propio Marcos se follaba a su prima cada semana y joder, como la comía el cincuentón del Jose, parecía que se la quería arrancar.

Jose se estaba comiendo su primera polla y le estaba encantando el sabor, además el vaivén de la follada brutal que le estaba metiendo Pepe a Marcos lo excitaba tanto que succionaba la polla del casi cuarentón como si no hubiese un mañana.

Pepe también estaba disfrutando como hacía tiempo, este culo de Marcos le estaba molando más que el de Paquita y que el de la mujer del perito del seguro de las motos a la que se pinchaba cada jueves. Dios, que culo joder, con Marcos tendría que marcar otro día de la semana para follárselo porque no estaba dispuesto a dejar sin su ración semanal de esa boca y ese culo a su cipote. Siguió bombeando salvajemente a Marcos y le ponía especialmente cerdo ver como se retorcía de placer; además los pelos de la cabeza de Jose, que mientras se comía la polla de Marcos se rozaban con su bajo vientre, lo tenían totalmente erotizado, tanto que no pudo evitar correrse como un animal en las entrañas de Marcos, quien sincrónicamente se corría, lo notó por las contracciones de su esfínter, en la boca de Jose.

Poco a poco, respirando aceleradamente se fueron recomponiendo y sentándo en el sofá de nuevo, con la diferencia de que ahora Marcos estaba en medio, entre Jose y Pepe.

Marcos: Joder, que polvazo, como me habéis follado cabrones (mientras se colocaba su camisa bajo el culo para recoger la lefa que le salía a borbotones y no manchar con ella el sofá) Tengo el culo super abierto, y ha sido mi primera vez joder.

Pepe: Pero la has gozado como una cerda ¿eh? , no digas que no putita (y le estampó un morreo que fué correspondido por el corredor de maratones). ¿Y tu que Jose?, ¿te ha molado la lechita del campeón eh?. Menudo par de  putas estáis hechas, uff estoy hecho polvo (rascándose su peluda barriga y espatarrándose en su lado del sofá).

Marcos y Jose se miraron y sonrieron. Jose echo su cabeza hacia atrás en el sofá y se espatarró un poco. Marcos vio hacia las pollas ya flácidas de sus compañeros. Joder pensó, hace nada tenía esos rabakos dentro, se sonrió y cerro los ojos, estaba reventado pero feliz, por fin lo había hecho… y antes de los 40, se sonrió.

Continuará con un relato final… “Desayunando al Botones”… ;-)