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Sumisión

en Fantasías Eróticas

Esta es una historia compartida. Cada uno de los dos personajes contaran su versión de lo que ha sucedido y solamente una de ellas será la más proxima a la verdad o ambas mentira. A ti te corresponde descubrirlo.

 

¿Dirá la verdad Fran?, ¿Irene?, ¿o ambos mienten? en la historia. 

 

Todo empieza con la frase publicada en mi perfil en una red social porno.

 

Si te dejara hacer lo que quisieras conmigo, ¿qué harías primero? "

 

Versión de la Historia escrita por Fran

 

Desde el instante en el que recibí su mensaje en el móvil he estado planeando este momento, su mensaje, que no se si recibí por error o fue intencionado decía lo siguiente:

 

" Si te dejara hacer lo que quisieras conmigo, ¿qué harías primero? "

 

Yo le contesté, "Prepararte una sorpresa, ven"

 

Su respuesta no se hizo esperar: "¿Dónde y a qué hora?"

 

Yo no me lo podía creer, o me estaba siguiendo el juego, o creía que estaba hablando con otra persona, porque apenas nos habíamos visto un par de veces.

 

La cité en el Urban GL, un lujoso hotel del centro de Madrid, le pedí que informara de su llegada en recepción, allí le darían instrucciones.

 

A su llegada al hotel el recepcionista le entregará la tarjeta de acceso a la habitación y un sobre con unas instrucciones escritas que ponen lo siguiente:

 

"Ve a la suite que he reservado para ti. Una vez allí ponte la ropa que encontrarás en el armario del dormitorio. Cuando lo hayas hecho llama a mi habitación, el número está junto al teléfono, y te daré más instrucciones."

 

Estoy en la habitación esperando su llamada, espero que no se haya arrepentido, o no le haya surgido nada, se aproxima la hora a la que la había citado, ya debe estar en recepción.

 

Suena el teléfono y es el recepcionista que me avisa de que has llegado, mi impaciencia va en aumento, me miro al espejo, me preparo, me doy los últimos retoques al traje y me siento a esperar que llames.

 

La espera se hace eterna y eso que apenas han pasado diez minutos cuando suena el teléfono de la habitación y oigo tu dulce voz por el teléfono:

 

- Estoy lista, me ha gustado mucho el vestido, es justo de mi talla y los zapatos son comodísimos. ¿Qué tengo que hacer ahora?

 

- Deja la puerta de la habitación entreabierta y espérame en el dormitorio, de espaldas a la puerta y con el pañuelo atado en torno a tus ojos. No hagas nada más.

 

- De acuerdo

 

En cuanto cuelgo el teléfono, me miro de nuevo al espejo y salgo de la habitación rumbo a tu suite, está en la misma planta por lo que no tardo nada en llegar, no quería arriesgarme a que alguien más entrara en tu habitación mientras me esperas.

 

Entro en la suite y cierro despacio, la moqueta amortigua el sonido de mis pasos, llego al dormitorio y ahí estás, sumisa, tal como te he ordenado, con el pañuelo alrededor de los ojos, situada de espaldas a la puerta.

 

Me acerco por detrás, pongo mis manos sobre tus hombros, aparto a un lado tu melena y beso tu cuello. El momento del primer contacto te produce un sobresalto, me esperabas, pero no me oíste llegar.

 

Deslizo mis manos sobre el vestido rojo de seda, acariciando el contorno de tu delgado cuerpo, tus curvas, tus pequeñas tetas, que marcan sus pezones a través de la tela ya que no te he proporcionado ningún sostén para contenerlas.

 

Tus manos buscan mi cuerpo, te agarro las muñecas y te detengo, te susurro al oído:

 

- Tu papel, de momento, es pasivo. Voy a hacerte cosas mientras sigues con los ojos vendados, si algo te incomoda o no lo te gusta solo di "Pasa"; no te voy a golpear ni nada parecido.

 

- De acuerdo.

 

Retomo mi recorrido a lo largo de tu cuerpo, me separo, y comienzo a acariciarte desde puntos aleatorios, provocando cada vez que te todo una ligera vibración de sorpresa en tu cuerpo.

 

Me detengo momentáneamente y voy a buscar algo, un buttplug de acero inoxidable, paso su suave superficie por tus labios, por tus hombros, por tus muslos, vuelvo a tu boca y te pido que la abras, y que lo acaricies con tu lengua.

 

Está frío, pero tu boca enseguida lo calienta, tiene el tamaño y la forma de un gran fresón, la punta se abre paso entre tus labios que se van abriendo a medida que entra hacia la parte más ancha.

 

No sé si habrás adivinado lo que es, pero pronto lo intuirás, mojado en tu saliva lo llevo a tus muslos, y lo deslizo desde las rodillas hacia tus nalgas, con mi mano te empujo la espalda suavemente para que te inclines sobre la cama que está frente a ti.

 

Apoyas las manos sobre las sábanas y yo deslizo hacia arriba el vestido con el plug, dejando a la vista tu hermoso culo y juego con la punta del plug alrededor de tu ano, después de surfear sobre tus labios vaginales y recoger de ellos parte de tu humedad.

 

Finalmente lo deslizo dentro, despacio, hasta el fondo, un suspiro sale de tu boca, una mezcla entre respingo, quejido y gruñido de placer cuando lo sientes encajar con tu esfinter envolviendo la empuñadura.

 

Te invito a ponerte de pie, y de otra caja saco unas bolas chinas de acero, las froto contra tu vientre y voy bajando, masajeándote el abdomen con ellas hasta llegar a la pelvis, todo esto sobre la tela del vestido, ejerciendo una ligera presión; su superficie dura y suave se desliza ahora sobre tus muslos.

 

Al llegar a la rodilla inicio con ellas el camino ascendente, masajeando la piel de la cara interna de tu muslo, hasta llegar a tu sexo, que presiono describiendo pequeños círculos en espiral hasta presionar tu clítoris.

 

De tu boca escapa una vocal, alargada..." Aaaaah" que languidece en el silencio de la suite mientras meto las bolas entre tus jugosos labios y las llevo al interior de tu coñito, visiblemente empapado.

 

Una vez llenos tus orificios con las bolas y el plug te digo al oído:

 

- Ya te puedes destapar los ojos, nos vamos a la ópera y tú llevarás eso puesto todo el rato. Tengo reservado un palco privado en el Teatro Real para que podamos estar solos.

 

Cuando por fin puedes ver de nuevo, ves cómo me acerco a tus labios y nos fundimos en un apasionado beso antes de salir camino del espectáculo.

 

Versión de la Historia escrita por Irene

 

Me sorprendió muchísimo que Fran se pusiera en contacto conmigo a través de esta red social. Fran era un folla amigo mío y ninguno de los dos sabíamos que el otro estaba aquí. Él me había identificado por mis fotos y en cuanto recibí su mensaje que decía:

 

¿Sabes lo que haría primero?...te observaría con un vestido de seda rojo y los ojos tapados…rápidamente fui a ver su perfil y descubrí que era Fran…ajaja que sorpresa!!!.

 

Como tengo mucha confianza con él, pues conoce todos los detalles de mi cuerpo, le propuse que organizara un encuentro pero que el vestido iba a su cargo….

 

Él me dijo que me compraría el mejor vestido rojo y los zapatos más bonitos…y una venda negra pero a cambio yo tenía que ser sumisa y seguirle el juego en todo momento. Como le conozco de otras veces y sé que no le va la violencia yo acepte sin ninguna duda…que emoción…ajaja.

 

Me citó a las 8 de la tarde en el hotel URBAN GL. Al llegar al hotel tenía que pedir un sobre, a mi nombre, al recepcionista. Ahí encontraría la llave e instrucciones.

 

Llegue al hotel un poco más tarde de las 8. Había mucho lío en Madrid por la final de la copa de Europa de futbol. Me dirigí a recepción y me dieron un sobre a mi nombre. La verdad es que esa situación me hizo pasar mucha vergüenza pues el recepcionista me miro como si fuera una señorita de compañía además me examino de arriba abajo, vamos que me hizo un escáner corporal.

 

Me senté en el hall de la recepción y abrí el sobre que ponía literalmente:

 

Habitación 17.

 

Ponte el vestido y llámame al móvil.

 

Luego tapate los ojos con la venda y deja la puerta entreabierta.

 

Piensa que a lo mejor no soy yo el que va…puede ser un amigo. Pase lo que pase no te puedes quitar la venda, hasta que yo me vaya, y en ningún momento podemos hablar.

Además hay dos entradas para las 22.30 para ir al teatro al palacio de Linares.

 

Subo a la habitación y hay un vestido precioso, rojo, muy escotado sobre la cama. Unos zapatos negros y una venda del mismo color.

 

Voy al cuarto de baño y me desnudo. Me pongo el vestido que me entra como un guante. No me pongo ropa interior. El vestido se ajusta perfectamente a mi cuerpo. Tengo los pezones muy duros y se marcan mucho sobre la seda. Me pongo los zapatos. Salgo a la habitación, llamo a Fran…entreabro la puerta y me pongo la venda. Me quedo de pie de espaldas a la puerta.

 

El tiempo se me hace interminable. Por fin oigo unos pasos y que alguien entra en la habitación. Me asusto y estoy a punto de quitarme la venda. Pero unas manos se posan sobre mi cintura y eso me tranquiliza y me da confianza.

 

Me aparta el pelo y me besa en el cuello. Un beso con lengua…sus manos suben por el vestido hacia mis pechos…me recorre un escalofrío. Agarra mis pezones y me los aprieta. Me da como espasmos de placer, me hace un poco de daño…me los aprieta muy fuerte…pero me gusta mucho. Suspiro profundamente….

 

Siento como se agacha me sube el vestido y me acaricia el culo….me tumba boca arriba sobre la cama. Me coge el dedo gordo del pie y me lo chupa como si fuera el glande de una polla. Yo me retuerzo de placer…

 

Empieza a subir su lengua por mis piernas…me lame los muslos y a continuación llega a las ingles. Ahí la tortura es máxima. Me lame las ingles durante mucho rato…no termina de ir al coño…me pone muy nerviosa.

 

De repente se para y noto un objeto frio que me toca el clítoris, pienso, no puede ser un consolador pues es como más fino así que deduzco que es un buttplug. Juega con mi clítoris de arriba abajo…yo, al ser multi orgásmica, no paro de tener orgasmos e incluso lloro de placer.

 

Bruscamente me da la vuelta y me pone en posición perrito, de culo. Sin contemplaciones ni miramiento siento como me introduce el buttplug por el ano. Lo mete y lo saca como si me follase... una, dos veces...pierdo la cuenta…

 

Me pone de pies y me abre la boca y me mete el buttplug…yo lo chupo como si hiciera una mamada. Me viene a la mente el pensamiento de si no fuera Fran…quiero quitarme la venda pero el morbo y la excitación me lo impiden…me siento como una puta. El momento es de tanta excitación que me es igual quien este en la habitación.

 

Me abre las piernas y me mete un objeto por el coño…rápidamente me doy cuenta que son unas bolas chinas….aprieto fuertemente la vagina y me vienen otros orgasmos tremendos.

 

Siento como la puerta se abre y se cierra…me asusto y me quito instintivamente la venda. No hay nadie en la habitación…estoy sola. Me tumbo sobre la cama y me masturbo necesito correrme un poco más.

 

Cuando termino y ya estoy más relajada veo sobre la cama un papel que dice: me lleve mí entrada, te dejo la tuya…nos vemos en el teatro…y, por favor, no te quites las bolas.

 

(c) Irene3Ne y Sexticles